domingo, 31 de enero de 2021

Es tiempo de zorzales (I). Zorzal alirrojo (Turdus iliacus). Malvís gallegu.

En estos tristes días de confinamiento y falta de movilidad los aficionados al "pajareo" podemos disfrutar observando y fotografiando a un interesante visitante habitual y regular de nuestros parques y jardines urbanos a lo largo de los meses de invierno, el Zorzal alirrojo (Turdus iliacus).




Como muchos ya sabréis, se trata de una especie migradora que cría en las altas latitudes de Europa y que en España es un ave exclusivamente invernante, como el Zorzal real (Turdus pilaris)), cuya presencia entre nosotros se hace más abundante en situaciones excepcionales de frío en el norte y centro de Europa, tal como ha ocurrido este año en el que hemos tenido un gran número de visitantes.

Zorzal real (Turdus pilaris) (10/2019)

Zorzal real (Turdus pilaris) (10/2019)

Zorzal real (Turdus pilaris) (10/2019)

Se trata de una especie gregaria que suele moverse en grupos numerosos durante el inverno, a menudo en compañía de otros zorzales. A nuestro país acostumbran a llegar de forma masiva y empujados por olas de frío que les imposibilitan encontrar alimento en zonas tan norteñas como Escandinavia o Islandia.




En Asturias, en un invierno más o menos normal en lo meteorológico,  habitualmente empezamos a ver los primeros ejemplares de Zorzal alirrojo a lo largo del mes de octubre, siendo la mayor llegada en noviembre, y ya a lo largo del mes de febrero y marzo es cuando realizan el viaje de vuelta a sus zonas de cría.




El Zorzal alirrojo (Turdus iliacus) es un ave paseriforme perteneciente a la familia de los Túrdidos (Turdidae) al igual que los otros tres zorzales habituales en nuestro entorno (Z. común, Z. charlo y Z. real) y los mirlos (M. común y M. capiblanco), con la excepción del Mirlo acuático que pertenece a la familia de los cínclidos (Cinclidae). A los componentes de esta familia vulgarmente también se les conoce como tordos. La etimología de su denominación científica "Turdus iliacus" proviene del latín "turdus-i": tordo (pájaro) y de "iliacus-a-um": ilíaco, perteneciente a los ijares o costados, al vientre, a las ingles, en referencia al color rojo de sus costados.




Desde hace tiempo se ha considerado al Zorzal alirrojo como el más pequeño de los zorzales presentes en Europa. El más grande es el Zorzal charlo, seguido del Zorzal real, el Zorzal común y por último, el Zorzal alirrojo.

Zorzal charlo (Turdus viscivorus) (06/2020)

Zorzal real (Turdus pilaris) (10/2019)

Zorzal común (Turdus philomelos) (01/2021)

Zorzal alirrojo (Turdus iliacus)

Su tamaño es discretamente inferior al Z. común viniendo a medir entre los 19-23 cm de longitud, unos 34 cm de envergadura y llegando a pesar hasta los 80 gr. Como mencioné anteriormente, no existe dimorfismo sexual en esta especie.




Como podéis apreciar en las diversas fotografías, tienen el dorso y la parte superior de las alas de color pardo grisáceo uniforme, excepto el obispillo que es de un color pardo algo oliváceo.




Uno de sus principales rasgos anatómicos y del que toma su denominación común, es la de presentar por la parte inferior de las alas (infracoberteras) una coloración castaño rojiza que tan solo son visible cuando el ave está en vuelo. Por su parte, cuando está posado, se pueden apreciar unos flancos de color rojo herrumbroso con listas de color marrón oscuro




Las alas son anchas y redondeadas con las plumas primarias y secundarias de color pardo oscuro. Las terciarias y coberteras grandes externas tienen las puntas blanquecinas en el caso de los individuos del primer año con las plumas no mudadas, para desaparecer cuando se hacen adultos (rasgo variable según la edad).




La región pectoral es de color blanquecino con tintes ocráceos y gran cantidad de listas verticales de color marrón oscuro, siendo estas menos abundantes en los individuos del primer año y más abundantes en los adultos.




Por la parte inferior son de color blanco con alguna lista de color marrón oscuro en las zonas laterales del vientre.




Otro de los rasgos más característico, sobre todo si los vemos en la distancia, es una ancha lista superciliar de color blanco cremoso que va desde la base de la mandíbula superior hasta la nuca, así como una subbigotera (por debajo de la mejilla), también de color blanco cremoso, que nace junto a la base de la mandíbula inferior y se dirige hacia la parte inferior de la garganta.




El píleo y la cara son de color marrón y en esta última tienen una ancha brida de color marrón oscuro por delante del ojo que no llega hasta el pico.




El pico es medianamente largo, algo fino pero fuerte y puntiagudo; es de color marrón oscuro, excepto en los dos primeros tercios de la mandíbula inferior que son de color rosa amarillento.




Los ojos son grandes, de color marrón muy oscuro y están rodeados por un anillo periocular de color blanquecino.




La cola es relativamente corta y de color pardo por encima. En el caso de los adultos, las puntas de las plumas de la cola son redondeadas (rasgo variable según la edad).




Las patas son medianamente largas y de color carne (rosáceo).




En la península ibérica podemos encontrar dos diferentes subespecies: la más numerosa y con una distribución más oriental, la nominal (subespecie “Turdus iliacus iliacus”) procedentes habitualmente de los países escandinavos (sobre todo de Finlandia) y la subespecie “Turdus iliacus coburni” de mayor tamaño, tonos algo más oscuros y las listas más marcadas, que proceden fundamentalmente de Islandia y las islas Feroe. Las recuperaciones de esta última subespecie en la Península Ibérica se producen principalmente en su parte noroccidental. También se han registrado ejemplares anillados en Rusia, Bélgica, Suiza, Polonia o Gran Bretaña.




A éste respecto comentar que existe una cierta controversia al considerar al Zorzal alirrojo como el más pequeño de los zorzales, ya que el Zorzal común tiene una longitud de 20-22 cm y el Zorzal alirrojo de 19-23 cm. Ese rango de longitudes del Zorzal alirrojo se debe a que, como vimos antes, hay dos subespecies y la “T. i. coburni” (Islandia e islas Feroe) es ligeramente más grande que la nominal. Según esto, el Zorzal alirrojo no sería más pequeño que el Zorzal común.




En lo referente al canto decir que en España, debido a que es ave que únicamente nos visita durante el invierno procedente del norte de Europa, su canto raramente lo podemos escuchar. Consiste en una estridente y rápida secuencia de chirridos y chasquidos que recuerda al gorjeo de las golondrinas. Cuando se desplazan en bandos en migración (muchas veces durante la noche), emiten un fino y agudo “tsiip” para establecer cohesionada la bandada (enlace). Cuando están posados en los campos o se desplazan por el suelo, emiten una especie se chasquido, tipo "chac-chac" (enlace)




En cuanto a su comportamiento, decir que se parece al Zorzal común aunque es más gregario y siempre forma bandos numerosos que se posan en los prados donde comen entre la hierba. Por la noche ocupa zarzales y arbustos y allí pueden dormir millares de estos pájaros que también se ven en carrizales y árboles dispersos por el campo.




Se distribuyen por el norte de Europa (Escandinavia, países bálticos, Países Bajos, Bélgica, Alemania, Suiza y Francia), desde Islandia hasta el este de Siberia  y Asia. 





Durante el invierno la mayor parte migran de su área de distribución, siendo sus principales puntos de invernada los países mediterráneos del continente, así como numerosos lugares de Europa occidental, incluidas las islas Británicas.




En España son residentes habituales durante el período invernal (dependiendo de su dureza) y parecen preferir la zona costera, prioritariamente de Galicia y de la cornisa cantábrica. Muchos otros ejemplares atraviesan la cornisa cantábrica y se dispersan por toda la Península hasta llegar a Andalucía, incluso algunos llegan al norte de África. La costa mediterránea de Valencia, Castellón, Tarragona y las Islas Baleares también son destino habitual de estas aves.

SEO Bird/Life




Su hábitat en la temporada de cría se encuentra en bosques mixtos de caducifolios y coníferas con bastante sotobosque y no lejos del agua. Durante el otoño y el invierno se localizan en campos de árboles frutales, olivares, viñedos y zonas con arbustos y setos. Durante el paso primaveral no es raro encontrarles en los parques de las ciudades.




Su alimentación durante la primavera y el verano se basa preferentemente de insectos y sus larvas, arácnidos, lombrices de tierra, caracoles y otros invertebrados. Durante el otoño y el invierno se alimentan fundamentalmente de bayas (acebos, majuelos, lentiscos...) y frutos, silvestres o cultivados (aceitunas), y también de semillas.




Realizan su periodo de reproducción entre los meses de abril y junio. La hembra construye un nido con forma de taza, normalmente en los árboles y arbustos, en el suelo y con menor frecuencia en las enredaderas y taludes; para su elaboración utilizan pequeñas ramitas, raicillas, hierbas, musgos y líquenes, después lo refuerzan con barro. La puesta se compone habitualmente de 4-5 huevos y acostumbran a efectuar dos puestas al año. La incubación dura 15 días aproximadamente. Los pollos son alimentados por ambos padres y abandonan el nido cuando tienen unos 15 días de edad.




Esta especie no presenta amenazas importantes en sus áreas de cría, sin embargo en nuestro país sufren, en ocasiones, cazas indiscriminadas a escala local por sus supuestos daños a las cosechas de aceituna. Asimismo, son víctimas habituales de pajareros sin escrúpulos, sobre todo de los que aún emplean la práctica ilegal del “parany” que es un cruel método de caza que consiste en untar con pegamento unos árboles (por lo general algarrobos) dispuestos en círculo para que las aves queden atrapadas (autorizado en la Comunidad Valenciana).

4 comentarios:

  1. Como ha bajado el número de zorzales por aquí, sobre todo los reales...una pena. Vaya pedazo de fotos has puesto. Enhorabuena y un saludo.

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    1. Muchas gracias Jose, eres muy amable. Si, también por aquí han bajado. Saludos.

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  2. Excelente y documentadísima entrada sobre los zorzales que podemos observar en la península a lo largo del año. Enhorabuena José Ignacio por las estupendas fotos con las que nos has ilustrado el post

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    1. Pues qué quieres que te diga Julio, qué me ha encantado tu amable comentario. Muchas gracias. Saludos.

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