lunes, 28 de marzo de 2022

De "pajareo" por el Parque Natural las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel (Parte 3). Zampullín común (Tachybaptus ruficollis). Zampullín. cuellinegro (Podiceps nigricollis). Eider común (Somateria mollissima).

Siguiendo con las especies de aves que durante el pasado mes de febrero pude observar y fotografiar en el entorno del Parque Natural las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel (Cantabria), comparto en ésta nueva entrada alguna que otra especie interesante a las que pude realizar un reportaje fotográfico. La primera de ellas es una pequeña ave acuática que a mi particularmente me recuerda a esos patitos de juguete con los que juegan los niños en el baño, me estoy refiriendo al más pequeño de su familia (Podicipedidae), el Zampullín común (Tachybaptus ruficollis).



Efectivamente, el Zampullín Común (Tachybaptus ruficollis), también conocido como el Zampullín chico, está considerado como el más pequeño y a la vez el más abundante de los somormujos europeos y quizá el más esquivo y escondidizo de todos, por lo menos durante la época de la reproducción.



Cómo muchos de vosotros ya conoceréis y posiblemente lo habréis padecido, no resulta nada fácil obtener unas fotografías decentes de él, o al menos eso me ha ocurrido a mí, que para conseguir unas cuantas testimoniales me las he visto y deseado, pues en cuanto detecta la minina presencia de algún extraño se zambulle, para aparecer en la otra punta de la charca donde habita.



Como muy acertadamente dice su denominación vulgar de Zampullín común o Zampullín chico, se trata del más abundante de los zampullines de nuestro entorno y el de menor tamaño ya que tan solo alcanzan los 25-30 cm de longitud y su envergadura viene a rondar los 40-45 cm. Su peso puede llegar a los 235 gr. En esta especie, no existe dimorfismo sexual, aunque las hembras tienen una coloración más apagada y pesan menos que los machos. Se han descrito hasta ocho subespecies distribuidas por otros continentes. En España habita la subespecie “ruficollis”, la misma que ocupa el resto de Europa y el norte de África.





Los zampullines comunes muestran un comportamiento agresivo durante la época reproductiva frente a los demás ejemplares, que frecuentemente se observa tanto durante la formación de la pareja como al ocupar sus territorios.




En éstas fotografías se puede apreciar lo que parece ser parte del cortejo del Zampullín común que habitualmente se centra alrededor de un extraño "canto de amor" o más bien dúo de amor, pues macho y hembra se encaran uno con otro en el agua emitiendo ambos un canto relinchante. También hay algunas peleas y persecuciones y a veces el macho da a la hembra un simbólico presente de hierbas.




El cortejo, que siempre tiene lugar en el agua, cae particularmente a través del continuo trino de ambos compañeros, así como a través del contra nado rápido, el nado paralelo y un buceo, con el que frecuentemente dejan que el agua salpique demostrativamente con las patas. A su lado, hay seguimiento simulado, presentaciones de comida, rituales de construcción de nidos, presentación de material vegetal, así como comportamiento mutuamente ruidoso.




Como todos los somormujos (Podicipediformes) son unas aves acuáticas especializadas en la técnica del buceo, con un cuerpo muy hidrodinámico en el que destaca esa posición muy atrasada de sus patas, que junto con los dedos muy lobulados, les facilitan notablemente las zambullidas y el buceo. A cambio son extremadamente torpes cuando se trata de caminar en tierra firme, por lo que no es nada fácil verles desenvolverse en ella.




En conjunto esta pequeña ave acuática presenta un aspecto redondeado y de cuerpo romo, como sin cola. Al igual que ocurre en el resto de las especies de somormujos, también en el Zampullín común hay que diferenciar claramente dos tipos de plumajes.



El más llamativo, como es lógico, es el que podemos observar durante la época reproductiva, en la que la parte superior del cuerpo, la cabeza y la nuca son de color negro. También es de color negruzco el pecho. Sin embargo, los flancos adquieren un color parduzco. La zona caudal y el vientre son blanquecinos. El cuello presenta un llamativo color castaño rojizo intenso en su parte anterior y en las zonas laterales, mientras que por su parte posterior es de color negruzco.



En la cabeza, el píleo y la mitad superior de la cara son de color negruzco, mientras que la mitad inferior de la cara es de color castaño rojizo intenso. Su pico es corto, cónico y de color negruzco. En él llama poderosamente la atención la presencia de una mancha diagonal de color amarillento que durante la época reproductiva cambia a un color amarillo más intenso, localizada en la base de la mandíbula inferior, junto a la comisura del pico.



La cola está poco definida, y en su conjunto toda la zona caudal posterior o popa, tiene un aspecto algodonoso, con forma de “borla de polvera” y de tonos blanquecinos. Las patas y pies son de color gris verdoso y tienen unos grandes dedos lobulados.



En lo referente a su comportamiento, decir que acostumbran a estar continuamente zambulléndose, tanto para alimentarse como para escaparse cuando se sienten en peligro. Son unos excelentes buceadores pudiendo permanecer bajo el agua durante minutos, recorrer varios metros buceando y aparecer luego en superficie en un punto distinto tras cada inmersión.



En nuestro país son residentes habituales y de distribuyen por todas las comunidades autónomas, excepto en las islas Canarias. Durante el invierno pueden realizar desplazamientos hacia lugares menos fríos, donde las aguas no se hielen como es el caso de los humedales costeros, tipo marismas litorales. En el invierno también se les suelen unir ejemplares procedentes de Europa.




Su hábitat preferido son los humedales del interior, pequeñas lagunas, ríos remansados, marismas, embalses y otros depósitos de agua (graveras abandonadas, balsas de riego, canales), tanto naturales, como artificiales, pero siempre que exista vegetación palustre y sumergida (carrizales, cañaverales), donde llegado el caso, puedan esconder el nido.




Se alimentan de insectos acuáticos y sus larvas, peces pequeños, crustáceos, moluscos, anfibios y alevines de peces




Al igual que el Zampullín común, otro de los componentes de la familia de los “Podicipediformes”, es el Zampullín. cuellinegro (Podiceps nigricollis) del cual pude obtener alguna  imagen puramente testimonial ya que, como puede apreciarse en las imágenes, estaba muy nublado y llovía en esos momentos.



En ellas se puede apreciar como va evolucionando su plumaje invernal al que adoptará en la temporada nupcial.



Sin lugar a dudas, el principal protagonista de ésta nueva entrada es el ejemplar macho de Eider común (Somateria mollissima) que desde ya varios años (si no me equivoco, en 2016) decidió quedarse a vivir en ese maravilloso entorno.



Desde entonces se ha convertido en toda una referencia de ese entorno y su búsqueda se hace casi, casi, obligatoria cuando te mueves por allí, aunque no siempre le puedes fotografiar adecuadamente, ya que las mareas influyen notablemente en su proximidad al observador desde tierra.



Se trata de un curioso pato marino, invernante escaso y muy apreciado por su plumón que proviene de las costas del norte de Europa, desde el Ártico hasta las Islas Británicas. 



En ésta ocasión tuvimos la fortuna de poder observarle y fotografiarle a una distancia bastante favorable luciendo sus mejores galas.



A mí particularmente siempre me ha parecido un pato diferente a todos los demás y con un diseño futurista.



Al verle, enseguida me vino a la memoria cuando en 2018 le pude ver y fotografiar por primera vez en ese entorno y que esa ocasión estuvo acompañado, ni más ni menos, que de seis hembras de su especie (fotos de archivo 2018).




Toda una corte de "pretendientes" que dada la belleza que atesoraba ese macho decidieron pasar una temporada con él (fotos de archivo dic. 2018), aunque al final no parece que le cuadrara ninguna de ellas y decidió permanecer "soltero".




Allí se encontraba el macho luciendo su conspicuo plumaje desplazándose lentamente cerca de la orilla realizando continuas inmersiones en busca de alimento.




En otro momento tuvo a bien deleitarnos con una sesión de limpieza de su bello plumaje.




Incluso nos brindó la oportunidad de poder fotografiarle cuando se levantaba sobre el agua para sacudir enérgicamente sus alas.




Son esas posturas que tanto nos gusta poder observar y fotografiar a los aficionados a la fotografía de aves ya que exhiben totalmente su bello plumaje.




El Eider común (Somateria mollissima) es una especie de ave anseriforme de la familia “Anatidae” ampliamente distribuida por las regiones costeras árticas y subárticas. Presenta un acusado dimorfismo sexual característico de su género, siendo además los machos ligeramente más grandes que las hembras.



De las cuatro especies de eíderes: E. común (Somateria mollissima); el E. real (Somateria spectabilis); el E. de Fischer (Somateria fischeri) y el E. de Steller (Polystica stelleri), el E. común es el más grande y, según tengo entendido, también es el pato de mayor tamaño de Europa. Vienen a medir unos 60-70 cm de longitud y su envergadura media es de aproximadamente 1 m. El peso puede llegar a los 2,200 Kg.



La etimología de su denominación científica (Somateria mollissima) proviene de los términos griegos “Somateria”: “soma”, cuerpo, más el de “herion”, lana. “Mollisima” proviene del superlativo latino “mollis, -e”, flexible, blando. Ósea, “cuerpo de lana, flexible o blando”.



En el caso de los machos adultos, se pueden distinguir dos tipos de plumaje: el plumaje de eclipse que lucen durante el periodo estival y que es mucho menos vistoso que el nupcial que lucen durante el resto del año y que podemos apreciar en estas imágenes.



En esta época la coloración de la parte superior es de color blanco.



Los laterales del cuello y la nuca son de color verde pálido.



También el pecho es blanco pero en este caso con tintes rosáceos o asalmonado.



Por su parte, los flancos, el vientre, el obispillo y la cola son de color negro.



Es característica la presencia de una mancha blanca y redondeada en los muslos.



De color negro también es el capirote que llega a incluir a los ojos y que en su parte central y posterior presenta una línea pileal de color blanco.



Las alas, anchas y cortas en comparación con el resto del cuerpo, son de color blanco a excepción de las plumas primarias y las secundarias que son de color negro.



Otra característica de esta especie son las formaciones que hacen las plumas en la parte baja de los lados de la cabeza cuando se despliegan hacia los laterales del pico asemejándose a unas grandes orejas.



Los ojos son pequeños y tienen el iris de color marrón muy oscuro.



El pico es grande, de forma triangular o cuneiforme (muy ancho en la base y puntiagudo) lo que confiere a su cabeza un peculiar aspecto triangular o con forma de cuña.



En la primera mitad de la mandíbula superior es de color ocráceo claro o amarillento, mientras que el resto es de color gris azulado claro, excepto la punta que es de color crema claro.



Las patas son de color grisáceo amarillento y tienen los dedos palmeados.



En la fase de eclipse, el plumajee de estos machos adultos es de color gris negruzco, excepto el pecho que es de blanquecino con finas rayas horizontales de color gris oscuro. Las alas tienen algo de blanco. En esta fase el pico es grisáceo y hay una zona blanquecina alrededor de los ojos.



El Eider común se distribuye por las islas Británicas, las costas del mar del Norte y del mar Báltico, las costas e islas del noreste de Asia, Norteamérica y Groenlandia. Durante la invernada en Europa se instala en áreas costeras de los países más occidentales, y solo alcanza nuestras aguas de forma muy marginal.



En la península Ibérica e Islas Baleares es un invernante escaso de septiembre a febrero, alcanzando cifras máximas en diciembre y enero. Inverna en grupos reducidos en rías, bahías y marismas de las costas cantábricas, la costa atlántica de Galicia, Cataluña y ocasionalmente, en el litoral levantino.



Su hábitat es eminentemente marino y se encuentra en las costas poco profundas, bahías, rías, playas, estuarios y también en las islas.



Se trata de unas aves muy buenas nadadoras y buceadoras que utilizan sus alas para propulsarse debajo del agua. Como buenas buceadoras, las patas se unen al cuerpo en posición bastante retrasada, lo que si bien favorece el impulso en el agua, les convierte en unas aves de torpes movimientos terrestres.



Se alimenta principalmente de moluscos, crustáceos, mejillones, erizos de mar, berberechos, estrellas de mar, peces y gusanos, que captura buceando en aguas relativamente profundas o introduciendo parte del cuerpo en el agua, allí donde el alimento resulta más accesible.



El Eider común se traga los moluscos enteros, sus conchas se rompen el su molleja y son excretadas. Cuando come cangrejos les arranca las pinzas y las patas y se los traga de igual forma.



Como muchos ya sabréis, el plumón del Eider común es muy apreciado por sus cualidades de aislamiento y por eso desde hace mucho se utiliza para rellenar edredones, ropa de abrigo y sacos de dormir.



La hembra saca de su parte baja del pecho el plumón con el que construirán ella y su compañero el nido no lejos de la línea de marea alta. Incuba sola y lo hará durante días sin moverse. Cuando por fin se va, reorganiza el plumón para cubrir los huevos y mantenerlos calientes en esos climas helados del norte.



Su plumón fino y oscuro es excepcionalmente suave y tiene propiedades aislantes superiores a cualquier otro plumón, por lo que es muy apreciado para rellenar edredones, ropa de abrigo y sacos de dormir. La recolección del plumón se efectúa cuando termina la temporada de cría, aunque antes esto no era así y se les cazaba sin respetar la reproducción, cosa que incidió negativamente en esta especie.



En algunos lugares del Ártico y sub Ártico, como en Islandia, el plumón se cosecha a nivel comercial en "granjas de eíderes" sobre la costa, donde los agricultores les dan alimentos y las protegen de predadores tales como los zorros árticos, animando así a las aves silvestres a nidificar en rincones protegidos construidos para ellas. En los últimos años se ha registrado una considerable merma en la producción de ese plumón y en la actualidad en gran parte es sustituido por el de gansos de granja y por fibras sintéticas.



En las últimas décadas se ha producido un gran aumento de las poblaciones nidificantes del norte de Europa a partir de la protección del saqueo que sufrían sus áreas de nidificación en busca de huevos y plumón. También se ha constatado una expansión de su área de cría hacia el sur dentro del continente europeo.