sábado, 28 de enero de 2023

Un ave enigmática, de hábito crepuscular y con un plumaje críptico. Alcaraván común (Burhinus oedicnemus).

Hace unos días (22/01/2023) la casualidad hizo que nos cruzáramos con un ejemplar de Alcaraván común (Burhinus oedicnemus) que realizaba un rápido desplazamiento corriendo, mientras era acosado por otras pequeñas aves, por una rastrojera de las varias que en ésta época se pueden encontrar en el cabo Negro (Gozón. Asturias).


Realizaba rápidos pero pequeños desplazamientos, para, a continuación, permanecer parado completamente inmóvil confiando, posiblemente, en pasar desapercibido gracias a su críptico plumaje que se mimetizaba perfectamente con su entorno.


El observar a estas aves no resulta nada fácil debido a su mimetismo con el medio y a sus hábitos esquivos y crepusculares que les permite evitar mejor a sus potenciales depredadores. Tienen un comportamiento muy desconfiado, incluso en la época de cría, en la que resulta más fácil detectarlos debido a que se les puede escuchar su característico reclamo al atardecer y por la noche.

En una posterior ocasión, pudimos volver a localizarlo en otras parcelas por las que se desplazaba realizando pequeños vuelos, lo que nos permitió poder apreciar, aunque a considerable distancia, el llamativo colorido de sus largas alas.

El Alcaraván común es una enigmática ave perteneciente al orden de las "Charadriiformes", familia "Burhinidae" y género "Burhinus".


Y digo lo de enigmática porque a su particular anatomía, de la que hablaremos más adelante, se le unen unos hábitos crepusculares y nocturnos, emitiendo en época de cría ruidosos y “lastimeros” cantos, lo cual ha hecho que se le vincule a diferentes creencias ocultistas y dichos populares. Así, en Europa occidental, se creía que debido al color amarillo del pico y de sus grandes ojos, era un remedio frente a la ictericia.


De hecho, el significado etimológico de Charadriiformes proviene del vocablo latino “charadrius” o pájaro amarillo, que ya fue citado en la biblia latina denominada “La Vulgata” (d.C. 383), y del griego “charadrios”, pájaro nocturno acuático (cuya visión curaba la ictericia según Aristóteles, Aristófanes y Suidas), añadiéndose el vocablo griego “morphe”, forma.


Por su parte, la etimología del nombre de la familia Burhinidae, proviene de “burhinus” del latín “bu” largo y del griego “rhinos” pico de ave, es decir, “pico de ave largo”, y el de la especie Oedicnemus que proviene del griego “oideo”, hinchar, abultar, inflar y de “cneme” pata, espinilla, canilla; es decir "canillas hinchadas" referido a las abultadas tibias de Alcaraván. De ahí que en la bibliografía anglosajona, a esta familia de los burínidos (Burhinidae), de la que el Alcaraván (Burhinus oedicnemus) es uno de sus principales representantes, se la conoce como aves de las "rodillas anchas" Thick knees ya que las patas presentan un abultamiento en el punto de unión tibio-tarsal.


El Alcaraván común mide unos 38-45 cm de longitud, tiene una envergadura de entre 76-88 cm y su peso puede llegar a los 535 gr. Pueden vivir hasta diez años.


Posee un plumaje pardo-terroso con rayas marrones oscuras poco vistoso que le sirve de camuflaje en los terrenos áridos y semidesérticos en que vive, y que se hace mucho más patente cuando el pájaro permanece inmóvil.


Cuando está posado de pie se le puede apreciar en las cobertoras una banda horizontal blanca bordeada de negro que en la hembra es más débil.


Al volar se le aprecia, de forma muy llamativa, dos bandas alares blancas bordeadas de negro en la base de las plumas secundarias y una mancha también blanca en las primarias. Estas y las secundarias son negras.


La cola es parda con bordes blancos y puntas de las plumas negras. Se aprecian en ella dos o tres bandas más oscuras en el extremo. La parte inferior de las alas son de color muy pálido.


Ambos sexos tienen el plumaje similar (no hay dimorfismo sexual) y los jóvenes son parecidos a los adultos, pero las rayas del dorso, flancos y pecho son más estrechas y pálidas. Además, tienen la franja alar, la ceja y las bandas alares menos marcadas que los adultos.


La cabeza es redonda y grande, siendo lo más llamativo en ella los ojos de un gran tamaño y de un intenso color amarillo que están rodeados de un fino anillo periocular amarillo-naranja. La cara es de color pardo con finas líneas marrones oscuras y tiene un llamativo y potente pico de color amarillo pálido con la parte final negra.


Tienen un mirar fijo, como asustado y por encima del ojo tienen una gran ceja de color blanquecino y por debajo de él, una banda también blanquecina, que se inicia en la base del pico y que termina algo más atrás del ojo. También tienen una línea marrón oscura con forma de media luna que rodea al ojo por su parte inferior. El píleo es pardo con líneas marrones oscuras.


La garganta y el vientre son blancos así como el pecho pero éste está salpicado de pequeñas rayas verticales de color pardo oscuro.


Las patas son largas, fuertes y de color amarillo pálido. Tienen tres dedos que están dirigidos hacia delante y ninguno hacia atrás, lo que les permite correr bastante deprisa.


Para pasar desapercibido se queda inmóvil, en posición agachada, como aplastado contra el suelo. Esta inmovilización es una forma de defenderse que resulta muy llamativa cuando se les sorprende en el nido con sus polluelos, pues la adoptan tanto los padres como los hijos, aunque es típico que la madre se eche encima de ellos para protegerlos.


Su forma de correr es muy característica y recuerda a la de los correlimos. Corre muy rápidamente, con pasos cortos, adoptando una postura como encorvada y parándose a intervalos regulares y mirando con fijeza. De esta forma de caminar agachada o con chepa deriva su denominación en asturiano como “Gachegu” o también “Chepu”.


Sus vuelos son cortos, bajos y relativamente lentos, batiendo despacio las alas y alternando con largos planeos.


Su hábitat preferido son las estepas, rastrojeras, campos baldíos, eriales o pastizales secos y en general en terrenos llanos con poca vegetación o arbolado y a baja altura.


El alcaraván común se distribuye por el sur de Europa, norte de África y sudoeste de Asia. Las invernadas las pasa en la latitudes más meridionales de África y Asia.




En España son residentes habituales sobre todo en áreas de influencia mediterránea, evitando las regiones montañosas y forestales y las húmedas del norte, así como gran parte de Cataluña, la Comunidad Valenciana y las provincias de Granada y Málaga. A los residentes se les unen durante el invierno, otros ejemplares procedentes de Europa (Francia o Gran Bretaña), que son los que podemos ver en número escaso por Asturias (subespecie nominal “oedicnemus”).




Su alimentación fundamentalmente es a base de insectos y sus larvas, caracoles, babosas o lombrices. Ocasionalmente comen pequeños roedores, reptiles o batracios.


La época de reproducción tiene lugar entre los meses de abril y julio. El macho realiza un original ritual de cortejo con el cuello bien estirado y curvado, las alas entreabiertas y la cola desplegada en abanico. Realiza entonces, una danza alrededor de un grupo reducido de hembras. De repente, las hembras salen corriendo hacia él, pero éste se para y corre hacia ellas cogiendo palos y piedras con el pico que lanza hacia atrás por encima de su hombro.


Ambos sexos construyen el nido excavando un pequeño hoyo sobre el terreno que lo rodean de piedras. La puesta consta de 2-4 huevos y la incubación la realizan ambos sexos y dura unos 25 días aproximadamente. Los pollos alimentados por la pareja, dejan el nido al poco de nacer y son capaces de comenzar a volar tras unos 40 días.


Aunque muy silencioso y discreto en otoño e invierno, rompe esta monotonía en la época de cría (abril y julio), en la que emite un característico e inconfundible reclamo, sobremanera al atardecer o anochecer, lanzando un agudo y prolongado ¡¡kirr-liiiii!! En el cortejo emite un canto lastimero, con una nota trinante seguida de otras claras: clii-urr-lii.


A modo de curiosidad, comentar que existe una fábula popular, que cuenta que un alcaraván apresado entre las fauces de un zorro le hace creer que si repite su reclamo “alcaraván comí, alcaraván comí” sus hermanos acudirán y podrá cazarlos a ellos también, por lo que el zorro, engañado, accede y al abrir las mandíbulas el ave aprovecha para salir volando al tiempo que se burla diciéndole “alcaraván comí, alcaraván comí… ¡a otro tonto pero no a mí!”.


Se trata de un intento de reflejar el verdadero reclamo del alcaraván (son una onomatopeya del canto), que se puede transcribir a algo así como “cuuuurrr-lii, cuuuurrr-liiii…….” (enlace)


Al Alcaraván común aparece en el Libro Rojo de las aves de España (2004) como “Casi amenazado” y en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, se le considera de forma general, como “De interés especial”.

domingo, 22 de enero de 2023

Desde la tundra ártica a Asturias, una interesante observación de un ganso invernante escaso, pero regular. Ánsar careto (Anser albifrons).

Comparto en ésta nueva entrada el reportaje fotográfico que a lo largo de la primera quincena del pasado mes de diciembre pude realizar a un grupo de siete ánsares caretos (Anser albifrons).




Como muchos ya sabéis, el Ánsar careto es una especie de ganso invernante escaso, pero regular en la Península Ibérica. En el caso concreto de Asturias casi todos los años en ésta época invernal acostumbra a aparecer de forma aislada o en pequeños grupos, no siendo extraño verlos mezclados con bandos de ánsares comunes.




Se trata de unas aves migratorias de larga distancia que crían en la tundra ártica y que se desplazan hasta nuestra costa cantábrica para más adelante adentrarse hacia ciertas marismas, zonas de campos de cultivo o humedales de la meseta donde pasarán el invierno.




La primera observación la conseguimos tener el domingo 4 de diciembre en el occidente asturiano por los abundantes campos de labranza y rastrojeras que se encuentran entre las playas de Arnao y la de Penarronda.




Sobrevolaban en perfecta formación y, tras dar unas cuantas vueltas por la zona, un pequeño grupo de amigos pajareros los pudimos localizar en un frondoso campo de hierba en donde sus siluetas y colores pardos contrastaban notablemente con el entorno.




No parecían encontrarse muy a gusto en esa zona y el posible alimento que allí podían encontrar no parecía que les satisficiera, por lo que decidieron trasladarse a unas rastrojeras cercanas donde, ahora sí, no paraban de alimentarse.




El hábitat del Ánsar careto (Anser albifrons) durante la época reproductiva se encuentra en los pastizales, proximidades de ríos, lagos y otros humedales de la tundra. Durante las migraciones y en invierno se encuentran en los humedales, lagunas, marismas, prados inundados y campos de cultivo.




Su alimentación es fitófaga a base de hierbas, hojas, tallos, brotes, raíces, tubérculos y semillas. Mientras pasta, utiliza los afilados laterales del pico como tijeras para cortar la vegetación, a la vez que empuja con la lengua el alimento ya ingerido hacia el esófago.




Como puede apreciarse en las fotografías, se trataba de un grupo de siete ánsares caretos compuesto por cinco ejemplares jóvenes y dos adultos.




Eran precisamente esos dos ejemplares adultos los que se mostraban habitualmente vigilantes mientras el resto del grupo se alimentaba, aunque también ellos tuvieron su oportunidad.




Revisando las fotografías del grupo en vuelo, también en ellas se puede apreciar como lideraban y cerraban el grupo los dos ejemplares adultos.




La segunda observación de éste grupo tuvo lugar cinco días después de la primera (09/12/2022) a unos 110 km de la primera localización, concretamente en un prado encharcado del cabo Negro (Gozón. Asturias).




Era una mañana de fuerte temporal con lluvia constante y fuertes rachas de viento lo cual dificultaba notablemente la obtención de fotografías. No obstante alguna testimonial pudimos obtener.




Tras permanecer un buen rato alimentándose en esa zona levantaron el vuelo rumbo al oriente sobrevolando nuestra posición, lo cual nos permitió obtener alguna fotografía de ese grupo en vuelo.




Su denominación científica “Anser albifrons” proviene del latín y significa “ganso de frente blanca”. Aunque están reconocidas cinco subespecies (A. a. elgasi, A. a. gambeli, A. a. frontalis, A. a. flavirostris y el A. a. albifrons) en nuestro país sólo podemos observar habitualmente dos: el Anser a. albifrons y el Anser a. flavirostris.




Se trata de un ganso de tamaño mediano, compacto y con el cuello relativamente corto, que tiene un aspecto general pardo oscuro en mayor o menor grado según la subespecie. Tienen una longitud de entre 64-80 cm y una envergadura que puede alcanzar los 1,60 m. El peso puede llegar a los 3,2 Kg. No existe dimorfismo sexual en esta especie aunque los machos son ligeramente más grandes que las hembras. El Ánsar careto (Anser albifrons) es un ánsar de un tamaño algo menor que el A. común y el A. campestre y de mayor tamaño que el A. chico, con los que se puede llegar a confundir.




Los ejemplares adultos presentan las partes superiores de color pardo-grisáceo oscuro (más oscuras en la subespecie A. a. flavirostris), con un fino barrado transversal de color marrón claro que se corresponden con el borde distal de las plumas.




La cabeza es de color pardo oscuro con una gran mancha blanca en la cara junto a la base del pico que se extiende hacia la frente y que está bordeada en su parte posterior por una estrecha franja pardo negruzca. El pico es pequeño pero es robusto y dependiendo de la subespecie es de color rosado (A. a. albifrons) o naranja (A. a. flavirostris). La uña es blanquecina.




El cuello parece estriado verticalmente debido a una especie de surcos que forman las plumas y es de color pardo oscuro en su zona superior y central. La base del cuello y el pecho son de color pardo con unas finas rayas transversales poco marcadas. Los flancos tienen gruesas barras verticales más oscuras.




El vientre es de color pardo blanquecino con unas manchas negras transversales bastante visibles. La zona caudal es de color blanco.




Las alas son de color pardo grisáceo oscuro con finas barras transversales de color pardo claro que se corresponden con el borde distal de las plumas. Las plumas primarias y las secundarias son de color pardo negruzco con los bordes blanquecinos.




La cola es corta y de color pardo negruzco con los bordes y el extremo de color blanco.




Los ojos son de color marrón oscuro y están bordeados por un fino anillo periocular de color naranja oscuro.




Las patas son de color naranja y tienen los dedos palmeados.




Los jóvenes se parecen a los adultos pero no tienen manchas negras en el pecho y el vientre, ni tampoco los surcos en el cuello. También carecen de la mancha blanca junto a la base del pico la cual la desarrollan a finales del primer invierno. En ellos, el pico es de un color rosa apagado y puede originar confusión un su identificación, sobre todo porque son mayoría entre los que alcanzan nuestro país.




El Ánsar careto (Anser albifrons) tiene una distribución netamente holártica (es decir, la región holártica se refiere a la totalidad (holos) de las áreas nórdicas (arktikós) de la tierra, incluyendo los tres continentes: América, Asia y Europa). Cría en las tundras del norte de Eurasia desde la Península de Kanin (Rusia) hasta el Estrecho de Bering entre el extremo oriental de Asia y el extremo noroccidental de América. Es decir, la especie se distribuye por las altas latitudes del hemisferio norte, como las regiones septentrionales de Rusia, Groenlandia, Siberia, Canadá o Alaska. Inverna en diversas zonas de Europa occidental (central) y suroriental (alrededor del Mediterráneo), de Asia oriental (Cáucaso), las costas atlánticas y el norte del subcontinente indio.


La migración desde las zonas de cría hacia las de invernada, normalmente situadas en Europa central, se inicia a finales de agosto o principios de septiembre, apareciendo como invernante escasa en nuestro país entre noviembre y marzo. Su estancia se prolonga hasta diciembre, en tanto que el regreso a sus zonas de cría tiene lugar entre marzo y mayo.




En España pueden aparecer tanto individuos de la subespecie “albifrons”, distribuida por el norte de Europa, como de la subespecie “flavirostris”, propia de Groenlandia. La mayoría de los avistamientos de esta especie se localizan en el tercio norte peninsular, en lugares como las lagunas de Villafáfila o diferentes humedales de Asturias, Vizcaya, Zaragoza y Gerona. También existen citas de este ganso en las marismas del Guadalquivir.

SEO Bird/Life

El periodo de reproducción del Ánsar careto (Anser albifrons) lo llevan a cabo entre los meses de junio y septiembre. Crían en solitario de forma muy dispersa, aunque también puede formar colonias poco aglutinadas.




Al tratarse de una especie escasa en España, no se han descrito amenazas concretas que pesen sobre ella en nuestro territorio. Sin embargo, debido a que suele aparecer junto con su pariente el A. común, el A. careto puede verse influido por los mismos factores negativos que afectan a aquel: principalmente cambios agrícolas, actividad cinegética y envenenamientos por plomo.