lunes, 2 de mayo de 2022

La más pequeña de nuestras garzas: enigmática, muy tímida y casi siempre oculta. Avetorillo común (Ixobrychus minutus).

Tenía yo pendiente publicar en el blog el reportaje fotográfico que a principios del pasado mes de abril le pude realizar a la que está considerada la más pequeña de nuestras garzas (Ardeidas). Me estoy refiriendo a una hembra de Avetorillo común (Ixobrychus minutus). Para que nos hagamos una idea de su tamaño es más pequeña que una Gallineta común con la que a menudo comparte su hábitat. Aspecto ese que se quiso poner de manifiesto en parte de su actual denominación científica "Ixobrychus minutus" o la anterior como “Ardea minuta”.



Tiene un comportamiento de lo más discreto y tímido y hace gala de una gran capacidad de camuflaje digno de mención, ya que es capaz de mimetizarse con el entorno de la vegetación palustre (carrizos,  espadañas) por la que se mueve. Para ello, cuando se siente amenazado se inmoviliza totalmente, estira su cuerpo verticalmente y apunta su pico hacia arriba, pero con sus ojos mirando hacia delante, por lo que no es de extrañar que en algunas regiones se la denomine como “miracielo”.



Pudimos disfrutar de su presencia un buen número de observadores y aficionados a la fotografía de aves en el Parque de Isabel la Católica de Gijón y concretamente entre la vegetación palustre que se encuentra en un pequeño canal de agua que existe entre los dos estanques que existen en ese parque.



Tras dedicar unas cuantas horas en su localización y para que se dejara ver en el exterior de la vegetación, poco a poco pudimos observar sus evoluciones a pesar de que se trata de un ave con hábitos marcadamente crepusculares y nocturnos.



Gracias a sus largas patas y dedos, posee una gran facilidad para trepar y correr entre la espesura de la vegetación palustre donde habitualmente pasa la mayor parte del día.



El poderla observar en el exterior poniendo en práctica sus habilidades para pescar pequeños pececillos, era todo un espectáculo.



Completamente concentrada en la observación de cualquier mínimo movimiento por debajo del agua, permanecía completamente inmóvil, para que, en un momento dado, lanzar un rapidísimo “arponazo” con su potente y afilado pico.



De las varias ocasiones que tuve la oportunidad de verla intentando pescar, lo cierto es que, increíblemente, su eficacia fue del cien por cien. ¡Una maravilla!



Los avistamientos del Avetorillo común en el Principado de Asturias han sido muy escasos, por lo que había que aprovechar la ocasión de poderlo observar y fotografiar en un entorno tan favorable como es ese parque. Un lugar muy concurrido por el que habitualmente pasean un gran número de ciudadanos y que no parecía que intimidasen al Avetorillo.



Perteneciente al orden de las pelecaniformes, familia de las ardeidas y del género “Ixobrychus” vienen a medir entre los 33-38 cm de longitud, con una envergadura de unos 50-58 y un peso de entre 0,5 y 1,5 Kg. En ésta especie existe un claro dimorfismo sexual.



El nombre de su género procede de la combinación de las palabras griegas “ixias” (junco) y “brukhomai” (bramar), una etimología que alude a las llamadas similares a los mugidos que emite entre la vegetación palustre, y a lo que debe también su nombre común de Avetorillo.



Los machos adultos presentan el dorso, nuca, píleo y extremos de las alas de color negro azulado. Los flancos son de color crema claro. Las partes inferiores y el cuello son de color beige, ocráceo claro e incluso blanquecino con algunas barras verticales de color ocráceo más oscuro.



En las coberteras de las alas muestra dos grandes manchas de color blanquecino que contrastan con el resto de color negro. La parte inferior del ala es de color completamente blanquecino.



La garganta es blanca y el cuello es relativamente largo, grueso y de color beige claro con tintes rosáceos. La cara es de color grisáceo cremoso y en ella tienen una brida negruzca que va desde el pico hasta la parte anterior del ojo.



El pico es grande, fuerte y afilado; es de color amarillo verdoso, salvo la el culmen que es negruzco, no obstante durante la época reproductiva adquiere tintes rojizos en su base.



Los ojos tienen el iris amarillo son con una gran pupila negra y están bordeados de una fina línea periorbital de color amarillento.



Las patas son medianamente largas, tienen los dedos muy largos lo que les permite aferrarse fácilmente a las cañas y a los juncos y son de color amarillo verdoso. La cola es corta.



En el caso de las hembras adultas presentan el dorso de color pardo rojizo con rayas negras que alternan con otras de color blanco.



Por la parte inferior son blanquecinas con algunas gruesas barras verticales de color pardo ocráceo algo oscuro.



La cara y las zonas laterales del cuello son de color pardo claro.



Las manchas de las alas son en las hembras de color más beige o gris y no están tan definidas como en los machos.



Los ejemplares jóvenes son de color más apagado y castaño que las hembras y muestran estrías de color gris o blanco en todo el plumaje. Los flancos y el píleo están muy desdibujados.



Al igual que las espátulas, las cigüeñas y las grullas cuando vuelan lo hacen con el cuello estirado lo que les diferencia de otras garzas que vuelan con el cuello retraído.



El Avetorillo común es una especie con una muy amplia distribución mundial, estando presente en una gran parte de Europa, África, Asia centro-occidental, Australia, Madagascar y la India. Se han descrito varias subespecies, siendo la “minutus” la que se encuentra en la Península Ibérica, Baleares y Canarias, al igual que en gran parte de Eurasia.


En nuestro país se reproduce en casi todo su territorio a excepción de Ceuta y Melilla. Se localiza fundamentalmente en torno a las principales cuencas fluviales (Guadalquivir, Guadiana, Tajo y Ebro), así como en Levante, mientras que en el resto del territorio (Galicia, Cantabria, País Vasco, La Rioja y Castilla y León) su presencia es más irregular.



En España es una especie fundamentalmente estival, llegan en el mes de marzo para criar y después regresan a África entre agosto y septiembre. Se les puede ver también durante los pasos migratorios.



Su hábitat fundamental son los humedales, tanto de agua dulce como salobre, desde riberas, lagunas y graveras hasta marismas y embalses, a condición de que cuenten con abundante vegetación palustre.



Su alimentación es a base de peces, anfibios y reptiles de pequeño tamaño e insectos, a los que sorprende oculto entre la vegetación ribereña.



El periodo reproductivo discurre entre los meses de mayo y julio. La construcción del nido corre a cargo del macho el cual lo ubica generalmente sobre el agua en formaciones densas de juncos, carrizos, eneas, sauces o tarajes y consiste en una pila compacta de ramas y tallos. La puesta puede oscilar entre 4-6 huevos y la incubación dura unos 20 días aproximadamente. Las crías abandonan el nido alrededor de los 25 días de edad.



El Avetorillo común es una especie amenazada que ha experimentado un descenso en el número de ejemplares en territorio europeo que no parece relacionarse con la destrucción del hábitat. Se especula que haya podido deberse a episodios recurrentes de sequía en las zonas de invernada africanas, a una escasez de alimento o a un incremento de la mortalidad no natural. Esta especie está incluida en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial

1 comentario:

  1. Sin duda un encuentro que emocionaría a cualquier aficionando a la fotografía de aves. Además aprovechaste perfectamente la colaboración del ave que no suele resultar nada habitual dado el carácter reservado y tímido de este ave. Excelentes fotos José Ignacio. Enhorabuena y Saludos.

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