La verdad es que no me encontraba muy a gusto sin incluir en mi blog a dos especies de aves que están consideradas como rarezas ocasionales en nuestro entorno y que he podido observar estos días en el embalse de San Andrés de los Tacones de Gijón.
En cuanto llegas allí, debido a su intenso color blanco, enseguida los localizas. Acostumbran a estar en el lado del embalse más cercano a la autopista, a escasos metros de esta y comiendo a placer en la zona de hierba, tal vez emulando a sus vecinas las vacas y cabras que pastan a su alrededor.
Lo que no me cuadra mucho es cómo, unas aves que provienen de unos parajes que se me antojan como muy puros y tranquilos en la tundra del noroeste de Europa, pueden elegir quedarse a vivir unos cuantos días, en un entorno que para ellas está bastante bien, pero lo que no parece tan razonable, es que elijan la zona que prácticamente está pegada a una autopista con bastante tráfico y con un ruido bastante llamativo, debido a que su pavimento no es de asfalto, sino de hormigón.
La verdad es que es una maravilla poder observar a estas aves tan extrañas para nosotros y prueba de ello es la gran afluencia de aficionados al pajareo que por allí están pasando estos días. Otra cosa diferente es poderles sacar unas fotos medianamente decentes debido a la distancia considerable que existe desde donde acostumbran a estar y a la pista o carretera de acceso a la zona.
A pesar de ello, yo no me resisto a publicar mis modestas fotografías en esta entrada, lo cual me va a servir para recordar cómo eran esas aves y fundamentalmente, para poder profundizar en el conocimiento de ellas. Soy consciente de que recientemente se han publicado fotos de mejor calidad que las mías, pero al fin y al cabo, éstas son las mías y me apetece compartirlas y guardarlas en mi archivo del blog.
Evidentemente, a estas alturas ya se sabe que me estoy refiriendo al Cisne cantor y a la pareja de Ánsares nivales que, presumiblemente atraídos por la presencia del cisne, decidieron hacer escala en ese embalse y pasar unos días con nosotros para reponer fuerzas. Lo cierto es que siempre se les ve a los tres a escasa distancia, compartiendo la zona donde se alimentan de manera continua, como si de una misma familia se tratara.
Al parecer el primero en llegar fue el Cisne cantor (Cygnus cygnus) un ave perteneciente al orden Anseriforme, familia Anatidae y género Cygnus de aspecto robusto y de un tamaño considerable que ronda los 1,45-1,60 m de longitud y una envergadura que puede llegar a los 2,4 m. Su peso puede alcanzar los 10-12 Kg. Ambos sexos son iguales pero las hembras son algo más pequeñas que los macho
Como es característico en este género, tienen un cuello muy largo, algo sinuoso, una cabeza relativamente pequeña y un gran volumen corporal.
Su plumaje es completamente blanco, pero, sobre todo en primavera y verano, tienen la cabeza y el cuello de color algo herrumbroso.
Su pico es largo, con forma de cuña y de color amarillo en la base que alcanza la narina y que contrasta con la punta de color negro.
Los ojos son pequeños y de color marrón muy oscuro.
La cola es corta y redondeada, no como la cola en forma de cuña del cisne común. Las patas son grandes, cortas, de color negro y tienen los dedos palmeados.
Los individuos jóvenes son de color grisáceo con tintes parduscos. En comparación con los adultos, tienen el pico de color rosáceo, en la zona que es negra en el adulto y blanquecina, la que es amarilla. Las patas son de color gris rosáceo.
Aparte de por sus característico pico, el Cisne cantor (Cygnus cygnus) se diferencian del Cisne vulgar (Cygnis olor), en que cuando nada o vuela, lo hacen con el cuello estirado y las alas apretadas contra el cuerpo. También se diferencian de él porque, en vuelo, sus aleteos son silenciosos. Los Cisnes cantores son grandes aves migratorias que vuelan a menudo en grandes formaciones en forma de “V” para vencer la resistencia del viento.
Al ser tan grandes, para remontar vuelo corren sobre el agua y agitan sus alas con velocidad hasta alcanzar vuelo. Una vez en al aire, agitan sus alas constantemente y llegan a alcanzar velocidades de 125 km/h. Estas aves han llegado a alcanzar una altura de vuelo de unos 8.500 metros sobre el nivel del mar y su vuelo migratorio es maratoniano. Una de sus rutas, los 1.300 kilómetros que separan Islandia de Irlanda, es probablemente el vuelo oceánico más largo de todas las especies de cisnes.
El Cisne cantor debe su nombre a que cuando está en tierra, emite una serie de suaves y moduladas llamadas o cantos, con variaciones ascendentes y descendentes compuestas de 6 o 7 notas. También cuando vuela emite un sonido parecido al bajo de una trompeta.
Su área de distribución se extiende desde Islandia y norte de Escocia, a través de Escandinavia, hasta la zona circumpolar de Europa y Asia y el Extremo Oriente. En España, como ya mencioné, son una rareza ocasional.
Su hábitat durante la época de cría son las lagunas boscosas y lagos de la taiga, mientras que durante el invierno vuelan al sur Europa, a otros países donde es más cálido el invierno. En esa época se vuelven gregarios y se encuentran en los humedales próximos al mar, marismas, lagos, ríos, estuarios y en algunas bahías del mar.
Su alimentación es esencialmente vegetariana a base de plantas acuáticas y utiliza todas las partes de él (tallos, hojas, raíces, brotes). Durante el invierno también comen plantas terrestres, semillas, cereales, bellotas, e incluso patatas y nabos. Los jóvenes comen también gusanos, moluscos e insectos.
Para alimentarse en el agua mueve las patas como lo hace cuando nada pero el propósito no es trasladarse sino remover las plantas acuáticas que están en el fondo. Una vez que las raíces y otras partes de las plantas sumergidas quedan libres, el cisne introduce la cabeza y el cuello bajo la superficie y obtiene su sustento. Debido a este método de alimentación otras aves acuáticas, como los patos, lo siguen y se alimentan de lo que del fondo sale cuando el cisne lo remueve.
En invierno, desde mediados del siglo XX, se le ve alimentándose en los campos de cultivos cada vez con mayor frecuencia. Se estima que sea un cambio en sus hábitos de alimentación ya que este comportamiento no era usual. Esta adaptación no se limita a esta especie de cisne, también se nota en otras de las especies del género Cygnus en las cuales ha ocurrido aproximadamente al mismo tiempo que en el Cisne Cantor.
El periodo reproductivo discurre entre mayo y junio que coinciden con la primavera boreal. Las parejas se forman en los lugares de invernación y permanecen unidas de por vida (son monógamos). Las parejas reproductoras anidan lejos de otros cisnes.
Los machos son muy activos en la construcción del nido. Construyen unos nidos muy grandes realizados con materia vegetal como juncos, otras plantas acuáticas y musgo. Los sitúan a ras del suelo en marjales, a orillas de lagos y también en isletas. Siempre bien apartados de otras parejas de cisnes.
La puesta se compone normalmente de 4-6 huevos, los cuales son incubados por la madre durante un mes aproximadamente. Los polluelos son precoces y se trasladan en la espalda de la hembra bajo vigilancia y protección agresiva del macho. Las crías son nidífugas, a las pocas horas de nacer abandonan el nido.
El Cisne cantor es el ave nacional de Finlandia y debido a ello, su representación aparece en las monedas de uno y dos euros finlandesas.
Durante los primeros años del siglo XX, el número de ejemplares en libertad del cisne cantor sufrió un abrupto descenso y en los años 50 eran apenas veinte parejas las que procreaban en Finlandia. Desde entonces, y tras convertirse en foco de atención por ser declarada especie emblemática por el naciente movimiento de conservación de la naturaleza del país, su recuperación ha sido paulatina y, a día de hoy, Finlandia es el hogar de unos 6000 ejemplares de esta ave. Verlas llegar cada primavera y escuchar su canto es motivo de alegría para todos los amantes de la naturaleza, de un lado a otro del país.
Muchos productos que se encuentran en los supermercados y tiendas finlandesas presentan etiquetas con el logo de un cisne en pleno vuelo –como parte de la campaña nórdica de certificación medioambiental-, o un cisne nadando, símbolo de que los alimentos han sido producidos en Finlandia. En las monedas de euro finlandesas puede verse a una pareja de cisnes sobrevolando el paisaje más finlandés que pueda existir: un lago.
Son muchos los países cuyo símbolo nacional es un animal o un pájaro, pero en el caso Finlandia, siempre tan apegada a la naturaleza, los símbolos son siete e incluyen un pez, un árbol e incluso un insecto. El animal nacional de Finlandia: el oso pardo. El ave nacional de Finlandia: el cisne cantor. La flor nacional finlandesa: el muguete. El árbol nacional finlandés: el abedul. El pez nacional finlandés: la perca. La piedra nacional finlandesa: el granito. El insecto nacional finlandés: la mariquita de siete puntos.
Las principales amenazas de esta especio son por problemas de la alteración de su hábitat (expansión agrícola, el drenaje de humedales para el riego, el sobrepastoreo por el ganado), la caza ilegal, la contaminación por plomo (ingestión perdigones) y los productos químicos agrícolas. Actualmente la especie es evaluada como de “Preocupación Menor”, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
El invierno pasado hubo una pareja en Santoña, los pude observar a una distancia brutal, no tuve tanta suerte como para poderles hacer unas fotos como las tuyas, muy chulas. Un fuerte abrazo y felices fiestas!!!
ResponderEliminarA melhor saída é seguir em frente com motivação.
ResponderEliminarFeliz Ano Novo
AG
Muchas gracias por los comentarios y los ánimos. Os deseo un feliz año 2016 y que mantengáis como yo esta bonita afición.
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