No se me ocurre mejor manera
despedir el año 2015 que con un ave considerada como una rareza divagante como
está considerado el Cisne cantor y dar la bienvenida al 2016 con otra rareza
divagante como lo es el Ánsar nival (Chen caerulescens).
Y al igual que comenté en
la entrada anterior, evidentemente las fotos que presento ahora son francamente
mejorables, pero dado lo interesante del ave, considero que merece la pena incluirlas
aunque tan sólo sea a modo testimonial, como ocurrió en la entrada anterior con
el Cisne cantor.
Como ya sabréis la mayoría
de los que leáis estas líneas, hace ya unos cuantos días y tal vez atraídos por
el Cisne cantor, aparecieron en el entorno del embalse de San Andrés de los
Tacones de Gijón, una pareja de Ánsares nivales a los que no se les ha visto
que sean portadores de cualquier tipo de anilla que pudiera hacer sospechar que
procedieran de alguna colección privada y mucho menos que estén alicortados,
como podemos comprobar en alguna de las fotos en vuelo que presento.
El Ánsar nival pertenece a
la familia de las anátidas, género Anser. El género de este ave está en
controversia. La Unión Estadounidense de Ornitólogos y La Asociación de Vida
Salvaje Internacional colocan esta especie y a otros ánsares, en el género
Chen, mientras que otras autoridades los coloca en el más tradicional género,
Anser.
Se
trata de un ganso de tamaño mediano de unos 65-80 cm de longitud, con una
envergadura que puede alcanzar los 1,60 m. El peso puede llegar a los 2.700 Kg.
No hay dimorfismo sexual en esta especie.
Esta especie presenta dos
morfos o fases de coloración, una blanca y otra azul.
En la fase blanca los
individuos son completamente blancos, a excepción de las plumas primarias que son
negras. Al igual que ocurre en otros ánsares, en los laterales del cuello, las
plumas dibujan unas estrías longitudinales verticales.
Las aves en esta fase de
morfo blanco pueden confundirse fácilmente con otra especie próxima, el ánsar
de Ross (Anser rossii), originario también de Norteamérica, que sin embargo es
más pequeño y de pico más corto, con la base de color azulado.
En la fase azul, que es más
rara, los individuos son de color gris azulado, excepto la cabeza, la parte
superior del cuello y la zona caudal inferior que son de color blanco.
Los ojos son de color marrón
muy oscuro.
El pico es grande, robusto y de color rosa.
Las patas son de color rosa
con los dedos palmeados.
Los jóvenes tienen el pico y
las patas de color gris. Los que están en la fase blanca tienen manchas grises
que salpican la cabeza y el dorso.
Los que están en la fase
azul son completamente de color gris azulado, a veces con alguna pequeña mancha
blanca en la cabeza y el cuello.
Su reclamo es un áspero
cacareo. Los gritos de los Ánsares nivales se han llegado a comparar con los
ladridos de un perro. Son aves muy ruidosas, pueden ser escuchadas incluso a
más de un kilómetro de distancia.
Son aves sociables que
emigran en unas grandes bandadas que pueden estar compuestas por miles de
individuos.
Su distribución se
circunscribe a las regiones árticas de Norteamérica, Groenlandia y la parte
oriental de Siberia. Para invernar se desplaza sobre todo a las costas de
Estados Unidos y llega hasta el norte de México.
En España son una rareza
ocasional, suelen ser divagantes y con más
frecuencia, proceden de escapes de la cautividad debido a que se trata
de una especie bastante común en parques zoológicos y en colecciones privadas.
Sin embargo, también llegan de vez en cuando aves procedentes de países del
norte de Europa e incluso de Norte América.
Tanto en las fotografías que
les pude sacar en reposo como en vuelo no se les apreciaba anilla alguna y su
comportamiento muy huidizo ante la presencia lejana de un ser humano (por allí
apareció el cuidador del ganado que pastaba al lado de ellos) aunque sea a
mucha distancia, viene a orientar aún más hacia su procedencia salvaje.
Su hábitat en temporada
invernal suelen ser los humedales, pantanos, campos de cultivo y pastizales,
cerca de la costa, mientras que durante la época reproductiva se encuentran en
zonas pantanosas de la tundra, en los sitios donde la vegetación es baja y está
cerca del agua.
Su alimentación es
principalmente vegetariana a base de los tallos, brotes, raíces, bulbos y
semillas de las plantas acuáticas y también de musgos, líquenes. Su dieta la
pueden complementar con pequeños invertebrados acuáticos. Durante el invierno
se alimentan preferentemente de granos,
legumbres y cereales.
Tanto en la época de cría
como en la de migración e invernada, el Ánsar nival se comporta como una especie gregaria.
El periodo de reproducción
discurre entre los meses de mayo y junio. Las parejas permanecen juntas de por vida. Construyen el nido en alguna
pequeña depresión en el suelo a la cual recubren con materia vegetal y plumas.
La puesta se compone normalmente de 4-5 huevos. La incubación dura unos 25 días
aproximadamente. Las crías son nidífugas, a las pocas horas de nacer abandonan el nido.
La
población del Ánsar nival estuvo en declive a principios del siglo XX, pero
actualmente está estable. Las poblaciones del Ánsar nival se ha incrementado en Norte América, hasta el
punto en que las áreas de reproducción en la tundra ártica y las marismas de
los suelos costeros, se están degradando severamente lo cual está afectando a
otras especies que usan el mismo hábitat.
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