domingo, 3 de enero de 2016

Dos blancos perfectos. Ánsar nival (Chen caerulescens). Ganso blanco o Ganso nival.

No se me ocurre mejor manera despedir el año 2015 que con un ave considerada como una rareza divagante como está considerado el Cisne cantor y dar la bienvenida al 2016 con otra rareza divagante como lo es el Ánsar nival (Chen caerulescens).







Y al igual que comenté en la entrada anterior, evidentemente las fotos que presento ahora son francamente mejorables, pero dado lo interesante del ave, considero que merece la pena incluirlas aunque tan sólo sea a modo testimonial, como ocurrió en la entrada anterior con el Cisne cantor.







Como ya sabréis la mayoría de los que leáis estas líneas, hace ya unos cuantos días y tal vez atraídos por el Cisne cantor, aparecieron en el entorno del embalse de San Andrés de los Tacones de Gijón, una pareja de Ánsares nivales a los que no se les ha visto que sean portadores de cualquier tipo de anilla que pudiera hacer sospechar que procedieran de alguna colección privada y mucho menos que estén alicortados, como podemos comprobar en alguna de las fotos en vuelo que presento.







El Ánsar nival pertenece a la familia de las anátidas, género Anser. El género de este ave está en controversia. La Unión Estadounidense de Ornitólogos y La Asociación de Vida Salvaje Internacional colocan esta especie y a otros ánsares, en el género Chen, mientras que otras autoridades los coloca en el más tradicional género, Anser.





Se trata de un ganso de tamaño mediano de unos 65-80 cm de longitud, con una envergadura que puede alcanzar los 1,60 m. El peso puede llegar a los 2.700 Kg. No hay dimorfismo sexual en esta especie.






Esta especie presenta dos morfos o fases de coloración, una blanca y otra azul.





En la fase blanca los individuos son completamente blancos, a excepción de las plumas primarias que son negras. Al igual que ocurre en otros ánsares, en los laterales del cuello, las plumas dibujan unas estrías longitudinales verticales.





Las aves en esta fase de morfo blanco pueden confundirse fácilmente con otra especie próxima, el ánsar de Ross (Anser rossii), originario también de Norteamérica, que sin embargo es más pequeño y de pico más corto, con la base de color azulado.





En la fase azul, que es más rara, los individuos son de color gris azulado, excepto la cabeza, la parte superior del cuello y la zona caudal inferior que son de color blanco.





Los ojos son de color marrón muy oscuro.





El  pico es grande, robusto y de color rosa.





Las patas son de color rosa con los dedos palmeados.





Los jóvenes tienen el pico y las patas de color gris. Los que están en la fase blanca tienen manchas grises que  salpican la cabeza y el dorso.






Los que están en la fase azul son completamente de color gris azulado, a veces con alguna pequeña mancha blanca en la cabeza y el cuello.





Su reclamo es un áspero cacareo. Los gritos de los Ánsares nivales se han llegado a comparar con los ladridos de un perro. Son aves muy ruidosas, pueden ser escuchadas incluso a más de un kilómetro de distancia.

Son aves sociables que emigran en unas grandes bandadas que pueden estar compuestas por miles de individuos.





Su distribución se circunscribe a las regiones árticas de Norteamérica, Groenlandia y la parte oriental de Siberia. Para invernar se desplaza sobre todo a las costas de Estados Unidos y llega hasta el norte de México.

En España son una rareza ocasional, suelen ser divagantes y con más  frecuencia, proceden de escapes de la cautividad debido a que se trata de una especie bastante común en parques zoológicos y en colecciones privadas. Sin embargo, también llegan de vez en cuando aves procedentes de países del norte de Europa e incluso de Norte América.





Tanto en las fotografías que les pude sacar en reposo como en vuelo no se les apreciaba anilla alguna y su comportamiento muy huidizo ante la presencia lejana de un ser humano (por allí apareció el cuidador del ganado que pastaba al lado de ellos) aunque sea a mucha distancia, viene a orientar aún más hacia su procedencia salvaje.






Su hábitat en temporada invernal suelen ser los humedales, pantanos, campos de cultivo y pastizales, cerca de la costa, mientras que durante la época reproductiva se encuentran en zonas pantanosas de la tundra, en los sitios donde la vegetación es baja y está cerca del agua.





Su alimentación es principalmente vegetariana a base de los tallos, brotes, raíces, bulbos y semillas de las plantas acuáticas y también de musgos, líquenes. Su dieta la pueden complementar con pequeños invertebrados acuáticos. Durante el invierno se alimentan  preferentemente de granos, legumbres y cereales.





Tanto en la época de cría como en la de migración e invernada, el Ánsar nival  se comporta como una especie gregaria.





El periodo de reproducción discurre entre los meses de mayo y junio. Las parejas permanecen juntas de por vida. Construyen el nido en alguna pequeña depresión en el suelo a la cual recubren con materia vegetal y plumas. La puesta se compone normalmente de 4-5 huevos. La incubación dura unos 25 días aproximadamente. Las crías son nidífugas, a las pocas horas de nacer  abandonan el nido.





La población del Ánsar nival estuvo en declive a principios del siglo XX, pero actualmente está estable. Las poblaciones del Ánsar nival  se ha incrementado en Norte América, hasta el punto en que las áreas de reproducción en la tundra ártica y las marismas de los suelos costeros, se están degradando severamente lo cual está afectando a otras especies que usan el mismo hábitat.

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