Tras abandonar el duro invierno que dejó importantes nevadas a ciertas cotas, voy retomando mis visitas a la montaña para disfrutar del ambiente propio de la misma, de sus maravillosos paisajes y observar especies características de la alta montaña que año a año voy localizando y fotografiando en la medida de lo posible.
Si la semana pasada el principal protagonista fue el Gorrión alpino, junto con los Bisbitas alpinos, los Acentores, las Collalbas grises y otros habituales de esas altitudes, esta pasada semana el protagonista fue el maravilloso Roquero rojo (Montícola saxatilis).
Peculiar y colorido pájaro que, cuando te vas moviendo por zonas rocosas de alta montaña, donde apenas hay vegetación y los colores que predominan son los grises y blancos de las rocas calizas y el radiante azul del cielo, te sorprende cuando aparece con su llamativo colorido asomándose tímidamente en el perfil de una roca.
Comienza por asomar una colorida y llamativa cabeza azul y cuando poco a poco va cogiendo confianza, termina por enseñarte el resto de su plumaje corporal de color anaranjado llamativo que produce un gran contraste sobre el blanco-gris de su oteadero rocoso.
Te produce una gran satisfacción poder observarlo en su hábitat en el que escasean otras aves de tamaño pequeño y en el que estás más pendiente de ver aves de mayor tamaño que de vez en cuando van apareciendo por el limpio cielo azul de la zona, como son las escandalosas Chovas, los Buitres y otras rapaces como el Alimoche o algún águila.
Pues bien, ese viernes pasado pude localizar y fotografiar a una pareja de machos de estos bonitos pájaros en la estrecha senda de pequeño recorrido (P. R.) que, partiendo de la localidad de Llamardal en la subida al puerto de Somiedo, lleva hasta la espectacular braña vaqueira de Mumián, zona que te produce una extraña sensación, como si el tiempo se hubiese detenido en ese espectacular paisaje.
Tras un suave ascenso en el que puedes disfrutar de una hermosa vista del Picu'l Mocosu y de la Sierra'l Páramu situados enfrente, al otro lado del valle del río Somiedo, accedes en su último tramo a una zona de verdes praderas sembradas de coloridas flores silvestres y un buen número de cabañas de teito diseminadas.
Allí en el centro de la braña te puedes refrescar con el agua fresca de la hermosa Fuente'l Cañu y puedes observar las antiguas “otcheras”, construcciones utilizadas antaño para conservar a baja temperatura la leche, gracias al frescor del agua corriente.
El Roquero rojo es una Passeriforme perteneciente a la familia Turdidae y al género Montícola que miden unos 18 cm de longitud, con una envergadura que puede alcanzar los 35 cm y un peso que puede llegar a los 65 gr. Existe dimorfismo sexual en esta especie.
El macho en la época reproductiva tiene la cabeza, garganta, cuello y espalda de un color azul grisáceo pizarroso, con una gran mancha blanca en la parte central del dorso. El pecho, el vientre y la zona caudal inferior son de color anaranjado. Las alas son anchas, redondeadas, de color pardo oscuro y con las puntas de color crema-blanquecino. La cola es de color castaño anaranjado con las dos rectrices centrales de color pardo oscuro, pero la base de ellas, también es de color castaño anaranjado.
En la cara tiene una brida poco definida de color negruzco. Los ojos son grandes, de color marrón oscuro y están rodeados de un fino anillo periocular de color azul-grisáceo.
El pico es medianamente largo, fino, puntiagudo y es de color pardo-negruzco. Las patas son medianamente largas y al igual que los pies, son de color pardo.
El pico es medianamente largo, fino, puntiagudo y es de color pardo-negruzco. Las patas son medianamente largas y al igual que los pies, son de color pardo.
Las hembras en primavera-verano tienen el dorso de color pardo oscuro y aspecto moteado y las plumas tienen su extremo de color blanquecino. La cola es similar a la de los machos. El pecho, los flancos y la parte inferior son de color pardo-blanquecino con escamas pardo anaranjadas. La garganta es blanquecina. Las alas son de color pardo con los bordes de las plumas de color blanquecino.
Los ojos son grandes, son de color marrón oscuro y están rodeados de un fino anillo periocular de color beige.
Durante el invierno las hembras se parecen a los machos en esa misma época aunque por la parte superior su color es algo más claro.
Los jóvenes resultan muy similares a las hembras aunque son más claros por la parte inferior.
En su posadero de rocas, adopta su característica postura erguida, agitando la cola y emitiendo su canto aflautado y gorjeante, que también emite en su vuelo nupcial mientras se eleva en vertical.
De carácter bastante esquivo y solitario, es muy terrestre y se mueve saltando entre las piedras, huyendo a la menor alarma para ocultarse entre las rocas. Su vuelo corto y a poca altura se asemeja al de los zorzales.
Se alimenta fundamentalmente de insectos y sus larvas, orugas, gusanos, escarabajos, saltamontes y otros invertebrados y ocasionalmente, en otoño-invierno, de semillas, frutos y bayas.
Habita en todo el sur de Europa, Asia, y África. En España son habituales durante el período estival en los principales sistemas montañosos. Inverna en África tropical.
Su hábitat son zonas rocosas y pedregosas, sobre todo de origen calizo, que alternan con pastizales o matorrales bajos (brezos, tojos, ete.) en pendientes moderadas que utiliza para alimentarse y entre los 800 a 2.100 m.s.n.m. aunque con preferencia a partir de los 1500 m.
Llegan a partir de la segunda quincena de abril y sobre todo en mayo y primero lo hacen los machos que se adelantan entre dos a tres semanas a las hembras. La retirada se realiza a finales de julio y primera quincena de agosto.
Aunque el período reproductivo abarca de Abril a Junio se realiza mayoritariamente en Mayo. Suelen tener una sola puesta por temporada. Construyen un nido con forma de cuenco en las oquedades y grietas existentes entre las rocas. Para su elaboración utilizan raíces, hierbas, hojas y musgo. En él pondrán 4-6 huevos de color azul pálido ligeramente verdoso y la incubación, que realiza sólo la hembra, dura 15 días aproximadamente. Los pollos son alimentados por ambos padres y abandonan el nido en dos semanas.
Al roquero rojo se le considera “De interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.
Por aquí los pocos que se ven son super desconfiados. Menudas fotos que le has hecho José ignacio, la 9 y todas las que tienen ese fondo del cielo azul con la nube blanca me gusta sobremanera. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Germán. Tú tan amable como siempre.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo..