El pasado jueves me dediqué a intentar localizar y fotografiar a la Oropéndola europea. Por la experiencia de años anteriores, la tengo más o menos localizada en esta época del año en la senda que, partiendo del Puente peatonal de Peñaullán en Pravia, va paralela al margen del rio Nalón y llega al polígono Industrial de Salcedo en Pravia.
Después de dedicar toda una mañana a localizarlas, al final, conseguí (no sin grandes dificultades) realizarles alguna fotografía decente, lo que me ha motivado a realizar este post con el que pretendo repasar, apoyándome con otras fotografías de mi archivo, esta espectacular ave.
La senda que comento está bastante abandonada y se nota que no se le hace mantenimiento alguno. La hierba está muy crecida en sus márgenes y las crecidas del rió de este invierno han dejado sus huellas de lodo, piedras y árboles caídos en numerosas zonas de su corto recorrido.
Es una zona bastante propicia para esta especie ya que, como luego comentaré más extensamente, es un pájaro esencialmente arbóreo que habita en riberas fluviales y arboledas que bordean ríos, sobre todo especies frondosas de alisos, sauces, olmos, chopos, etc, aunque también les gustan los robles.
El intentar fotografiar a esta bonita ave tiene la ventaja destacable de su peculiar y llamativo canto que te permite localizarla con cierta facilidad, así como también su llamativo colorido que, en el caso de los machos, es de un amarillo intenso. Tiene también otras muchas desventajas, como la de ser un ave muy tímida y esquiva que acostumbra a desplazarse con frecuencia por las partes más elevadas de los árboles y donde se las apaña casi siempre, para vigilar o esconderse detrás de alguna rama u hojas de los árboles. Esto lógicamente, dificulta notablemente el poderla enfocar medianamente bien en los escasos segundos que la tienes localizada y estática.
En concreto, el miércoles pasado conseguí localizar con los prismáticos hasta cinco ejemplares, en dos zonas diferentes y en dos grupos de 3 y 2 ejemplares, todo ello en los escasos 4 km de recorrido de esa senda.
Se las escuchaba casi de continuo y con cierta frecuencia, en sus múltiples desplazamientos, cruzaban el río de un margen a otro, y es entonces cuando te las tienes que apañar rápidamente para intentar encontrarlas y fotografiarlas. Tarea nada, nada fácil, aunque eso sí, es una zona bastante tranquila y sin apenas gente.
La Oropéndola europea, tal como indica el origen etimológico del nombre de la familia Oriolidae a la que pertenece, es una ave pequeña, de color dorado o amarillo intenso que, combinado con el negro, le proporciona una belleza muy particular. A mí personalmente me parece que tiene un aspecto como de ave tropical.
Tiene un tamaño mediano de unos 24 cm de longitud, con una envergadura de unos 45 cm y un peso que puede llegar a los 80 gr.
Es una especie con un fuerte dimorfismo sexual y como dije anteriormente, los machos adultos tienen todo el cuerpo, por encima y por debajo, de un color amarillo vivo o dorado intenso. En la cara destaca una gruesa brida negra por delante del ojo y una lista ocular muy corta y también negra, por detrás del ojo. El pico es medianamente largo y de color rojizo. Los ojos son grandes, con el iris de color pardo rojizo y están rodeados de un fino anillo periocular de color parduzco.
También contrastan bastante sus alas que son anchas, redondeadas y algo apuntadas. Son de color negro con una mancha amarilla en su zona media, junto al borde externo, que se corresponde con el extremo de las coberteras primarias.
La cola es medianamente larga, ancha y ligeramente redondeada. Es igualmente amarilla, aunque presenta una ancha banda terminal negra.
Las patas son medianamente largas, de color gris pizarra oscuro y tienen la parte superior de los tarsos cubiertos de plumas amarillas.
Las hembras por la parte superior son de un color oliváceo-amarillento claro muy parecido al del pito real.
La cara es de color grisáceo-blanquecino, así como la garganta y la parte anterior del cuello. De ese mismo color es la parte inferior y parte de los flancos, pero en ellas destacan pequeñas líneas verticales de color oliváceo-grisáceo. El pico es rojo sucio.
Las plumas primarias y secundarias están ribeteadas de color blanquecino. La franja amarilla de la cola es algo más estrecha y es de un color amarillo más pálido que el de los machos.
Los jóvenes se parecen a las hembras adultas, pero hay en su plumaje mayor cantidad de amarillo. Por la parte inferior y parte de los flancos están más intensamente rayados que las hembras y además estas líneas son más gruesas y de color negruzco. La franja amarilla de la cola es algo más estrecha y es de un color amarillo más pálido que el de los machos. El pico es pardo oscuro y el ojo es negruzco con una estrecha franja periocular amarillenta.
Su hábitat típico son los valles fluviales y, en ellos, los pequeños bosques y grupos aislados de árboles, pero no los densos bosques. Con frecuencia se establecen en alamedas y en hileras de árboles que flanquean carreteras y caminos, pero procurando siempre la presencia cercana del agua. En primavera, los huertos de frutales, sobre todo de cerezos y en el verano y otoño, las higueras, les atraen especialmente.
En España se trata de un ave estival, con invernada en el África subsahariana. Las primeras observaciones se producen a mitad de abril, con ocupación rápida de los territorios a finales de ese mes y principios de mayo. Los machos llegan 7-10 días antes que las hembras, y hasta últimos de mayo pasan ejemplares en tránsito hacia el norte de Europa. La migración otoñal se inicia a primeros de agosto.
La reproducción la llevan a cabo durante los meses de mayo-agosto pudiendo realizar 2 puestas por temporada si fracasa la primera.
La hembra construye el nido con forma de cuenco normalmente en alguna bifurcación de las ramas situadas en la parte más alta de los árboles y arbustos. Para su elaboración utilizan hierbas, trozos de corteza, lana y telarañas.
La puesta se compone habitualmente de 3-5 huevos y la incubación dura aproximadamente 16 días. Mismo periodo que tardan las crías en abandonan el nido.
Su alimentación es a base de insectos (escarabajos, moscas, abejas, grillos y saltamontes), orugas, bayas y frutos silvestres (saúco, moras) o cultivados (cerezas, higos).
Son aves muy territoriales. Tienen un comportamiento muy agresivo con otras especies aunque sean de mayor tamaño, como es el caso de los arrendajos, cucos, cernícalos, urracas e incluso ratoneros.
Se trata de un ave esquiva, por lo que la mayoría de las observaciones corresponden a individuos en vuelos breves entre la espesura. Tienen un vuelo, directo y ondulado, alterna aleteos y alas plegadas, de modo similar al del pito real.
El canto es inconfundible, de tipo aflautado con variaciones de tono que se puede escuchar a considerable distancia. Alternan este canto con otro ronco y chillón que recuerda al del Arrendajo.
No se trata de una especie amenazada ni se conocen problemas específicos. En el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, aparece como “De interés especial”.
Por aquí la suelo oír, pero ver en raras ocasiones. Las fotos que has hecho en vuelo de la pareja son una pasada José Ignacio, me han gustado mucho. Saludos desde Cantabria.
ResponderEliminarMuchas gracias Germán. Eso que comentas tu de oirla pero no poderla ver o fotografiar, también me pasaba a mi, pero todo es cuestión de paciencia y perseverancia. Las que pille en vuelo, la verdad es que me costaron un montón y tuve que disparar muchas veces y desechar la mayoría. Tienen un vuelo muy rapido y con muchos cambios de dirección. Las que pude hacer, fue porqué estaban como peleandose o jugando entre ellas a perseguirse. Saludos.
ResponderEliminarLa oropendola o filomena es desde mi punto de vista tanto por su canto como color mi pajaro preferido.
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