Desde hacía bastante tiempo, tenia ganas de hacer una visita al GREFA (Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat) que se encuentra en el Monte del Pilar de Majadahonda (Madrid) y del que me habían hablado por la encomiable labor que vienen haciendo desde que se fundó hace ya 33 años.
Así que decidí recientemente, pasarme por allí aprovechando un viaje a Madrid. Previamente me informé por teléfono (916387550) de si podría visitarlo ya que me habían comentado (lo que luego me corroboraron) que las visitas particulares sólo se pueden realizar los fines de semana, pues dejan el resto de días de la semana para que puedan asistir grupos, colectivos, colegios, etc.
Me dieron cita y durante aproximadamente 1 hora nos estuvieron enseñando las instalaciones e informándonos del importante trabajo que allí desarrolla un numeroso grupo de personas (la mayoría voluntarios) amante de los animales y de la naturaleza en general.
Provisto de mi máquina de fotos y previo abono de unos simbólicos cinco euros por persona, me dispuse a realizar la visita y a plasmar de la mejor manera posible lo que allí iba a ver. Digo de la mejor manera posible, porque la mayoría de las fotos las tienes que hacer en unas salas oscuras (prohibido el uso de flash, como es lógico) en las que a través de un cristal espía (una especie de espejos a través de los cuales, tu puedes ver a los animales pero ellos a ti no, ni tampoco escucharte, para evitar estresarlos) que para más dificultad, suele estar sucio y rayado. Además, las fotos las tienes que hacer entre el público asistente que también ocupan un sitio ya de por si reducido y en un tiempo determinado pues la visita, que es guiada, no te va a estar esperando a ti y no te dejan quedar solo. Quiero advertir de estos pormenores para los potenciales nuevos visitantes que espero y recomiendo sean muchos, aunque a nadie, tampoco a mí, le resulte un plato de gusto ver a estos maravillosos seres sin libertad, pero hay que tener en cuenta que, en este caso, es por su propio bien y no para beneficio de otros.
Según nos informaron al grupo en el que me incluyeron en la visita, los objetivos principales del GREFA se realizan en ámbitos tan diferentes como la recuperación y rehabilitación de fauna, la cría en cautividad de especies amenazadas, la conservación de espacios naturales y la educación y sensibilización ambiental.
En su objetivo de conservar la naturaleza, GREFA enfoca su trabajo de muy diversas formas, emprendiendo multitud de proyectos de ámbito local, nacional e internacional, en solitario o mediante convenios o acuerdos con otros organismos gubernamentales y no gubernamentales.
Fundamenta su trabajo en torno a varias actividades complementarias, entre las que destaca el Centro de Recuperación de Fauna Salvaje orientado a proporcionar los cuidados necesarios a los animales que ingresan de forma que puedan ser liberados. Como dato significativo, señalar que a lo largo de su existencia ha brindado atención veterinaria a más de 40.000 animales salvajes, los cuales han ingresado por diversas causas como intoxicaciones, venenos, cazadores desaprensivos, atropellos, trampas, expolio, desnutrición o transformaciones del entorno.
Es importante aclarar que el GREFA es una organización no gubernamental española sin ánimo de lucro, que nace en 1981 como asociación para el estudio y conservación de la naturaleza. Está formado por personas sensibles a ciertas actividades humanas que provocan el deterioro y la destrucción del entorno natural. La mayoría de las personas que trabajan allí, como ya comenté anteriormente, son voluntarios, aunque también cuentan con un pequeño número de personal contratado (profesionales naturalistas, biólogos y veterinarios).
También cuentan con un buen número de entidades colaboradoras sin cuya financiación no podrían sobrevivir así como con la participación de socios colaboradores (aportación de 35 euros anuales) y de padrinos o madrinas que sufragan parte de los gastos de los tratamientos que puedan recibir los pacientes (analíticas, radiografías, medicamentos y otros) y así puedan conseguir la recuperación de los animales que tienen ingresados en su Centro de Recuperación y Hospital de Fauna Salvaje.
Dentro de esta opción de apadrinamiento por parte de personas o empresas, existen varias opciones:
a) Pacientes del hospital que se tratan, rehabilitan y se devuelven al medio natural
b) Animales irrecuperables que no se pueden devolver al medio natural por diversos motivos y permanecen en el centro para colaborar en la educación ambiental. Se costean sus tratamientos, medicación y alimentación.
c) Parejas reproductoras para la cría en cautividad de especies amenazadas utilizando como reproductores a parejas irrecuperables.
d) Radio-seguimiento en el campo de los animales que se devuelven al medio natural. Las aportaciones se destinan al coste de seguimiento transmisor, personal humano, desplazamientos, etc.
En la actualidad cuenta con más de 2.400 socios, de los cuales, 161 apadrinan un animal.
Para concienciar al público (principalmente joven) se ha creado en el centro una zona de educación visitable llamada Naturaleza Viva, que representa las cañadas reales y la fauna que habita en ella. Durante todo el recorrido el visitante verá de cerca animales en peligro que difícilmente verá en parques zoológicos y vegetación autóctona de la Comunidad de Madrid.
Las principales actuaciones se generan a partir del trabajo realizado tanto en su Hospital de Fauna como en su Centro de Rehabilitación de Animales Salvajes, centros situados en el Monte del Pilar de Majadahonda y que cuenta con una zona de rehabilitación, una zona de enfermería y dos zonas de cría en cautividad para águila real, águila perdicera, águila culebrera, milano real, buitre negro, alimoche, cernícalo vulgar, cernícalo primilla y lechuza, además de numerosos hackings (instalaciones abiertas en los que los animales entran y salen hasta que aprenden a buscarse el alimento) para animales salvajes del Monte del Pilar como cernícalos vulgares, cigüeñas y ardillas que no son visitables.
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