lunes, 6 de noviembre de 2023

Disfrutando de la presencia de una bella anátide en un guapo entorno. Tarro blanco (Tadorna tadorna).

El pasado sábado 30 de octubre tuve la fortuna de encontrarme con un bello ejemplar de Tarro blanco en la zona intermareal de la playa de Bañugues (Gozón. Asturias).



Se trataba, tal como podéis apreciar en las fotografías, de un ejemplar adulto de hembra que parecía querer desafiar al fuerte viento y oleaje que esa mañana había allí.



Me pareció que la combinación de su colorido plumaje contrastando con el fuerte oleaje que llegaba hasta su posición le proporcionaba una belleza muy particular.



Iba caminando de un lado para otro de la zona intermareal de la playa y cada poco tiempo parecía querer alimentarse o simplemente echar un traguito de agua.



Aunque habitualmente el Tarro blanco acostumbra a pasar más tiempo en la orilla del agua que nadando, también tuve la oportunidad de fotografiarle cuando decidió introducirse en el agua.



En otro momento dado, decidió echar a volar hacia el mar para al poco rato retornar de nuevo a la misma zona de la que había partido, lo cual me permitió poderle fotografiar en vuelo sobrevolando las olas.



Tampoco estuvo nada mal el poderle fotografiar aterrizando de nuevo en la playa con las alas desplegadas.



Al final, ante la presencia cercana de un practicante de paddle surf que se disponía a entrar en el mar, decidió abandonar la playa y dirigirse hacia el interior sobrevolando la posición en la que yo me encontraba.



Más tarde le pude volver a localizar nadando en la cercana playa de Aramar de la localidad de Luanco.



El Tarro blanco es una anátida de un tamaño intermedio algo más pequeño que los gansos (ánsares) y mayor que los patos típicos que se caracteriza por tener las patas muy centradas con respecto al cuerpo, en una posición que facilita la acción de caminar o pastar. En tierra caminan más deprisa que la mayoría de las anátidas.



El Tarro blanco es una especie de la familia “Anatidae”, que pertenece a la subfamilia “Tadorninae” que tienen una longitud de entre 58-71 cm, una envergadura de unos 100-133 cm y un peso que puede llegar a los 1,5 Kg. Es una especie monotípica, es decir, no se reconocen subespecies diferenciadas.



Existe un ligero dimorfismo sexual en esta especie, además los machos son algo más grandes que las hembras.

(Fotografía de abril 2023 en Alicante. Macho)
(Fotografía de abril 2023 en Alicante. Hembra)
Tiene el dorso de color blanco con dos bandas longitudinales negras que se corresponden con las plumas escapulares de las alas.



La cabeza y la casi totalidad del cuello son de color negro verdoso brillante con reflejos metálicos.



La base del cuello y el pecho son de color blanco.



En la base del pecho tienen una ancha franja de color castaño canela intenso que se continúa por los flancos y por el dorso. Es más ancha e intensamente coloreada en el macho.



Los flancos y el vientre son de color blanco y la zona caudal inferior es castaño canela.



Las alas por la parte superior son de color blanco con una ancha y larga franja negra con reflejos verdosos que se corresponde con las plumas escapulares, junto a ella hay una franja de color castaño canela que se corresponde con las plumas secundarias más próximas al cuerpo, además tienen dos rayas oblicuas negras en la zona del álula.



Por la parte inferior son de color blanco con una franja negra en su borde posterior. Las plumas primarias son de color negro. Tienen un espejuelo de color verde botella metalizado que se corresponde con parte de las plumas secundarias.



El pico es algo aplastado, ancho, medianamente largo y tiene el extremo redondeado y ligeramente curvado hacia arriba. Durante la época reproductiva es de color rojo intenso con una mancha negra que incluye a las narinas dentro de ella y con la uña también negra. 



En el caso de los machos además presentan una gran protuberancia en su parte superior que se extiende por la frente.

(Fotografía de abril 2023 en Alicante)
(Fotografía de abril 2023 en Alicante)
Los ojos en son pequeños, están rodeados por un fino anillo periocular de color negruzco y son de color marrón oscuro.



La cola es corta y de color blanco con una pequeña franja terminal de color negro.



Las patas son cortas pero fuertes, tienen los dedos palmeados y son de color rosa.



En vuelo, las primarias y secundarias, de color muy oscuro y las últimas de un tono verde botella, contrastan con el tono general blanco.



En el caso de los machos podemos observarlos con dos diferentes tipos de plumaje según la época del año: durante el verano lucen el denominado plumaje de eclipse que es menos vistoso que el del resto del año que es mucho más vistoso y tiene una coloración más intensa. 

(Fotografía de sept. 2023 en Alicante)
(Fotografía de sept. 2023 en Alicante)
Los machos con plumaje de eclipse tienen el color negro de la cabeza y el del cuello menos intenso y además salpicado de manchas blancas.

(Fotografía de sept. 2023 en Alicante)
(Fotografía de sept. 2023 en Alicante)
El pico tiene un color rojo menos intenso y le desaparece la protuberancia de la frente.

(Fotografía de sept. 2023 en Alicante)
(Fotografía de sept. 2023 en Alicante)
El color del collar castaño canela es menos intenso, está menos definido y tiene algunas plumas de color grisáceo.

(Fotografía de sept. 2023 en Alicante)
(Fotografía de sept. 2023 en Alicante)
Las hembras son como los machos pero tienen los colores más apagados.



El pico carece de protuberancia en su parte superior y tiene en su base una delgada línea blanquecina poco marcada.



Los jóvenes son mucho más pálidos, sin collar y sin capucha definida, con el dorso y la parte superior de las alas pardo grisáceo. La cabeza y cuello oscuros, cara blanquecina. Los ojos están rodeados por un grueso anillo periocular de color blanco. El pico y las patas de color rosáceo grisáceo.

(Fotografía de sept. 2023 en Alicante)
(Fotografía de sept. 2023 en Alicante)
El Tarro blanco se distribuye por Europa, Asia y en el norte de África.


En nuestro país son residentes habituales aunque su número aumenta durante el invierno merced a las aves procedentes de Europa (de Francia sobre todo) que acuden para pasar el período invernal. Se distribuye por la mayor parte de los humedales peninsulares e Islas Baleares, exceptuando el noroeste. No se reproduce en las islas Canarias, Ceuta ni Melilla.


Si bien es más común en los complejos palustres del litoral oriental peninsular y balear, su dispersión le ha llevado a estar presente de manera importante en humedales de Castilla-La Macha, Doñana, Marismas del Odiel y humedales salobres y embalses extremeños y del centro del territorio, colonizando incluso áreas del sur palentino y la costa cántabra.


El Tarro blanco está muy ligado a las lagunas salinas, tanto del interior como en las costeras, en los humedales, balsas, embalses, prados ubicados cerca de los acantilados, estuarios, marismas, playas de arena y en las zonas intermareales de la costa. La población española, tanto invernante como reproductora, es bastante costera.



Se alimentan a base de insectos y otros pequeños invertebrados, gusanos arenícolas, pequeños peces, moluscos, crustáceos, algas, plantas acuáticas, hierbas y semillas.



Su periodo reproductivo lo llevan a cabo entre los meses de abril y junio. Ubican el nido en las oquedades que hay en los roquedales, en las madrigueras de animales como son los conejos y en ocasiones en zonas abiertas con abundante vegetación; para su elaboración utilizan un poco de materia vegetal que depositan en el suelo y luego la recubren con plumón. La puesta se compone normalmente de 8-16 huevos y la incubación dura 30 días aproximadamente. Las crías son nidífugas, a las pocas horas de nacer abandonan el nido debiéndose desplazar hasta los humedales que pueden encontrarse a una enorme distancia; cuando llegan a los humedales se unen a otras crías formando grandes grupos que son vigilados por algunos adultos durante unos 45-50 días.

(Fotografía de abril 2023 en Alicante).
(Fotografía de sept. 2023 en Alicante)
El Tarro blanco no se encuentra en peligro en gran parte de su distribución, especialmente en el paleártico occidental, donde las poblaciones están en tendencia positiva, al menos durante los últimos cuarenta años. Debido a eso, se le incluye en el Libro Rojo de las aves de España 2021 en la categoría LC – Preocupación Menor. La especie también aparece citada en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, pero no en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.

(Fotografía de sept. 2023 en Alicante)
(Fotografía de sept. 2023 en Alicante)
La principal amenaza para las poblaciones ibéricas es la degradación de su hábitat, provocada por las roturaciones, urbanización, desarrollo de infraestructuras, las recurrentes sequías, etc. También se cita como factor de amenaza el abandono de las explotaciones salineras. Por otro lado, es un ave muy sensible a la instalación de barreras, fundamentalmente carreteras, que dificultan el desplazamiento de los pollos desde el nido hasta los humedales donde se desarrollan, y en las que pueden morir atropelladas nidadas completas.

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