Ésta semana la casualidad ha querido que dedique ésta nueva entrada a un precioso pajarillo que luce un espectacular colorido de plumaje que le hace parecer a un auténtico pájaro tropical.
Es, sin duda, uno de los pájaros que más gusta ver a los aficionados a la ornitología debido a su aspecto tan llamativo y a su peculiar comportamiento.
Además, a los aficionados a la fotografía de aves nos supone todo un gran reto no solo poderle fotografiar posado en sus perchas habituales…
… sino también lograr fotografiarle realizando sus fulgurantes vuelos que simulan a un auténtico proyectil…
… cerniéndose antes de lanzarse a pescar...
... o “pillándole” en el mismo momento de introducirse en el agua y salir victorioso con su presa en el pico para deglutirla a continuación, tras aturdirla con certeros golpes contra alguna superficie sólida.
Pero volviendo al principio, comentar que la casualidad y los largos periodos de observación en el terreno, me permitió ésta semana poder observar y fotografiar al espectacular protagonista de esta entrada cuando se posaba en reiteradas ocasiones en el cartel indicativo que recientemente se puso a la entrada del pedrero del Monumento Natural de la Charca de Zeluán y Ensenada de Llodero (Gozón y Avilés. Asturias).
Aunque se trata de una especie sumamente territorial que no soporta la presencia de otros individuos de su especie, aparte de sus parejas, en un territorio que consideren propio, en esta ocasión parecía querer transmitir con esos posados reiterados en ese cartel, cual era el límite que los humanos (mascotas incluidas) no deberíamos sobrepasar, para así no molestar a las muchas aves que habitualmente utilizan ese pedrero para descansar o dormir en sus largos movimientos migratorios.
Me parecieron bastante impactantes esas imágenes posándose en lo alto del cartel y adoptando diversas posturas en él, mientras el fuerte viento reinante en esos momentos le hacía tambalearse ocasionalmente y tener que desplegar sus alas para mantenerse posado en él.
Observando a ese pequeño pajarillo en lo alto de ese cartel, realizando esos continuos movimientos exhibiendo su colorido plumaje, como queriendo querer llamar aún más la atención, parecía querer aprovechar la ocasión para recordar a los humanos cuales eran esos límites.
Tras esa interesante experiencia, decidí intentar localizar a ese pajarillo en otros posaderos que habitualmente utiliza en ese entorno para descansar y que, previa ampliación de las imágenes, me permitieran poder plasmar en esas fotografías las características más destacadas de ésta increíble especie.
Todos los aficionados al pajareo sabemos lo característico que es ir caminando por la ribera de un río y de repente oír un sonido estridente y a continuación ver pasar a toda velocidad una especie de flecha azul turquesa raseando la superficie del río. No, no nos equivocamos, es él, el Martín pescador, el pájaro de la avifauna asturiana con los colores más llamativos.
Si tras esa pasada conseguimos seguirlo con la vista, podemos reconocerle fácilmente por su brillante y vistoso colorido posado en una rama, planta o roca pegada al río. Puede permanecer totalmente concentrado mirando y apuntando con su potente pico al agua para, en un momento dado, lanzarse vigorosamente bajo el agua y a los pocos segundos volver a su posadero con un pececillo apresado en su pico.
Este pájaro perteneciente al orden de las Coraciiformes, família "Alcedinidae" (de la que éste es su único representante en nuestro país) y género Alcedo, está íntimamente ligado al mítico alción de los grecolatinos que era un pájaro que nidifica en el mar. Se creía que los dioses calmaban las olas cuando estos estaban incubando y engendrando a sus pollos. Tales días de paz y calma eran conocidos como "los días del alción".
Según el mito griego, Alcíone, hija de Eolo, dios de los vientos, se casó con Ceix, hijo de Eósforo (o Héspero, el lucero del alba). Eran muy felices pero Ceix, inquieto por un oscuro presagio, decidió viajar a Jonia para consultar al oráculo de Claros y en el viaje de vuelta naufragó ahogándose en el mar. Alcíone, que durante el viaje de su esposo ofrecía sacrificios por su vuelta en el templo de Juno, fue informada de la terrible noticia por Morfeo y, presa del dolor, se arrojó al mar justo donde hallaba el cuerpo de su marido. Los dioses, compadecidos de su desdicha, los transformaron en martines pescadores, que toman su nombre de este mito.
Herbert James Draper – «Halcyone» (1915) |
Ovidio en sus Metamorfosis, relata este mito y añade que cuando Alcíone construía su nido para poner sus huevos “durante unos días plácidos del invernal tiempo” su padre Eolo, dios de los vientos, apaciguaba los vientos y calmaba las olas.
Este es el origen de la expresión “días del alción”, que alude a los siete días antes y siete días después del solsticio de invierno, caracterizados por un tiempo benigno y temperaturas suaves. Aunque esta expresión no es demasiado común en español, en inglés "halcyon days" se ha convertido en un tópico literario frecuente utilizándose, en un sentido metafórico para referirse a un tiempo de paz y felicidad, una edad dorada que se contempla con nostalgia.
El Martín pescador es un ave pequeña, compacta, con el cuello corto y la cabeza grande con unos 15-17 cm de longitud y cuya envergadura puede alcanzar los 25 cm. Su peso puede llegar a los 35-40 gr.
Su morfología y colorido son inconfundibles. Tienen el dorso de color azul turquesa con destellos verdosos metálicos. El obispillo es de color azul celeste. Estos colores varían el tono de su plumaje según la diferente incidencia de la luz.
A éste respecto me parece interesante recordar que los expertos explican que, en realidad, sus plumas no son azules, sino marrones. Lo que sucede es que tienen una estructura microscópica que apenas refleja determinadas longitudes de onda, lo que crea un efecto óptico que les da ese tono azul eléctrico. Ese efecto óptico se denomina coloración estructural.
El pecho, el vientre y la zona caudal inferior son de color castaño anaranjado.
La cabeza es también de color azul turquesa como el dorso, excepto una franja de color naranja en la zona de las auriculares seguida de una franja blanca que llega hasta la nuca y una pequeña mancha ovalada de color naranja por delante del ojo.
El píleo está salpicado de pequeños puntos de color azul celeste. La garganta es de color blanco.
El pico es muy largo (16-19 cm), grueso y cónico, es de color negro con una pequeña zona de color naranja en su base que es menor que en las hembras. Existe un mínimo dimorfismo sexual en esta especie: en las hembras, la zona de color anaranjado de la mandíbula inferior es más amplia que en los machos.
Los ojos son grandes y de color negro.
La cola es corta y de color azul por su parte superior y naranja por la parte inferior.
Las alas son de color azul verdoso y sobre ellas destacan, cuando el pájaro se posa, algunos pequeños puntos de color azul celeste en primarias y secundarias.
Las patas son muy cortas, de un color naranja rojizo y tienen cuatro dedos, tres están dirigidos hacia delante (unidos hasta la mitad de longitud por una membrana) y uno hacia atrás.
Los jóvenes tienen los colores más apagados. Tienen el pico más corto que los adultos y sus patas son de color negro.
Esta especie tiene una amplia zona de distribución que va desde Europa y el norte de África hasta el sudeste asiático. En Europa se pueden observar la presencia de ejemplares de esta especie durante todo el año.
Amarillo: Cría. Azul: Invernante. Verde: Todo el año. |
En España son residentes habituales pero su número aumenta durante el invierno con la llegada de ejemplares del Norte y Este europeos. La migración posnupcial tiene lugar desde finales de septiembre hasta principios de noviembre. La vuelta a los territorios de reproducción se da entre marzo y mayo.
Su distribución por la Península Ibérica está bastante repartido, aunque resulta más común en las regiones occidentales (particularmente en Extremadura y el oeste de Castilla y León), en el norte (sobre todo en la cornisa cantábrica, Galicia, País Vasco, Navarra y norte de Castilla y León), en Sierra Morena y en algunas provincias catalanas y andaluzas. Resulta, en cambio, bastante escaso en La Mancha y en el sureste árido, donde llega a faltar casi por completo. En España habitan las subespecies Alcedo atthis atthis, en el sur y levante, y Alcedo atthis ispida en el resto del país.
El Martín pescador normalmente tiene un comportamiento esquivo que no permite la aproximación fácilmente. Son de hábitos solitarios.
Habitan en arroyos, canales, lagunas y ríos de aguas claras más bien lentas y otros cursos de aguas tranquilas. Durante la época invernal también habitan en costas y marismas.
Tienen preferencia por zonas donde haya taludes donde nidificar, aunque no dudan en desplazarse para encontrar los lugares más adecuados para hacer sus cuevas nido. Habitan mayoritariamente entre los 0 y 200 metros de altitud, aunque pueden observarse en zonas de hasta 1.000 metros de altura.
Las hembras del Martín pescador suelen poner entre 4 y 8 huevos, una o dos veces al año (abril-agosto), que serán incubados durante 19 a 22 días indistintamente por ambos progenitores.
Crían en pequeños túneles (0,5-1 metros) que ellos mismos excavan en taludes de arena cercanos a los ríos y que pueden tener hasta 1 metro de profundidad hasta llegar a la cámara de nidificación. En otras ocasiones modifican una madriguera abandonada de Avión zapador o de rata de agua.
Los pollos son cebados por los dos progenitores. Al nacer, los polluelos carecen de plumón, y casi un mes después salen del nido para iniciar su primer vuelo.
Su vuelo es muy rápido (se calcula que puede alcanzar algo más de 72 Km. por hora), normalmente rectilíneo y muy bajo, sobre la superficie del agua. Normalmente lo realiza emitiendo su característico reclamo, por lo que que a veces se le oye y prácticamente no se le llega a ver.
Su sistema de acecho y caza consiste en vigilar los movimientos de su presa desde las ramas bajas de un árbol situado a orillas del río. Una vez detectado el objetivo, el Martín pescador se lanza a toda velocidad sobre aquél, zambulléndose y capturando su alimento y volviéndose a elevar hacia la rama desde la que había partido.
Ocasionalmente, si la zona de pesca no dispone de posaderos adecuados, el Martín se suspende en el aire al acecho, aleteando vigorosamente y manteniendo la cabeza quieta, de una manera similar a la utilizada por el Cernícalo.
Están dotados de un cuerpo hidrodinámico que les permite introducirse en el agua con mucha velocidad para pescar peces e invertebrados. Lo hacen con los ojos cerrados y captura a sus presas con una alta tasa de éxito.
La dieta del Martín pescador incluye fundamentalmente a peces pequeños (aprox. 60-65%), crustáceos, renacuajos e insectos, aunque los primeros son su alimento favorito.
En la época de reproducción necesita de bancos de arena o arcilla en las orillas en donde excava sus nidos. Su requerimiento básico de hábitat es la disponibilidad de agua dulce libre de hielo rica en peces menores de 10 cm.
Su reclamo consiste en breves pitidos repetidos con distinta frecuencia, tanto posados como en vuelo, en forma de tsiiiii.
Las poblaciones de Martín pescador en España ha sufrido un declive de más del 50% en los últimos 20 años.. A esta especie se la incluye en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, así cómo en el Libro Rojo de la aves de España como “En peligro” debido fundamentalmente a la reducción de áreas adecuadas (reducción del sistema fluvial, pérdida de bosques de ribera, contaminación, ...), así como a la escasez de alimentación debido a la introducción de especies piscícolas foráneas como lucios, peces gato, percas americanas, etc. que ha mermado las poblaciones de los pequeños peces autóctonos, anfibios e invertebrados que le sirven de alimento.
Otra de las posibles causas de la merma de la población es la reducción de los niveles de reproducción, ya sea porque son capturados por depredadores o porque se ahogan en sus primeros intentos de pesca. Lo cierto es que no suelen sobrevivir más de dos crías de cada puesta. Las inundaciones que afectan a los nidos son otra causa de mortandad.
Por último, hay que tener en cuenta que la mortalidad de los adultos es también muy elevada. Como curiosidad, en la antigüedad esta especie fue perseguida para adornar con sus plumas los sombreros de las mujeres y más recientemente para elaborar miles de moscas artificiales para los pescadores.
Me encanta este pequeñín. Preciosas y complicadas fotografías, sobre todo en vuelo. Un saludo.
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