Comparto en ésta nueva entrada el reportaje fotográfico que a lo largo de la primera quincena del pasado mes de diciembre pude realizar a un grupo de siete ánsares caretos (Anser albifrons).
Como muchos ya sabéis, el Ánsar careto es una especie de ganso invernante escaso, pero regular en la Península Ibérica. En el caso concreto de Asturias casi todos los años en ésta época invernal acostumbra a aparecer de forma aislada o en pequeños grupos, no siendo extraño verlos mezclados con bandos de ánsares comunes.
Se trata de unas aves migratorias de larga distancia que crían en la tundra ártica y que se desplazan hasta nuestra costa cantábrica para más adelante adentrarse hacia ciertas marismas, zonas de campos de cultivo o humedales de la meseta donde pasarán el invierno.
La primera observación la conseguimos tener el domingo 4 de diciembre en el occidente asturiano por los abundantes campos de labranza y rastrojeras que se encuentran entre las playas de Arnao y la de Penarronda.
Sobrevolaban en perfecta formación y, tras dar unas cuantas vueltas por la zona, un pequeño grupo de amigos pajareros los pudimos localizar en un frondoso campo de hierba en donde sus siluetas y colores pardos contrastaban notablemente con el entorno.
No parecían encontrarse muy a gusto en esa zona y el posible alimento que allí podían encontrar no parecía que les satisficiera, por lo que decidieron trasladarse a unas rastrojeras cercanas donde, ahora sí, no paraban de alimentarse.
El hábitat del Ánsar careto (Anser albifrons) durante la época reproductiva se encuentra en los pastizales, proximidades de ríos, lagos y otros humedales de la tundra. Durante las migraciones y en invierno se encuentran en los humedales, lagunas, marismas, prados inundados y campos de cultivo.
Su alimentación es fitófaga a base de hierbas, hojas, tallos, brotes, raíces, tubérculos y semillas. Mientras pasta, utiliza los afilados laterales del pico como tijeras para cortar la vegetación, a la vez que empuja con la lengua el alimento ya ingerido hacia el esófago.
Como puede apreciarse en las fotografías, se trataba de un grupo de siete ánsares caretos compuesto por cinco ejemplares jóvenes y dos adultos.
Eran precisamente esos dos ejemplares adultos los que se mostraban habitualmente vigilantes mientras el resto del grupo se alimentaba, aunque también ellos tuvieron su oportunidad.
Revisando las fotografías del grupo en vuelo, también en ellas se puede apreciar como lideraban y cerraban el grupo los dos ejemplares adultos.
La segunda observación de éste grupo tuvo lugar cinco días después de la primera (09/12/2022) a unos 110 km de la primera localización, concretamente en un prado encharcado del cabo Negro (Gozón. Asturias).
Era una mañana de fuerte temporal con lluvia constante y fuertes rachas de viento lo cual dificultaba notablemente la obtención de fotografías. No obstante alguna testimonial pudimos obtener.
Tras permanecer un buen rato alimentándose en esa zona levantaron el vuelo rumbo al oriente sobrevolando nuestra posición, lo cual nos permitió obtener alguna fotografía de ese grupo en vuelo.
Su denominación científica “Anser albifrons” proviene del latín y significa “ganso de frente blanca”. Aunque están reconocidas cinco subespecies (A. a. elgasi, A. a. gambeli, A. a. frontalis, A. a. flavirostris y el A. a. albifrons) en nuestro país sólo podemos observar habitualmente dos: el Anser a. albifrons y el Anser a. flavirostris.
Se trata de un ganso de tamaño mediano, compacto y con el cuello relativamente corto, que tiene un aspecto general pardo oscuro en mayor o menor grado según la subespecie. Tienen una longitud de entre 64-80 cm y una envergadura que puede alcanzar los 1,60 m. El peso puede llegar a los 3,2 Kg. No existe dimorfismo sexual en esta especie aunque los machos son ligeramente más grandes que las hembras. El Ánsar careto (Anser albifrons) es un ánsar de un tamaño algo menor que el A. común y el A. campestre y de mayor tamaño que el A. chico, con los que se puede llegar a confundir.
Los ejemplares adultos presentan las partes superiores de color pardo-grisáceo oscuro (más oscuras en la subespecie A. a. flavirostris), con un fino barrado transversal de color marrón claro que se corresponden con el borde distal de las plumas.
La cabeza es de color pardo oscuro con una gran mancha blanca en la cara junto a la base del pico que se extiende hacia la frente y que está bordeada en su parte posterior por una estrecha franja pardo negruzca. El pico es pequeño pero es robusto y dependiendo de la subespecie es de color rosado (A. a. albifrons) o naranja (A. a. flavirostris). La uña es blanquecina.
El cuello parece estriado verticalmente debido a una especie de surcos que forman las plumas y es de color pardo oscuro en su zona superior y central. La base del cuello y el pecho son de color pardo con unas finas rayas transversales poco marcadas. Los flancos tienen gruesas barras verticales más oscuras.
El vientre es de color pardo blanquecino con unas manchas negras transversales bastante visibles. La zona caudal es de color blanco.
Las alas son de color pardo grisáceo oscuro con finas barras transversales de color pardo claro que se corresponden con el borde distal de las plumas. Las plumas primarias y las secundarias son de color pardo negruzco con los bordes blanquecinos.
La cola es corta y de color pardo negruzco con los bordes y el extremo de color blanco.
Los ojos son de color marrón oscuro y están bordeados por un fino anillo periocular de color naranja oscuro.
Las patas son de color naranja y tienen los dedos palmeados.
Los jóvenes se parecen a los adultos pero no tienen manchas negras en el pecho y el vientre, ni tampoco los surcos en el cuello. También carecen de la mancha blanca junto a la base del pico la cual la desarrollan a finales del primer invierno. En ellos, el pico es de un color rosa apagado y puede originar confusión un su identificación, sobre todo porque son mayoría entre los que alcanzan nuestro país.
El Ánsar careto (Anser albifrons) tiene una distribución netamente holártica (es decir, la región holártica se refiere a la totalidad (holos) de las áreas nórdicas (arktikós) de la tierra, incluyendo los tres continentes: América, Asia y Europa). Cría en las tundras del norte de Eurasia desde la Península de Kanin (Rusia) hasta el Estrecho de Bering entre el extremo oriental de Asia y el extremo noroccidental de América. Es decir, la especie se distribuye por las altas latitudes del hemisferio norte, como las regiones septentrionales de Rusia, Groenlandia, Siberia, Canadá o Alaska. Inverna en diversas zonas de Europa occidental (central) y suroriental (alrededor del Mediterráneo), de Asia oriental (Cáucaso), las costas atlánticas y el norte del subcontinente indio.
La migración desde las zonas de cría hacia las de invernada, normalmente situadas en Europa central, se inicia a finales de agosto o principios de septiembre, apareciendo como invernante escasa en nuestro país entre noviembre y marzo. Su estancia se prolonga hasta diciembre, en tanto que el regreso a sus zonas de cría tiene lugar entre marzo y mayo.
En España pueden aparecer tanto individuos de la subespecie “albifrons”, distribuida por el norte de Europa, como de la subespecie “flavirostris”, propia de Groenlandia. La mayoría de los avistamientos de esta especie se localizan en el tercio norte peninsular, en lugares como las lagunas de Villafáfila o diferentes humedales de Asturias, Vizcaya, Zaragoza y Gerona. También existen citas de este ganso en las marismas del Guadalquivir.
El periodo de reproducción del Ánsar careto (Anser albifrons) lo llevan a cabo entre los meses de junio y septiembre. Crían en solitario de forma muy dispersa, aunque también puede formar colonias poco aglutinadas.
Al tratarse de una especie escasa en España, no se han descrito amenazas concretas que pesen sobre ella en nuestro territorio. Sin embargo, debido a que suele aparecer junto con su pariente el A. común, el A. careto puede verse influido por los mismos factores negativos que afectan a aquel: principalmente cambios agrícolas, actividad cinegética y envenenamientos por plomo.
Uff...este ganso es una de mis debilidades, me encanta. Buenas fotos y texto, como siempre. Enhorabuena. Por aquí este invierno tenemos unos 24, nuestro record de hace, creo que 4 años, son 91, ese día fue glorioso. Un saludo.
ResponderEliminar