domingo, 20 de noviembre de 2022

Algunas de mis últimas observaciones por la campiña gozoniega. Aguilucho pálido (Circus cyaneus). Escribano palustre (Emberiza schoeniclus). Cistícola buitrón (Cisticola juncidis). Garza real (Ardea cinerea). Faisán vulgar (Phasianus colchicus). Cernícalo vulgar​ (Falco tinnunculus).

En ésta nueva entrada quiero compartir mis fotografías de algunas de las últimas observaciones que he podido realizar en la campiña de la rasa costera del concejo de Gozón (Asturias) y que, de una u otra manera, me han llegado a gustar. En unos casos porque simplemente me gustan las especies y fotografías conseguidas y en otros en los que, aunque es obvio que la calidad de las fotografías es muy mala, pero el hecho de poder recordar y testimoniar esa observación me compensa sobradamente. Ese es el caso de la primera especie protagonista de ésta entrada. Me estoy refiriendo a un ejemplar hembra de Aguilucho pálido (Circus cyaneus) que últimamente anda rondando las campiñas del concejo de Gozón, desde Cabo Peñas a el Cabo Negro, pasando por la campiña de Verdicio que es donde pude testimoniar de alguna manera esa presencia.




Los dos encuentros que tuve con él (11-13/11/22) ocurrieron en un amplio espacio abierto de esa campiña de la localidad de Verdicio por donde pude observarle, como es su costumbre, realizando vuelos rasantes de caza. Esos vuelos los realizaba planeando a muy poca altura del suelo, mirando continuamente hacia abajo, escudriñando todos los rincones y rebasando las irregularidades del terreno.




Estas aves habitualmente, siguen el contorno de los prados apareciendo y desapareciendo en el horizonte tras realizar continuos quiebros en busca de sus potenciales presas. Todas esas circunstancias dificultan notablemente el poderles localizar y fotografiar, máxime cuando a eso le añades el tener el sol de frente como me ocurrió en ésta ocasión. 




En algún lugar he leído que ésta especie está considerada como una de las aves de presa más activas que existen. Se estima que permanece en vuelo aproximadamente el 40 % del día y puede llegar a volar 160 km diariamente.




Es característico de ésta especie observarla mientras inspecciona el terreno con las alas colocadas en forma de "V", así como el color blanco del obispillo que resulta muy visible en vuelo. 




Además, en el caso de las hembras bordeando la cara por su parte posterior e inferior tienen una franja estrecha, muy definida y contrastada que conforma un disco facial. Esta franja parece un collar y es de color blanco con pequeñas líneas transversales marrones. Dentro del disco facial la cara es de color pardo claro con múltiples líneas marrones oscuras y en ella tienen una mancha blanquecina alrededor del ojo, salvo por su parte anterior. En el píleo y en la nuca tienen gruesas barras de color marrón oscuro.




El segundo protagonista de ésta entrada al blog es el Escribano palustre (Emberiza schoeniclus), una especie de paseriforme por la que siento una gran simpatía y que, al igual que en años anteriores, llegadas éstas fechas, me gusta buscar por los campos de la zona de Verdicio (Gozón), a los primeros ejemplares que provenientes de Europa central o meridional nos visitan para pasar el invierno con nosotros. Se trata de un pájaro que, lamentablemente, pertenece a una de las especies de paseriformes con una población reproductora más exigua de la Península Ibérica.




Esa simpatía especial que siento hacia esta especie no solo se debe a su belleza, sino también porque cada vez que me encuentro con ella me viene a la cabeza el hecho de que se trata de una especie que en nuestro país está catalogada desde hace años, como un ave “En peligro de extinción” (Catálogo Nacional de Especies Amenazadas) y que se estima que ha habido una caída del 80 por ciento de la población reproductora de la subespecie iberoriental. Por ese motivo y para alertar sobre las amenazas que se ciernen sobre esta especie, ya en el año 2009 fue designado “Ave del Año” por la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife).




Hemos de tener en cuenta que las dos subespecies ibéricas: "E. s. lusitanica" y "E. s. witherbyi", están catalogadas como “En peligro de Extinción” en el último Libro Rojo de las aves de España y no es casualidad que hasta no hace mucho tiempo, éste escribano se reproducía en todo el país, y en la actualidad tan sólo lo hace en menos de 40 localidades.




A propósito de las subespecies del E. palustre, decir que las fotografías que aquí presento no son de ninguna de las dos subespecies que todavía (y a duras penas) se reproducen en España: el Escribano palustre iberoccidental (E. Schoeniclus Lusitanica), que es endémica de la península Ibérica (Galicia, Portugal y norte peninsular), y otra que sólo cría en España (Valle del Ebro, Levante, la Mancha, S.E. de Madrid y norte de Mallorca) y en el sur de Francia, el Escribano palustre iberoriental (E. s. witherbyi). Estas dos subespecies son residentes y no realizan desplazamientos de interés.




La especie que si hace esos desplazamientos de interés, es la que vemos en esta época y por esta zona. Se trata de la subespecie nominal proveniente de Europa central o meridional que habitualmente inverna en nuestro territorio (E. Schoeniclus Schoeniclus) y que aparece en toda Europa, Asia y norte de África. Ésta se llega a mezclar, en esta época y en ciertos lugares, con las residentes habituales de la península.




El hecho de que los pocos ejemplares que aún se reproducen en España y norte de Portugal, no pertenezcan a una sola población, sino a dos subespecies diferentes que, además, son casi endémicas, no hace más que aumentar su grado de amenaza




Lamentablemente, en la actualidad en Asturias ya ha desaparecido como subespecie reproductora, aún y cuando las características naturales de nuestro territorio deberían ser favorables, tal y como lo son las de nuestras comunidades vecinas que aún conservan algunas colonias reproductoras.




Tampoco debemos olvidar que el contingente invernante procedente de Europa (E. s. schoeniclus), aunque presenta un tamaño poblacional mucho mayor, también se considera amenazado y está incluido en la categoría de “Vulnerable” en el Libro Rojo de las Aves de España.




Entre las posibles causas de esta situación parecen tener un especial protagonismo la pérdida de los carrizos y la desecación de los humedales debido a la intensificación agrícola que ha sustituido los carrizales por regadíos. También ha tenido una gran influencia el uso incontrolado de herbicidas y plaguicidas que contribuyen a diezmar su población al reducir sus fuentes de alimento, tanto animal, como vegetal.




Hasta aquí las fotografías a las que al principio de la entrada refería que, a pesar de no tener calidad, me merecían la pena publicar para poder recordar y testimoniar esas dos observaciones. Ahora me gustaría compartir alguna que otra observación de éstos días que considero que son de mayor calidad en cuanto a la fotografía o a la belleza de la especie. A ese respecto, os presento a éstos bellos pajarillos que éstos días abundan por la zona y que hacen las delicias de cualquier aficionado a la observación o fotografía de aves; me estoy refiriendo al Cistícola buitrón (Cisticola juncidis).




Se trata de una de las aves más pequeñas de Europa y que precisamente debido a eso habitualmente resulta más fácil de detectar por su inconfundible canto, que emite mientras vuela con su característica trayectoria ondulante. Estaremos de acuerdo en que su fotogenia es indiscutible.




También merece la pena, pienso yo, compartir estas imágenes de una Garza real (Ardea cinerea) que me sobrevoló a escasos metros de mi posición y de la que pude conseguir alguna fotografía a una distancia muy corta. En ella se puede apreciar la gran belleza de ésta majestuosa ave zancuda. 




Tampoco me resisto a no publicar a otra de las aves bastante habituales por esa campiña gozoniega y que aunque es conocida su cría en granjas con vistas a su aprovechamiento cinegético, algunos ejemplares consiguen sobrevivir asilvestrados, o eso al menos eso me gusta pensar a mi. Se trata de un Faisán vulgar (Phasianus colchicus) una especie de origen asiático introducida en tiempos históricos en la Península Ibérica y Baleares. En el caso de los machos como el que aparece en estas fotografías la belleza de su plumaje en vuelo es francamente llamativa.




Y ya para terminar unas cuantas fotografías de todo un clásico por esos ambientes de la campiña gozoniega por donde podemos disfrutar de la presencia de varios ejemplares de Cernícalo vulgar​ (Falco tinnunculus). 




En éste caso, tal como se puede apreciar en las imágenes, se trataba de un ejemplar macho que por momentos, parecía querer entablar toda una conversación con mi cercana presencia.  




Nunca me canso de observar y valorar la gran belleza de ésta pequeña ave rapaz a la que estamos acostumbrados a ver y que tal vez por ello le hallan puesto su denominación de "vulgar", porque por lo que no paso es que se lo pusieran por la segunda acepción, es decir, por la de que no tiene ningún rasgo o característica original o especial.




Y hasta aquí ésta nueva, extensa y variada entrada al blog que espero os haya gustado. 

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