jueves, 30 de septiembre de 2021

Todo un privilegio poder observar y fotografiar a un ave rapaz muy escasa en nuestro país y en peligro crítico. Águila pescadora (Pandion haliaetus). Águila marina.

En la tarde del pasado día 24 de septiembre, tras un almuerzo familiar en el concejo de Colunga (Asturias), decidí darme una vuelta por el entorno de la ría de Villaviciosa aprovechando mi paso por allí.




Al poco tiempo de mi llegada, tuve la fortuna de toparme con un ejemplar de ésta emblemática especie a una distancia relativamente cercana posada en lo alto de un poste de madera.




Una oportunidad única para poder observar y fotografiar con bastante facilidad a ése prodigo de la naturaleza y en un bello marco como es el entorno de la ría de Villaviciosa.




Además, tuve la fortuna de coincidir allí mismo con varios buenos aficionados a la fotografía y observación de aves que ya llevaban cierto tiempo en el lugar y con los que pude compartir los diversos tiempos de espera que el ave nos brindó en sus idas y venidas intentando pescar algún pez.




Una tarde de nubes y claros que en ciertos momentos, cuando se nublaba, puso a prueba los diversos equipos fotográficos que allí portábamos los presentes teniendo que recurrir en ocasiones a tirar de altos niveles de ISO para intentar lograr algunos momentos que difícilmente se pueden olvidar, como fueron el observar los diversos lances de pesca que nos regaló esa impresionante ave rapaz.




Fueron dos horas y media de observación en las que nos dio la oportunidad de poder captarla con distintas poses




También la pude captar realizando diversas actividades como la de estirar un ala y la correspondiente pata.




O, también, realizando sus más elementales actividades fisiológicas.




Una de las posturas en la que la pude fotografiar y que no dejo de sorprenderme, fue la de “hacer el pino”. Os pongo la secuencia completa.





Una maniobra nada fácil de llevar a cabo sobre una superficie tan pequeña como la del poste de madera.





Pirueta digna de un espectáculo del Circo del Sol que realizó a la perfección.





Pero sin duda la actividad que todos los allí presentes estábamos deseando observar era la que le proporciona su denominación común, es decir, pescando.





Una tarea nada fácil que le supone un gran gasto de energía al tener que retomar el vuelo una vez haberse cernido y posteriormente lanzado al agua con las garras por delante.





Impresionantes lances e importante esfuerzo el que tiene que realizar para retomar el vuelo desde el agua.





Un importante esfuerzo que no siempre se ve recompensado con la captura de algún pez y poderlo observar aunque sea a una cierta distancia, constituye todo un espectáculo digno de ver.





Habitualmente, tras cada intento de captura de algún pez, se retiraba a las ramas de un cercano arbusto para sacudir sus alas y favorecer su secado.





Momentos también interesantes para poder contemplar en toda su extensión el bello plumaje de sus las largas alas.





Posteriormente, se dedicaba a ahuecar y acicalar su plumaje para tenerlo en óptimas condiciones para el siguiente lance.





Más tarde hizo otro intento de pesca en el que, lamentablemente, tampoco obtuvo recompensa.





En esta ocasión lo pude observar desde otro ángulo diferente ya que se tiró al agua en ángulo oblicuo lo que requirió unas maniobras de “frenado” distintas a cuando lo hace más verticalmente.





La visión de su elevación desde el agua, vista por la parte posterior, me permitió contemplar su plumaje por la parte que tal vez es la más vistosa.





Un gran esfuerzo sin obtener, una vez más, la merecida recompensa.





Afortunadamente, al final de la tarde tuve la ocasión de observar y poder fotografiar, aunque sea testimonialmente, el tercero de los lances de pesca en el que, esta vez sí, obtuvo su merecida recompensa.





Un gran subidón verla alzar por fin su más que merecida recompensa.





Tras un lento y dificultoso ascenso desde el agua con su preciado trofeo, ahora tan solo nos faltaba poder captar el momento en que se lo llevase a su posadero para, lentamente, ir despedazándolo y comiéndoselo.





Esa posibilidad, desafortunadamente, no se nos logró ya que decidió retirarse a una zona alta de un árbol cercano que además de comedero le sirve de dormitorio habitual y que escapaba a nuestra visión.





Me sorprendió cuando a la vuelta de ese lance de pesca con su trofeo en sus garras, se podía apreciar la buena mojadura que llevaba su bello plumaje y como al pasar cerca de nuestra posición en un claro ejercicio de gran habilidad retorcía su empapada cabeza y cuello para, me imagino, soltar algo de agua que llevaba encima y así aligerar el vuelo. Iba, literalmente, volando con la cabeza y pico mirando para arriba.





Todo ello mientras con sus alas extendidas, permanecía en una adecuada posición de planeo.





Tras, aproximadamente, media hora que dedico en comerse el pez en su escondido comedero, quiso despedirse de los que allí aguantábamos mientras declinaba el día, con una sutil llegada en vuelo rasante al oteadero habitual en lo más alto del poste de madera. Unas imágenes puramente testimoniales en las que se puede apreciar su gran envergadura alar y la perfecta aerodinámica de su vuelo.





Una llegada triunfal a lo más alto del poste en donde nos regaló unas nuevas poses con las alas extendidas para que no nos olvidemos de la gran belleza que atesora esta impresionante ave rapaz.




Como ya viene siendo habitual en mis entradas al blog quiero aprovechar la ocasión para profundizar en el conocimiento de esta especie con una recopilación de la información que he podido recabar.




El Águila pescadora cuyo nombre científico es el de “Pandion haliaetus”, pertenece al Orden de las Falconiformes, Familia, “Pandionidae” y única especie representante del Género “Pandión”.




El término “Pandión” proviene del latín “Pandion-onis” (πανδίων-ονος): Pandión, mítico rey griego del Ática, cuyas trágicas hijas, Filomela y Procne, fueron metamorfoseadas en ruiseñor y golondrina respectivamente y su significado etimológico es el de pertenecientes a la familia de las aves relacionadas con el mítico rey Pandión. Por su parte el término “haliaetus/os-i”: proviene del griego ἁλιαετός-οῦ: águila grande de mar. Obviamente como su nombre común indica, es una rapaz especializada en el medio acuático y en la alimentación a base de pescado.




Tienen un tamaño mediano-grande ya que miden aproximadamente 53-66 cm de longitud, tienen una envergadura alcanza los 1,50-1,80 m y su peso oscila entre los 1.2-1.6 Kg en el caso de los machos, 1.6-2.0 Kg en las hembras. Su longevidad puede alcanzar los 20-25 años. Existe un mínimo dimorfismo sexual en esta especie y además, como sucede con otras especies de rapaces, las hembras son algo más grandes y algo más pesadas que los machos. Presenta varias subespecies. En España se encuentra la subespecie “haliaetus”, típica del Paleártico (Europa, Asia al norte del Himalaya, África septentrional y las zonas norte y central de la península arábiga).




Los machos adultos vistos en vuelo, por su parte inferior destacan por tener unas alas muy alargadas, estrechas y anguladas, que por su parte anterior son de color blanco liso y que se delimitan con una banda oscura de las plumas de vuelo, en las que un múltiple moteado oscuro contrasta con el blanco más sucio de fondo.




Las puntas de las alas primarias solo tienen cuatro dedos y, al igual que las zonas de flexión, están manchadas de negro. Sus alas son más impermeables que las de ninguna otra ave rapaz.




El cuerpo tiene el pecho moteado de marrón oscuro, así como una especie de collar, que es más pequeño y menos marcado que el que tienen las hembras.




La cola es corta, de forma cuadrangular y por su parte inferior presenta finas barras transversales oscuras y una banda terminal más ancha y también oscura, de la que carece la hembra.




Las partes superiores son de color pardo oscuro que contrastan notablemente con las inferiores blancas y que son más claras en los jóvenes, debido a que sus plumas tienen el borde pálido.




En reposo se puede apreciar que tienen las infracoberteras grandes negruzcas y las secundarias oscuras con un barreado poco marcado.




La cabeza es blanca con estrías pardo oscuras por encima y con una banda de color pardo oscuro entre los ojos, que se prolonga a modo de antifaz por detrás de ellos y hacia abajo, a los lados del cuello, para acabar fundiéndose con el pardo oscuro de la nuca.




Las plumas de la parte posterior de la cabeza y de la nuca son largas y se erizan a modo de cresta en algunas ocasiones.




El pico es grande y fuerte, está muy curvado hacia abajo con una forma de gancho muy pronunciada. Es de color negro, excepto en la base que es de color gris plomo. La cera del pico es de color gris verdoso. Esta águila tiene la capacidad de poder cerrar las fosas nasales para evitar la entrada de agua durante las inmersiones.




Los ojos son grandes, de color amarillo brillante y están rodeados de un anillo periocular de color marrón muy oscuro. Tienen visión binocular varias veces más aguda que la de los humanos.




Las patas son fuertes y de color verde amarillento. Están dotados de cuatro fuertes dedos con dedo externo oponible y escamas rugosas en las yemas de los dedos para sujetar presas resbaladizas como los peces. Sus poderosas garras están provistas de unas largas uñas de color negro, muy curvadas y afiladas.




Las hembras son más gruesas y con las alas más anchas que los machos. Son fáciles de distinguir al ver una pareja, pero no tanto con individuos solitarios.




Los jóvenes por sus partes superiores son de un pardo más claro que los adultos y en vuelo las secundarias resultan algo más pálidas que en los adultos, con un barreado más patente. Tienen el iris del ojo de color naranja.




Esta especie prefiere sobrevolar zonas tranquilas y alejadas de la influencia humana. 




Cuando el Águila pescadora vuela en busca de alimento es capaz de cernirse con profundos aleteos antes de lanzarse al agua para zambullirse y capturar los peces con sus garras.




Cuando atrapan un pez y lo transportan entre sus garras, lo colocan siempre con la cabeza hacia delante para que ofrezca menos resistencia al aire. Si el pez es demasiado grande en ocasiones no pueden desprenderse de él debido a la estructura de las escamas de sus patas y la de sus uñas, una situación que, dado el gran peso de la presa, puede provocar la caída del ave al agua con riesgo de su fallecimiento por ahogamiento o por congelación.




Habita en ríos transparentes y de curso lento, preferiblemente bordeados de árboles. Se alimenta de peces con un peso inferior a medio kilo, completando su dieta muy ocasionalmente, con anfibios y pequeños mamíferos.




Se distribuye ampliamente por el hemisferio norte y por Australia y Asia. En el Paleártico (Europa, Asia al norte del Himalaya, África septentrional y las zonas norte y central de la península arábiga) ocupa mayoritariamente el norte de Europa y Rusia.





El Águila pescadora es una rapaz migradora, que viaja desde los países del nordeste de Europa en los que cría (Alemania, Bielorrusia, Dinamarca, Finlandia, Noruega, Lituania, Polonia, Reino Unido y Suecia) y Rusia, hasta África subsahariana (Senegal, Gambia, Guinea Bissau y Mali), dónde pasa el invierno.




Estas poblaciones nórdicas europeas son migradoras regulares hacia el África tropical y es entonces cuando nosotros las podemos observar en su paso por la Península Ibérica, quedándose algunas de ellas a invernar en nuestro territorio. Las que se quedan con nosotros a invernar, son más regulares. El paso prenupcial lo realizan de marzo a junio y el postnupcial de agosto a noviembre.




En nuestro país no son aves especialmente raras en migración. Las podemos ver en los cursos de los ríos y los embalses, e incluso en invierno, aunque en esta época en menor cantidad y siempre aves solitarias que año tras año vuelven a los mismos lugares.




Los lugares donde mejor las podemos observar durante el paso migratorio y donde además inverna una pequeña población, son la Comunidad Andaluza (Huelva; Paraje Natural de Marismas del Odiel y de las Marismas de Isla Cristina. Cádiz; Bahía de Cádiz y embalses interiores y algunos ejemplares en la provincia de Málaga; Paraje Natural de la Desembocadura del Guadalhorce), la Valenciana y la Extremeña.

SEO/BirdLife



Su alimentación es casi exclusivamente a base de peces vivos que captura en aguas dulces, saladas o salobres y con un peso inferior a medio kilo, completando su dieta en ocasiones, con anfibios y pequeños mamíferos.




Durante el vuelo de pesca, ciclea planeando y se cierne a poca distancia del agua. Una vez localizada la presa se lanzan sobre ella desde el aire en un acusado picado casi vertical que puede sobrepasar los 120 Km/h. En el último momento, antes de la zambullida, adelantan las garras las cuales se sumergen en el agua para atrapar al pez. A veces pesca desde la superficie sin llegar a zambullirse. También puede pescar desde posaderos.




Por lo general son aves monógamas y su madurez sexual llega a los 3 o 4 años de edad. El periodo de cría lo realizan en abril-mayo. La escasa población reproductora española sitúa su nido en acantilados rocosos marinos, mientras que los individuos nórdicos lo hacen en árboles, arbustos, postes telefónicos, incluso en torretas eléctricas o plataformas artificiales que se hallen en las proximidades de un lago o similar.




Construyen los nidos ambos progenitores a base de palos y ramas y los tapizan con ramillas, musgo, hierbas y corteza. Como lo suelen reutilizar año tras año, llegan a alcanzar dimensiones importantes.




La puesta se compone normalmente de dos o tres huevos. La incubación dura unos 35-37 días aproximadamente. Las crías son cuidadas por la hembra, mientras que el macho caza y aporta alimento. Abandonan el nido alrededor de los 55 días de edad y se independizan en dos meses más.




Las principales amenazas que dieron lugar a la drástica disminución de su número de efectivos en España se debió a la destrucción del hábitat, tanto de nidificación como de alimentación, por culpa de urbanizaciones e instalaciones turísticas o recreativas en la costa, a lo que hay que sumar la persecución directa (caza furtiva) y las molestias ocasionadas en las zonas de nidificación por los deportes náuticos, los excursionistas o los pescadores. En la actualidad se han añadido como problemas importantes, la colisión con cables eléctricos y aerogeneradores, la electrocución en tendidos eléctricos y la contaminación ambiental que son responsables de la muerte de muchos individuos cada año.




El Águila pescadora se incluye en el Libro Rojo de las aves de España (2004) como “En peligro crítico” y aparece como “De interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.

3 comentarios:

  1. Una entrada espectacular y sin duda emocionante. Las imágenes preciosas. Saludos.

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  2. Una vez más agradecido por tu amable comentario. Espero ver alguna tuya de ésta maravilla de la naturaleza que seguro serán preciosas. Saludos.

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  3. Una pasada las fotos que lograste de la pescadora con el plus añadido de la captura de pesca incluida. Veo por el relato que haces, que os permitió disfrutar de ella durante un buen rato circunstancia que aprovechaste de maravilla logrando muy buenas fotos en muy variadas acciones. Enhorabuena José Ignacio y Un abrazo

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