domingo, 29 de agosto de 2021

Un pequeño homenaje a un pajarillo muy popular, fácilmente reconocible y que defiende vigorosamente su territorio. Petirrojo europeo (Erithacus rubecula). Raitán.

Revisando las series fotográficas que a lo largo de lo que va de año he realizado a distintas especies de aves y que, en la mayoría de los casos, he querido compartir en las diversas entradas al blog, me he dado cuenta que en muchas ocasiones pasamos por alto las de los pajarillos que año tras año nos alegran nuestras salidas “pajariles” por aquello de que son muy frecuentes, populares y fácilmente reconocibles.



A éste respecto, me ha parecido increíble que tras haber publicado hasta ahora 373 entradas a éste blog, aún no le haya dedicado una a este pajarillo tan guapo, sociable y muy querido, no sólo por los aficionados a la observación y fotografía de aves, sino también por el público en general.



No es de extrañar que los británicos en una votación popular publicada por The Times en los años 60, adoptaran al Petirrojo como el ave nacional no oficial del Reino Unido. En 2015, el Petirrojo fue nuevamente votado como ave nacional de Gran Bretaña en una encuesta organizada por el observador de aves y divulgador en televisión David Lindo, con el apoyo de la RSPB, obteniendo el 34% de los votos finales (213.000 votos recibidos).



Su característica y llamativa mancha anaranjada en el pecho, la garganta y la cara hace que su identificación no provoque la menor de las dudas y es la que le ha proporcionado tanto su denominación científica, como la común. También ha sido esa peculiar característica la que se ha querido resaltar en múltiples denominaciones vernáculas entre las que quiero destacar algunas como la de “pimentonero”, “papirojo”, “papito colorado”, “arguiñano”, o incluso la de “comunista”. En Asturias, como muchos ya sabréis, es popularmente conocido como “raitán”.



A este respecto no quería dejar de mencionar una curiosa creencia popular que, en teoría, pone de manifiesto la supuesta compasión que atesora ésta emblemática especie. Según esa creencia, el color rojo del pecho del Petirrojo tiene su origen en una hermosa leyenda. Mientras Cristo colgaba de la cruz, un pajarillo de color oscuro, movido a compasión por el Redentor, intentó arrancar las espinas de la corona que herían su frente, manchándose el pecho de sangre. Desde entonces, en recuerdo de su dulce compasión, la mancha roja sigue apareciendo en todos sus descendientes. (El maravilloso mundo de las aves. T.II, pg. 99).



El Petirrojo europeo es un pájaro sociable, atrevido y curioso que acostumbra a salir del bosque y plantarse a mitad de un camino para ver quién llega a su territorio, emitiendo su característica voz de alerta: un “chip-chip” metálico y seco. Su canto es un gorjeo musical, muy melódico, parecido al del ruiseñor. No obstante, hay que recordar que esa actitud la lleva a cabo para delimitar su territorio mediante el canto y no dudan en atacar a ejemplares de su misma especie como con el resto de las aves, ya que se trata de unas aves muy territoriales.



Es territorial no solo en la época reproductora, sino también durante la invernada. En este último periodo, las parejas se separan y defienden territorios individuales.



El Petirrojo europeo (Erithacus rubecula) es un ave paseriforme perteneciente a la familia de los muscicápidos (“Muscicapidae”) al igual que los papamoscas, ruiseñores, etc. Anteriormente se le encuadraba en la familia de los túrdidos (mirlos, zorzales, etc). Tienen un tamaño de unos 14-16 cm de longitud, con una envergadura que puede llegar a los 22 cm. Su peso ronda entre los 20-22 gr. No existe dimorfismo sexual en esta especie. El promedio de vida del Petirrojo europeo es muy bajo ya que la mayoría no llegan a alcanzar un año de vida.



En invierno es habitual verle con un aspecto rechoncho debido a que ahueca sus plumas para conservar el calor entre ellas.



Tienen el dorso y la cabeza de un color pardo oliváceo.



Tienen una gran mancha de color anaranjado (herrumbroso) que se extiende desde la frente, la parte anterior de la cara por delante del ojo y por debajo de él, así como por la garganta y el pecho que está bordeada por una irregular y sutil banda gris.



Los flancos son blanquecinos con tintes parduzcos.



Por la parte inferior son de color blanco sucio.



Las alas son anchas, redondeadas y de color pardo verdoso.



El pico es muy pequeño, fino, muy puntiagudo y es de color pardo oscuro por la parte superior y algo más pálido por la inferior.



Los ojos son grandes, con el iris de un color marrón muy oscuro, casi negro, y están rodeados por una especie de anillo de color naranja blanquecino que es algo más ancho en la parte posterior del ojo.



La cola es larga y estrecha, es de color pardo por la parte superior y blanquecina por la inferior.



Las patas son medianamente largas y de color pardo grisáceo claro.



Los ejemplares jóvenes (final del verano) tienen el plumaje de color pardo verdoso con bordes y puntas de las plumas pardo oscuro y con muchas pequeñas manchas amarillentas que les da un aspecto moteado.



El vientre y la zona caudal que son de color beige algo blanquecino. No tienen el “babero” rojizo anaranjado de los adultos.



Su anillo periocular está muy marcado y es de color amarillento.



Se reconocen varias subespecies siendo la “Erithacus rubecula melophilus” la que habita la mayor parte de la Europa occidental, incluso las islas británicas. En nuestro país además podemos encontrar a otras dos subespecies distintas con marcadas diferencias genéticas: la “E. r. marionae” en la isla de Gran Canaria y la E. r. superbus) en la isla de Tenerife. Se distinguen por un anillo ocular blanco, una intensa coloración del pecho y una línea gris que separa el rojo anaranjado del marrón. Su vientre es totalmente blanco.



Habitualmente emiten insistentemente un reclamo seco (tac), que repiten con frecuencia irregular: “tac-tac…, tac-tac-tac”. El canto es más elaborado y melodioso. Delimitan su territorio mediante el canto a lo largo de todo el día, pero especialmente por la mañana muy temprano, incluso antes del amanecer.



Aunque cantan durante todo el año en primavera se sitúan en lugares más visibles y elevados para emitir su canto.



Los petirrojos adultos mudan el plumaje en julio y agosto, período durante el cual permanecen retirados entre los matorrales, no cantan y se dejan ver muy poco.



Son unos pájaros muy inquietos que no paran de moverse continuamente caminando a saltos. Acostumbran a posarse al descubierto con la cola levantada, moviéndola arriba y abajo, las alas ligeramente arqueadas y caídas, mostrando las puntas de las primarias apuntadas oblicuamente hacia el suelo.



Desde sus perchas miran hacia el suelo con atención buscando a sus potenciales presas. Vuelan poco y por cortas distancias dependientes siempre de la superficie del territorio que ocupa.



Se distribuyen por toda Europa, Asia y el norte de África. En invierno desaparece de las localidades más septentrionales de Europa y Asia, y amplía su área de distribución en África y Oriente Próximo.



En España son residentes habituales pero su número aumenta durante invierno con la llegada de aves provenientes de Europa para invernar. Las poblaciones del norte de Europa (Escandinavia, Rusia y mitad norte de Europa oriental) son migradoras totales. Por el contrario, las poblaciones de las islas atlánticas, Europa occidental y el norte de África son sedentarias, aunque también experimentan movimientos migratorios; así, las instaladas en los bosques montanos descienden a cotas altitudinales bajas en invierno. Este último fenómeno resulta muy común en España.



Su hábitat durante el invierno los que habitan en zonas de montaña realizan desplazamientos hasta cotas más bajas por lo que en este período sus hábitats son muy diversos.



En la primavera, durante la reproducción, y en el verano buscan lugares más frescos, por ello generalmente prefieren los bosques próximos a los ríos y los de montaña aunque también se encuentran en otros tipos de bosques, en parques, jardines, huertos, etc. En general, evitan las zonas áridas y con demasiada piedra.



Su alimentación es fundamentalmente a base de insectos, arácnidos, hormigas, escarabajos, gusanos y lombrices que buscan por el suelo, no obstante durante el otoño y el invierno también comen frutos (zarza, saúcos, lentiscos, olivos y acebuches) y bayas silvestres.



El periodo de reproducción lo llevan a cabo entre los meses de marzo y julio, siendo habitual que realicen dos puestas, excepto los que viven más al norte y en las montañas que solo realizan una.



Construyen un nido a base de hierbas, hojas y musgo revestida de pequeñas raíces, pelos y plumas que sitúan en la parte baja de los arbustos y de los árboles o en alguna oquedad próxima al suelo aunque también utilizan lugares no naturales como son tiestos, piezas de máquinas, aleros de los tejados, grietas de las paredes, etc., no obstante a veces usan los nidos de otras aves. 



La puesta se compone habitualmente de 4-6 huevos y la incubación, que corre a cargo de la hembra, dura entre 12-15 días. El macho alimenta a la hembra y a los pollos recién nacidos. Pocos días después de la eclosión, ambos padres cuidan y alimentan a los pollos durante otros 12-15 días que es cuando las crías abandonan el nido, aunque siguen siendo atendidas por sus padres durante unos 15 días más.



Al igual que ocurre con otras muchas especies insectívoras, este pájaro se está viendo afectado por la utilización, cada día más frecuente, de los herbicidas que causan un gran daño a esta especie. El Petirrojo europeo está considerado “De interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.

10 comentarios:

  1. Un pajarillo común y precioso al que no se le hace mucho caso. Merecía una entrada como esta. Un saludo.

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  2. Me encanta, gracias por esto!
    En el Rspb leí que los que son más rechonchos y redondos suelen ser las hembras

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    1. Cuando un ave, como por ejemplo en este caso es el petirrojo está como tú dices rechoncho y redondito es por el frío,no tiene nada que ver el sexo,se embolan para guardar el calor del cuerpo.

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    2. En el texto de ésta entrada a mi blog está puesto que: "En invierno es habitual verle con un aspecto rechoncho debido a que ahueca sus plumas para conservar el calor entre ellas".

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  3. Merecida entrada para este simpático pajarillo

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  4. Yo he tenido uno, lo encontre con mucho frio, lo calente en una estufa y jamas se separo de mi lado.

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  5. Toda mi vida disfrutado de esta bella ave. Me he pasado horas observando a este pajarillo. Gran artículo!

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  6. Muy bueno y muy bien 👌 explicado.yo soy profesional de fotografía de aves y muyyyyy aficionado a la ornitología.muchas gracias bb por todas estas imágenes (que son muy bonitas) pero sobre todo por ese gran resumen que haces de esta simpática ave.GRACIAS!!!!.

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  7. Es una maravilla a mí me viene a visitar todos los días desde Octubre un petirrojo precioso entra en casa .como 4 veces al día va a la cocina salón. .Estando todos en casa .Con un descaro ...Me muero de pena si viven tan poquito como dices .Todos los días le hago fotos y vídeos .Algunas de tus fotos parece mi Rasputin ♥️

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