miércoles, 17 de abril de 2019

Unos días muy animados en el cabo Peñas (Parte 2 y fin)

Ya el segundo día (25/03) pude observar y fotografiar algún que otro Chorlitejo grande (Charadrius hiaticula) adulto y también a un ejemplar juvenil. 





Al igual que ocurrió con los archibebes comunes, su número en días sucesivos fue claramente en ascenso, llegando a contabilizar su número máximo el jueves 28/03 cuando alcanzaron el par de decenas aproximadamente. 





Ese mismo día fue cuando pude apreciar el mayor número de aves de la semana, ya que también se unieron a las anteriormente descritas, un buen número de chorlitejos chicos (Chararius dubius), llegando a alcanzar también cerca de las dos decenas de ejemplares. 





Su menor tamaño y su característico anillo periocular amarillento y su carácter tranquilo y sumamente confiado, enseguida llamaban la atención.





Una limícola muy simpática y sumamente amable que, como suele ser costumbre, se aproximan a tú posición confiadamente, eso sí, sin dejar de observarte, como si te desafiaran con su fija mirada de frente.





Me encantó poderles fotografiar próximos a la lámina de agua, mientras se alimentaban y donde se reflejaba su pequeña silueta. 





Pero cuando realmente pude disfrutar de ellos a placer haciéndoles un amplio reportaje fotográfico, fue ese mismo día (28/03), pero en otro entorno totalmente distinto como es el arenal de la playa de Bañugues, a donde me desplace a media mañana, pero eso será objeto de una próxima publicación del blog. 





He de reseñar aquí que el segundo día (26/03), según pude saber por algún otro aficionado, se observaron en esa misma charca, algún ejemplar de Chorlitejo patinegro (Ave del año 2019 por SEO Bird/Life). Ósea, que todo un festival de chorlitejos en una pequeña charca de lluvia. Todo un lujazo, aunque yo no los llegué a encontrar allí y si más tarde, esa misma mañana, en la cercana playa de Bañugues y a la que le dediqué una reciente entrada en mi blog (enlace). 





Retomando la cronología de las observaciones y como comenté anteriormente, el día de mayor afluencia de especies en esa pequeña charca, fue el 28/03 en el que compartían con los anteriormente descritos, un buen número de correlimos de distintas especies (Calidris alpina) y plumajes que se alimentaban compulsivamente en un nutrido grupo. 





Poco a poco, pude observar cómo se iban uniendo al grupo inicial de la charca, otros pequeños grupos de estas pequeñas limícolas, no sin antes dar unas vueltas de reconocimiento por la zona, mientras emitían sus llamativos reclamos. 





La charca ese día estaba de lo más animado y con tantas aves moviéndose por ella, hacía que no supieras a donde dirigir tu cámara de fotos, acumulando un buen número de fotografías en la tarjeta de memoria. 





La verdad es que en mi caso particular, ya tenía yo un cierto “mono” de poder observar limícolas en un año un tanto escaso de este tipo de aves que todas las primaveras nos alegran con su presencia. Un "mono" que a partir de ese día y los siguientes, afortunadamente se me fue pasando. Y todo ello, gracias a unas condiciones climáticas favorables, ya que en cuanto éstas cambiaron y empezaron a venir frentes con vientos del NO, volvimos a la precariedad de aves limícolas precedente.





Atrajo también mi atención, un gracioso Bisbita pratense (Anthus pratensis) que decidió darse un reconfortante baño al lado de mi posición y de lo que pude dejar constancia en estas imágenes. 





También, el lunes 25/03, pude observar la llegada de un pequeño grupo de gaviotas reidoras, que aunque son bastante frecuentes en nuestro entorno, no quería dejar de mencionar su presencia, un tanto tardía, pues la mayoría ya han migrado hacia tierras del norte para reproducirse allí. 






Una de ellas lucía su más bello plumaje nupcial y junto con otro ejemplar, fueron las únicas que se atrevieron a tomar tierra. Tan sólo permanecieron unos escasos minutos para echar unos cuantos traguitos de agua y volver a retomar su largo camino. 






Ya voy acabando el relato de esos cinco días, pero no quiero hacerlo sin entes mencionar la presencia (28/03) de una gran ave muy frecuente en la mayor parte del territorio nacional, pero no tanto en Asturias y menos en el entorno de Peñas. 





Me estoy refiriendo a una Cigüeña blanca (Ciconia ciconia) a la que vi llegar aproximándose desde la zona NO del acantilado, dirigiéndose directamente a esta charca.





Poco a poco se fue aproximándose a ella y según la alcanzó, decidió darse unas cuentas vueltas alrededor de la charca, para posteriormente tomar la decisión de seguir su camino tierra adentro. 





Llegó a descender bastante lo cual me permitió tomarla unas cuantas fotografías muy cercanas, pero al final, lamentablemente, tomo la decisión de marcharse. 





He querido dejar para el final, las imágenes de otra bella ave rapaz que, aunque lleva tiempo (meses) merodeando por ese entorno de Peñas, su presencia ese mágico día 28/03 me alegró, aún si cabe más, esa entretenida mañana. 





Me estoy refiriendo a un precioso ejemplar macho de Aguilucho lagunero occidental (Circus aeruginosus), que apareció de repente por el entorno de la charca, creando un verdadero pánico entre sus visitantes. 





Ahora podréis comprender la habitual postura de mirada lateral y hacia arriba que adoptaron varias aves, pendientes en todo momento del posible ataque de esta bella rapaz. 





Yo ya la había observado he incluso fotografiado a distancia este año por la zona, pero siempre se mostró bastante distante y esquiva. 





Sin embargo en esta ocasión, parece que la abundante presencia de aves en la charca, le hizo vencer toda timidez y estuvo dando vueltas por la zona a una altura bastante baja. 





Lógicamente, eso me permitió poderle realizar unas cuantas fotografías de cerca y poder observar el caos que ocasionó entre las pequeñas aves su vuelo tan bajo.





Como podréis valorar fueron unos días bastante intensos en los que me pude resarcir de la escasa presencia que últimamente teníamos de aves en nuestra región, sobre todo limícolas, y de la importancia que la climatología conlleva en este paso prenupcial. Esperemos que tan solo fuera un preludio de lo que queda por venir y podamos seguir disfrutando de su presencia durante la recientemente inaugurada primavera. 





Par mi han sido unos días bastante intensos en lo que respecta a la observación y fotografía de aves, ya que tras estos intensos días pajareando por Peñas y Bañugues, me trasladé a la ría de Villaviciosa, donde también tuve la fortuna de encontrarme con especies muy interesantes que plasme en mis dos entradas anteriores al blog.

2 comentarios:

  1. Interesante y completo reportaje el que nos muestras sobre las aves de las que pudiste disfrutar en el cabo Peñas. Enhorabuena por el estupendo trabajo de divulgación que desarrollas en tu blog. Un saludo

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  2. Pues te agradezco un montón tú amable comentario Julio. Me alegro que te guste. Saludos cordiales.

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