Todavía resuena en mis oídos el sutil canto de este interesante pájaro que hace unos días he podido fotografiar de nuevo, aunque no sin dificultades ya que se trata de un ave, escasa, tímida, muy huidiza y silenciosa, que habitualmente sólo la encuentras en las copas o las ramas más altas de grandes árboles.
El caso es que, aunque me ha costado varios días, he conseguido unas cuantas fotografías más para poderle dedicar esta entrada que ya tenía planificada desde hace tiempo pero que dejé a un lado hasta intentar conseguir unas mejores imágenes. Y no es que estas sean muy buenas pero, ya se mejorarán.
Siguiendo ese sutil “Tsic, Tsic“ que emiten en un tono débil y revisando las ramas más altas de los árboles y siempre con la ayuda de los prismáticos, los localizas y en cuanto intentas una mínima aproximación huyen volando a otra zona. Eso sí, si por casualidad consigues una cierta aproximación sin que te detecten, tienes casi asegurado un hermoso contraluz o un montón de ramas que te impiden enfocarle adecuadamenete.
También es verdad que, cuando la ocasión te lo permite y a través de los prismáticos o del propio objetivo de tu cámara, consigues verlos con detalle, enseguida te llama la atención ese aspecto de pájaro pequeño pero compacto y con un pico espectacular que, al menos a mí, me parece que le da un aspecto de gruñón o de cara de “pocos amigos”.
Perteneciente al orden de las Passeriformes, a la familia de los fringílidos y al género Coccothraustes, toma su nombre científico de los términos griegos “kokkos”; semilla, grano, almendra y “trauo”; romper o quebrantar.
Considerado como el mayor de los fringílidos españoles, el Picogordo, tiene una estructura compacta y robusta. A ello contribuyen el tener una cabeza grande y redonda, un grueso cuello, cola pequeña y un ancho, fuerte y cónico pico de aspecto metálico.
Tienen una longitud de unos 18 cm y una envergadura que puede alcanzar los 29-33 cm. Su peso puede alcanzar los 48 a 63 gr y su longevidad puede llegar hasta los 5 años. Existe un claro dimorfismo sexual en esta especie.
En el caso de los machos, su bello y colorido plumaje, es mucho más llamativo que el de la hembra (más pálida en tonos) presentando por la parte superior un color pardo oscuro. El pecho, los flancos y la parte anterior del vientre son de color de color pardo rosáceo con tintes anaranjados. La parte posterior del vientre y la zona caudal inferior son blancas. Los laterales del cuello, así como la parte superior del mismo (nuca), son de color gris claro.
Las alas tienen una ancha franja de color blanco en los hombros, el resto es de color negro con una franja blanca más estrecha que se corresponde con las plumas primarias y secundarias. Las plumas internas tienen reflejos metálicos de color azulado, que en las hembras es de color gris plata.
La cabeza grande y redondeada tiene un tono canela anaranjado que se hace más claro en la zona de la frente y la parte anterior del píleo. En la cara presentan una mancha negra a modo de antifaz que se inicia en la base del pico e incluye al ojo dentro de él rodeándolo minimamente por detrás en forma de una delgada línea negra.
Esa mancha de color negro desciende hacia la garganta bordeando al pico por su base hasta formar una gran mancha negra por debajo del pico que se extiende por la garganta y la parte anterior del cuello (babero).
La zona de la cara por debajo del antifaz y las mejillas son de un color canela anaranjado más oscuro y la zona de la cabeza por detrás del antifaz y la parte posterior del píleo son de color canela oscuro.
Los machos tienen las manchas naranja y gris de la cabeza y la cara mucho más vivas que las hembras.
El pico es de gran tamaño en comparación con el tamaño y volumen de su cabeza. Es de forma cónica con base muy ancha y fuerte. En invierno es de color rosáceo amarillento pálido, pero durante la época reproductiva se vuelve de color azul metálico brillante y algo negro en su extremo.
Este poderoso y robusto pico accionado por músculos altamente desarrollados (son los culpables del considerable tamaño de su cabeza), les permite alimentarse de una gran variedad de frutos. La fuerza de trituración de este pequeño pájaro equivale a una carga de 30 a 48 kg aproximadamente, siendo capaces abrir los huesos de cerezas, piñones y hayucos, aunque para algunos autores son mayores de 50 kg. Se han llegado a realizar pruebas en las que se ha puesto de manifiesto que también son capaces de romper los huesos de las aceitunas, acción para la que se necesitan fuerzas de 53 a 80 kg.
Los ojos son pequeños con el iris de color marrón claro y una gran pupila negra. En estado de excitación, los ojos se vuelven de un intenso color chocolate rojizo.
La cola es corta y por la parte superior es de color castaño claro con una notoria franja terminal de color blanco y las rectrices externas de color negro. Por su parte, las plumas de la parte inferior son de color blanco con las rectrices externas de color negro.
Las patas son cortas y durante la primavera son de color rosáceo y marrón durante el invierno.
Las hembras por lo general son de menor tamaño y peso que los machos y presentan un colorido más pálido.
Los jóvenes son más amarillentos en la cabeza, garganta y pecho. No tienen el antifaz negro ni la mancha negra en la garganta. Casi no tienen gris en la parte posterior del cuello. Su plumaje por la parte superior es de color pardo claro y en el pecho, en los flancos y a ambos lados del vientre tienen unas cortas líneas horizontales con forma de media luna que son de color marrón que va a ir desapareciendo con los meses, hasta adquirir la tonalidad uniforme de los adultos.
El Picogordo normalmente vive en parejas durante la primavera y a partir de julio se le ve en pequeños bandos que casi siempre son grupos familiares. Tienen un vuelo rápido, potente y de trayectoria recta en distancias cortas, aunque en distancias largas describe en el aire una ondulación marcada y periódica.
Tiene un comportamiento agresivo hacia otros de su misma especie (sobre todo en época nupcial) y también hacia los demás pájaros que acuden a comer o a beber junto a él, aunque se trate de especies de mucho mayor tamaño.
El canto y los reclamos de este pájaro son muy simples y difíciles de escuchar si no se está cerca y consisten en una especie de “tsic” “tsic” metálico, que emiten tanto en vuelo como cuando están posados.
El Picogordo aunque es un pájaro que está ampliamente distribuido por toda Europa no es abundante. También lo encontramos por la zona templada de Asia y el norte de África.
En España, al igual que ocurre con otros fringílidos, son residentes habituales, aunque su número aumenta durante el invierno con la llegada de aves procedentes de zonas septentrionales de Europa, debido a la escasez de alimento en esas zonas durante el invierno.
Como podemos ver en el mapa, son más frecuentes en ambientes mediterráneos del interior como es el caso de Castilla y León, Extremadura, Madrid, la mitad occidental de Castilla-La Mancha y también en Andalucía. Invernan en la práctica totalidad del país, a excepción de gran parte de Galicia, Asturias, Comunidad Valenciana, Aragón y Cataluña. El Picogordo es un migrador parcial, dirigiéndose grupos de estas aves, desde el norte hacia el sur, durante el invierno.
Sus hábitats son preferentemente bosques caducifolios abiertos, de altitudes intermedias (400-1200 msnm) y con abundante sotobosque y agua en sus inmediaciones. Tienen preferencia por árboles de gran porte y hoja ancha que les aporten frutos o semillas duras como robles, encinas, hayas, fresnos, olmos, arces. También, aunque de forma más rara, los podemos encontrar en campos con árboles frutales y parques y grandes jardines de poblaciones humanas donde abunden los árboles ricos en frutos y semillas.
Su alimentación se compone principalmente de la pulpa y las semillas de una gran variedad de frutos, sobre todo las que son más grandes como por ejemplo las de los olivos, escaramujos, cerezos, hayucos, acacias, durillos, etc., no obstante también se alimentan de las yemas y de los brotes más tiernos de los árboles y arbustos. Durante la época reproductiva completan su dieta con insectos.
La época de cría abarca los meses de abril a julio, llegando a efectuar hasta dos puestas al año. El macho es quien busca el lugar donde comenzará a construir el nido y a colocar las primeras estructuras del nido. aunque será la hembra quien lo complete. Construyen un nido con forma de cuenco en las ramas horizontales de los árboles utilizando para su elaboración pequeñas ramitas, raicillas y líquenes, después lo tapizan con raicillas, fibras vegetales y lana. Con frecuencia lo hacen en agrupaciones de varias parejas.
La puesta se compone habitualmente de 4-5 huevos. La incubación dura 13 días aproximadamente y en ella colabora el macho. Los pollos son alimentados por ambos padres y abandonan el nido en menos de dos semanas, pero siguen siendo atendidas por los padres durante otros 15 días más.
En cuanto a sus principales amenazas, destacar que son muy sensibles a la perturbación de los hábitats forestales y también, tal y como lo refleja el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, a la caza indiscriminada por pajareros, e incluso también la caza a escopeta por cazadores. En España el picogordo consta desde 1992 como especie No Amenazada en el Libro Rojo de los Vertebrados, ostentando la categoría de especie “De Interés Especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.
Uno de mis paseriformes favoritos, todo un lujo esta entrada. Un abrazo desde Castro-Urdiales.
ResponderEliminarGracias Germán. Me siguen gustando más las fotos que tú le hiciste al Picogordo y que publicaste en tu blog http://faunacompacta.blogspot.com.es. Saludos.
ResponderEliminar¿Por qué se le llamará picogordo? Parece que se alimentase de tuétano de mamut.
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