En vista de que al parecer ha pasado bastante desapercibida, o al menos, así me lo parece a mí, la reciente visita de esta bella y amable especie de anátide en las aguas de la Ría de Avilés, me he decidido a dedicar esta entrada al Negrón común (Melanitta nigra) o mejor dicho a su media naranja, porque que yo haya podido observar, este atípico año, tan sólo nos visitó una guapa hembra de esta especie. Espero que en una próxima ocasión, pueda completar esta entrada con imágenes de algún macho que sea como mínimo, tan amable como esta hembra que hoy presento.
Visita de hembras que ya viene siendo relativamente habitual en estas latitudes, cosa que no ha ocurrido igual con los machos, pues si no me falla la memoria, años atrás y de forma muy ocasional, se ha visto algún macho joven por la ría y sin embargo la presencia de hembras ha sido mucho más habitual y de ellas pudimos disfrutar en anteriores ocasiones (más adelante aporto alguna fotografía).
Lo que sí que es relativamente fácil, es poder observar a ambos sexos, en las inmediaciones de las costas cántabro-atlánticas, pasando en vuelo durante los periodos de migración.
Acostumbran a ir en grandes grupos y formando largas y llamativas hileras sobre la superficie del mar. Aquí en Asturias, se les suele ver pasar a partir de los últimos días de julio y sobre todo en agosto en lugares habituales para ese tipo de avistamientos, como es la Punta de la Vaca o la costa de Moniello, en Luanco.
El caso es que, en lo que va de año, ni en los finales del anterior, no he visto publicada ninguna fotografía de esta amable y bella anátide y considero que por esas y otras muchas cualidades merece la pena, dedicarle esta entrada y poder compartir un buen puñado de fotografías que tan amablemente me permitió tomarla esta buena pata.
El Negrón común (Melanitta nigra) es una especie de ave anseriforme de la familia Anatidae. El nombre de su género procede de la combinación de las palabras griegas melanos “negro” y netta “pato”, y su nombre específico nigra en latín significa “negra” (puesto que anas y netta son femeninos).
Se trata de un gran pato marino de entre 45-55 cm de longitud, una envergadura que va desde los 70-84 cm y que pueden llegar a pesar hasta 1,5 Kg. Existe un notable dimorfismo sexual en esta especie.
Los machos, haciendo honor a su nombre, son de color totalmente negro, siendo el único pato de este color. Lo más destacable en su anatomía es su pico de color negro en el que destaca un abultamiento a modo de joroba que, partiendo de la base de la mandíbula superior, llega hasta su zona media (culmen) y que es de un llamativo color amarillo-anaranjado.
En vuelo, las primarias son contrastadamente más pálidas que el resto.
La cola es larga, bien visible cuando nada y ligeramente apuntada.
La cabeza es redondeada y los ojos son pequeños y de color pardo-rojizo oscuro.
Las patas son de color marrón oscuro y tienen los dedos palmeados.
Por su parte, las hembras son de color pardo oscuro con el pecho y el vientre algo más claros.
En la cabeza tienen un capirote pardo oscuro que abarca el píleo, el tercio superior de la cara que incluye al ojo dentro de él. El resto de la cara (mejillas) y la parte anterior y las zonas laterales del cuello son de color marrón claro (beige).
Su pico carece del abultamiento que tiene el de los machos y es de color gris oscuro o negro con manchas amarillas alrededor de las fosas nasales, aunque éstas son mucho más pequeñas que la de los machos.
En las hembras, las patas son de color marrón verdoso.
Los jóvenes son muy parecidos a las hembras pero con el vientre más pálido.
El canto del macho es un “pju” suave y aflautado que repite con regularidad en el cortejo y durante la migración. La hembra, al igual que muchos otros patos buceadores, produce un “caaarrr” repetido característico.
El Negrón común es un pato de costumbres esencialmente marinas que no penetra casi nunca en el interior, a excepción de cuando hay temporal que algunos ejemplares se refugian en las bahías y estuarios. Habitualmente se les acostumbra a contemplar a algunos kilómetros de la costa, posados tranquilamente entre las olas y sumergiéndose con facilidad durante bastante tiempo ya que son unos excelentes buceadores. En el invierno se mantienen en la mar, pero no lejos de las costas a las que se acercan con preferencia de noche.
Esta especie se reproduce en una estrecha franja del norte de Europa (islas Británicas, norte de Escandinavia, norte de Rusia e Islandia), este de Asia (Siberia) y Norteamérica. Inverna al sur de su área de cría, por lo que las poblaciones europeas alcanzan el Mediterráneo y el norte de África.
En España son invernantes habituales y también se les puede ver durante los pasos migratorios en aguas del Cantábrico y el Atlántico, así como del golfo de Cádiz y las costas levantinas.
El paso posnupcial se produce entre septiembre y diciembre y durante marzo y abril las aves que han pasado el invierno en aguas ibéricas retornan por el Cantábrico a sus lugares de cría.
Su hábitat durante la época de cría acostumbra a ser en zonas del interior en regiones cubiertas por tundras o vegetación baja, aunque también puede aparecer en zonas húmedas. Sin embargo, fuera del periodo reproductor, su hábitat es predominantemente marino y se instala en costas poco profundas, bahías, rías, playas y estuarios, donde esperarán hasta que las condiciones climáticas sean más favorables en las altas latitudes donde se reproducen.
Su alimentación se compone fundamentalmente de moluscos (mejillones), crustáceos (cangrejos), peces pequeños, insectos y gusanos aunque durante la época de cría también comen plantas acuáticas y brotes.
Para capturar a sus presas habituales, se sumerge completamente, tomando impulso con un pequeño salto y plegando las alas al cuerpo.
Su periodo reproductor se realiza entre los meses de mayo a junio. Construyen su nido bien oculto entre la vegetación o directamente en alguna depresión del suelo, cerca del agua junto a charcas, lagunas o arroyos y que luego recubren con musgo, plumas y plumón.
La puesta se compone normalmente de 6-8 huevos. La incubación dura un mes aproximadamente. Las crías son nidífugas y a las pocas horas de nacer abandonan el nido aunque la madre cuida de ellas durante su primer mes y medio de edad.
Las amenazas más importantes que padece esta anátida giran en torno a la alteración de los hábitats de cría e invernada; además, resulta especialmente sensible a los vertidos de petróleo y a la escasez de alimento debida al marisqueo abusivo. El Negrón común está clasificado como de Preocupación Menor en la Lista Roja de la UICN.
Magnífica serie!!!
ResponderEliminarMe alegro que te guste. Gracias Germán.
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