Pues sí, aunque la mayoría de vosotros ya lo sabéis, no por ello hay que dejar de recordar que el Reyezuelo sencillo (Regulus regulus) está considerado como el pájaro más pequeño de Europa. Este aspecto ya lo comenté en la entrada que dedique en el mes de febrero a su congénere el Reyezuelo listado (Regulus ignicapillus).
Tienen un peso de tan solo 5-7 gr, una longitud de unos 9 cm desde la punta del pico hasta la punta de la cola y una envergadura de 14-16 cm, pero si además tenemos en cuenta que estos pajarillos tienen un comportamiento sumamente activo, lo más probable es que cuando nos encontremos con él, escucharemos su peculiar canto antes que poderlo ver. Como luego veremos, existe un ligero dimorfismo sexual y de edad en esta especie.
Pertenecen al orden de las Passeriformes, familia Sylviidae y género Regulus y a este respecto considero interesante comentar que la denominación científica del nombre de su género y especie (Regulus regulus) proviene del latín regulus-i: reyezuelo o pequeño rey (diminutivo de rex-regis: rey, más el sufijo diminutivo ulus) y esa denominación se debe a las “coronas” amarillas o naranjas que presentan en sus cabezas los adultos (en inglés se le conoce por Goldcrest) o tal vez a lo referido en una de las fábulas de Esopo en la que se explica el origen del nombre de la especie (Reyezuelo) y que por lo curioso del tema y su brevedad recomiendo leer en este enlace.
A la hora de fotografiarlos hay que tener en cuenta que, aunque son bastante confiados con el ser humano, la rapidez y fugacidad de sus movimientos, sumada a la escasa luz que suele haber entre las ramas de los árboles por donde se suelen mover, hacen que no sea nada fácil poderles fotografiar en condiciones. Además, cuando están en reposo, acostumbran a agitar las alas con bastante frecuencia, lo que supone una dificultad añadida.
Eso sí, como personalmente he podido comprobar cuando me encontraba observándoles y fotografiando sus continuas idas y venidas en las ramas de árboles, brezales y arbustos, me sorprendió que en un momento dado, se me acercasen a muy corta distancia sin mostrar ningún recelo o desconfianza ante mi cercana presencia.
Presentan un aspecto bastante rechoncho, ya que a su pequeño tamaño hay que añadir el gran tamaño de su cabeza y el que apenas se les puede diferenciar el cuello, lo que les da un cierto aspecto a un pequeño “huevo volador”.
Los machos tienen el dorso de color gris verdoso pálido, excepto el obispillo que es verde amarillento. El pecho y los flancos son blanquecinos pero con tonalidades pardo amarillentas. Por la parte inferior son de color blanquecino.
Las alas son de un color verde más oscuro con zonas pardo negruzcas y en ellas destaca una franja blanquecina vertical. Las puntas de las plumas cobertoras de las alas son de color blanco cremoso. Además también tienen una mancha negruzca en el hombro.
La cola es medianamente larga, estrecha, tiene el extremo ligeramente ahorquillado y de color verde negruzco.
El cuello es corto, la cabeza es grande y en el píleo tienen una ancha línea media de color amarillo con una mancha naranja en medio, que en el caso de las hembras está ausente.
Está línea está formada por unas plumas que se erizan a modo de cresta en enfrentamientos con otros machos en la época de celo y cuando cantan.
A ambos lados de la franja pileal central, tienen dos estrechas líneas pileales de color negro que no se unen entre sí en la zona de la frente (en el Reyezuelo listado, sí se unen y son más estrechas).
En la cara tienen una especie de anillo pálido alrededor del ojo que le caracteriza.
Los ojos son pequeños, son de color negro y están rodeados de un fino anillo periocular de color negro.
El pico es pequeño, fino, puntiagudo y de color negro.
Las hembras tienen el plumaje de un color más tenue que el de los machos y como ya vimos antes, tienen el píleo de color amarillo en su totalidad.
Las diferencias principales con su pariente el Reyezuelo listado son la de carecer de la ancha ceja blanca, así como de la lista ocular negra.
El reclamo es muy característico y de un tono muy agudo (más agudo incluso que el del Reyezuelo listado, con el que frecuentemente se confunde) y es algo parecido a un “zrri-zrri-zrri”, que se repite varias veces. El canto es una repetición cíclica de una especie de “pitiitilu” terminado en un gorgojeo. Ambas voces las podéis escuchar en el enlace adjunto.
Vuelan rápido, en linea recta y con trechos muy cortos. En desplazamientos más largos, lo realizan en forma ondulada. Es muy llamativo ver como se ciernen en el aire mientras se alimentan.
Están distribuidos ampliamente por Europa y Asia.
Durante el invierno, las poblaciones de las regiones más septentrionales de su área de distribución mundial y parte de las del centro de Europa, se desplazan hacia el sur uniéndose a las aves residentes habituales de España.
En España, como reproductor, aparece restringido a los bosques de coníferas (pinares, abetales, sabinares) y en menor número en los caducifolios (abedulares, robledales y hayedos) de zonas montañosas y húmedas, especialmente en zonas de montaña (entre los 900 y los 2.200 m de altitud) de la mitad norte: Cordillera Cantábrica, Pirineos, Sistema Ibérico y Sistema Central. También está presente en los bosques de Canarias.
Al tratarse de una especie muy sensible a los rigores invernales, estas aves residentes de nuestro país, durante el invierno suelen realizar desplazamientos hacia cotas de menor altura, siendo entonces sus hábitats más variados llegando incluso a zonas arboladas a nivel del mar.
Estos pajarillos tienen una necesidad constante de buscar comida y estar comiendo, para así poder paliar sus necesidades energéticas, ya que, con un cuerpo tan pequeño, no tienen capacidad de acumular ningún tipo de reserva y por tanto su metabolismo debe ser muy rápido.
Se alimentan exclusivamente de insectos y sus larvas que capturan en las ramas de los árboles, entre el follaje de los brezos y matorrales adyacentes o en el suelo. Con ello consiguen una extraordinaria limpieza de pulgones, arañas y otros innumerables insectos, huevos y larvas.
El periodo de reproducción abarca los meses de mayo a julio. Pueden efectuar dos puestas al año. La primera la suele efectuar a principios de mayo y en los meses de junio y julio se produce la segunda puesta.
El nido es construido por ambos miembros de la pareja. Tiene forma de taza pequeña y lo sitúan en las ramas de los árboles y arbustos, utilizando para ello, musgo, líquenes y telarañas que luego lo forran con plumas.
La puesta se compone habitualmente de 6-10 huevos. La incubación dura 14 a 17 días aproximadamente. Las crías abandonan el nido cuando tienen unos 20 días de edad y ya son capaces de volar.
No se considera una especie amenazada en España, aunque los incendios forestales, la deforestación, las talas abusivas y el uso abusivo de plaguicidas e insecticidas en bosques de coníferas, influyen negativamente sobre esta especie. Es también muy vulnerable ante las olas de frío invernales, que pueden mermar la población.
Se incluye en la categoría “De interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.
Agradezco su esfuerzo muchísimas gracias
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