Como ya sabéis muchos, el Reyezuelo listado (Regulus ignicapilla) está considerado, tras su homólogo el Reyezuelo sencillo (Regulus regulus), como el ave más pequeña que tenemos en Europa.
Con un peso de entre 5-8 gr, mide unos 9 cm desde la punta del pico hasta la punta de la cola y tiene una envergadura de entre 13-16 cm. Tal vez habría que repetir estas cifras para que nos demos bien cuenta de lo diminuto que es; 5 gr y 9 cm. A modo de comparación con el pájaro de mi entrada anterior, el Herrerillo capuchino, su peso está entre los 11-15 gr y mide entre 10-11 cm, es decir prácticamente lo dobla y ya entonces lo denominaba yo como un pajarillo. En fin, que yo lo tengo considerado como un auténtico prodigio de la naturaleza, dentro del amplio abanico de aves que podemos observar fácilmente en nuestro entorno.
Al margen de su pequeño tamaño, el colorido de su cabeza llama poderosamente la atención, al ser una combinación de bandas blancas y negras, coronadas por una llamativa de color rojo en el macho y amarilla en la hembra.
Ambas características quedan perfectamente reflejadas en su denominación científica (Regulus ignicapilla) que proviene del latín regulus-i: reyezuelo o pequeño rey (diminutivo de rex-regis: rey, más el sufijo diminutivo ulus) por las coronas naranjas o amarillas de los adultos y de ignis-ignis: fuego, más capillus-i: cabello, pelo, cabeza, que podríamos resumir como “el pequeño rey con fuego en la cabeza”.
Ya en el siglo VII a.C. al Reyezuelo listado se le consideraba rey pues como tal aparece en una de las fábulas de Esopo en la que se explica el origen del nombre de la especie (Reyezuelo) y que por lo curioso del tema y su brevedad recomiendo leer en este enlace.
Perteneciente al orden de las Passeriformes, familia Sylviidae y género Regulus, lo más habitual es que antes de ver al Reyezuelo listado, lo podamos escuchar mientras se mueve de forma bastante inquieta por entre el ramaje de los árboles y arbustos en los que vive, realizando vuelos cortos entre árboles cercanos, intentando localizar y capturar insectos y otros invertebrados.
Una vez localizado, a primera vista la impresión general que da, es la de un pájaro de tamaño muy pequeño, con la cabeza grande, sin apenas cuello y cuerpo rechoncho.
Como veremos a continuación, existe un ligero dimorfismo sexual en esta especie.
Con un característico diseño listado de la cabeza, presentan un marcado y llamativo píleo de color anaranjado, en el caso de los machos o amarillo en las hembras, que en ocasiones erizan a modo de cresta y que está flanqueado por dos bandas negras unidas en la frente y una marcada y ancha ceja blanca que hacen contrastar aún más el píleo, sobre todo en su visión frontal.
Asimismo, presenta una lista ocular negra y un semi-anillo blanco que circunda la parte inferior del ojo y unos laterales del cuello de color amarillento verdoso. La frente, justo por encima del pico, es de color naranja.
El dorso es de color verde oliváceo, mientras que las partes inferiores son pálidas y en el caso de los machos, el pecho tiene tonalidades amarillo anaranjado. Las alas son de color verdoso con zonas pardo-negruzcas y tienen dos franjas verticales de color blanco.
La cola es negruzca sin ninguna marca ni mancha blanca y el obispillo verde amarillento. El pico es corto y muy fino de color negro y las patas y pies pardos con uñas negras.
Los individuos jóvenes tienen en general los colores más tenues y no tienen tan definido el píleo hasta la primera muda, aunque el listado de la cabeza permanece pero mucho más apagado.
Su carácter inquieto con movimientos frecuentes de rama en rama, hace que pueda ser confundido con el Reyezuelo sencillo (Regulus regulus), un pariente cercano muy similar en cuanto al aspecto físico y costumbres. Cuando se observe un reyezuelo, hay que fijarse principalmente si tiene ceja blanca y banda ocular negra que es típica del reyezuelo listado, y que no tiene el Reyezuelo sencillo (Regulus regulus).
Reyezuelo sencillo
Están presentes en Europa central y meridional, en el noroeste de África y en Asia Menor.
En Europa las poblaciones son totalmente migradoras en el norte y parcialmente migradoras en el centro. Este carácter migrador va desapareciendo hacia el sur de Europa.
En España son residentes habituales, no obstante, durante el invierno, suelen realizar movimientos hacia cotas de altitud más bajas, además a esta población residente se le unen durante el invierno las aves procedentes de Europa.
El paso otoñal se produce entre septiembre y diciembre (con máximos en octubre) y el prenupcial tiene lugar entre febrero y abril (con la mayor cantidad de aves a finales de febrero).
Su hábitat en la mitad norte de la Península Ibérica y en las islas Baleares se encuentra en los bosques húmedos y frescos de coníferas y caducifolios, especialmente en zonas de montaña, normalmente entre los 500 y los 1.000 metros de altitud.
En la mitad sur de la Península Ibérica se localizan en los bosques de los principales macizos montañosos, llegando hasta los 2.000 metros. También los podemos ver en los grandes parques muy arbolados.
Están descritas varias subespecies. En la Península Ibérica se encuentra la subespecie ignicapilla, mientras que en Baleares habita la subespecie balearicus.
El pequeño tamaño y rápido metabolismo de los reyezuelos supone una necesidad constante de buscar comida para paliar sus necesidades energéticas.
Se alimenta principalmente capturando de insectos como pulgones, polillas, orugas de lepidópteros larvas y arañas. Suele capturarlos en las ramas más finas de los árboles, aprovechando su reducido peso y tamaño, llegando a zonas inaccesibles para otras aves. Pese a poseer un régimen insectívoro muy marcado, cuando los insectos escasean, pueden comer ocasionalmente semillas, brotes y frutos carnosos.
Tienen un reclamo silbante muy insistente; es corto "sit sit" y muy característico, que repite a menudo mientras salta entre ramas.
El canto es muy agudo, rápido y silbante y consiste en una repetición de una nota fina, creciente en intensidad y que termina en un breve trino "siisiisiisiisii". Es bastante parecido al del Carbonero garrapinos.
La época reproductora se extiende entre los meses de abril y julio.
La hembra construye un delicado nido con forma de bola semicerrada, tejido con telas de araña, musgos, líquenes y plumas colgado entre dos ramitas y situado habitualmente en las zonas altas de arbustos y árboles. Mientras tanto, el macho se ocupa de la vigilancia del territorio.
La incubación, que dura entre 15-17 días, es responsabilidad exclusiva de la hembra, pero de la alimentación de los pollos se encargan ambos progenitores.
Inician la puesta a mediados de abril y ponen entre 5 y 7 huevos, llevando el principal peso de la incubación y de la cría la hembra. Suele darse una segunda puesta pero de menor tamaño. Las crías permanecen en el nido durante 19 a 24 días más.
El vuelo lo realizan en series de cortos recorridos, que recuerda al de los páridos, aleteando rápidamente por lo que pueden suspenderse en el aire, de manera similar al cernido de otras especies.
Es un ave gregaria, que suele asociarse en invierno a un gran número de aves forestales, especialmente páridos. Se les suele ver frecuentemente en parejas, incluso en invierno.
El Reyezuelo listado no se considera una especie amenazada en España, debido a su extensa área de distribución, la entidad de sus poblaciones y su tendencia demográfica creciente. Es posible que se haya beneficiado de la recuperación de las masas forestales españolas, aunque también se puede ver afectado negativamente por los frecuentes incendios y por el uso de insecticidas para combatir las plagas en las masas arboladas.
Se les incluye en la categoría "De interés especial" en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. En el Libro Rojo de las Aves de España (2004) está catalogado como "No Evaluada".
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