Quiero dedicar esta sexta entrada de la amplia serie de observaciones de la pasada primavera qué tenía pendiente publicar, con la que para mí fue el avistamiento menos habitual de todos los que hasta ahora he publicado en la serie. Se trata de una Barnacla carinegra (Branta bernicla) que a finales del pasado mes de mayo pude fotografiar en la conocida como "Charca de Verdicio" (Gozón. Asturias).
Se trata como podéis apreciar en las fotografías de una solitaria Barnacla carinegra (Branta bernicla) que permaneció muy pocas horas en esa zona, ya que su comportamiento era sumamente desconfiado por el paso cercano de paseantes por la ruta aledaña a esa charca, y máxime si iban acompañados de su perro de compaña.
Inevitables situaciones que traían consigo que el ave iniciara el vuelo en compañía de algún que otro Ánade azulón, muy habituales en la zona, y tras dar unas cuantas vueltas alrededor de la charca, si las condiciones le parecían favorables, se volviera a sedimentar en el agua.
Un comportamiento muy diferente al de su familiar la Barnacla carinegra (Branta bernicla hrota), también conocida como Barnacla carinegra groenlandesa o Barnacla carinegra de vientre claro, qué apareció en esa misma charca el pasado mes de octubre, ya que en esa ocasión ese ejemplar, aún más raro para nuestro entorno, se mostró en todo momento sumamente confiado, permaneciendo durante semanas en ese entorno, hasta qué, lamentablemente, resulto herida en un ala debiendo ser rescatada por el inolvidable Toño Caballero y trasladada aun centro de recuperación de aves, donde, tras permanecer varias semanas recuperándose, fue felizmente liberada en esa misma charca.



Las diferencias entre ambas subespecies, aparte de las meramente morfológicas qué antes mencioné (vientre claro), radica en su distribución geográfica y patrones migratorios específicos. Mientras que la Barnacla carinegra (Branta bernicla hrota) cría en el Ártico oriental (Groenlandia, Canadá, etc.) e inverna en la costa atlántica (Este) de América del Norte, Irlanda, Gran Bretaña y Dinamarca, según datos de Avibase, la Branta bernicla bernicla, cría en la Siberia del centro-norte e inverna en la costa de Inglaterra y el noroeste de Europa. Existe una tercera subespecie qué es la Branta bernicla (nigricans u orientalis) que se reproduce en el noreste de Siberia, el oeste y el norte de Alaska y el noroeste de Canadá. Pasa el invierno desde Japón hasta Corea y el noreste de China, y desde Alaska hasta el noroeste de México. Aquí podéis apreciar las diferencias morfologías que existen entre las dos primeras mencionadas.
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Barnacla carinegra (Branta bernicla hrota) |
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Barnacla carinegra (Branta bernicla) |
Aquí os adjunto el mapa migratorio de la protagonista de ésta entrada qué, tal como podréis apreciar, no está nada mal el "viajecito" que se da hasta nuestro entorno en Asturias.
Barnacla carinegra (Branta bernicla) es una especie muy gregaria y durante la migración vuelan en bandos que pueden llegar a a estar formados por miles de individuos. Acostumbran a volar en formación cerradas y se comunican con un coro de graznidos ásperos y repetitivos, inconfundibles en migración.



Esta Barnacla carinegra (Branta bernicla) pertenece al orden de las Anseriformes, familia de las Anátidaes y del género Branta al igual que sus congéneres las barnaclas canadiense, cariblanca y la más extraña, la cuelliroja, las cuales no acostumbran a verse por nuestras latitudes, a no ser que provengan de colecciones privadas, cosa que no ocurre con la carinegra que de forma ocasional, y escaso número, aparece por Asturias a principios del invierno (diciembre-enero), siendo mucho más frecuente y en mayor número en Cantabria donde se han llegado a contabilizar bandos de hasta 300 ejemplares juntos. También son significativos los avistamientos habidos Galicia y en las provincias de León y Zamora, pidiéndoselas encontrar alimentándose en prados costeros, cercanos a estuarios de ríos o en campos de cultivo.



A finales de mayo o primeros de junio acostumbran a retornar a sus zonas de cría donde se unen en colonias construyendo sus nidos en forma de cuencos en lugares llanos cerca del agua, en islas, costas o valles de ríos y tapizándolos de hierbas, musgo y plumón. Ponen de 3 a 5 huevos y la incubación la realiza únicamente la hembra durante unos 25 días. Las crías abandonan el nido a los 2-3 días pero permanecen cerca de los padres durante unos 45 días. Las barnaclas carinegras se emparejan de por vida y retornan a anidar a los mismos lugares año tras año después de haber pasado el invierno algo más al sur.
Miden alrededor de los 60-65cm de longitud, con una envergadura de unos 1,15-1,20 metros y un peso que puede llegar a los 2,25kg, y aunque no existe dimorfismo sexual el macho suele ser un poco más grande y pesado que la hembra. Se trata de la más pequeña de las barnaclas y la de menos peso.
La cabeza es pequeña y tiene un cuello largo y un cuerpo voluminoso.
El color de la cabeza, cuello y pecho y dorso anterior es negro mate, las partes superiores de color gris pardo oscuro (pizarroso) excepto el obispillo que es blanco. El vientre es de un gris más claro.
Presentan una pequeña mancha blanca a ambos lados del cuello más o menos desarrollada. Su nombre “carinegra” se debe al cuello oscuro con una mancha blanca lateral en forma de media luna, que recuerda a un collar incompleto.
Las alas son de color pardo-grisáceo oscuro. Las plumas primarias y secundarias son de color negro.
Los flancos son barreados. La zona anal es blanca y la cola negra y muy corta (es el ganso que posee la cola más corta).
El pico es corto, grueso y de color negro al igual que el de las patas las cuales tienen dedos palmeados.
Los jóvenes carecen de mancha blanca en el cuello y están más barreados.
Su alimentación estrictamente vegetariana, se compone principalmente de algas y plantas marinas de Zostera (hierbas marinas), pero también comen tallos herbáceos, hojas, semillas y granos.
Una curiosidad histórica que considero digna de mención es que en la Edad Media, debido a que nadie entendía su ciclo migratorio (desaparecían en verano del norte de Europa), se pensaba que la barnacla “nacía” de los percebes (Lepas anatifera) adheridos a la madera flotante. Esto dio pie a la “teoría del ave-percebe”, que incluso se usaba como argumento para consumir su carne en Cuaresma, pues no se consideraba propiamente “ave”.
Las amenazas más importantes que sufre la especie se deben a la alteración del hábitat, principalmente, el de invernada, por la contaminación de los medios acuáticos. La Barnacla carinegra se cita en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas como “De interés especial”.
El segundo protagonista de esta entrada, al contrario del anterior, es un habitual bastante frecuente en nuestro entorno cada temporada primaveral. Se trata del Bisbita arbóreo (Anthus trivialis), un pequeño pajarillo que atrae a cualquier observador por sus incesantes y característicos canticos que emite desde lo más alto de las ramas de los árboles (de ahí lo de arbóreo), así como en sus continuos ascensos y descensos aéreos ("vuelo en paracaídas") qué, a mí particularmente me recuerda a su familiar el Bisbita alpino o incluso a la Alondra común..
Son los machos los que cantan a menudo en vuelo, realizando un descenso con las alas extendidas.
Obviamente, el reto para cualquier aficionado a la fotografía es el de conseguir alguna que otra fotografía más o menos decente de esos ascensos y descensos aéreos emitiendo sus sonoros y melódicos cantos.
Tras realizar varios intentos fallidos y múltiples fotografías que tirar a la papelera de reciclaje, creo que el objetivo lo pude conseguir aceptablemente dado su pequeño tamaño y la rapidez con la que se mueve en esos momentos.
El resto de fotografías que pude realizar a varios ejemplares en el entorno del Cabo Peñas (Gozón. Asturias), resultaron relativamente fáciles de conseguir aplicando una buena dosis de paciencia y perseverancia.
El Bisbita arbóreo presenta un aspecto muy similar al del resto de bisbitas, especialmente el Bisbita pratense, del que se distingue sutilmente por ser un poco más robusto y de tono más oliva, y por tener el pico más grueso y la uña posterior más corta.
La cara más contrastada presenta una clara ceja y una fina bigotera negra. Las estrías de los flancos son más finas.
La cola posee plumas externas blancas, un detalle importante para su identificación. En esa especie, ambos sexos son iguales.
Aunque están descritas tres subespecies, en nuestro país la única que podemos observar es la "trivialis" que cría en el tercio norte peninsular.
La población reproductora española es relativamente pequeña. Fuera del área de cría de la mitad norte peninsular, puede verse en periodos de paso migratorio que proceden de Europa occidental. Es una migradora de larga distancia que inverna al sur del Sáhara. Su migración postnupcial comienza en septiembre.
Su hábitat durante la época reproductiva se encuentran en zonas de pastos con matorrales y árboles diseminados, en las lindes y claros de los bosques, en los bosques de ribera, en bosques de quejigos, en pinares repoblados y en huertos. Durante los pasos migratorios se encuentran preferentemente en las riberas de los humedales.
Se alimentan fundamentalmente de insectos y arácnidos.
El periodo de cría se extiende desde finales de abril hasta agosto. Normalmente efectúa dos puestas, a veces tres. Aunque se trata de un ave monógama y territorial, en ocasiones un macho cría simultáneamente con más de una hembra. La incubación dura 14 días aproximadamente. Las crías abandonan el nido alrededor de los 14 días de edad pero siguen siendo atendidas por sus padres durante unos 7 días más.
El tercer protagonista de esta entrada se la dedico al Gorrión chillón (Petronia petronia). Como podréis comprobar en las imágenes, el Gorrión chillón guarda un gran parecido con las hembras del Gorrión común y curiosamente, aunque su denominación común sea la de gorrión, realmente no pertenece al género de los gorriones (Passeridae) como el resto de ellos: Gorrión común (Paser domesticus), Gorrión molinero (Passer montanus), Gorrión moruno (Passer hispaniolensis). Algo parecido le ocurre al Gorrión alpino o Gorrión nival (Montifringilla nivalis) que es el tal vez el pariente más cercano al Gorrión Chillón que anteriormente se le denominaba como “Fringilla petronia”



A diferencia de otros gorriones, el Gorrión chillón cuando se encuentran en el suelo no adoptan la postura erguida sacudiendo la cola y desplazándose a brincos, característica de ellos, cosa que no realiza el Gorrión chillón que en el suelo anda como los escribanos o bisbitas. Tampoco tiene la familiaridad de los otros gorriones hacia el hombre y es muy desconfiado, sobre todo en la época de cría, ocultándose silenciosamente al ser descubierto. En otoño e invierno es menos huraño



Su plumaje es de tonos pardos y apagados, similar a una hembra de gorrión común, pero es más robusto. Entre sus principales características diferenciales hay que destacar la presencia en la cabeza de una gran ceja bastante contrastada de color crema que se inicia encima del ojo y llega hasta la nuca. Por debajo de ella hay una gruesa lista ocular que nace detrás del ojo, llega hasta la nuca y es de un color pardo algo más oscuro que el del resto de la cara, además tienen una mancha de color marrón oscuro en la zona de las auriculares. Posee una cabeza robusta con un pico robusto y cónico. Tiene un profuso listado oscuro en el dorso, mientras que las partes inferiores, por el contrario, son claras y están adornadas con amplias listas de color gris parduzco.



Presenta una distintiva mancha amarilla en la garganta que suele ser difícil de observar y que señala el atractivo y estatus social en la época de cría. La cola es medianamente larga y está algo bifurcada; por la parte superior es de color pardo oscuro con los bordes pálidos y con una mancha blanca en el extremo de las rectrices centrales que resultan bien visibles en vuelo. No hay diferencias de coloración entre machos y hembras.



Su dieta principal son las semillas de cereales y plantas silvestres, aunque también consume frutos, bayas e insectos, especialmente en primavera. Su hábitat típico son los ambientes esteparios y de áreas más bien abiertas, donde abunden los roquedales o las construcciones rurales. Acostumbra a anidar en grietas y huecos de construcciones humanas y rocosas. El significado etimológico de su denominación científica (Petronia petronia) sería el de un ave relacionada con las rocas, piedras o montañas, ya que proviene del término latino “petronius-a-um”: de las rocas o las montañas (de “petra-ae”: roca, peñasco, peña + sufijo –onius/-neus/-eus. Esa denominación científica le cuadra perfectamente ya que es un pájaro de las piedras, de los roquedos agrietados, las viejas casas y los castillos en ruinas.
Habitualmente emiten reiteradamente sus chirriantes reclamos (de ahí lo de chillón). Sus cánticos son bastante agudos y nerviosos. El reclamo más típico es un "tvit" corto y rápido, o un "tviyuiit" que se acelera al final. El canto es un "tvii-turr-tvirii".
Cómo no os quiero aburrir más, termino esta sexta entrega y me reservo una última entrada que estoy dedicando a "algunas observaciones pendientes de publicar de la pasada primavera" y que terminare con la séptima entrada que dedicaré a tres bellas especies de aves rapaces. Muchas gracias por vuestra visita. Saludos cordiales
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