miércoles, 13 de julio de 2022

Migración prenupcial de limícolas por la costa central asturiana (parte 7 y final). Correlimos zarapitin (Calidris ferruginea).

Con ésta nueva entrada doy por finalizada ésta extensa serie de entradas dedicadas a las aves limícolas que a lo largo de la pasada migración prenupcial he podido fotografiar por la costa central asturiana, y lo hago dedicándosela a una de mis favoritas, el Correlimos zarapitin (Calidris ferruginea) al que pude fotografiar en un par de ocasiones en la playa de Bañugues (Gozón).



Cómo muchos ya conoceréis, se trata de un ave limícola habitual pero escasa de paso por Asturias en su largo viaje migratorio, que en esa época luce sus mejores galas (plumaje nupcial), poniéndose de manifiesto la gran belleza de esta pequeña ave limícola.



Como comentaba anteriormente, su paso en la migración prenupcial por la costa central asturiana es escaso debido a que la mayoría de estas aves realizan el paso prenupcial fundamentalmente por las costas mediterráneas.



La mayoría de los ejemplares que podemos ver en Asturias lo hacen durante el paso postnupcial y habitualmente acostumbran a ser ejemplares jóvenes que migran en grupo en compañía de otras limícolas más habituales por nuestras costas como son los correlimos comunes, los tridáctilos así como los chorlitejos grandes. Como podéis comprobar en éstas fotografías de archivo de esa migración postnupcial, su plumaje es mucho menos vistoso entonces.




El Correlimos zarapitin (Calidris ferruginea) es un ave limícola que pertenece al orden de las “charadriiformes”, familia “Scolopacidae” y al género “Calidris”.



Su denominación científica "Calidris ferruginea" hace clara referencia al colorido de plumaje nupcial en el que predomina el color rojo óxido tanto en sus partes superiores como, sobre todo, en la cara, pecho, flancos y vientre.



Por su parte, su denominación común como Correlimos zarapitin, como la mayoría ya sabéis, se debe a la similitud de su pico, ligeramente curvado hacia abajo, con el de los zarapitos.



Son de un tamaño algo mayor que el Correlimos común ya que vienen a medir unos 19 cm de longitud, con una envergadura que puede alcanzar los 46 cm y un peso que puede llegar a los 60 gr. No existe dimorfismo sexual en esta especie.



Con su plumaje nupcial presentan las partes dorsales de color rojo óxido con muchas manchas negras y con los bordes de las plumas de color gris. En la época no reproductiva esas partes son de color gris con aspecto escamoso debido a que tienen las plumas orladas de color blanco y el raquis negro. El obispillo en ambos plumajes es de color blanco.



Por la parte inferior son de color rojo óxido, a veces con los márgenes de las plumas finamente orlados de blanco cuando el plumaje es nuevo. Las infracoberteras caudales son de color blanco. En invierno las partes inferiores son de color blanquecino (sin marcas), con los laterales y la parte superior del pecho de color grisáceo.



Tienen una franja alar clara. Las plumas primarias y las secundarias son de color pardo oscuro.



El píleo es de color rojo óxido y presenta numerosas estrías de color pardo negruzco.



La cara y el cuello son de color rojo óxido.



Los ojos son de color marrón oscuro y están bordeados por un fino anillo periocular de color blanquecino.



Su largo pico es de color negro, es bastante más ancho en la base que en el extremo y está algo curvado hacia abajo.



La cola es corta y es de color pardo grisáceo por la parte superior y blanca por la parte inferior.



Las patas son medianamente largas (especialmente las tibias) y de color negro.



El Correlimos zarapitin es un ave migradora de largo recorrido, que lo hace formando grandes bandos y normalmente mezclados con otros limícolas.



Su área de reproducción se extiende por toda la Siberia ártica y, probablemente, el occidente de Alaska. Posteriormente viaja al sur para pasar el invierno en África, diversas islas atlánticas, costas del Índico y Oceanía.

Desde su área de reproducción en el Paleártico occidental, el Correlimos zarapitín puede seguir tres rutas migratorias diferentes hacia el sur para pasar el invierno:

a) Por la costa occidental de Europa hacia el África occidental y a través de la península Ibérica.

b) Atravesando el este de Europa, el Mar Negro y Túnez para alcanzar el África occidental, bien siguiendo la costa norte de África o a través de Mali.

c) Cruzando entre el Mar Negro y el Mar Caspio, siguiendo por los lagos de Oriente Medio y del Valle del Rift para alcanzar el África meridional y oriental.


En la migración de retorno pocas aves utilizan la ruta migratoria de Europa occidental, más bien suben a través de Túnez y Sivash.



En nuestro país son habituales durante los pasos migratorios aunque en escaso número; un bajo número de ellos se quedan durante el verano, mientras que otros invernan en las Islas Canarias.



Los podemos observar, fundamentalmente, en las costas del Mediterráneo, y es poco frecuente en el litoral cántabro-atlántico. También se cita en el interior y en Baleares, así como en Canarias, donde inverna.

SEO Bird/Life

El paso otoñal por las costas mediterráneas y de Andalucía occidental se produce en agosto y el primaveral en abril y mayo. Algunas aves, principalmente las de segundo año, permanecen entre nosotros durante el verano.



Su hábitat durante los pasos migratorios y la invernada se encuentra en los estuarios, salinas, marismas o lagunas interiores con aguas someras. Durante la época reproductiva se encuentra en la franja costera e islas cercanas de la tundra siberiana.



Se alimenta en las riberas húmedas y marismas de la costa, buscando su alimento mediante la vista, principalmente insectos, moluscos y otros pequeños invertebrados.



Por el tamaño y forma de su pico el Correlimos zarapitín tiene acceso a recursos alimenticios diferentes al del resto de correlimos ya que puede alcanzar invertebrados enterrados a más profundidad.



Al comienzo de la temporada de reproducción, el Correlimos zarapitín establece el territorio llamando, a menudo posado en un montículo o en algún lugar elevado. El macho realiza una exhibición de vuelo bajo con aleteos lentos intercalados con deslizamientos y acompañados de un cantico. Otras exhibiciones muestran al macho persiguiendo a la hembra en vuelo. En el suelo, el macho rodea a la hembra, corriendo en zigzag con las alas levantadas y la cola en abanico, para dejar al descubierto el obispillo blanco.



Su periodo de reproducción lo lleva a cabo entre los meses de junio y julio. Construyen su nido en alguna pequeña depresión en el terreno que recubren con hierbas y hojas. Lo sitúan en zonas de matorral bajo con balsas de agua, en praderas de hierba y en saladares costeros. La puesta consta de 3-4 huevos y la incubación se prolonga durante 21 o 22 días. Las crías son nidífugas y al poco de nacer abandonan el nido.



Esta especie se hibrida con frecuencia, bien con el Correlimos acuminado (calidris acuminata) generando un híbrido que se llama Correlimos de Cooper (Calidris cooperi), bien con el Correlimos pectoral (Calidris melanotos) a cuyo híbrido se le denomina Correlimos de Cox (Calidris paramelanotos).



Las principales amenazas que pueden incidir negativamente sobre esta especie son las molestias humanas durante la reproducción, la caza ilegal, la contaminación y la destrucción o reducción de sus hábitats. El Correlimos zarapitín se incluye en el Libro Rojo de las aves de España en la categoría de “Casi amenazado” y se considera “De interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.

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