domingo, 18 de julio de 2021

Un final de primavera en las Lagunas de Villafáfila para no aburrirse (Parte 2 de 2). Cigüeñuela común (Himantopus himantopus), Ánsar común (Anser anser), Lavandera boyera (Motacilla flava), Perdiz roja (Alectoris rufa)​, Gorrión común (Passer domesticus), Grajilla occidental​ (Coloeus monedula), Urraca común (Pica pica), Cuervo grande (Corvus corax).

Continuo compartiendo las fotografías de diversas especies de aves que al final de la pasada primavera pude realizar en la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila (Zamora). Entre ellas pude fotografiar al ave que está considerada como la que tiene las patas más largas proporcionalmente del Paleártico Occidental. Me estoy refiriendo a la Cigüeñuela común (Himantopus himantopus), un ave que pertenece al Orden de las “Charadriiformes”, familia “Recurvirostridae” y género “Himantopus”, cuyo significado etimológico sería el de “ave de patas largas o de patas flexibles o de patas como correas" y no es de extrañar ya que es el ave con las patas más largas proporcionalmente del Paleártico Occidental.




Efectivamente, la característica fundamental de estas aves son sus larguísimas patas de color rosado (invierno) o rojo bermellón (primavera), que son una adaptación al medio en el que viven, ya que gracias a estas patas pueden vadear y alcanzar zonas más profundas donde encontrar alimentos y donde otras aves con patas más cortas no llegarían.




Caminan por las orillas siempre con sus las largas patas medio sumergidas y se desplazan con relativa tranquilidad y largas zancadas, para de vez en cuando introducir su largo pico en el agua o fango en busca de sus presas, pero normalmente tiene que flexionar las patas para poder llegar al suelo.




Se alimentan fundamentalmente a base de invertebrados y concretamente insectos acuáticos (dípteros y coleópteros acuáticos y sobre todo larvas), gusanos y pequeños crustáceos que capturan cuando están posados mediante rápidos picotazos en la superficie del agua, sobre la vegetación o bajo esta, y también en vuelo mediante saltos verticales.




El pico en estas aves es largo, fino, recto (como una aguja) y de color negro. Tiene una longitud de unos 6,5 cm de largo y es una adaptación a los hábitats que normalmente ocupa y que les permiten tener una especialización y evitar la competencia con otros limícolas a la hora de obtener los alimentos, ya que normalmente capturan a sus presas introduciendo su largo pico en el agua o los limos.




La Cigüeñuela común es un ave estival que pasa los inviernos en el África Subsahariana o El Magreb, aunque cómo suele ocurrir con otras especies, parte se queda a invernar (Sur de España) junto con aves procedentes de Europa central.




El paso migratorio prenupcial tiene lugar por la costa mediterránea entre marzo y junio y ligeramente antes por el interior (entre febrero y mayo). El flujo migratorio, por el contrario, resulta prácticamente inapreciable por la costa atlántica y el estrecho de Gibraltar. El paso postnupcial lo realizan mayoritariamente entre julio y agosto.

Hembra
Hembra
Hembra

Un habitual en las primaveras de las lagunas de Villafáfila es el Ánsar común (Anser anser). Estoy haciendo referencia a la subespecie "Anser anser" o Ánsar común que es la más abundante que podemos encontrar en España, el de mayor tamaño y el de plumaje más claro en comparación con otros de aspecto similar como el Ánsar campestre, el Ánsar piquicorto e incluso con el Ánsar careto o el Ánsar chico.




Su lugar de nidificación preferido son los lagos con amplias extensiones de cañaverales rodeadas por prados, aunque pueden nidificar en otros hábitats, casi siempre a muy corta distancia del agua. En España en los últimos años los ánsares han empezado a criar en pequeña cantidad, pero cada vez más frecuentemente, en humedales situados sobre todo en el noreste peninsular. El periodo de reproducción lo realizan entre los meses de abril a mayo. La puesta se compone normalmente de 4-6 huevos y la incubación dura unos 28 días aproximadamente. Las crías son nidífugas, abandonan el nido a las pocas horas de haber nacido.




Tanto en la época de cría como en la de invernada, el comportamiento de los ánsares salvajes es bastante curioso. Se comunican por medio de graznidos, cuya entonación y ritmo están cargados de significados diversos. Estas aves parecen estar cambiando sin cesar sus impresiones y de esta manera deciden posarse aquí o allá, o cambiar de lugar de forrajeo. Históricamente se ha alabado a los ánsares por su capacidad de vigilar si se acercan "gentes de mala vida", considerándoles superiores en esto a los mismos perros. Para apoyar esta teoría, se acostumbra a hacer referencia a que en el año 30 a. C., cuando en plena noche, mientras las legiones dormían, los galos trataron de asaltar la colina donde se encontraba el Capitolio Romano y mientras que los perros guardaban silencio, los ánsares alarmados, despertaron a Manlio (cuya residencia estaba en aquella colina) con sus potentes graznidos y batir de alas, avisando de esta manera del riesgo. Manlio al descubrir la causa y acompañado con los hombres que pudo agrupar en el momento, se apresuró al lugar en donde los galos ascendían y logró repelerlos, salvando de esta manera a Roma.




Otra de las especies que pude fotografiar allí fue a una bella Lavandera boyera macho (Motacilla flava) de la subespecie ibérica (M. f. iberiae) que, como es propio de esa subespecie, en ella se puede apreciar el color totalmente blanco del mentón y la garganta en la parte anterior del cuello. 


En la cara tienen una fina ceja poco desarrollada (lista superciliar) de color blanco que va desde la base de la mandíbula superior hasta la nuca, también tienen una brida negra por delante del ojo y tintes grises oscuros o negros en la zona ocular y de las auriculares.


En España la subespecie M. f. iberiae cría en la Península y Baleares y se distribuye en cuatro núcleos principales, el mayor de ellos en la cuenca del Duero, y los otros tres en la costa cántabro-gallega, la zona del bajo Guadalquivir-golfo de Cádiz y la costa mediterráneo-balear. En el resto de la Península aparece de modo disperso, con notables ausencias en gran parte de Extremadura, Andalucía, el valle del Ebro y Cataluña. En ambos pasos, pero fundamentalmente durante el otoñal, se observa por todo el territorio español, Canarias incluida.


Las aves españolas invernan en el Sahel y quizás en Marruecos, aunque existen citas invernales en España, sobre todo en Andalucía. La llegada en primavera habitualmente ocurre a finales del mes de marzo o en abril y su presencia se alarga hasta el mes de septiembre/octubre e incluso noviembre. En la migración se detecta segregación longitudinal, es decir que, las lavanderas boyeras del oeste de Europa tienden a atravesar por el oeste peninsular, y lo mismo ocurre para las del este.


Una de las especies de aves muy habitual y abundante en la estepa cerealista es la Perdiz roja (Alectoris rufa)​, un ave que pude fotografiar con cierta facilidad y que a mí particularmente me parece un ave preciosa y sumamente fotogénica.




Luce ese impresionante color rojo en anillos oculares, pico y patas, que junto con sus llamativos flancos barrados y su garganta blanca y pecho moteado de negro, le proporcionan un conjunto sumamente bello.




Siempre que veo en libertad a estas preciosas aves pienso que el destino le jugo una mala pasada y las convirtió en una de las aves cinegéticas más perseguidas, motivo por el que pasa una importante regresión, en la que también está teniendo mucho que ver los problemas derivados de la alteración de los paisajes agrarios de los que dependen.




Es una especie de hábitos terrestres y sedentarias que habitualmente se desplaza a pie y que prefieren correr que volar y que cuando lo hacen es durante un corto recorrido. Su vuelo es rápido y directo, alternando fuertes aleteos con planeos en los que destacan los bordes anaranjados de la cola.




Ocupa una amplia variedad de hábitats, preferentemente en medios abiertos o con arbolado disperso, como pastizales, cultivos, matorrales aclarados y dehesas, mostrando una clara preferencia por las campiñas más diversificadas y de uso agrícola de secano extensivo. Puede encontrarse desde el nivel del mar hasta los 2.000 metros de altitud




Son gregarias, forman bandos durante todo el año, excepto en primavera, época en la que van en parejas. Es precisamente en esa época de celo cuando con cierta frecuencia los machos se enzarzan en duras peleas a plena luz del día. Tuve la oportunidad de poder observar en directo una de esas duras peleas desde el interior de mi coche en una cuneta de la carretera.




Se encontraban muy próximos al coche y sin inmutarse por mi proximidad ya que solo tenían atención para pelear contra su adversario y así decidir cuál será el que domine el territorio. 




Durante la extensa duración de la escena, se muestran decididos a pelear lanzándose continuos y feroces ataques con su pico y sus espolones contra su oponente cuando lo consideran oportuno.




La intensidad de la batalla se debe a la calidad de su objetivo, es decir, el ganador, una vez hubiese echado de la zona a su enemigo o bien hubiese acabado con su vida como ocurre en algunos casos, podría ser quien dominase el territorio y con ello a las hembras del lugar.




No quiero dejar pasar la oportunidad de incluir en esta entrada a nuestro familiar y entrañable Gorrión común (Passer domesticus) al que pude captar en un pilón de agua estancada echando un traguito de agua.




Aunque se trata de un ave silvestre, el Gorrión común habita en casi cualquier lugar ocupado por el ser humano, siendo muy raro observarlo alejado de nuestros asentamientos. A pesar de su abundancia y amplia distribución, en las últimas décadas se han detectado fuertes caídas de sus poblaciones en diversos puntos de su área de distribución. 




En Europa prácticamente desapareció del centro de algunas ciudades como Londres o Praga, estimándose de forma general que en las últimas tres décadas Europa a perdido el 60% de sus gorriones comunes. Entre los misterios científicos aún no resueltos concernientes a las aves, destaca la incógnita que supone desconocer el factor responsable del alarmante declive del gorrión común en gran parte de su área de distribución. (SEO Bird/Life)




Ya para terminar quiero compartir alguna de las fotografías que pude realizar a tres especies de la familia de los córvidos (Corvidae).

La primera de ellos que pude fotografiar fue a la Grajilla occidental​ (Coloeus monedula) que está considerada como el córvido de menor tamaño de loa que se podemos encontrar en España. Se trata de una especie con un comportamiento muy gregario que habitualmente de desplaza formando bandos muy ruidosos y que se reúnen en grandes dormideros.



A diferencia de otros córvidos, manifiesta unos hábitos marcadamente vegetarianos (granos y semillas, frutas, bayas y frutos silvestres), aunque durante la crianza de los pollos captura una gran variedad de invertebrados (insectos y sus larvas, lombrices, moluscos, algún pequeño vertebrado (pequeños roedores, pequeños reptiles), huevos y pollos de aves, desperdicios de la basura y ocasionalmente carroña.



Allí en Villafáfila están utilizando las cajas nido que en principio se colocaron para favorecer la reproducción del Cernícalo primilla y del común pero que ellas han aprovechado para criar.



La Urraca común (Pica pica) es el córvido más abundante y extendido de todos los existentes en la Península Ibérica. Como el resto de los córvidos se trata de unas aves sumamente inteligentes y también muy desconfiadas y huidizas. Siempre he considerado que tienen un plumaje precioso al que estamos acostumbrados a ver pero no por eso le debemos dejar de valorar su extraordinaria belleza. 



Tienen fama por su afición por coger objetos brillantes o de colores que le resulten atractivos para luego esconderlos por lo que tienen fama de ladronas, además, al igual que otros miembros de su familia, también recolectan alimentos que luego esconden. 


Al igual que el último protagonista de esta entrada, el Cuervo grande (Corvus corax) son unas aves sumamente inteligentes que han alcanzado un notable éxito por su capacidad para adaptarse a los ambientes más humanizados. También tienen la costumbre de ir en parejas o en grupos familiares. Lo mismo que otros miembros de su familia también suelen esconder alimentos enterrándolos en agujeros que ellos mismos excavan en el suelo y al igual que las urracas suelen robar objetos brillantes que también esconden, además son capaces de recordar donde han escondido las cosas sus congéneres para luego robárselas. Pueden imitar los sonidos de otras aves e incluso palabras.


4 comentarios:

  1. Muy buen artículo. No viste sisones?. Paralelo al camino que une el lateral de laguna grande con Otero, y entrando hacia los campos siempre se topa con ellos.

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    1. Muchas gracias. Pues a los sisones no los vi, no. Espero que a la próxima se me logren. Saludos.

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