viernes, 13 de marzo de 2020

De "pajareo" por los parques urbanos con alguna que otra "sorpresilla" (Parte 1).

Como acostumbro a realizar de vez en cuando, en la entrada de hoy os voy a presentar algunas de las muchas especies de pajarillos que podemos encontrar en los parques urbanos de nuestras ciudades y de los que en muchas ocasiones casi nos olvidamos de su existencia y de la extraordinaria belleza que atesoran. Mirlo común (Turdus merula) macho y hembra y Jilguero lúgano (Spinus spinus).





Localizarlos, observarlos e intentar inmortalizar a través de la fotografía las mejores imágenes que estos increíbles pequeños seres nos ofrecen cada día, constituye una muy agradable experiencia que recomiendo a cualquier amante de la naturaleza. Pinzón vulgar (Fringilla coelebs) hembra y macho.





Una recomendación, la de visitar nuestros parques urbanos para observar y si se quiere fotografiar a los pajarillos que allí se refugian y alimentan, que hago extensiva en especial a los que se estén iniciando en esta bonita e interesante afición de la observación y fotografía de aves. Jilguero europeo (Carduelis carduelis).





Se trata de localizar, observar, y si se quiere fotografiar, especies de pájaros que en muchas ocasiones dejamos de lado para dedicarnos a observar y fotografiar aves más escasas y extrañas que ocasionalmente tenemos la fortuna de poder observar cada uno por nuestro particular entorno. Herrerillo común (Cyanistes caeruleus).





Durante la época invernal debido a la escasez de pequeños invertebrados (insectos, escarabajos, mariposas, etc.) que constituyen la base alimenticia de muchas de esas aves, los parques urbanos, debido a la gran diversidad de especies vegetales que albergan, se convierten en un gran recurso alimenticio en donde las aves paseriformes pueden encontrar gran cantidad de semillas, bayas o frutos que abundan en ellos. Petirrojo europeo (Erithacus rubecula).





Eso sin olvidarnos de la gran cantidad de lombrices o gusanos que abundan en las múltiples praderas y de las que se aprovechan un gran número de especies como fuente importante de proteínas. 





Además en esos parques urbanos, con cierta frecuencia podemos encontrar zonas concretas (charcos, fuentes, pilones, etc.) en donde se puede acumular el agua de lluvia o de riego y que casi siempre te permiten observar y fotografiar a un buen número de aves realizando una de sus tareas cotidianas necesarias para poder mantener sano su bello plumaje, como lo constituye el baño y acicalamiento del plumaje. Es el caso, de por ejemplo, el Mirlo común (Turdus merula).





Parece mentira el gran número de especies que en una pequeña charca de agua pueden desfilar en tan solo unos cuantos minutos, convirtiéndose en unos verdaderos baños públicos para las aves.





No podía faltar la presencia de la Paloma doméstica (Columba livia) a la hora del baño.





Tampoco la de su familiar, la paloma más grande de Europa, la robusta y poderosa Paloma torcaz (Columba palumbus).





Claro que si hablamos de tener una corriente o acumulación de agua, casi siempre nos vamos a encontrar con alguna Lavandera cascadeña (Motacilla cinerea).





Según va avanzando el invierno y se va acercando la primavera, podemos empezar a ver a alguna especies que se alimentan de los brotes de las primeras flores que poco a poco van apareciendo y que añaden un plus de belleza a esas ya de por si bonitas imágenes. Herrerillo común (Parus caeruleus).





Algunas especies también a  final del invierno y casi comienzo de la primavera, inician sus escarceos amorosos y proclaman a todo pulmón su disposición para encontrar pareja con la que poder contribuir a perpetuar su especie. Chochin común (Troglodytes troglodytes).





Siempre me ha llamado la atención el hecho de que cuanto más pequeño es el pajarillo, mas se esfuerzan en emitir trinos y reclamos más fuertes y llamativos como para intentar compensar su diminuto tamaño con unos cantos más potentes.





Como ya habréis averiguado, me estoy refiriendo al Chochin común cuya denominación científica como “Troglodytes troglodytes” viene a poner de manifiesto la costumbre que habitualmente tiene este pajarillo de construir unos elaborados nidos con forma esférica con un pequeño orificio de entrada y ubicarlos en los huecos de los árboles, de las paredes, de los muros o de los taludes, a modo de “cueva o caverna”. Su significado etimológico “perteneciente a la familia de las aves que viven en las cavernas”, proviene del latín “troglodytae-arum”: trogloditas, habitantes de las cuevas o cavernas (que se meten en las cavernas).





Se trata de uno de los pajarillos más pequeños de nuestro entorno tan solo superado por los reyezuelos (sencillo y listado), aunque la costumbre de levantar verticalmente su pequeña cola hasta los 90 grados y su corto cuello, contribuyen notablemente a dar la apariencia de ser aún más pequeño.





En otras ocasiones, los parques urbanos te brindan la oportunidad de observar y fotografiar alguna que otra "sorpresilla". 





En esta ocasión la "sorpresilla" fue la d encontrarme con un pajarillo que lucía un plumaje un tanto atípico y que en los primeros instantes, cuando le puedes observar con ciertas dificultades, te hace dudar de su identificación correcta.





Me estoy refiriendo a un ejemplar hembra de Pinzón vulgar (Fringilla coelebs) que presentaba un plumaje con leucismo parcial debido a la pérdida parcial de melanina probablemente debido a un trastorno hereditario (mutación) en el depósito de ese pigmento.





Al parecer, estas aves dependiendo de la extensión del leucismo de su plumaje (ojos, pico y otras partes desnudas son del color normal) y mucho más si se trata de un albinismo, son aves que sufren una mayor depredación (gavilanes, halcones...) ante la dificultad que presentan para camuflarse, así como una mayor fragilidad de las plumas afectadas ya que se desgastan más fácilmente que las de color normal. Parece ser que también tienen mayor dificultad para encontrar parejas adecuadas.





Él, al igual que otras especies, tampoco quiso perderse la posibilidad de darse un baño en la pequeña charca.





Interesante observar en la misma zona a ejemplares de Pinzón vulgar (Fringilla coelebs) sin alteraciones de la pigmentación de su plumaje, lo cual nos permite valorar las diferencias.





Otra de las especies que pude ver en el parque y que me tuvo bastante entretenido para poder conseguir alguna fotografía interesante dado lo inquieto que es, fue el Agateador europeo o común (Certhia brachydactyla).





Con un plumaje sumamente críptico, en ocasiones resulta francamente difícil localizarle dado que se camufla muy bien entre las cortezas de los árboles por donde continuamente se está moviendo en busca de alimento.





Para añadir algo más de dificultad, además de tener un tamaño bastante pequeño y un comportamiento bastante nervioso e inquieto, tiene la pijotera costumbre de esconderse en el lado del tronco que no vemos y que, casualmente, casi siempre suele estar a la sombra. En otras muchas ocasiones, acostumbra a pararse justo detrás de alguna pequeña rama que te dificulta, una vez más, su adecuado enfoque. Para mí poderle fotografiar en condiciones, siempre ha constituido todo un reto.





A mi modo de ver, la mejor manera para encontrarle e intentar enfocarle adecuadamente, es cuando se desplaza trepando en espiral hacia la parte alta de los árboles en busca de alimento, pero también en estas situaciones tiene la dificultad de hacerlo con movimientos rápidos e irregulares, para inmediatamente después revolotear hacia la parte inferior del árbol siguiente donde vuelve a empezar.





Solo realiza vuelos cortos, ondulantes y muy rápidos, habitualmente desde la parte alta de un árbol, hasta la parte inferior del árbol cercano, donde vuelve a empezar a trepar o agatear hacia arriba en espiral. Pocas veces se desplaza a largas distancias.





Impresionante ver la capacidad de este pajarillo para desafiar la gravedad mientras se desplaza por los troncos y ramas de los árboles.





Sus largos dedos y muy curvadas y afiladas uñas le permiten sustentarse perfectamente.





Trepa habitualmente con la cabeza hacia arriba, apoyándose sobre su cola. Una cola que está compuesta de plumas con raquis muy gruesos, lo que la hace muy rígida y le proporciona una robustez que les permite utilizarla como punto de apoyo cuando trepan por los troncos y las ramas de los árboles. 





Con su pico, fino, largo y curvo consigue extraer el alimento de lugares recónditos de la corteza de los árboles.





Su alimentación es fundamentalmente a base de insectos y sus larvas, así como de arácnidos que busca incansablemente en la corteza de troncos y ramas. Muy ocasionalmente se puede alimentar de granos y semillas de plantas herbáceas






2 comentarios:

  1. Me encanta esta entrada. Me parece fascinante pasear por los parques de mi ciudad, por el río, por Valorio...la enorme biodiversidad que atesoran pasa desapercibida pero es majestuosa. Enhorabuena y un saludo.

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  2. La verdad es que es un verdadero placer leer tus comentarios tan agradables y positivos y máxime en unos momentos tan delicados como los actuales. Es evidente que no es el mejor momento para animar a la gente a que acuda a sus parques urbanos, pero ya vendrán tiempos mejores con la colaboración y responsabilidad de todos. Por supuesto todas las fotografías que comparto y compartiré son de fechas anteriores a la actual crisis sanitaria. ¡Mucho ánimo para todos y, por favor, ¡QUEDEMONOS TODOS EN CASA! Gracias.

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