viernes, 3 de noviembre de 2017

Una de nuestras limícolas más pequeñas. Correlimos menudo. Calidris minuta. Mazaricu nanu.

De las escasas especies de aves limícolas que esta temporada he podido ver y fotografiar en Asturias, hoy quiero presentaros a esta bella pareja de Correlimos menudo con los que hace ya unos cuantos días pasé una nublada mañana en la playa de Bañugues.




El caso es que días antes ya los había visto correteando y alimentándose por la zona intermareal acompañados de varios Chorlitejos grandes y tan solo les pude sacar alguna foto testimonial de esa presencia, ya que se mostraron muy recelosos, probablemente arrastrados por la conducta de los chorlitejos grandes.




Pero en una segunda visita a esa playa los pude ver como se encontraban alimentándose los dos solos y en la misma zona en donde años anteriores ya los había visto y donde no recelaban para nada de la presencia humana.




Me estoy refiriendo a la desembocadura del pequeño arroyo (arroyo de Llantada) que se bifurca en pequeños regatos antes de su llegada al mar y que habitualmente utilizan esas y otras aves para beber, alimentarse y darse unos buenos baños de agua dulce, que les permiten desalinizar su plumaje y así mantenerlo en perfectas condiciones para poder seguir sus largos periplos migratorios.




No sólo no recelaban de mi presencia y la de otras personas que se encontraban cerca, sino que eran ellos mismos los que poco a poco se fueron aproximando a mi posición, llegando incluso a tenerme que separar de ellos para así poderlos enfocar adecuadamente con mi teleobjetivo.




A partir de ahí, fue un verdadero deleite poder observar y fotografiar sus evoluciones desplazándose a los largo de ese arroyo, sumergiendo una y otra vez su cabeza en el agua en busca de pequeños invertebrados acuáticos de los que habitualmente se alimentan.




El Correlimos menudo aunque es una especie escasa, es una limícola habitual en temporada otoñal en Asturias, pero lo cierto es que cada vez lo hace en un menor número. Escasez que se suma a la de otras especies de aves limícolas que este año en concreto está resultando francamente alarmante y que esperamos que con el cambio de las condiciones climáticas que al parecer se aproxima, pueda revertir.




Como denomino a esta entrada, estamos hablando de una de las aves limícolas más pequeñas que habitualmente podemos ver en nuestro país durante el paso migratorio y en la invernada. Como muy bien indica su nombre, el Correlimos menudo “Calidris minuta” tan sólo mide entre 14 y 15,5 cm de longitud (el Correlimos de Temminck es un poquito menor: 13,5-15 cm) y unos 27 a 30 cm de envergadura. Su peso puede llegar a los 30 gr. La edad máxima conocida de un Correlimos menudo anillado es de ocho años. No existe dimorfismo sexual en esta especie.




Pertenece a la orden de las Charadriiformes y a la familia de las Scolopacidae a las que también pertenecen entre otros el Correlimos de Temminck (es un poco menor: 13,5-15 cm y más alargado), el Correlimos Tridáctilo y el Correlimos común con los que guarda un cierto parecido y puede llegarse a confundir. El origen etimológico de su denominación científica proviene de los términos Calidris = kalidris (griego): ave limícola mencionada por Aristóteles y que, probablemente, se trataba de un andarríos y de Minuta = minutus (latín): pequeño.




En cuanto a su plumaje, debemos diferenciar el de invierno (no reproductor) que lucen un dorso  de color pardo grisáceo con centros oscuros y un aspecto escamoso que le proporciona el hecho de tener los bordes de las plumas de color blanco. Ese color pardo grisáceo se extiende hacia la cabeza y los laterales del cuello.




El píleo es de color anaranjado con múltiples estrías de color marrón oscuro.




La cara es anaranjada con estrías parduzcas y con tonos parduzcos en las auriculares,  además en ella hay una brida marrón oscura entre la base del pico y el ojo.




La garganta es siempre blanca (pardusca en el de Temminck).




En las alas se puede ver una franja alar de color blanco mientras vuelan. Las plumas primarias y las secundarias son de color pardo oscuro. Destaca la proyección primaria sobre las terciarias, que llega a rebasar el extremo de la cola.




Las plumas de las partes inferiores (vientre) son blancas durante todo el año.




La cara es blanca y los ojos tienen el iris de color marrón oscuro (casi negro) y están rodeados de un fino anillo periocular blanquecino.




El pico es de tamaño medio (igual o menor que el diámetro de la cabeza), recto (a diferencia del Correlimos común) y de color negro.




La cola es corta (el Correlimos de Temminck la tiene más larga) y con línea gris oscura central (de color blanco en el correlimos de Temmick).




Las patas son medianamente largas, de color negro (a diferencia del Correlimos de Temminck que las tiene amarillentas y más cortas), con tibias y tarso cortos y con cuatro dedos (tres delanteros y un espolón trasero) a diferencia del tridáctilo. Presentan una pequeña membrana interdigital entre los dedos.




Por su parte, el plumaje estival (nupcial)  presenta un colorido más variado en su manto a base de un anaranjado rojizo con moteado marrón que abarca a la cabeza y los laterales del cuello (más marcado en los machos). En las partes superiores el plumaje es negro con bordes castaños y las puntas blanquecinas que irán desapareciendo con el plumaje nuevo. En el manto es característica una marcada "V" de color blanco amarillento (ausente en el correlimos de Temmick). También en esta época presentan una clara bifurcación en la lista superciliar que es menos clara o inapreciable en plumajes de invierno de jóvenes o adultos.




El plumaje de los juveniles es variable, alternando las plumas de color anaranjado con bordes castaños de su manto con otras más grisáceas. La "V" del manto está más marcada que en el adulto. La cabeza tiene un plumaje estriado con doble ceja marcada. En el dorso presentan una doble línea blanca marcada en cada lado.




Se distribuyen por latitudes árticas de Europa y Asia donde se reproducen y posteriormente emigran hacia el África central y meridional (así como el Asia meridional) y de forma mucho más escasa en la cuenca del Mediterráneo.




En nuestro país son habituales durante los pasos migratorios tanto en la Península como en las Islas Canarias y las Baleares, pero también hay una parte de ellos que se quedan para invernar (zona mediterránea) y otros pocos que se quedan durante el verano. Su paso posnupcial lo realizan principalmente entre los meses de agosto y septiembre y el retorno acostumbran a realizarlo entre los meses de mayo y junio a lo largo de la costa mediterránea.




En España se localizan fundamentalmente en las marismas del Guadalquivir, bahía de Cádiz, humedales manchegos y delta del Ebro. También en Baleares y Canarias. Son muy escasas en la cornisa cantábrica y en Galicia.

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Son unas aves muy vivaces con un rápido picoteo que se les puede encontrar correteando por playas y marismas formando grupos (carácter gregario) o unirse a otros grupos de limícolas pequeñas.  




Sus hábitats preferidos durante los pasos migratorios y la invernada son las zonas bajas costeras, lagunas y marismas. Durante la época reproductiva amplían esos hábitats con las aguas interiores.




En su dieta incluyen fundamentalmente a pequeños invertebrados acuáticos, crustáceos, moluscos y de insectos y sus larvas. También incluyen en su dieta algunas materias vegetales.




Se alimentan por picoteo rápido de la superficie del barro. También sondean a veces y vadean en aguas poco profundas. Las presas son detectadas por la vista. A veces pueden defender su territorio de alimentación contra otras aves limícolas.




Su vuelo es más rápido que el de otros correlimos y se caracteriza por un revoloteo distintivo realizando giros bruscos y aleteos rápidos.




Su voz de reclamo es un "stit" o "tirri-tit-tit" penetrante y agudo. Su canto (en vuelo o desde el suelo), consiste en un "suii-suii-suii" débil, entrecortado por un "svirrr-r-r" suave y claro.



Se reproducen durante los meses de junio y julio. Sitúan el nido en una pequeña depresión en el suelo oculta entre la vegetación a la cual recubren con materia vegetal. La puesta, que tiene lugar desde finales de junio a comienzos de julio,  se compone normalmente de 3-4 huevos. La incubación dura unos 21 días aproximadamente y la realizan madre y padre. Las crías son nidífugas, al poco de nacer abandonan el nido.




Inciden negativamente sobre esta especie las molestias humanas durante la reproducción, la caza ilegal y la destrucción de sus hábitats. El Correlimos menudo aparece calificado como “De interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.

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