miércoles, 8 de julio de 2015

La gran garza blanca. Garceta grande (Ardea alba). Garcia grande.

No me ha resultado nada fácil conseguir un puñado de fotografías medianamente decentes para poder realizar esta entrada del blog que desde hace tiempo deseaba.




La majestuosidad de esta ave cuando vuela es muy llamativa y su tamaño impresiona y te hace creer que se trata de la garza mayor de nuestras latitudes, pero aunque no lo parezca, es superada por la Garza imperial, asemejándose más al tamaño de la Garza real.




Y tal vez sea este motivo, el del tamaño, el que haya hecho que su taxonomía sea todavía motivo de confusión. Unos autores la consideran como Egretta alba, asemejándola a las otras egrettas como la Egretta garzetta o Garceta común con la que guarda un gran parecido sobre todo cuando lucen sus plumas nupciales, aunque eso sí, de un tamaño considerablemente mayor. También la podemos comparar con la Egretta gularis o Garceta dimorfa en su fase blanca, cuyo pico y patas más largas, son las características diferenciales más llamativas. 




Otros autores basándose no en el parecido de sus blancos plumajes, sino en el de su tamaño, agrupan a esta Garceta grande dentro del género Ardea, asemejándola a la Ardea cinérea o Garza real y a la Ardea purpurea o Garza imperial, pasándola a denominar como Ardea alba.




Y por último, como no hay dos sin tres, y a modo de desempate, se ha creado últimamente una denominación científica exclusiva para su género, me refiero a el de Casmerodius; por lo que podemos decir, si no nos corrige algún experto, que la denominación científica actual de la Garceta grande es la de Casmerodius albus. 




Total que a esta Garceta grande la podemos encontrar en la variada bibliografía con tres denominaciones científicas: Egretta alba, Ardea alba, o la más actual, Casmerodius albus.




En cualquier caso estamos ante un ave zancuda de patas y cuello muy largos lo que le da un aspecto muy esbelto y “elegante”. Vienen a medir alrededor de 1 m de longitud con una envergadura que oscila entre 1,45 y 1,70 m y un peso medio de unos 950 gr. 




No hay dimorfismo sexual en esta especie.




Su plumaje es de color blanco en su totalidad y en época nupcial se adornan con unas características plumas largas en la garganta y en la base del cuello, estando ausentes en la zona de la nuca, lo que la diferencia de las otras garcetas que si las presentan es esa época.




En la espalda, estas plumas ornamentales resultan particularmente largas y desflecadas y se prolongan, a modo de manto, sobre las plumas de vuelo y la cola, siendo habitual ver esos penachos de plumas sucios debido a su arrastre por el agua.




Esas plumas ornamentales son de apariencia suave y frágil y debido a ello, a finales del siglo XIX y principios del XX, estuvieron de moda para usarlas de adorno en los sombreros femeninos. Como consecuencia de esto, la caza de estas aves y de otras similares, aumentó y como estas plumas sólo crecen durante la temporada de cría, atrapaban a estas aves en los nidos sin preocuparse por los juveniles, que eventualmente también perecían. Estuvo muy cerca de extinguirse, pero afortunadamente la moda cambió.




El largo cuello habitualmente lo mantiene angulado o replegado en forma de "S".




En la cara, la única zona que no es blanca es una franja entre el pico y los ojos que es de color verdoso amarillento y que va desde la base de la mandíbula superior hasta el ojo, englobando a este y que constituye un rasgo identificativo característico de esta especie que la diferencia de otras garcetas que no la tienen. Durante la temporada de cría esta franja cambia a un color verde esmeralda mucho más intenso.




Los ojos tienen el iris de color amarillo con una gran pupila negra.




El pico es largo, fuerte y de color amarillo anaranjado. Durante la época nupcial se oscurece hasta volverse casi negro. 




Las patas son largas y de color negro pero durante la época reproductiva las tibias y parte del tarso pueden aclararse volviéndose anaranjadas rojizas. 




El joven, por su parte, es similar al adulto no reproductor, con las tibias de color amarillo verdoso y el pico amarillo




Las Garcetas grandes al volar baten las alas lentamente y esto unido a su intenso y uniforme color blanco, les da un aspecto de que estás ante como unas aves de gran tamaño. 




La imagen característica en vuelo es verlas con el cuello recogido, el pico amarillo anaranjado y las alas arqueadas, mientras que las patas sobresalen largamente por detrás de la cola con los pies de color negro. 




Son aves silenciosas, salvo en las colonias de cría. A veces, durante el vuelo o ante amenazas, emiten un graznido seco “gyaa” nasal. 






Se alimentan fundamentalmente de peces, anfibios y reptiles, complementando esta dieta habitual con pequeñas aves, pequeños mamíferos, moluscos, crustáceos, lombrices e insectos acuáticos.




Cuando no vuelan se las acostumbra a ver paradas o caminando lentamente en la orilla de los ríos y lagos o en estuarios de poca profundidad. Es posible que pesquen desde afuera del agua o internándose en ella en zonas en donde la profundidad sea desde apenas la tierra húmeda, hasta zonas donde el agua le llegue hasta el pecho.




Su técnica de pesca es la de acechar a sus presas con el pico apuntando hacia el agua y cuando la presa se pone a tiro, mediante un movimiento rapidísimo, estiran el cuello proyectando el pico sobre ella como si fuera un arpón.




A menudo la vemos pescando sola o en grupos de su propia especie o en compañía de otras garzas blancas y aves acuáticas. Cuando esta pesca la hacen en compañía, no pocas veces se producen conflictos con las otras aves, debido a que les gusta robar lo que las otras pescan.




Sus hábitats son zonas palustres, riberas de los ríos, lagunas, embalses, albuferas, arrozales y salinas.




Se distribuyen por África, América, Asia y Oceanía.


Se conocen varias subespecies, siendo la subespecie alba, la que habita en nuestro territorio. 


Afortunadamente, en España, hay cada vez más residentes habituales, sobre todo en lugares como el delta del Ebro, las marismas del Guadalquivir o la albufera de Valencia. A ellas también se les unen durante el invierno y cada vez en mayor número, aves procedentes de Europa, todo ello coincidiendo con su reciente recuperación poblacional en Europa. Acostumbran a invernar en la cuenca del Mediterráneo.




También las podemos observar durante los pasos migratorios camino del continente africano..




La reproducción tiene lugar entre los meses de Abril y Mayo. 




Pueden criar en colonias junto a otras especies de garzas o individualmente.




Ambos sexos construyen el nido en los árboles próximos a los humedales o entre los cañaverales o vegetación palustre. Esos nidos construidos a base de ramas y palos de hasta 1 m de diámetro y unos 20 cm de altura que revisten de hojas y hierba, suelen ser usados durante varios años.




La puesta se compone de 3 a 5 huevos de color azul claro. La incubación dura 25 días aproximadamente y los pollos son cuidados por ambos progenitores. Las crías abandonan el nido a los 30-40 días de edad.




En la actualidad, una vez salvada la época en la que sus plumas estaban de moda, las principales amenazas que tiene esta especie es, como ocurre con otras aves ligadas a esos hábitats, la reducción o alteración de áreas inundadas, la destrucción de la cobertura vegetal, la contaminación del medio y la caza furtiva. La garceta grande figura en la categoría “De interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.

3 comentarios:

  1. Que fotazas le has hecho en vuelo, una pasada. Un abrazo José Ignacio.

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  2. magníficas ¿Puedo utilizar una de ellas para ilustrar este texto de José Martí?
    a las aves alas; a los peces aletas; a los hombres que viven en la Naturaleza, el conocimiento de la Naturaleza; esas son sus alas...

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  3. Sin problema, tan sólo te pido que te identifiques, en tú comentario no aparece tu identificación.

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