miércoles, 5 de febrero de 2025

Mi particular álbum de fotos de unos zampullínes muy poco habituales en Asturias. Zampullín cuellirrojo (Podiceps auritus).

Desde mediados del pasado mes de enero los aficionados a la observación y fotografía de aves hemos podido disfrutar de una pareja de zampullínes muy poco habituales en Asturias, me estoy refiriendo al Zampullín cuellirrojo (Podiceps auritus) que aparecieron en la ría de Avilés a la altura del puerto deportivo.




Desde entonces hasta primeros del actual mes de febrero hemos sido muchos los aficionados que nos hemos acercado por allí para disfrutar de su presencia y realizarles un amplio reportaje fotográfico, ya que se trata de una especie de ave acuática muy poco habitual en Asturias.




Haciendo memoria, recuerdo haberle fotografiado en dos anteriores ocasiones en Asturias, una en el mes de diciembre de 2016 en el puerto pesquero de Lastres y la otra en enero de 2018 en el puerto pesquero de Luanco (Gozón). También tengo entendido que alguna que otra ocasión se les pudo observar en la bahía de Gijón.

Diciembre de 2016 en el puerto pesquero de Lastres
Enero de 2018 en el puerto pesquero de Luanco
La diferencia con esas anteriores ocasiones con la actual, ha sido que en esta ocasión se trataba de una pareja que la mayor parte de los días permanecían juntos, eso sí, zambulléndose continuamente.





Desde los primero días se mostraron sumamente confiados desplazándose a lo largo de la zona del puerto deportivo muy próximos al paseo.




Había que aprovechar la ocasión y durante varios días, a poder ser coincidiendo con las horas de marea alta, intenté captar las mejores tomas para completar un amplio álbum de fotos de esta poco habitual y simpática especie.




Había que conseguir algunas fotografías en la que aparecieran juntos ambos zampullines, cosa que no resultaba nada fácil.




Al observar detenidamente a ambos zampullines juntos, mi apreciación particular es que se trataba de un macho y una hembra, ya que. como más tarde comentaré, aunque en ésta especie no existe un dimorfismo sexual, los ejemplares machos son de un tamaño algo mayor. En estas tomas eso es lo que me parece a mí, pero lo dejo a vuestro criterio.




Otro de los objetivos que quise lograr al fotografiarlos, fue el de conseguir hacerlo nadando en aguas con reflejos muy diferentes, lo cual aporta un plus a las simples tomas del ave.




Los conseguí fotografiar con fondos de agua muy azules.




También con azules muy metálicos…




... y también, con una mezcla de esos azules metálicos y otros de color sepia.




En otras fotografías predominaban los colores sepia de los reflejos del agua...




…incluso, me atrevería a calificar como reflejos dorados, estos otros.




Interesante también me pareció conseguir algunas fotografías en las que hubiera escasos reflejos y en las que se pudiera apreciar la transparencia de las aguas de la ría.




Aunque entre las tareas más complicadas que intenté conseguir eran aquellas en las que el zampullín adoptaba posturas o posiciones menos habituales, como éstas que a mí particularmente me parecieron increíbles dada la transformación de su físico habitualmente súper estilizado.




También conseguí algunas fotografías en las que se estaban acicalando el plumaje, lo que les proporciona una fotogenia muy particular.




No podían faltar las fotografías en las que se les aprecia en el momento justo de zambullirse.





Pero tal vez las que más me costaron conseguir fueron algunas en las que aparece el zampullín con alguna de sus presas en el pico.




Retomando el tema de las principales características de éstas aves acuáticas, si no me equivoco, la costa cantábrica constituye su límite meridional de invernada y siempre en un número muy escaso. Cabe destacar su presencia en lugares muy concretos de Cantabria (marismas de Santoña), Euskadi (Plaiaundi) y como mucho en las costas gallegas o catalanas, aunque en menor cuantía y por supuesto en temporada invernal. Se trata de uno de los zampullines más escasos y raros de ver en nuestro país junto con el aún más escaso, Zampullin picogrueso (“Podilymbus podiceps”).




El Zampullín cuellirrojo (“Podiceps auritus”) es uno de los componentes de la familia de los “Podicipediformes”, que como muchos ya sabéis en nuestro entorno, también incluye a otros zampullines como el Z. cuellinegro (“Podiceps nigricollis”), el Z. Chico o común (Tachybaptus ruficollis), el Z. Picogrueso (“Podilymbus podiceps”) y a los somormujos lavanco (“Podiceps cristatus”) y cuellirrojo (“Podiceps grisegena”).




Toman su nombre científico de la etimología de la palabra latina “podicis” que significa ano y “pes” que significa pie, en clara referencia a que sus patas se unen al cuerpo en su extremo posterior (al lado del ano). Por su parte, el término “auritus”, procede de “auris” (oreja), que significa “con orejas”, en alusión a la forma del plumaje de su cabeza en época nupcial.




Se trata de un ave acuática especializada en la técnica del buceo, con un cuerpo muy hidrodinámico en el que destaca esa posición muy atrasada de sus patas, que junto con los dedos muy lobulados, le facilitan un rápido buceo.




Su tamaño es pequeño ya que miden entre los 31-38 cm de longitud, con una envergadura que oscila entre los 59-65 cm. Su peso puede alcanzar 500 gr. No existe dimorfismo sexual en esta especie, aunque los machos son ligeramente más grandes que las hembras.




Lamentablemente, de los dos plumajes que claramente se pueden diferenciar en esta especie, nosotros tan sólo podemos apreciar el invernal, que es mucho menos llamativo que el que luce en época nupcial y del que si veis fotografías en internet, coincidiréis conmigo en que el cambio se puede calificar de espectacular.




En su plumaje invernal, como podemos ver en las imágenes, presentan las partes superiores de color gris negruzco y los flancos de color grisáceo blanquecinos. Las partes inferiores son blancas, incluida la parte frontal del cuello que presenta un collar gris negruzco.




La parte posterior del cuerpo, o popa, desciende hasta el nivel del agua de forma más progresiva y no resulta tan empinada o prominente como en el Zampullín cuellinegro que queda ligeramente por encima del agua enseñando las plumas claras que tiene por debajo. La cola está poco definida.




En la cabeza podemos apreciar que el píleo (visto de perfil), es plano con discreta pendiente hacia delante (con la frente achatada) y que por detrás termina en punta, lo cual le proporciona un perfil de la cabeza más plano y triangular, en comparación con la cabeza del Z. cuellinegro que es más redondeada y con una prominencia en el centro del píleo.



Zampullín cuellinegro (Ensenada de Llodero. Avilés 14/12/2024)
La mitad superior de la cara, el píleo y la parte posterior y los laterales del cuello son de color negruzco que contrastan notablemente con la mitad inferior de la cara, las mejillas y las zonas laterales de la nuca que son de color blanco.




La delimitación entre las zonas negruzcas y las blancas de la cara es bastante recta y va desde el pico al ojo y es mucho más nítida que en el Z. cuellinegro que la tiene mucho más difuminada y con las auriculares oscuras. Tampoco tiene, o es mínima, una extensión de la zona blanca de la cara hacia la parte superior de la nuca como lo tiene el Z. cuellinegro.



Zampullín cuellinegro (Ensenada de Llodero. Avilés 14/12/2024)
El pico es corto, fino, puntiagudo y es recto en su totalidad (en el Z. Cuellinegro está ligeramente curvado hacia arriba en su extremo). Es de color gris azulado con la punta pálida que se hace visible a distancia.




Presentan también una delgada línea de color rojizo que va dese la parte anterior del ojo hasta la base de la mandíbula inferior.




Los ojos en esta época son de color de un color rojo menos intenso (algo rosáceo) y entre el ojo y el comienzo del pico (brida), presentan una pequeña mancha blancuzca característica que no presenta el Z. cuellinegro.



Zampullín cuellinegro (Ensenada de Llodero. Avilés 23/11/2024)
Las patas son cortas, de color gris negruzco y con los dedos muy palmeados que funcionan como las palas de una hélice.




Los jóvenes tienen el color del plumaje como los adultos en invierno, aunque su cabeza es más redondeada y los ojos son de color marrón.




Son excelentes nadadores y buceadores y acostumbran a estar continuamente zambulléndose, tanto para alimentarse como para huir cuando se sienten en peligro.




Al zambullirse lo hacen inclinando el cuello levemente hacia atrás, para a continuación realizar un suave salto hacia delante, sin apenas mover el agua de la superficie.




Bucean a gran profundidad, a menudo durante un período de hasta 50 segundos, aunque lo habitual son 20-25 segundos.




Aunque pueden andar o correr cortas distancias, son propensos a caerse, ya que tienen sus patas colocados muy atrás en el cuerpo (“Podicipedidae”), lo cual les facilita el buceo pero sin embargo hace que sean muy torpes en tierra firme.




Tienen las alas estrechas y al contrario que la mayoría de los patos, son reticentes a volar, respondiendo a los peligros por medio del buceo en lugar de volar.




Del Zampullín cuellirrojo están descritas dos subespecies: “P. a. auritus”, que habita en Eurasia y el “P. a. cornutus”, que está presente en Norteamérica.




En Europa se reproduce mayoritariamente en Finlandia (68%), Islandia, Noruega, Suecia, Dinamarca y Rusia. Tras el periodo reproductor, las aves europeas efectúan desplazamientos hacia el sur y concretamente en el litoral de las islas Británicas, el mar del Norte y el noroeste de Francia.

En España se trata de un ave invernante escasa e irregular que acostumbran a aparecer en lugares concretos como la costa cantábrica, fundamentalmente en las marismas de Santoña y de forma mucho más esporádica, en Galicia, Asturias y Cataluña.




Su hábitat durante la época reproductiva se encuentra en los ríos, lagos y lagunas poco profundas, ricos en nutrientes y con abundante vegetación en las orillas. En invierno se desplaza principalmente hacia zonas resguardadas de la costa, bahías, rías, marismas y a veces también en los grandes lagos.




Su dieta durante la invernada en zonas costeras se compone principalmente de peces pequeños y crustáceos, aunque también comen, especialmente durante el verano, insectos acuáticos y sus larvas.




Su periodo de reproducción lo realizan entre los meses de abril y junio. Los dos miembros de la pareja participan en la construcción de un nido a modo de plataforma flotante que construyen con materia vegetal y que sujetan a la vegetación sumergida. La puesta es por lo general, única, aunque puede ocurrir que se efectúen dos en la misma temporada si pierden la primera. Se compone normalmente de 4-5 huevos que incuban durante 22 y 25 días. Las crías son seminidífugas ya que a los dos días abandonan el nido, pero luego se suben encima de la madre, ya que ésta les sirve de nido flotante y los cuida durante unos 45 días, al cabo de los cuales, ya estarán listos para independizarse.




El Zampullín cuellirrojo no se encuentra amenazado de forma global, aunque, eso sí, es una especie poco abundante. En el norte de Europa, sus poblaciones se encuentran en regresión, lo que se achaca a la acidificación de las aguas de los lagos donde cría. Es posible que la especie también resulte afectada por accidentes en redes de pesca. Por otro lado, la contaminación de las aguas costeras por vertidos de hidrocarburos y otras sustancias tóxicas puede representar un problema en sus áreas de invernada. La IUCN (International Union for Conservation of Nature) tiene calificada a esta especie en la categoría de “Vunerable”.

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