Limícolas en su paso postnupcial. Vuelvepiedras común (Arenaria interpres).

Como cada año a finales del periodo estival y comienzos del otoño, se produce la migración de aves limícolas apareciendo por la mayoría de los estuarios de Asturias un buen número de especies de estas aves que se detienen en ellos en busca de alimento y descanso.

Muchas de ellas se detienen en nuestras costas haciendo una corta estancia para reponer energías y seguir su periplo migratorio hasta llegar a distintos puntos de tierras africanas, en donde pasarán el invierno. Otras sin embargo, se quedaran en nuestros estuarios asturianos a pasar el invierno hasta que comience su migración prenupcial y marchen a sus territorios de cría en tierras árticas.

Ese es el caso de la mayoría de los ejemplares de nuestra ave limícola protagonista de esta nueva entrada, el Vuelvepiedras común (Arenaria interpres), que en esta época podemos observar en nuestros estuarios y costas en muchas ocasiones acompañando a pequeños grupos de otras aves limícolas como los correlimos o los chorlitejos.

El lugar escogido para realizar este reportaje fotográfico, como viene siendo habitual, ha sido la playa de Bañugues (Gozón. Asturias) en donde en ésta época se acostumbran a producir los llamados arribazones de algas que juegan un papel muy importante como una buena fuente de alimentación dada la gran cantidad de invertebrados que allí encuentran.

También les sirve como refugio para descansar en ellas y pasar desapercibidos dado el conspicuo plumaje del que hacen gala y que les mimetiza con ese medio.

La llegada de los vuelvepiedras a nuestras tierras asturianas se produce fundamentalmente a lo largo del mes de octubre y permanecerán con nosotros para pasar el invierno en playas rocosas y pedregosas donde las algas alojan una abundante y variada cantidad de alimento que rebuscarán con su especializado pico.

La mayor parte de los ejemplares que llegan a las costas asturianas suelen proceder de Escandinavia, Groenlandia y del NE de Canadá y en general realizarán una estancia bastante prolongada, llegando hasta los meses de abril-mayo, cuando partirán para reproducirse en sus territorios de cría en donde las condiciones climáticas ya serán favorables para entonces.

En el caso de la migración prenupcial de las aves que pasan por nuestra zona y que proceden del oeste de África, pertenecen a las poblaciones de Fennoscandia y Rusia. Son diferentes de las que pasan aquí el invierno que como indiqué anteriormente, proceden sobre todo de Groenlandia y el NE de Canadá y que en su mayoría invernan en las islas británicas.

El Vuelvepiedras común (Arenaria interpres) pertenece al orden de las charadriiformes y concretamente a la familia “Scolopacidae” y el género “Arenaria”. Evidentemente, su denominación común como Vuelvepiedras, proviene de la forma en que estas aves buscan a los invertebrados de los que se alimentan y que consiste en dar la vuelta con su pico a las piedras, conchas, maderas y a cualquier otro objeto que encuentren para así poder localizarlos. Por su parte la etimología de su denominación científica “Arenaria interpres” proviene de los términos latinos “arenarius”: relativo a la arena (harena-arena) e “interpres”: mensajero.

Se trata de un ave limícola de tamaño mediano y cuerpo de aspecto compacto con patas cortas y cuello también muy corto, como el pico. Viene a medir unos 21-24 cm de longitud, una envergadura de unos 43-49 cm y un peso que puede llegar hasta los 190 gr. En esta especie existe un ligero dimorfismo sexual.

En el Vuelvepiedras común se pueden apreciar dos tipos de plumaje en función de la época en que le observemos. Durante el invierno el plumaje general del cuerpo y espalda es de color pardo grisáceo oscuro mezclado con negro, conservando el diseño blanco y negro de la cola.

Cuando le vemos en vuelo se puede apreciar una gran mancha blanca longitudinal en el centro del dorso que se inicia a la altura de los hombros recorriéndolo hasta llegar al obispillo.

La garganta es de color blanco.

En el pecho presentan una ancha banda de coloración parda oscura (babero).

Las partes inferiores son de color blanco.

Coberteras alares y terciarias de color pardo grisáceo liso o con difusos márgenes más pálidos.

La cabeza es de color pardo claro con el píleo intensamente rayado.

Los ojos son grandes, están rodeados por un fino anillo periocular de color blanco y son de color marrón muy oscuro.

El pico es corto, recto y puntiagudo, con forma de cuña, siendo de color pardo negruzco.

Las patas son de color naranja en esta época.

Los jóvenes tienen el plumaje similar al de los adultos en invierno pero de un tono marrón más claro. Tienen las patas de color amarillento.

Para describir su vistoso plumaje nupcial (verano) comparto algunas fotografías que no había publicado hasta ahora y que pude realizar en el mes de septiembre en ese mismo entorno. En ellas se puede apreciar que por la parte superior son de color castaño rojizo (anaranjado) con algunas manchas grandes de color negro (escapulares inferiores) y alguna pequeña de color blanco en el borde de algunas plumas.

Por la parte inferior son de color blanco, salvo en el pecho donde tienen una ancha banda (babero) de color negro.

Las alas tienen las plumas coberteras y las escapulares de color castaño rojizo y negro, tienen también una franja alar de color blanco que se encuentra en la base de las plumas secundarias y terciarias y otra franja blanca que recorre longitudinalmente todo el ala en su unión con el tronco.

La cola es de color blanco con una gruesa franja subterminal de color negro y las cobertoras supracaudales de color negro.

La cabeza y el píleo, salvo en su tercio posterior, son de color blanco, y está intensamente rayado de color negro.

La cara es blanca y en ella tienen un dibujo facial cuya forma varia de unos individuos aunque en general suele estar formado por una franja negra que bordea toda la parte posterior de la cara y que desciende desde el píleo incurvándose hacia adelante donde se une al color negro del cuello y del pecho.

A esta franja negra se le une cerca de la garganta otra franja gruesa del mismo color que tiene una forma similar a una “C” y que se inicia delante del ojo y desciende por debajo de él, aunque a veces esta franja se puede unir a la del lado contrario cruzando la frente, y por último hay otra franja negra menos marcada que a modo de bigotera se inicia en la base del pico y se desciende hasta juntarse con las dos anteriores también junto a la garganta. 

En el cuello tienen un ancho collar negro que se inicia junto a la nuca y la parte superior del dorso y luego se dirige por encima de los hombros hasta que se une con el babero negro del pecho.

El pico es de color negro en esta época.

Las patas son cortas y de color naranja rojizo.

La hembra adulta durante la época nupcial es similar al macho, pero con el naranja más apagado.

Los individuos no reproductores carecen por completo de naranja y la cabeza aparece manchada de marrón.

Durante el vuelo sus barras alares blancas, las manchas blancas de su dorso y su cola negra y blanca aumentan su aspecto llamativo.

Es una especie que en muchas ocasiones se muestra muy confiada permitiendo la aproximación de los observadores a muy corta distancia, sin embargo en algunos lugares tiene un comportamiento bastante esquivo manteniéndose fuera de nuestro alcance.

Se distribuyen durante la época de reproducción por áreas costeras en torno al Ártico de todo el hemisferio norte, alcanzando por el sur los países escandinavos. Se han descrito dos subespecies (“Arenaria interpres interpres” y “Arenaria interpres morinella”), de las cuales “interpres” se distribuye por Eurasia, Groenlandia y los extremos norte de Canadá y Alaska.

El Vuelvepiedras común es un migrador de larga distancia que está entre los mayores migradores de las especies de aves que pueblan la Tierra, realizando los más prodigiosos viajes entre su lugar de reproducción y los cuarteles de invierno.

Llega a España procedente del norte de Europa. En nuestro país aparece durante los pasos migratorios y de forma escasa a lo largo de la invernada, sobre todo en determinadas localidades de las costas atlánticas y cantábricas, así como en la bahía de Cádiz, el mar Menor, además de en las islas Canarias y Baleares. Su número aumenta en abril-mayo y en agosto-octubre coincidiendo con los pasos migratorios.

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Su hábitat durante la reproducción es en las inmediaciones de las costas continentales e insulares, en lugares dominados por frías tundras, donde soporta adversas condiciones meteorológicas. Fuera de la época reproductora es casi completamente costero, aunque prefiere orillas pedregosas, rocosas o playas cubiertas de algas, además de estructuras artificiales, como rompeolas, escolleras, puertos o embarcaderos. Durante los pasos migratorios se encuentran también con relativa frecuencia en las aguas dulces interiores y en los estuarios de los ríos.

Su dieta se compone principalmente a base de gusanos, insectos, pulgas de agua, pequeños crustáceos, pequeños invertebrados y pequeños peces aunque también comen carroña y peces muertos. Cuando estos escasean puede ingerir materia vegetal.

Su método de alimentación consiste en introducir el pico, en forma de cuña, bajo pequeñas piedras u objetos diversos (por ejemplo, peces muertos) para voltearlos y extraer los invertebrados que hubiera debajo. Representa un hecho curioso el que, ocasionalmente, pueden reunirse varios individuos para voltear objetos grandes.

El periodo de reproducción lo suelen iniciar en el mes de mayo y terminar en el de agosto. Construyen el nido directamente sobre el suelo, en una pequeña depresión delimitada por hojas, y lo sitúan en la vegetación que hay entre las grietas y las piedras próximas a la costa. Tiene una duración de unos 45 días, de los que 22-24 se invierten en la incubación y el resto en el desarrollo de los pollos. Las crías son nidífugas, a las pocas horas de haber nacido abandonan el nido. La puesta se compone normalmente de 4 huevos.

Las principales amenazas para esta especie lo constituyen la caza ilegal y por diversas molestias humanas en sus áreas de cría, así como por perturbaciones en las costas durante el paso y la invernada, que pueden afectar a la disponibilidad de alimento. Se incluye en la categoría “De interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.