viernes, 12 de junio de 2020

El esquivo, enigmático y peculiar “gallo azul” del carrizal. Calamón común (Porphyrio porphyrio).

A la hora de hablar de la especie de ave acuática que os presento hoy, el Calamón común (Porphyrio porphyrio), habría que destacar varias peculiaridades que a mí personalmente siempre me han llamado la atención y que poco a poco voy a intentar describir. 





La primera peculiaridad está en la relación de esta ave con los humanos que se remonta a la época romana y prueba de ello es que el Calamón, una vistosa ave de nuestras zonas palustres, ya aparecía representada en los mosaicos y frescos de la antigua Roma. Hay muchos ejemplos tanto en la península ibérica (Coimbra, Alicante…), península itálica, norte de África (Tunez, Marruecos), islas del Mediterráneo y costas adriáticas.

Calamones en la basílica bizantina de Teodoro en Aquileia. Italia. (Siglo IV d. C.). Foto: Alessandro Andreotti.

Mosaico Las Cuatro Estaciones del yacimiento arqueológico Thysdrus. El Jem. Túnez. (Siglo III d. C.). Foto: Rafael Paulo Melero.

Calamón en la Casa della Fontana Picolla. Foto de Karim Faber en su libro"Aquellas Aves de Pompeya.".

Prueba de ello es su aparición en el fondo del famoso fresco del jardín de Pompeya (Casa de la Pulsera o del Brazalete de Oro), Museo Municipal de Antequera (Malaga) y en la antigua villa de Ilici Augusta, pudiéndose contemplar en el yacimiento arqueológico de La Alcudia (Elche). 

Pintura al fresco de un Calamón en la Casa del Brazalete de Oro (Siglo I d.C. Pompeya). Foto: Berta Gómez Requeni 

Mosaico con Calamón en el Museo Municipal de Antequera. Malaga (Siglo IV d. C.) . Foto: Juan Antonio Gómez. 

Mosaico con Calamón en villa romana de Illici Augusta. L´Alcudia. Elche. Alicante (Siglo II-II d.C.) Foto: Luís Fidel Sarmiento

Escritores clásicos como Aristóteles, Plinio el Viejo, Elianio y otras fuentes de la época, también pusieron en evidencia el hecho de que los romanos mantenían a estas aves de color púrpura como aves decorativas en grandes villas y casas caras. Eran considerados como aves nobles y estaban entre las pocas aves que los romanos no comían.





Algunos de estos autores describen el probable origen exótico de los calamones, refiriendo la posibilidad de haber sido traídos, hace miles de años, de algunas regiones tropicales o subtropicales del Asia meridional y posteriormente domesticados, lo cual podría justificar el hecho de que a pesar de aparecer el Calamón en numerosos frescos y mosaicos de la Hispania romana, apenas existen en el registro de fósiles de España restos de esa especie. 





De hecho hay planteada una hipótesis que sugiere que fueron estas aves que en su día escaparon de las villas romanas, las que una vez asilvestradas (ya en el siglo XX), dieron lugar a las poblaciones actualmente existentes en varios lugares alrededor del Mediterráneo. Una vez se asilvestraron por completo, se rarificaron y entraron en la categoría de especie amenazada en toda Europa.





Debido a esta catalogación, tanto en nuestro país, como en Italia y Portugal, se desarrollaron a finales del pasado siglo programas de reintroducción. En nuestro caso se realizaron crías en cautividad (Centro de Recuperación de Fauna de “La Granja”. Valencia) con aves procedentes de las marismas del Guadalquivir, que junto con Cerdeña conservaron las últimas poblaciones de calamones salvajes de Europa. 





Otra cuestión bastante curiosa es la de la intensa coloración azul de su plumaje, de ahí su denominación vernácula en diversos lugares de España como “el gallo azul”. 





Como muchos ya conocéis, la mayoría de los animales deben su coloración a unos pigmentos que producen o que obtienen a través de su alimentación. Uno de los ejemplos más característico es el de los flamencos o las espátulas rosadas, los cuales son rosados debido a los carotenoides que obtienen de los microorganismos (crustáceos) que componen su dieta. 





Pero el Calamón presenta una característica bastante rara en la naturaleza. Es la de tener un plumaje con un color poco habitual en los animales, el azul. 





En su caso, los alimentos azules de los que podría extraer el color son muy escasos en la naturaleza y el conseguir fabricar pigmentos azules consume mucha energía. Lo curioso de esa coloración azulada es que en realidad no lo es. 





La explicación al respecto es que las aves además de los colores debidos a esos pigmentos, presentan lo que se denominan colores estructurales. La difusión de Rayleigh es un efecto que se manifiesta en las plumas de las aves, cuando los rayos incidentes se encuentran con microgránulos dispersos de melanina que reflejan las ondas más cortas, las azules, y dejan pasar los rayos de mayor longitud de onda. 





Robert Hooke en 1665 e Isaac Newton en 1704 sospecharon que algo raro sucedía cuando la luz se reflejaba en determinadas superficies. Pero no fue hasta principios del siglo pasado (Thomas Young) cuando se acuñó el concepto "color estructural" que ellos percibieron. 





En este tipo de coloración no hay ni un átomo de pigmento del color que observamos. Las microestructuras que forman la superficie de estos animales, refractan la luz de tal forma que solo emiten una longitud de onda azulada. Aunque parezca increíble, no tienen pigmentos azules. 





Es el mismo efecto que se produce sobre la superficie de un CD. Observamos muchos colores pero en realidad es uniforme. Este reflejo que muestra los colores del arco iris es la iridiscencia, un caso concreto de coloración estructural. El color que nuestros ojos perciben depende de los pigmentos del objeto y de la luz con la que lo iluminemos. 





Las diferentes coloraciones que presentan las aves en su plumaje vienen determinadas por una combinación entre el contenido de pigmentos (carotenos o melaninas) que éstas posean y la microestructura particular de ciertas partes de las plumas. 





Como hemos visto antes, sustancias, como los carotenoides, suelen obtenerse a través de la alimentación, pero algunos pigmentos, como las melaninas (eumelanina para el negro y el gris, feomelaninas para marrón y beig), son sintetizadas por el ave. 





En algunas aves, como el Ibis eremita (Geronticus eremita), aparece una característica destacable en su plumaje denominada iridiscencia por la que las plumas parecen negras a gran distancia o en malas condiciones de luz, pero cuando la luz incide directamente sobre ellas aparecen coloraciones púrpuras y azuladas. Se produce por redes de microláminas: la melanina absorbe la luz dando la coloración negra, y las microláminas reflejan todo el espectro del arco iris, cuando la estructura de microgránulos sólo reflejaba el azul. 





Otro ejemplo muy significativo son las plumas de la cola de los pavos reales, las cuales tienen una pigmentación marrón, pero su estructura las hace parecer azul, turquesa y verdes, y frecuentemente parecen poseer iridiscencia. 





La tercera característica peculiar que quiero destacar del Calamón común es la de poseer unas patas muy largas que terminan en unos larguísimos dedos con gran capacidad prensil. Una curiosa y nada habitual habilidad que el ave emplea no solo para manejar tallos, sino también para moverse entre las cañas y deambular por la vegetación flotante. 





Como podemos apreciar en muchas de las fotografías que comparto en esta entrada, una curiosidad de esta especie es la forma que tienen de comer, pues con el potente pico arrancan los tallos o plantas acuáticas y a continuación sujetan la comida con una de las patas, entre los dedos, y la elevan hasta por lo menos la mitad del recorrido hacia el pico. Si algún fragmento cae al suelo no es recogido con el pico sino con los dedos, cosa que no siempre consiguen. 





Desde hace tiempo llevo queriendo fotografiar medianamente bien esa peculiar característica del Calamón común. Una esquiva especie que aunque la he llegado a ver en diversos lugares, casi siempre ha sido a mucha distancia y comportándose de forma muy esquiva escondiéndose entre la vegetación y eso que se le cataloga como un ave bastante confiada.





La verdad es que la mayoría de las fotografías de esta especie que ahora presento, las pude realizar mucho más cerca e iban encaminadas a poder plasmar esa peculiar característica, la de poseer unos dedos superlargos en sus pies, con esa gran capacidad prensil, utilizándolos como si se trataran de verdaderos dedos de una mano.





Hasta ahora, mi experiencia para poder observar a esta esquiva ave, era la de tenerte que armar de paciencia, pues normalmente habita en marismas con abundante carrizal y rara vez sale a terrenos despejados. Como mucho y solo si estás muy atento, puedes verla al hacer algún vuelo corto y torpe entre las cañas, siempre con las patas colgando y emitiendo, al inicio de ese vuelo, un característico grito.





Aunque es una especie sigilosa y difícil de avistar porque suele estar escondida entre los carrizales, en época de cría son ruidosos y es fácil oír sus llamadas




Acostumbra a desplazarse caminando y gracias a sus grandes dedos puede sostenerse sobre la vegetación acuática sin hundirse.





Lo más habitual es verle fugazmente mientras se esconde entre las cañas, lugar donde se suele refugiar, como la mayoría de los rálidos cuando se sienten amenazados.





Dentro de la familia de los rálidos europeos en la que se incluyen entre otras, la Focha común, el Rascón europeo, la Polluela pintoja y la Gallineta común, con la que guarda un cierto parecido, el Calamón común es con diferencia la de especie de tamaño más grande llegando a medir hasta casi medio metro de longitud.





Pertenecen al Orden de las “Gruiformes”, familia “Rallidae” y tal como mencione anteriormente, se trata del mayor rálido del continente europeo, con una longitud de 45-50 cm y una envergadura de entre 90-100 cm. No existe un claro dimorfismo sexual en esta especie, aunque los machos son algo más grandes que las hembras y tienen el tarso y el pico mayor que las hembras. Las hembras son similares en coloración, pero con tonos más apagados y mates que los machos. 





Los adultos tienen un plumaje de tonos azulados y violáceos con reflejos purpúreos, que se torna azul metálico en la cara, la garganta y la zona superior del pecho.





Las infracoberteras caudales, de color blanco puro, contrastan vivamente con el resto de la librea del ave y son utilizadas por el Calamón para expresar sus estados de ánimo y comunicarse con otros ejemplares.






El pico es muy grande, de forma cónica y con la mandíbula superior abultada o curvada que termina en la zona inferior del escudete frontal que, al igual que el pico y las patas, es de un intenso color rojo carmesí. 





Los ojos también tienen el iris de color rojo. 





Las patas son muy largas y terminan en unos larguísimos dedos con gran capacidad prensil, que el ave emplea para manejar tallos, moverse entre las cañas y deambular por la vegetación flotante. 





Sus largos dedos terminan en unas uñas largas y afiladas, en especial la del dedo posterior. 





A pesar de ser un ave sin membranas interdigitales, es un buen nadador.





Los ejemplares jóvenes no exhiben un plumaje tan llamativo como el de los adultos, ya que en ellos predominan los tonos azulados más bien grisáceos nada brillante en el dorso, gris azulado en garganta y cara y los blanquecinos en el vientre. Las patas, el pico y el escudete, aunque rojizas, no presentan la brillante coloración de las aves maduras. 





Su hábitat más típico son las zonas húmedas de aguas tranquilas o estancadas, tanto dulces como salobres, y de escasa profundidad que conserven en sus márgenes un amplio cinturón de vegetación palustre (carrizos, eneas), como es el caso de lagunas endorreicas, marjales, marismas o embalses de regiones de clima mediterráneo. No parece soportar bien el frío, que actúa como limitante en su distribución. 





Una de las características fundamentales del hábitat para el Calamón es el grado de inundación de los humedales en los que se reproduce. De hecho, la profundidad de agua es crítica para evitar la depredación de los nidos de muchas especies de aves acuáticas, y particularmente del Calamón, convirtiéndose, por tanto, en un factor prioritario a considerar cuando las aves que comienzan la etapa reproductora seleccionan un hábitat de nidificación. 





Se alimenta fundamentalmente de vegetales, tallos, raíces, hojas, flores y semillas de diversas plantas acuáticas, en especial, enea, castañuela, nenúfares y lirios acuáticos. También comen algún animal invertebrado de pequeño tamaño como lombrices, sanguijuelas, caracoles, escarabajos acuáticos, larvas, pececillos, anfibios, etc. así como culebras de agua e incluso pollos de otras aves. 





El Calamón común es muy activo durante los crepúsculos, momento que aprovecha para hacer resonar su potente voz atrompetada de alarma, que se oye desde gran distancia. El repertorio de reclamos es amplio (durante peleas y durante la cópula) y aumentan en intensidad según sube su nivel de excitación. ¡Ojalá se le viera en la misma proporción que se le oye! 





Del Calamón común se han descrito hasta 13 subespecies de las cuales la subespecie “Porphyrio porphyrio porphyrio” es la que aparece en nuestro territorio, distribuyéndose por la Península Ibérica, Italia y noroeste de África (Marruecos, Argelia y Túnez). La distribución mundial de todas sus subespecies es muy extensa y abarca al Este y Sur de África, Madagascar, Sur de Asia, SurEste de Australia, Nueva Zelanda y algunos enclaves en torno al Mediterráneo, tanto en el Norte de África como en el Sur de Europa. 



En nuestro país el Calamón común se reproduce en numerosos humedales de la cuenca del Guadalquivir, desde las marismas de Doñana y su entorno hasta diversos embalses del centro de la provincia de Jaén. También está presente en diferentes enclaves de la costa mediterránea, desde Málaga hasta Gerona, incluidas las Baleares, si bien las localidades más importantes en esta zona son el marjal del Moro y la albufera de Mallorca. En el centro de la Península, la especie cría en varios humedales, tanto naturales como artificiales, de las provincias de Cáceres, Madrid, Toledo y Ciudad Real, así como en la laguna de Sariñena (Huesca). 



En España se concentra la práctica totalidad de los efectivos de la especie en territorio europeo (en torno al 90%). La tendencia actual del Calamón común es claramente positiva y su población no solo aumenta, sino que se expande geográficamente, colonizando temporada tras temporada nuevos humedales cada vez más alejados de su reducto original en las marismas del Guadalquivir, siendo posible encontrarlo actualmente en ciertas zonas costeras del mediterráneo y en pantanos y lagunas del sur, centro y oeste peninsular. 





El periodo de reproducción lo inician en febrero-marzo. En la construcción del nido, en forma de plataforma plana hecha con plantas de carrizo dobladas y forrado de hojas que anclan a las plantas cercanas, participan ambos sexos y lo instalan al nivel del agua y entre la vegetación palustre. Las puestas constan de entre tres y cinco huevos que serán incubados básicamente por la hembra durante 23-25 días. Al cabo de un par de semanas, ya se alimentan por su cuenta y transcurridos unos 60 días completan su desarrollo. Son aves sedentarias, que apenas abandonan sus localidades de cría, si bien los nuevos ejemplares son empujados hacia nuevos territorios. 





El Calamón que a mediados del siglo pasado estuvo a punto de extinguirse debido a la destrucción de muchos humedales y a la presión cinegética, no cumple actualmente ninguno de los criterios de amenaza establecidos por la UICN. En todo caso las principales amenazas radican en la destrucción o alteración de los humedales y la presión ejercida por algunos agricultores (sobre todo en arrozales), que culpan al Calamón de cuantiosas pérdidas en los cultivos, lo que frecuentemente deriva en incidentes y caza furtiva. En nuestro país aparece incluido en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.

2 comentarios:

  1. Bonita entrada y especie, unas fotografías espectaculares. En mi pueblo, cerca de Valencia, se ven muchos por el Barranc del carraixet; este año creo recordar que han criado 5 parejas aquí.
    ¡Saludos!

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    1. Muchas gracias Alejandro. Me alegro que te guste y te agradezco tu comentario. Saludos.

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