jueves, 8 de agosto de 2019

Un pequeño halcón, que sufre un claro retroceso en su población mundial. Cernícalo primilla (Falco naumanni).

Ya quedan pocos días para que se inicie la migración hacia sus cuarteles de invernada en África de una de las rapaces más pequeñas y bellas de las que podemos disfrutar todos los años en nuestro país, y antes de que eso ocurra entre los meses de septiembre y octubre, he querido compartir con las personas que visitáis este blog las imágenes que un año más he podido obtener en tierras castellano-extremeñas de este pequeño halcón urbano. 




Se trata del Cernícalo primilla (Falco naumanni) cuyos primeros ejemplares nos visitan ya en el mes de febrero, siendo a lo largo del mes de abril cuando llegan el grueso de ejemplares a las colonias de cría que habitualmente se ubican en edificios y construcciones humanas de ambiente rural, tales como torres de iglesias, castillos, casonas, edificios en ruinas..., debido a la proximidad de campos de cultivo de cereales, eriales o pastizales, que son sus hábitats favoritos ya que obtienen fácilmente de ellos su principal alimento, los insectos. 




Una vez llegados, y dado que se trata de una rapaz que en la época reproductora tiene un comportamiento muy gregario, comenzaran con la ocupación y defensa de huecos y la formación de parejas. Las cópulas se prolongan durante largo tiempo, entre marzo y primeros de mayo. 




Es una época muy interesante para contemplarles y poderles realizar alguna sesión fotográfica, ya que esa circunstancia facilita mucho su observación, dado que puedes observar, normalmente a poca altura, las idas y venidas de varios progenitores a sus respectivos nidos. 




Otro factor favorable para poder realizar unas buenas sesiones fotográficas es que, normalmente a finales de la primavera o principios de verano, la climatología suele ser muy favorable, máxime si se trata de tierras castellano-extremeñas que esta especie frecuenta habitualmente y en donde los cielos completamente azules con una excelente luz, están prácticamente asegurados, lo cual favorece notablemente el poderles fotografiar en vuelo utilizando velocidades altas. 




El caso es que a mi particularmente me encanta poder encontrarme, año tras año, con estas preciosas aves y dedicarles unos cuantos minutos a fotografiarlos, aunque habitualmente sea en lugares de tránsito cuando me desplazo a otras localidades. 




Lo lamentable viene cuando te enteras de que la población del Cernícalo primilla que tiene una distribución esencialmente mediterránea en Europa, siendo nuestro país el que acoge la mayor parte de la población europea de la especie, está sufriendo un descenso muy acentuado y en un intervalo de tiempo muy corto. Tanto es el declive que entraría dentro de los criterios de la Unión Internacional de la Conservación de la Naturaleza para considerar a la especie en peligro de extinción. 




Según la SEO/Birdlife, el censo de parejas reproductoras de Cernícalo primilla en la temporada de 2018 sufrió un descenso de hasta el 60-70% con respecto a la primavera de 2017. Ese descenso también lo ratifica el último censo elaborado por la propia SEO/Birdlife en colaboración con la Junta de Extremadura, el cual pone de manifiesto que las poblaciones de esta pequeña rapaz se han reducido a la mitad en solo una década y que de mantenerse esa tendencia en 30 años, podría desaparecer de esa comunidad que es la que acoge el mayor número de ejemplares de nuestro país. 




El Cernícalo primilla (Falco naumanni) es algo más pequeño y más esbelto que su cercano pariente el Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) con el que comparte familia (Falconidae) y con el que se puede llegar a confundir si se observan a distancia, en especial en el caso de las hembras. Como el resto de los halcones, ambos presentan alas y cola puntiagudas cuando los vemos en vuelo.




Dos especies muy parecidas entre sí, pero con costumbres muy diferentes y también con muy diferente éxito a la hora de mantener sus poblaciones. Por un lado tenemos al Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus), con un espectro de alimentación variado consistente en pequeñas presas (aves, micromamíferos, reptiles, invertebrados), normalmente solitario, sedentario y no muy exigente a la hora de elegir emplazamiento para criar. Por el contrario la otra especie, el Cernícalo primilla (Falco naumanni), es un especialista en invertebrados que se alimenta principalmente de grandes saltamontes, colonial, con unos requerimientos muy concretos para reproducirse y de presencia únicamente estival.




Lo curioso es que mientras la primera especie presenta poblaciones bien establecidas, la segunda se encuentra en franca regresión y con serio peligro de desaparecer de la península Ibérica. Las principales causas de este declive las relaciono al final de esta entrada. 




La etimología de su denominación científica “Falco naumanni” o “Halcón de Naumann” proviene del término latino “falco-onis”: halcón (de “falx-falcis”): hoz, guadaña, referido a sus garras en forma de ganchos o por la forma de su silueta en vuelo, y la referencia al afamado ornitólogo J.A.Naumann, que entre 1820-1880 publicó la Historia Natural de las Aves de Alemania. 




Vienen a tener una longitud de unos 25-33 cm, con una envergadura de entre los 60-70 cm. Su peso ronda entre los 120-145 gr. Pueden llegar a vivir hasta 8 o 9 años. En esta especie existe un claro dimorfismo sexual. 




En el caso de los machos tienen el dorso y las partes superiores de las alas de color marrón rojizo (ladrillo), similar al del Cernícalo vulgar, pero en este caso sin las motas oscuras características de aquel. Además en el Cernícalo primilla adulto, también se puede diferenciar en las partes superiores, un estrecho panel alar gris azulado, situado entre el ala anterior de color ladrillo sin motas y las rémiges oscuras. Los extremos de las alas, vistas desde arriba (primarias) son negras. El obispillo es también de un color azulado.




Las partes inferiores son de color ocre-crema claro (a veces con un ligero tinte rojizo, sobre todo en el pecho), con pequeñas motas oscuras redondeadas y espaciadas.




Las alas por la parte inferior son de un color crema blanquecino (más claro que en el Cernícalo vulgar) muy poco moteada de negro en las infracoberteras y casi sin barreado apreciable en las plumas de vuelo, que son muy claras, casi blancas. En el borde inferior de las alas se observa una banda oscura difusa (más oscuro que en el caso del Cernícalo vulgar.), especialmente visible en los extremos de las alas.




Estas dos últimas circunstancias, hacen que cuando los vemos volando, tanto por la cara inferior de las alas, como por el cuerpo y la cola, tengan un aspecto general más pálido y menos moteado que en el caso del Cernícalo vulgar. 




Dos de las más llamativas características del macho del Cernícalo primilla, es el color azulado de la cabeza y la ausencia de la característica bigotera en la cara del Cernícalo vulgar. 




Tienen el pico corto, curvado hacia abajo con forma de gancho y de color negro azulado. Además, la cera y las comisuras del pico son de un llamativo color amarillo claro. 




Los ojos son grandes, con el iris es de color pardo oscuro y están rodeados por un anillo ocular de color amarillo. 




La cola por su parte superior es de color azulado, mientras que por la parte inferior es de una tonalidad grisácea blanquecina con una ancha franja negra sub-terminal y una terminal blanca más fina. Las rectrices centrales son más largas y sobresalen más que las laterales, lo que le da una ligera forma acuñada a la cola. 




Las patas son de color amarillo con las uñas blancas a diferencia de las del Cernícalo vulgar que son negras. 




En líneas generales, las hembras son de un tono general bastante más apagado y menos contrastado que los machos. Tienen las partes superiores, incluida la cola, de color marrón rojizo con un denso barrado de líneas transversales negras. 




Las partes inferiores son de color marrón claro y con un rayado y punteado negro más abundante que el del macho. Las alas por debajo también son marrón claro barrado de negro. 




Si las vemos en vuelo se puede apreciar que en general tienen las partes inferiores y la alas más pálidas y con barrado menos abundante y más fino que en el caso de las hembras de Cernícalo vulgar. 




La cabeza y la nuca son habitualmente de color marrón (aunque en algunos ejemplares son grisáceas) con numerosas de líneas longitudinales negras. La bigotera resulta más corta y menos marcada que la de la hembra del Cernícalo vulgar y carecen de la raya oscura que va desde el ojo hacia atrás que si presenta este último. 




Los individuos jóvenes son muy parecidos a las hembras adultas y a las hembras y jóvenes de Cernícalo vulgar, aunque se pueden diferenciar de estos últimos por tener una bigotera más corta y poco marcada y ser menos barrados por las partes inferiores. 




Al igual que el Cernícalo vulgar, el Cernícalo primilla también se cierne pero lo hace menos a menudo y durante muy cortos periodos de tiempo, lanzándose en una rápida caída sobre las presas que divisan desde el aire, lo cual también sirve para diferenciarles de aquel. 




El hábito de cernirse o mantenerse inmóviles en el aire mediante un complicado equilibrio en que el ave juega con las alas y con la cola para mantener fija su cabeza mirando al suelo en busca de presas terrestres, aunque se ha considerado como la principal característica de los cernícalos, no es exclusivo de ellos. Así, en la península Ibérica hay que recordar que no es la única rapaz que podemos ver como se cierne, ya que también lo hacen con cierta frecuencia, el Busardo ratonero (Buteo buteo), el Águila culebrera europea (Circaetus gallicus), el Águila pescadora (Pandion haliaetus), el Aguilucho lagunero occidental (Circus aeruginosus) y, sobre todo, en el Elanio común (Elanus caeruleus). 




Uno de los rasgos que mejor le distingue del Cernícalo vulgar es la voz, pues su grito es muy diferente al de éste. Su voz más conocida es un reclamo trisílabo, agudo y estridente tipo “chiik-chikchik-chik” que repite incesantemente cerca de la colonia. También emite otros chillidos cortos similares a los del Cernícalo vulgar, aunque más rápidos y traqueteantes. 




Se distribuyen por Asia (desde el norte de China, las estepas asiáticas y Oriente Próximo), Europa occidental, donde ocupa fundamentalmente la cuenca del Mediterráneo, principalmente en la península Ibérica, Italia, Francia, Grecia, Turquía, también en la región de los Balcanes, periferia de los mares Caspio y Negro, y por el África subsahariana donde tienen su área de invernada. 




Gracias al programa Migra de SEO/BirdLife, en colaboración con el GREFA, que se encargan del marcaje mediante GPS (emisores vía satélite), se ha podido conocer la migración exacta del Cernícalo primilla. Ahora se sabe que: Cruzan al continente africano sin necesidad de pasar por el estrecho de Gibraltar. Atraviesan el desierto del Sahara hasta llegar al Sahel, donde invernan (sobre todo en Mali, Mauritania y Senegal). Recorren aproximadamente 3.000 kilómetros desde sus nidos hasta sus cuarteles de invierno. Son capaces de volar sin parar 500 km sobre el Mediterráneo. La ruta empleada a la vuelta es similar a la usada en la ida, variada probablemente por los vientos que desvían ligeramente a los cernícalos.




En España son habituales durante el período estival, llegan desde África en marzo-abril y permanecen hasta agosto-octubre. Solo unos pocos individuos son residentes habituales. 




Se distribuye principalmente por el cuadrante suroccidental de la Península Ibérica, pero también se encuentra en ambas mesetas, Andalucía oriental y el valle del Ebro. Los principales núcleos se hallan en Extremadura, Andalucía, Castilla y León y Castilla-La Mancha. Se han citado algunos individuos invernantes en el valle del Ebro, Castilla y León, Castilla- La Mancha y Extremadura. Rehúyen Galicia, Cantábrico y Pirineos. 




Como comentaba al principio sus hábitats se encuentran en las construcciones humanas, principalmente rurales (torres de iglesias, cortijos, casonas, castillos…) situados en regiones dedicadas a la agricultura y la ganadería extensivas y en cuyas proximidades existan áreas abiertas como, campos de cultivo de cereales, zonas esteparias, eriales o pastizales en las que pueden encontrar abundantes invertebrados con los que alimentarse. 




Su alimentación es básicamente insectívora, principalmente ortópteros, coleópteros y miriápodos (saltamontes, grillos, langostas, escarabajos, ciempiés o escolopendras) que capturan tanto en el suelo como en el aire, pequeños mamíferos, en especial roedores, también ranas, lagartijas y ocasionalmente alguna pequeña ave. Su dieta le otorga un papel notable como agente limitador de plagas nocivas para la agricultura. 




El periodo reproductivo lo realizan entre los meses de abril y junio. Durante esta época se reúnen en colonias de variable tamaño. Para anidar normalmente utilizan los agujeros, las grietas que existen en las construcciones humanas o las cavidades bajo las tejas, a las que no hacen aporte alguno de material. Ocasionalmente, también pueden anidar en los árboles o en los acantilados rocosos. 




La puesta se compone normalmente de 4-5 huevos. La incubación que es llevada a cabo fundamentalmente por la hembra, dura 28 días aproximadamente. Ambos padres alimentan a los pollos durante casi un mes, tiempo en el que alcanzan su total desarrollo y realizan los primeros vuelos, aunque todavía dependerán unas semanas más de sus progenitores. Las crías abandonan el nido cuando tienen unos 30 días de edad. 




El Cernícalo Primilla presenta una alta filopatría (el 57% de los juveniles tienden a retornar a sus colonias natales) y gran fidelidad a la colonia de cría (el 72% de los adultos). Sin embargo, casi el 75% de los individuos cambian de nido y de pareja anualmente. 




Las principales causas de esta lamentable situación por la que está pasando el Cernícalo primilla se deben a la pérdida de su ecosistema por la falta de alimentación, tanto para esta ave como para los polluelos, ya que las presas (invertebrados) se han visto obligadas a dispersarse por cambios bruscos en los cultivos relacionados con el uso excesivo de pesticidas y plaguicidas por los agricultores que acaba no sólo con su alimento, sino con las mismas aves. 




Además, también están contribuyendo a ese declive, los cambios que han convertido los espacios áridos con abundantes invertebrados, en regadíos para los cultivos, lo cual obliga a que desaparezca sus opciones para cazar y lógicamente les afecta drásticamente a su alimentación. 




Otra causa importante es el efecto negativo que causan las remodelaciones y obras de restauración de edificios antiguos que hacen desaparecer los huecos que usan tradicionalmente utilizaba esta especie para criar así como el abandono de estos edificios en otros casos, lo que contribuye también a que las colonias desaparezcan. Por último, los expolios, caza ilegal, competencia inter-específica por huecos de nidificación (grajillas, cotorras...) o electrocuciones, son otras amenazas que les pueden afectar. 




En los últimos 20 años son numerosos los estudios y acciones destinados tanto al conocimiento de diversos aspectos de la biología de la especie, como a promover acciones a favor de su conservación en toda España, y en el resto de su área de distribución europea. Este gran esfuerzo por parte de cientos de científicos, colectivos y personas comprometidas con la conservación, ha dado resultados concretos y cuantificables, que en la mayoría de los casos han redundado en mejoras tangibles en las poblaciones de la misma, pero que, obviamente, no están siendo suficientes. 




El Cernícalo primilla aparece clasificado como “De interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. También se encuentra en el Listado de Especies Silvestres en “Régimen de protección especial” (Real Decreto 139/2011, de 4 de febrero) y está incluido en la categoría “Vulnerable” en el Libro Rojo de las Aves de España (2003).

2 comentarios:

  1. Creo que la especie está en mínimos históricos. Por Córdoba seguro.

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  2. Lamentable. Una verdadera pena y eso que se han hecho cosas interesantes, pero no con esas.

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