jueves, 14 de febrero de 2019

Una gran zancuda con un pico muy peculiar. Espátula común (Platalea leucorodia). Paletón.

Quiero compartir hoy en esta nueva entrada, un recopilatorio de fotografías que de la Espátula común (Platalea leucorodia) vengo acumulando sin llegar a publicar y que a raíz de mi visita a la ensenada de La Linera (Castropol) a mediados del pasado mes de diciembre, he decidido compartir con los que visitáis este blog. 




En ese paradisíaco lugar pude observar a un grupo de más de dos decenas de espátulas que al despuntar el día compartían, junto a un nutrido número de garcillas bueyeras y garzas reales, el espacio sumamente reducido de una isleta de roca. 




Era primera hora de la mañana y tras pasar la noche en grupo, se iniciaban en las tareas rutinarias habituales abandonando su dormidero y trasladándose a la zona intermareal de la cercana playa para, en primer lugar, reponer fuerzas alimentándose de forma compulsiva. 




Mientras la mayor parte de ellas se alimentaban, alguna aprovechaba para sacudir su blanco plumaje y desentumecer la musculatura de sus enormes alas. 




Otras muchas se iniciaban en la difícil tarea de acicalarse y limpiar su plumaje, no sin las lógicas dificultades que supone alcanzar ciertas partes de su anatomía poco accesibles con su enorme pico.




Esas dificultades hacían que tuvieran que adoptar posturas un tanto forzadas para alcanzar las zonas más recónditas. 




En otras ocasiones recurrían inteligentemente al asociacionismo y tras, me imagino, ponerse de acuerdo, una ayudaba a la otra en esas complicadas tareas de limpieza y acicalamiento de su plumaje. 




Unas bellas imágenes que me hacían plantearme si lo hacían entre sexos opuestos, como si de un trato afectivo más se tratara, o no. 




Lo que sí que quedaba claro es que esa limpieza en parejas se limitaba a alcanzar las zonas más inaccesibles a las que individualmente no pueden llegar con su enorme pico, como son la cabeza, el cuello y la parte más alta del pecho. 




Según iba avanzando la mañana y con ella descendía la marea, poco a poco se fueron trasladando a otra zona de playa en donde, ya más tranquilas, descansaban y  se afanaban en limpiar su plumaje sin renunciar algunas de ellas a seguir alimentándose. 




La plasticidad de muchas de las posturas que las espátulas adoptaban era indudable y la mejora de la luz favorecía el poder obtener imágenes de mejor calidad. 




El caso es que yo no había visto nunca tantos ejemplares juntos en un espacio tan reducido, llegando a contabilizar más de la veintena. 




También he querido publicar en esta entrada otro grupo de fotografías de espátulas que pude captar hace ya tiempo en una pequeña balsa cerca del pantano de Arrocampo (Cáceres) a la que regularmente acudía una pareja, no sin antes dar varias vueltas alrededor para reconocer la zona comprobar la ausencia de algún peligro, lo cual me facilitó notablemente para poder obtener unas bellas imágenes de estas impresionantes aves en vuelo. 




La Espátula común (Platalea leucorodia) es una especie de ave pelecaniforme de la familia Threskiornithidae y del género Platalea de un tamaño grande ya que tiene una longitud de entre 80-93 cm y una envergadura de entre 120-135 cm. Su peso es de unos 2 Kg. No existe dimorfismo sexual en esta especie. La etimología de la denominación de su género "Platalea" proviene del término griego πλατύς (platus) que significa "ancho, plano", en relación a su pico y su nombre específico, leucorodia, procede de la combinación de los términos griegos λευκός (leukos) "blanco" y ερωδιός (erodios) "garza".





Durante la Edad Media y el Renacimiento a la Espátula común se la conoció como "Averramía" y ya fue citada en la primera obra de cetrería castellana de autor conocido. Se trata del conocido como “Libro de la caza”, de Juan Manuel, escrito allá por el año 1.325 en el que se describen las técnicas de caza medieval y un tratado sobre aves de cetrería aptas para la caza.





Junto con su particular pico, una de sus principales características de esta ave zancuda, es que son de color totalmente blanco, aunque los individuos jóvenes tienen las puntas de las plumas primarias de color negro. 




Tienen un cuello moderadamente largo y aunque es de color blanco durante la época reproductiva le aparece un collar amarillo en su parte inferior, en su unión con el pecho. 




En vuelo muestran una silueta estilizada al llevar el cuello estirado al igual que las cigüeñas y las grullas lo que les diferencia de otras garzas que lo hacen con el cuello retraído. 





El pico es largo, mide entre 20-23 cm y tiene el extremo redondo y aplanado. Es de color negro con rayas horizontales grises en los adultos y con una amplia mancha amarillenta en su extremo cuya intensidad y tamaño aumenta durante la época reproductiva. 





Los ojos son de color marrón anaranjado. 





Las patas son largas, de color negro y en vuelo se ven extendidas hacia atrás. 




Los jóvenes son totalmente blancos y tienen el pico y las patas de color gris rosáceo o amarillento. Carecen del penacho de plumas en la nuca y como ya mencioné antes, tienen las puntas de las plumas primarias de color negro. 





El vuelo es lento, con batidas de las alas muy regulares y planeando en ocasiones. Si el grupo es numeroso y en migración, vuela en línea y sólo de forma ocasional parecen formar en el aire una amplia uve. 




En general es un pájaro muy silencioso al que es raro escuchar algún sonido y pocas veces se puede escuchar su voz, pero sí el golpeteo de las mandíbulas. 





Se distribuye por la región paleártica (Europa, Asia al norte del Himalaya, África septentrional y las zonas norte y central de la península arábiga), aunque de forma fragmentada, si bien en muchas de estas regiones aparece únicamente como invernante. En Europa nidifica solamente en los Países Bajos, España y Francia y, en menor número, en Portugal, Hungría, Austria, Dinamarca, Rumanía, Rusia y Turquía. 


En España algunos ejemplares permanecen todo el año mientras que los demás invernan en África (ríos Souss y Massa, en Marruecos, y también en Mauritania y Senegal). Su número aumenta durante los pasos migratorios y también en el invierno a expensas de las aves procedentes de Europa que se quedan para invernar. 




En nuestro país el grueso de la población se agrupa en Andalucía occidental (Odiel, Doñana y Cádiz) y en Extremadura, en torno a las áreas de cría. También se producen concentraciones en algunos enclaves de la costa cántabro-atlántica (rías de Guernica, Villaviciosa, Arosa y, especialmente, marismas de Santoña), por donde efectúan la migración los individuos provenientes de las colonias francesas y holandesas en su camino hacia África. También se pueden ver algunos ejemplares en las lagunas de Villafáfila, en Zamora. 


Prueba de ello son las imágenes que aquí acompaño y que pude captar hace tiempo en esas lagunas  de Villafáfila (Zamora) en las que se puede apreciar las formaciones lineales o en uve que forman cuando emigran.





En nuestro territorio aparece la subespecie "leucorodia" que habita también en el resto de Europa, el norte de África y algunas zonas de Asia. Resulta rara en Baleares y más regular, pero escasa, en Canarias. 




Durante el día es poco activa, a no ser en plena época de reproducción. Son más activas durante el atardecer y sobre todo antes de salir el sol. 




Sus hábitats se encuentran principalmente en humedales poco profundos, en general costeros y por tanto salinos como son las marismas, rías, humedales costeros, albuferas, salinas y estuarios, pero a veces también en las lagunas interiores, playas y colas de embalses. 




Cuando se alimentan lo hacen en grupo, al igual que las avocetas y los flamencos, vadeando aguas someras, avanzando con pasos cortos e introduciendo el pico entreabierto en la capa superficial del limo y moviéndolo de un lado a otro, pero el pico de la Espátula común no filtra el agua ni el fango, y no presenta la estructura en laminillas que le permitiría hacerlo. Sin embargo, la punta ancha de su pico es táctil y le permite advertir las presas antes de capturarlas. 




Su alimentación es a base de invertebrados acuáticos (crustáceos, moluscos, anélidos e insectos acuáticos y sus larvas) y también de anfibios (huevos de rana, renacuajos), pequeños peces y algas y hierbas acuáticas. 




Al respecto de la alimentación de esta ave, acompaño en esta entrada de unas imágenes que vienen a ratificar que en su dieta también incluyen a pequeños peces, o no tan pequeños como puede apreciarse en esta serie de imágenes que pude captar hace tiempo en la ensenada de Llodero (Avilés) y que me permitieron pasar unos momentos sumamente entretenidos observando las múltiples peripecias que ese joven ejemplar tuvo que realizar para poder engullir ese imponente pez con pinta de lenguado.




Como se puede apreciar en las fotografías, claramente las dificultades venían por la poca especialización de su pico para amarrar peces de cierta envergadura y tragarlos por una apertura bucal  y digestiva un tanto estrecha.




Como era de esperar, dadas las múltiples peripecias que estaba realizando para tratar de tragarse ese gran pez, enseguida tuvo la presencia de algún que otro acompañante que trataba de "ayudarla" en tan ardua tarea.




De lo que si que puedo dar fe, es de que al final, no sin serias dificultades, consiguió tragarse el escurridizo pez.




La Espátula común es una especie gregaria que se asienta en la misma colonia durante años sucesivos, a menudo en compañía de garzas y cigüeñas blancas. 




Ambos sexos construyen nido amplio sobre árboles o arbustos o entre cañaverales. Para su construcción utilizan ramas y palos por la parte de fuera y ramas más pequeñas, papeles y otros materiales blandos por dentro. 




Realizan una única puesta por temporada que normalmente se compone de 4 huevos. La incubación dura 21 días aproximadamente. Los pollos alimentados por ambos padres, abandonan el nido a las 4 semanas de edad, volando después de unas 6 semanas. 




Sus principales amenazas son la excesiva concentración de las colonias, la caza ilegal, molestias de las colonias por la presencia de personas (pesca, marisqueo o presencia de embarcaciones de recreo) o animales domésticos, la contaminación por plaguicidas y metales y la pérdida de sus hábitats y de los lugares de nidificación. La Espátula común se incluye en el Libro Rojo de las aves de España como especie “Vulnerable” y aparece como “De interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.

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