A finales del pasado mes de septiembre tuve la oportunidad de poder fotografiar a varios ejemplares de Collalba gris (Oenanthe oenanthe) en el concejo de Gozón (Asturias ) unos días antes de que iniciaran su migración hacia tierras africanas.
Al visionar esas fotografías he considerado que merecía la pena publicar algunas de ellas en las que se aprecie la belleza de de estos pajarillos que todos los años nos visitan puntualmente.
Los entornos en los que los pude fotografiar fue tanto en el roquedo de la playa de Bañugues...
... como en la rasa costera del cabo Peñas.
También pude fotografiar a esta especie a mediados del mes de septiembre en el entorno de la Sierra Oeste de Madrid. En ese caso, eso sí, compartiendo el mismo espacio que la segunda protagonista de esta entrada, la Collalba rubia (Oenanthe hispánica).
En el caso de la muy vistosa Collalba rubia (Oenanthe hispánica), que en Asturias no acostumbramos a ver, el macho aún lucia sus mejores galas con su plumaje nupcial.
En el caso de esta última también pude fotografiar a un ejemplar hembra que resulta mucho más difícil de diferenciar de la hembra de la Collalba gris.
Existen en el mundo un buen puñado de especies de collalbas de las que no voy a hacer mención en este momento, pero en nuestro país tan sólo podemos hablar de tres especies habituales, la C. negra (Oenanthe leucura), la C. gris (Oenanthe oenanthe) y la C. rubia (Oenanthe hispánica), que desde mi punto de vista, es sin duda la más guapa y llamativa de las tres.
A esas tres especies habría que añadir a la mucho más rara, Collalba isabel (Oenanthe isabellina) que en nuestro país está considerada como una rareza ocasional, ya que sus avistamientos en España no sobrepasan la veintena de casos desde que se hacen registros (Lista de las aves de España. Edición de 2022 de la SEO BirdLife) y de la que a finales del mes de noviembre del 2022 tuvimos la fortuna de poder disfrutar de su presencia en el concejo de Gozón (Asturias).
| Fotografía de archivo de ejemplar de primer invierno de Collalba isabel (Oenanthe isabellina) |
La Collalba rubia (Oenanthe hispanica) es una especie de ave paseriforme migratoria de la familia “Muscicapidae”, anteriormente clasificada en la familia “Turdidae” de la que están descritas dos subespecies: la Collalba rubia occidental (O. h. hispánica) propia de Europa Occidental mediterránea y el Magreb, y la Collalba rubia oriental (O. h. melanoleuca), en Europa Oriental mediterránea y Oriente Próximo.
La subespecie hispánica (nominal), se reproduce en nuestro país y se encuentra bien repartida por toda la región mediterránea, pero entre otros sitios que luego veremos, falta en Asturias, de ahí que una vez más, haya resultado para mí, un muy entrañable encuentro.
Como muchos de vosotros ya sabréis, el nombre común de la collalba se debe al color blanco de la cola (“colla” “alba”) y el obispillo que se hacen muy visibles en vuelo, pero que habitualmente permanecen ocultos en reposo. Por su parte el nombre científico (Oenanthe hispánica) tiene un origen curioso: “Oenanthe” viene del griego antiguo “Oen” (vid) y “ante” (flor): es decir, “flor de la vid” haciendo alusión a que estas aves regresan en su migración al mediterráneo cuando las vides florecen.
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| Collalba gris (Oenanthe oenanthe) |
Se trata de una paseriforme bastante pequeña y más esbelta que su pariente más parecida, la Collalba gris, con la que es fácil confundir sobre todo en el caso de las hembras si las observamos a distancia. Su longitud es de entre los 14-15 cm, con una envergadura que puede llegar a los 27 cm. Su peso puede llegar a los 22 gr. Se estima que su longevidad puede llegar hasta los 5 años. En esta especie existe un claro dimorfismo sexual.
Como podéis observar en las fotografías, en el caso de los machos y en la temporada de primavera verano, lucen su plumaje más vistoso (nupcial) con un color ocre claro con tintes rojizos en el dorso, que se convierte en blanco cremoso en la zona del obispillo como comenté anteriormente. El píleo y la nuca son del mismo color ocráceo claro que el del dorso. Su pico es corto, fino, puntiagudo y de color negro. Tienen el iris de los ojos de color pardo oscuro y están rodeados por un fino anillo periocular de color negruzco. Por la parte inferior también son de color blanquecino (muy blanco visto a distancia) con tintes cremosos que son más intensos (ocráceos) en la zona del pecho.
En cuanto a la cara decir que presentan un antifaz negro que parte de la base del pico e incluye a las auriculares y al ojo en todos los casos, de ahí su denominación en inglés como “Collalba de orejas negras". La frente es de color blanco.
Como su nombre común indica, una de las principales características de esta especie es su larga cola, que como comenté al principio, es de color blanco con una franja terminal de color negro que se ensancha en los laterales y que le da la forma de “T” invertida, ya que el color negro de las rectrices centrales llega hasta la base de la cola, mientras que las rectrices externas son de color blanco. Las patas y los pies son de color negro.
La Collalba rubia se distribuye como reproductora por los países circunmediterráneos del sur Europa, así como en Oriente Medio y el noroeste de África. Se trata de un migrante que tiene sus áreas de invernada en el África subsahariana (franja del Sahel). El paso prenupcial lo realizan desde marzo hasta mayo, con máximos a principios de abril, mientras que el posnupcial se prolonga de agosto a octubre, con máximos a finales de agosto.
Como comenté anteriormente, están descritas dos subespecies: “O. h. hispánica” (zona occidental de su distribución) y “O. h. melanoleuca” (extremo más oriental). En nuestro país podemos encontrar a la subespecie “O. h. hispánica”, que como reproductora se encuentra bien repartida por toda la región mediterránea, con las zonas de mayor abundancia en el centro y el sureste (La Mancha, Comunidad Valenciana, Andalucía) y que falta en Galicia, Cantábrico, así como en zonas de montaña del Sistema Ibérico (Pirineos), en Baleares, Canarias y Ceuta (está presente en Melilla).
En cuanto a la la Collalba gris (Oenanthe oenanthe) decir que uno de los aspectos más encomiables de este pequeño pajarillo de tan sólo 25/30 gr que se desconoce bastante, es que bate todos los récords de migraciones ya que es capaz de recorrer unos 30.000 km por año, pues pasa la temporada cálida en el Ártico e invierna en el África subsahariana, uno de los ciclos migratorios “más largos que se haya observado para un pájaro” en el mundo”, según un estudio publicado (02/2012) en la revista Biology Letters de la Academia de Ciencias Británica.
La Collalba gris es un migrante nocturno, que aprovecha la noche para viajar y el día para alimentarse y reponer fuerzas. Habitualmente realizan cortos vuelos y frecuentes paradas para descansar y reponer fuerzas que les permitan afrontar al día siguiente su largo viaje de noche. Sólo para superar grandes barreras, como por ejemplo el desierto del Sáhara o las franjas de océano, las collalbas se detienen más tiempo para acumular mayores reservas de grasa.
La Collalba gris es un pequeño pájaro de aspecto elegante con un diseño de la cola muy llamativo y característico (“colla” “alba”) que acostumbra a moverse por el suelo andando o dando pequeños saltos o en posaderos prominentes, mostrándose casi todo el tiempo al descubierto y en posición erguida.
En el caso de las hembras poseen una coloración mucho más apagada y por lo tanto son menos llamativas. Tienen las partes superiores de color pardo grisáceo pareciéndose a las de los machos en otoño/invierno.
En la cara tienen una ceja de color crema amarillento y carecen del antifaz negro de los machos. La mancha que tienen en la zona de las auriculares es de color pardo.
La garganta tiene un tono un poco más claro y el pecho un poco más oscuro, pero existe considerable variación..
Las partes inferiores del cuerpo son variables en la intensidad del color beige o pardo ocráceo claro (marfil).
Las alas y la franja de la cola son de color marrón oscuro en lugar de negras.
Tiene una amplia distribución como especie reproductora por todo el mundo abarcando a toda Europa, el norte y el centro de Asia, Groenlandia y las zonas árticas de América del Norte. También ocupa el norte de África y la Península Arábiga. Cómo anteriormente ya vimos, durante la temporada invernal emigran al África subsahariana, desde Senegal hasta Kenia.
En nuestro país podemos disfrutar de su presencia durante la primavera/verano. El paso prenupcial por la Península Ibérica se puede observar entre marzo y mayo, mientras que el posnupcial tiene lugar de septiembre a noviembre, con máximos a finales de septiembre y principios de octubre.
El hábitat de la Collalba gris son zonas abiertas de alta montaña con hierba corta, rocas y piedras diseminadas donde anidar y no infrecuentemente a alturas hasta de 2.000 m. También páramos, zonas áridas o con matorrales bajos, pastizales, amplios espacios cultivados, campos baldíos, dunas con vegetación rala, taludes terrosos y acantilados costeros de poca altura, así como zonas de roquedales y piedras donde anidar. Durante la migración se ve por todas partes y con especial densidad en praderas de la costa y en terrenos intermareales de rías, en dunas costeras y cerca de los acantilados y faros.
Su alimentación es fundamentalmente a base de insectos y sus larvas, arácnidos, ciempiés, caracolillos y también de bayas, frutos silvestres y semillas. Su método habitual de cazarlos los insectos es permanecer inmóvil sobre una piedra o lugar elevado y lanzarse repentinamente al suelo o bien en un corto y acrobático vuelo para capturar alguno que pasa cerca. Es frecuente verla practicar una curiosa forma de caza como si fuera un cernícalo, cerniéndose inmóvil en el aire a escasa altura del suelo, moviendo sólo la cola para mantener su posición y mirando atentamente hacia abajo, hasta que repentinamente se lanza en picado sobre un insecto que ha descubierto entre la hierba.
Es una especie ampliamente distribuida en España, común y con tendencias poblacionales positivas. Sus principales amenazas están relacionadas con la alteración de los hábitats de cría, bien por la intensificación agrícola, por la expansión de matorrales y bosques, por el abandono del campo o por las reforestaciones. También podrían influirle las fuertes sequías en las áreas de invernada. Aparece como “De interés especial en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.
Nada más. Muchas gracias por visitar mi blog.



























