En las últimas semanas los aficionados que nos hemos desplazado hasta el entorno del Cabo Peñas o al de la playa de Bañugues, buscando alguna especie de ave que merezca la pena observar en esta época otoñal, hemos podido disfrutar de la presencia de la bella especie de ave que presento en esta entrada.
Sí, me estoy refiriendo al Chorlito dorado europeo “Pluvialis apricaria”, un ave limícola con un fuerte comportamiento gregario (sobre todo en invierno) que habitualmente tienen más preferencia por los campos de cultivo (sobre todo con rastrojos), praderas húmedas o pastizales, que por las playas o estuarios.
El colorido de estos entornos favorece notablemente su camuflaje, ya que se confunde fácilmente con el color de su plumaje en tonos ocres y dorados, máxime si como es habitual, permanecen inmóviles, lo que les permite mimetizarse perfectamente, haciéndolos casi invisibles.
Como cada año, su presencia es una referencia casi segura durante los meses de octubre y noviembre en el concejo de Gozón y particularmente en los prados de la rasa del Cabo Peñas y también en la playa de Bañugues en donde está realizado este reportaje fotográfico, aunque también son frecuentes en las praderas cercanas a la playa de Verdicio o en la playa de Xagó.
Como comentaba antes, tienen un claro comportamiento gregario pudiendo llegar a juntarse decenas de ejemplares posados y/o formando bandadas al vuelo.
Vuelan velozmente a poca altura y realizando itinerarios circulares más o menos amplios, no tardando mucho en volverse a posar relativamente cerca del lugar desde donde salieron, lo que facilita notablemente el poder fotografiarlos en vuelo y por lo que lamentablemente, también son piezas favoritas de muchos cazadores.
Tras permanecer varios días observándolos, he tenido la oportunidad de poder fotografiarlos en distintos grupos y en diferentes hábitats, pero también he podido encontrarme con individuos que andaban en solitario y con un comportamiento mucho más confiado que cuando se encuentran en grupo.
Vistos más de cerca y en solitario, se puede apreciar mucho mejor su belleza y elegante porte, lo cual unido a la no desdeñable hermosura del entorno en el que se mueven, da como resultado el conseguir algunas fotografías muy guapas, desde mi particular punto de vista.
Viendo ahora esas bonitas imágenes, no consigo quitarme de la cabeza la referencia de cómo dio comienzo el famoso y popular “Libro Guinness de los Records” y es que al parecer, allá por el año 1951 un tal Sir Hugh Beaver, director ejecutivo de la empresa cervecera Guinness Brewery, se encontraba de caza con varios compañeros. El caso es que en uno de sus recesos, comenzaron una discusión sobre que ave de caza era la más veloz de Europa, el Urogallo o el Chorlito dorado.
El tal Beaver no dejó de darle vueltas a la cuestión e intentó encontrar respuesta en libros y enciclopedias, pero no encontraba ninguno que le aportase datos concretos como estos, ya que en aquellos tiempos no había material de referencia para cerciorarse de quien tenía la razón. Esta circunstancia, junto a la cantidad de discusiones que al respecto escuchaba día tras día en su empresa, le hizo plantearse el recoger y recopilar en un único libro la respuesta a este tipos de preguntas en beneficio del resto de personas y así surgió el originalmente denominado “Guinness World Records” que tantos adeptos tiene aún en nuestros días, no obstante, es el propio libro el que constituye un récord en sí mismo. Con ventas superiores a los 100 millones de ejemplares en 100 países y 37 idiomas, “Guinness World Records” es el libro más vendido de todos los tiempos, si no se consideran las obras exentas de derechos de reproducción, como la Biblia.
Su idea era la de crear un libro con todo tipo de datos, estadísticas y curiosidades sobre los más diversos temas. Propuso la idea al consejo de administración de la empresa Guinnes para que fuera editado por ellos y regalado como un presente a clientes y proveedores.
Comprenderéis ahora que cada vez que me encuentro con esta bonita especie de ave limícola, no deje de acordarme del triste comienzo del tan apreciado en nuestros días “Libro Guinness de los Records” y de imaginarme a un buen grupo de cazadores bien pertrechados disparando sin ton ni son a urogallos y/o a chorlitos dorados. Un auténtico despropósito.
Cuantas veces cuando estoy “disparando” fotografías de aves, me imagino lo que pueden sentir los cazadores en una situación similar, en la que en vez de empuñar una cámara fotográfica, lo hacen con una escopeta, pero con el resultado de que ellos se llevan un cadáver efímero y yo me llevo la belleza de esa ave y su entorno, y los inmortalizo en mis archivos durante el tiempo que yo quiera, lo que me permite poder revivir esos momentos tan agradables, respetando la naturaleza y facilitando a otros “cazadores fotográficos” o simplemente observadores, poder beneficiarse al reproducir esas situaciones.
Entrando en materia, decir que el Chorlito dorado europeo es un ave limícola que pertenece a la familia de las Charadriidae, género Pluvialis y que tienen un tamaño medio ya que vienen a medir entre 25-28 cm de longitud, con una envergadura de hasta 60 cm y un peso aproximado de unos 220 gr. En esta especie no existe dimorfismo sexual. Se han descrito varias subespecies: la “apricaria”, presente en las islas británicas, Alemania, Dinamarca y sur de Escandinavia, y la”altifrons”, más norteña, originaria de Islandia y Europa septentrional.
A la hora de describir su plumaje debemos distinguir dos épocas o periodos distintos:
Como es habitual en la mayoría de las aves, en la época reproductora esta especie presenta un plumaje muy críptico (plumaje nupcial) ya que tienen la cara, la garganta, la parte anterior del pecho y el vientre de color negro. Esas zonas negras que quedan delimitadas en toda su extensión, por una franja de color blanco que tiene la forma de una S invertida con la primera curva que comienza en la cabeza por encima del ojo como si fuera una ceja y se prolonga por detrás de la cara bordeándola para a continuación dirigirse hacia delante describiendo otra segunda curva que bordea el lateral del cuello, el hombro y los flancos. El dorso, la parte posterior del cuello y el píleo están formadas por multitud de motas y franjas de color dorado, negro, amarillento y blanco.
El pico como es característico de la familia de los chorlitos (Charadriidae), es corto, delgado, recto, puntiagudo y de color negro. Existe una gran diferencia con el pico de otras limícolas como ocurre con la familia Scolopacidae (correlimos, agachadizas, zarapitos, agujas, etc) donde es excepcionalmente largo.
Estas diferencias anatómicas responden a una serie de adaptaciones para las distintas técnicas de alimentación, de manera que los chorlitos son fundamentalmente “comedores visuales”, esto quiere decir que detectan a la presa o sus indicios por medio de la visión, de ahí su típicos movimientos de “mirar-correr-parar y picotear”. Por otra parte, la familia Scolopacidae son básicamente “comedores táctiles” y para ello han logrado un gran desarrollo de unas terminaciones nerviosas quimiorreceptoras y mecanorreceptoras presentes en el extremo distal de su pico, que les sirven para detectar a las presas en sus continuos sondeos de limos.
En esa adaptación como “comedores visuales” los ojos juegan un gran cometido, de ahí que tengan un gran tamaño. El iris lo tienen de color marrón oscuro.
La cola es corta y las patas son medianamente largas y de color gris-negruzco.
Fuera de la época reproductiva (otoño e invierno) el color negro de las partes anteriores (garganta, cuello, pecho y parte del vientre) desaparece, siendo sustituido por un color pardo dorado fuertemente barreado sobre un fondo blanco sucio que se hace dominante en la zona del vientre donde apenas tiene barreado. Se convierte así en un plumaje mucho más homogéneo y mimético que les permite pasar desapercibidos ante sus predadores.
El dorso y las alas son de color marrón oscuro con los márgenes de las plumas de color dorado-anaranjado y blanco, teniendo en general, un plumaje menos contrastado, más homogéneo y con los dorados menos llamativos.
El píleo es de color marrón oscuro con estrías amarillentas.
La cara es amarillenta y está bastante estriada.
En vuelo se les puede apreciar una banda alar blancuzca, difusa y estrecha, así como las axilas y partes interiores de las alas que también son de color blanco.
En cuanto al canto de estas aves decir que consiste en una especie de “puu-píiiuu”y que cuando vuelan en bandos emiten como reclamo de contacto un “píurrli” repetido y rítmico.
El Chorlito dorado europeo está presente en Europa, Asia y África y en nuestro país podemos disfrutar de ellos durante el otoño-invierno y durante los pasos migratorios.
Sus zonas de cría se localizan fundamentalmente en las tundras árticas de Islandia, norte de Gran Bretaña y de Escandinavia (Suecia, Noruega y Finlandia) y Siberia. Cuando llegan los fríos del invierno se desplazan a diversas zonas de Europa suroccidental y el noroeste de África.
En nuestro país no anidan y los podemos encontrar fundamentalmente a partir del mes de octubre, que es cuando recibimos los primeros efectivos de la especie y donde permanecerán invernando hasta aproximadamente, el mes de marzo. Son más habituales en el cuadrante suroccidental de la Península (Extremadura y oeste de Andalucía), así como en algunos tramos de las costas atlánticas. Las principales áreas de invernada se localizan en los pastizales del Campo Arañuelo, en Cáceres, y los llanos y vegas centrales de la misma provincia, La Serena (Badajoz), y el Campo de Gibraltar. Resulta común en Baleares, pero escaso e irregular en Canarias. El paso migratorio lo realizan siguiendo las costas cantábricas y atlánticas o por aguas interiores.
El hábitat preferido por estas aves en época invernal y durante los pasos migratorios se encuentra en localidades costeras en terrenos abiertos cercanos a la playa, playas, estuarios, campos de cultivo, praderas húmedas, pastizales y humedales del interior. En cambio, en época de cría acostumbran a localizarse en zonas de la tundra ártica con herbazales y en los campos abiertos con matorrales.
Su alimentación se compone fundamentalmente de insectos, lombrices de tierra y otros pequeños invertebrados, aunque también incluyen en su dieta hierba, bayas y semillas. Cuando están en grupo es frecuente verlos comer compartiendo terreno con otras aves y en especial, con las avefrías. Capturan el alimento en la superficie o sondeando superficialmente con el pico en el limo.
Entre los meses de abril y junio llevan a cabo el periodo de reproducción. La cría la realizan en solitario y para ello construyen el nido escarbando en el suelo una pequeña depresión poco profunda que luego forran con restos de musgo y plantas y que sitúan, entre vegetación baja o, a veces, entre piedras.
Acostumbran a poner 4 huevos que incuban ambos padres durante 25-30 días, aproximadamente. Las crías son nidífugas, a las pocas horas de nacer abandonan el nido y son capaces de desplazarse y alimentarse por sí mismas, aunque siguen siendo atendidas por sus padres durante unos 28 días más.
Las principales amenazas que se ciernen sobre esta especie son la caza incontrolada y la pérdida o alteración del hábitat, sobre todo como consecuencia de su transformación en regadíos. Aunque es una especie común, la población europea de Gran Bretaña, Alemania, Holanda, Dinamarca y Países Bálticos, se ha reducido mucho en los últimos tiempos, debido fundamentalmente a la destrucción o transformación de su hábitat. El chorlito dorado europeo se incluye en la categoría “De interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.
Excelentes fotos e interesante crónica.
ResponderEliminarMe encantan las fotos de los Chorlitos en vuelo, donde destaca su precioso plumaje.
Un saludo desde León
Es todo un honor recibir halagos de un fenómeno como tu. Saludos.
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