martes, 28 de agosto de 2018

Han venido para quedarse. Ganso del Nilo (o egipcio) (Alopochen aegyptiaca).

En mi reciente visita a la Comunidad de Madrid he tenido la oportunidad de encontrarme con una de las seis principales aves consideradas como invasoras en nuestro país, el Ganso del Nilo (o egipcio) (Alopochen aegyptiaca) y me ha resultado difícil sustraerme y no realizarle una entrada en el blog que sirva para conocer mejor a esta curiosa especie de ave anseriforme y sobre todo para poder valorar mejor el alto riesgo que supondría su posible establecimiento en España. 





Oficialmente, el Ganso del Nilo (Alopochen aegyptiaca) está incluido en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente desde 2013 (Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto) por el alto riesgo de generar impactos en la biodiversidad, sin embargo en la ficha oficial se reconoce que se ha comprobado su reproducción en libertad de forma irregular u ocasional, pero que no hay ningún indicio de que se encuentren en proceso de establecimiento. Por su parte, si no me equivoco, SEO-Birdlife está ya preparando una revisión del estado de esta especie en España, en la que eleva el nivel de alerta hasta “casi establecida”. 





En ese Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras del Ministerio de Agricultura y Pesca figuran además del Ganso del Nilo otras aves como: el Minás, el Bengalí rojo, la Barnacla canadiense, la Codorniz japonesa, el Ruiseñor del Japón, la Cotorra argentina, la Malvasía canela, la Cotorra de Kramer, el Bulbul cafre, el Bulbul Orfeo, el Quelea común, la Tórtola rosígris y el Ibis sagrado. 





Parece ser que es en la Comunidad de Extremadura donde se están registrando un mayor aumento y una situación más preocupante, ya que aunque los datos sobre censos oficiales son escasos y muy poco precisos, la población parece duplicarse cada año. La ficha que SEO-BirdLife tiene en preparación señala la posibilidad de que el ave se expanda desde Extremadura hacia el Este siguiendo las cuencas de los dos grandes ríos, Tajo y Guadiana. 





El origen de la expansión por Europa de esta ave africana se encuentra en el escape de parejas introducidas en parques, zoológicos y colecciones privadas. En Holanda su tasa de crecimiento anual se ha estimado en torno al 28% desde que en 1999 se estableció de manera silvestre, y en 2012 se calculaba una población de 100.000 ejemplares asentada en ese país, así como en Bélgica, Dinamarca, Alemania, Reino Unido y Francia. 


Los principales problemas que ocasiona esta especie se deben a que presentan un comportamiento dominante y agresivo hacia otras aves, lo cual provoca el desplazamiento de especies nativas llegando en algunos casos a la extinción. También algunas investigaciones apuntan al riesgo potencial de contaminación de aguas a causa de sus deposiciones en zonas recreativas, a la posibilidad de convertirse en transmisores de enfermedades como la gripe aviar y al riesgo de colisión con aeronaves. Su expansión también tiene un impacto en la agricultura. Un trabajo realizado en Sudáfrica contabilizó pérdidas de un 65% en el rendimiento de campos de cereal cercanos a humedales donde las aves reposan, mudan y realizan la cría. 





Las especies exóticas invasoras cuestan cada año a Europa más de 12.000 millones de euros, según la Comisión Europea, y para conseguir una alta eficacia de costes, considera que la estrategia europea de especies exóticas invasoras debe prestar una especial relevancia a la toma de medidas en los momentos iniciales del asentamiento de una de estas especies. El Convenio de Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica, ratificado por España en 1993, reconoció la existencia de este problema y estableció en su artículo 8.h que cada Parte Contratante, en la medida de sus posibilidades, impedirá que se introduzcan, controlará, o erradicará las especies exóticas que amenacen los ecosistemas, los hábitats o las especies. 





El Ganso del Nilo o Ganso Egipcio es una especie originaria del África subsahariana que fue introducida en Europa como ave exótica ornamental en el siglo XVIII. Como comenté anteriormente, hoy cuenta con poblaciones asilvestradas en muchos países, entre ellos Holanda, Bélgica, Alemania y Reino Unido. 





En España ha sido considerada rareza hasta 2006, y al igual que en otros países de Europa, se trata también de una especie introducida a partir de escapes accidentales y/o intencionados de zoológicos o de colecciones privadas, aunque ya se han naturalizado. La primera cita homologada en España se remonta a 1993 y desde entonces su presencia es cada vez más frecuente sobre todo en invierno, ya que a los ejemplares nacidos en España hay que sumarles los procedentes de otros países europeos. Lo cierto y preocupante es que se reproducen en libertad cada vez en mayor número y en más localidades. 





El Ganso del Nilo (Alopochen aegyptiaca) es un ave Anseriforme perteneciente a la familia “Anatidae” y el único representante existente del género “Alopochen”. La etimología de su denominación científica proviene del término griego “alopex”; zorro, más el de “chen”; ganso, en referencia al color rojizo de su espalda. El nombre de la especie “aegyptius” proviene del término latino “aegyptiacus-a, -um”; de Egipto o egipcio. Al parecer, en su denominación genérica, se cometió un error de lenguaje griego, ya que la forma lingüísticamente correcta habría tenido que ser “Alopecchen” o “Alopecochen”. 





Los gansos del Nilo fueron considerados aves sagradas por los antiguos egipcios y como tales aparecieron representados en gran parte de sus obras de arte (papiros y piedras). La domesticación del Ganso del Nilo se produjo muy temprano: durante la primera Dinastía, que terminó en el año 2300 antes de Cristo. 



En el antiguo Egipto, el ganso u oca era la encarnación del dios de la tierra, “Geb”, que había puesto el huevo cósmico del que había nacido el sol. Como jeroglífico transmite el concepto de “bien equipado” o “dotado de lo necesario”. Cuando en el jeroglífico está desplumada y troceada, la oca es sinónimo de “temor”. Hoy en día se puede ver a esta anátide, idéntico al de las pinturas, paseándose por los canales y acequias de las riberas del Nilo. 





En mi caso concreto, he podido coincidir este mes de agosto con un pequeño grupo de esta curiosa especie en el embalse de Valmayor (San Lorenzo del Escorial. Madrid), en donde se les ha localizado en anteriores ocasiones. En la Comunidad de Madrid no son nada infrecuentes sus avistamientos, incluso con crías, en el Parque Regional del Sureste, en Madrid Río (zona de Puente de Toledo, de Segovia y de los Franceses, Caja Mágica, Parque Juan Carlos I…), así como en el embalse de Santillana (Manzanares El Real), en la Presa del Rey (Rivas Vaciamadrid), en el Parque de Polvoranca (Leganés), Parque de Loranca (Fuenlabrada), Parque Forestal de Valdebernardo, la laguna de Velilla de San Antonio y en el lago de la Casa de Campo, entre otros muchos. 





Los gansos del Nilo tienen un tamaño intermedio entre un ánsar y un ánade con una longitud de entre los 63-73 cm y una envergadura de 1,4-1,5 m. Su peso puede llegar a los 2,5 Kg. El único dimorfismo sexual que existe en esta especie consiste en que los machos son ligeramente más grandes que las hembras. Su longevidad se estima entre los 12-13 años de vida. 





Aunque el plumaje presenta diferencias de unos ejemplares a otros, por la parte superior generalmente son de color pardo rojizo (“alopex”; similar al del zorro). Existe una gran cantidad de variación en el tono del plumaje, con algunas aves más grises y otras más marrones, pero esto no está relacionado con el sexo o la edad. 





El obispillo tiene un tono muy oscuro, que a veces roza el negro mate. 





El pecho es de color beige o castaño rojizo y está finamente vermiculado de color grisáceo parduzco. En su parte inferior suelen presentar una mancha más oscura del mismo color pardo rojizo que las que presentan en la cara, alrededor de los ojos.





Los flancos son de color gris claro y están finamente vermiculados de color grisáceo parduzco. 





Por la parte inferior son más claros, salvo la zona caudal inferior que es de color beige. 



Las alas son grandes siendo por la parte superior del mismo color pardo rojizo que el dorso. Presentan una gran zona blanca en las coberteras, mientras que las plumas primarias son de color negro, así como las secundarias, pero estas tienen una mancha de color verde metalizado en su mitad anterior. 





La parte inferior de las alas presentan una gran zona blanca que ocupa las coberteras pequeñas, medianas y mayores mientras que el resto es de color negro.




El píleo es de color gris cremoso o blanquecino. 





La cara y el cuello son de color cremoso grisáceo claro con unas características manchas de color pardo rojizo alrededor de los ojos.




El pico es robusto, no muy largo. Es de color rosado fuerte o rojo coral con la punta (uña terminal), la base y bordes negruzcos y un gran orificio nasal oscuro en su zona central.





Los ojos son redondeados y de buen tamaño. Tienen un color amarillo muy brillante y una gran pupila negra. Están rodeados por una zona de plumas castaño rojizas, que destacan netamente del resto pardo claro. 




El cuello, de longitud moderada y tono pardo básico, presenta una estrecha franja castaño rojiza oscura, a modo de collar, que es muy característico. 





La cola es corta y ancha y es de color negro. 





Las patas tienen un color rosáceo o rojizo y los dedos palmeados. Son largas y robustas lo que les proporciona un porte erguido, en especial en los machos que es más altivo y airoso que el de sus compañeras.





Los jóvenes carecen de la mancha oscura que tienen los adultos en la zona inferior del pecho y alrededor de los ojos. La cabeza tiene una zona de color pardo castaño que se asemeja a un capirote ya que ocupa el píleo, la frente y además incluye al ojo dentro de ella sobrepasándolo por su parte inferior. El resto de la cara es de color blanquecino con una mancha parda grisácea en las mejillas. El pico lo tienen de color grisáceo oscuro y los ojos son de color marrón. Las patas son de color carnoso grisáceo.





Las voces y vocalizaciones de los sexos difieren; el macho tiene un graznido ronco y tenue, parecido a un pato, que raramente suena a menos que se excite. El macho de Ganso egipcio atrae a su pareja con una elaborada y ruidosa exhibición de cortejo que incluye bocinazos, estiramiento de cuello y exhibiciones de plumas. Por su parte, la hembra tiene un graznido estridente mucho más ruidoso que suena frecuentemente en agresión y casi incesantemente ante la más mínima perturbación cuando cuida a sus crías. Escuchar sus sonidos diferentes es otra forma de poder diferenciar el sexo de estas aves.




Aunque se trata de una especie en gran parte terrestre, son buenos nadadores y su vuelo parece pesado exhibiendo un color blanco conspicuo en la parte inferior de sus alas extendidas.





Por lo general, forman grupos que permanecen cerca de un cuerpo de agua. Deambulan de día en busca de alimento pero regresan por la noche. Solo se moverán a otro lugar si los depredadores se vuelven abundantes o durante períodos de sequía. Se trata de unas aves cautelosas. Pueden posarse en los árboles, a menudo usando la misma rama cada noche.





Se distribuyen por el continente africano donde se reproduce ampliamente, excepto en los desiertos y bosques densos, y es localmente abundante. Se encuentran principalmente en el valle del Nilo y al sur del Sahara. 


Mientras no cría, se dispersa un poco, a veces haciendo migraciones más largas hacia el norte hacia las regiones áridas del Sahel. A partir del siglo XVIII se extendió a Gran Bretaña, Dinamarca, Paises bajos, Bélgica, Francia, Alemania e Italia, donde hay poblaciones autosuficientes que en su mayoría se derivan de aves ornamentales escapadas. Los escapes también se han reproducido en ocasiones en otros lugares, como Texas, Florida y Nueva Zelanda. 


Como ya mencioné anteriormente, en España se trata de una especie introducida a partir de escapes de los zoológicos aunque ya se han naturalizado y se reproducen en libertad cada vez en mayor número y en más lugares. 

SEO BirdLife
Sus principales hábitats se encuentran en las marismas, embalses, estanques, lagos y ríos. No suelen poblar áreas densamente arboladas, aunque se pueden encontrar en prados, pastizales y campos agrícolas. La mayor parte del tiempo lo pasan en el agua.





En cuanto a su alimentación decir que su dieta se compone fundamentalmente de hierbas, granos, semillas, brotes de plantas, insectos, lombrices y caracoles. 





El periodo reproductivo varía en función de su localización, en algunas zonas de África se realiza en entre los meses de junio y septiembre, mientras que en otras se realiza durante todo el año. Los gansos egipcios suelen aparearse de por vida (monógamos). Los machos son bastante agresivos cuando se aparean. Cada macho realiza una exhibición de cortejo ruidosa y elaborada emitiendo sonidos como bocinas inusualmente fuertes. En circunstancias normales, los gansos egipcios son animales reservados y tranquilos, pero durante la época de apareamiento son todo lo contrario.





Ambos sexos son agresivamente territoriales hacia su propia especie cuando se reproducen y frecuentemente persiguen a los intrusos en el aire, atacándolos en "combates aéreos". Se han observado gansos egipcios atacando objetos aéreos como drones que también entran en su hábitat. Pueden llegar incluso a matar a los descendientes de otras parejas para obtener más recursos y mejorar la supervivencia de sus propias crías. 





Suelen construir su nido en las oquedades de los árboles maduros en áreas verdes o en otras oquedades antes ocupadas por otras aves, así como en el suelo o entre las rocas, para ello recubren esos lugares con materia vegetal. 





La puesta se compone normalmente de 5-12 y ambos padres se turnan para incubar huevos durante 29 días aproximadamente. Las crías son nidífugas y a las pocas horas de nacer abandonan el nido. Alcanzan la madurez sexual a los 2 años.