domingo, 27 de marzo de 2016

Una de las aves que más kilómetros recorre durante las migraciones. Correlimos tridáctilo (Calidris alba). Mazaricu Analayeru.

En esta entrada voy a presentar el reportaje fotográfico que recientemente he realizado a todo un clásico de la Ría de Avilés y más concretamente de la bocana de la misma, en donde año tras año podemos ver y disfrutar de la presencia de un grupo de limícolas que acostumbran a pasar el invierno con nosotros.




Me estoy refiriendo a un simpático grupo de Correlimos tridáctilos a los que vengo observando desde hace ya varios años en esa misma ubicación y que comparten con otro grupo menos numeroso pero igual de fieles a esos diques rompeolas, me refiero a los Correlimos oscuros.




Pasar una mañana con algo de sol y ver a estas bonitas limícolas evolucionar a lo largo del espigón de entrada a la ría, es una verdadera delicia, pues a la belleza natural de estas aves, se le añade la del contraste que se produce entre el blanco de ellas, el verdín de las rocas y la del agua de mar rompiendo en las mismas. 




Su actividad era incesante, moviéndose constantemente de una roca a otra pero siempre en grupo y dedicando la mayor parte del tiempo a alimentarse del limo acumulado en el verdín de las rocas y de insectos.




No faltaba tiempo para realizar sus exhaustivos baños y la correspondiente limpieza a fondo de su plumaje.




También hubo tiempo para echar un sueñecito y calentarse con los rayos de sol.




Y, por supuesto para jugar al borde del agua esquivando las olas y evitando el correspondiente remojón, o bajando hasta donde terminan las olas, en la arena de la playa.




Como ya es costumbre en las entradas de mi blog, acostumbro a acompañar a las fotografías realizadas a estas entrañables aves, con una exhaustiva revisión de las características más notables de esta especie, que no por ser habitual deja por ello de ser interesante, al menos para mí.




El Correlimos tridáctilo es un ave del orden de las Charadriformes, familia Scolopacidae y género Calidris, que tienen un tamaño de unos 21 cm de longitud y que alcanzan los 45 cm de envergadura. Su peso puede llegar a los 60 gr. No existe dimorfismo sexual en esta especie.




En la descripción de su plumaje hay que diferenciar el que presentan en la época reproductiva y el de fuera de esa época que es el aspecto de los que presento hoy.




En su plumaje invernal llama la atención su coloración general pálida (alba), en comparación con otras limícolas costeras a las que suelen acompañar. Este color pálido o claro se debe a que tienen la parte superior de color gris claro y aspecto escamoso, debido a que los bordes de sus plumas son de color blanco. En la zona del hombro (zona carpal), presentan una distintiva mancha de color negro, que en ocasiones puede no verse debido a que estar cubierta por las plumas laterales del pecho. La parte inferior es totalmente blanca. La cola es corta.




Por el contrario, en la época nupcial o reproductiva, por la parte superior tienen un plumaje de color anaranjado oscuro con estrías oscuras y los bordes de las plumas blanquecinos. La cabeza, cara, cuello y pecho son de color castaño rojizo moteado de negro, mientras que la parte inferior, el vientre y el obispillo siguen siendo de color blanco. 



Cuando vuelan, se les puede apreciar en las alas, una característica ancha franja alar, de disposición longitudinal y de color blanco, así como las plumas primarias y secundarias de color negro.




Tienen un cuello muy corto y el pico es de tamaño medio, grueso, recto y de color negro.




Los ojos son de color marrón oscuro y están rodeados de un fino anillo periocular blanquecino.




Las patas son de color negro y es característica la ausencia del dedo posterior, presentando tan sólo tres dedos (tridáctilo).




Los jóvenes se parecen a los adultos en invierno, pero por la parte superior son más contrastados, aparentando un dibujo como de lentejuelas, debido a que las plumas son de color pardo grisáceo con manchas negras y los bordes de las plumas de color blanco. Tienen el píleo rayado en negro y las zonas laterales del cuello de color crema. En vuelo presenta visibles bandas pálidas longitudinales en ambas alas y el obispillo pálido, cortado en vertical por una banda negra.




Los Correlimos tridáctilos son aves gregarias, que suelen formar pequeños grupos y que acostumbran a estar junto a otras especies de limícolas correteando rápidamente a lo largo de la línea de marea de las playas de arena muy fina, con la cabeza baja y picoteando las pequeñas presas de invertebrados (camarones y pulgas de arena) que arrastra el oleaje y que constituyen su alimento.




Suelen ser reacios a volar, pero cuando lo hacen se levantan con un alboroto de agudos gritos “tuic-tuic”. Su vuelo es veloz, recto y generalmente raso sobre el agua.



Su hábitat habitual, durante la mayor parte del año, es en zonas costeras, como playas de arena y deltas de los ríos y, solo de forma ocasional, salinas, lagunas y medios similares cercanos a la costa, así como aguas interiores. Por este motivo, en regiones como América del Sur se le conoce popularmente como Playerito blanco o Playero arenero.




Durante la breve época reproductora, la pasa en la tundra de la región ártica donde abunden terrenos cubiertos con céspedes, líquenes y musgo y donde se dan unas temperaturas muy bajas.




Tienen una distribución muy cosmopolita ya que están presentes en Europa, Asia, África, América, Australia y Nueva Zelanda. 


Su zona de cría la tienen en torno al Ártico, en las costas septentrionales de América del Norte, Groenlandia y norte de Asia (área circumpolar ártica).


El Correlimos tridáctilo está considerado como unas de las aves que efectúa un mayor desplazamiento migratorio de todo el planeta, ya que inverna en la zona meridional de Sudamérica, África del Sur y tropical e incluso Australia y Nueva Zelanda. También hay invernantes en Europa y en la cuenca mediterránea. Se estima que viaja una distancia de entre 3.000 a 10.000 km, desde sus lugares de cría a sus sitios de invernada. 


En España son habituales durante los pasos migratorios tanto en la Península (costas arenosas del Atlántico, especialmente en Galicia y Andalucía, y del Cantábrico) como en las Islas Canarias y las Baleares, pero también hay una mínima parte de ellos que se quedan para invernar y otros pocos que se quedan durante el verano. Los flujos migratorios se producen fundamentalmente entre septiembre y octubre y entre abril y mayo. Algunas aves, principalmente las de segundo año, permanecen en nuestro territorio durante el verano, pero nunca se ha comprobado su nidificación en España.


Se alimentan esencialmente a base de crustáceos, camarones, pulgas de agua, arácnidos, insectos y sus larvas, gusanos marinos y de otros pequeños invertebrados. Más raramente, en momentos de escasez, pueden alimentarse de materias de origen vegetal.




El periodo de reproducción lo realizan entre los meses de mayo a junio. Construyen su nido en una pequeña depresión en el suelo o sobre una roca, normalmente desnuda o en ocasiones recubierta con hojas. La puesta se compone normalmente de 3-4 huevos. La incubación, realizada por ambos padres, dura 26 días aproximadamente. Las crías son nidífugas, al poco de nacer abandonan el nido y aprenden a volar aproximadamente a los 17 días.




Entre las amenazas más importante para esta especie hay que destacar las molestias humanas, tanto durante la época de cría como en las áreas de reposo a lo largo de los pasos migratorios y la invernada, así como la caza ilegal y la contaminación, que disminuye la disponibilidad de alimento. También es muy sensible a la destrucción y transformación del hábitat de paso e invernada. El Correlimos tridáctilo aparece incluido en la categoría “De interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.

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