En un reciente viaje que he realizado por tierras extremeñas, tuve la oportunidad de tener un breve encuentro con este diminuto pájaro de origen africano presente actualmente en distintas regiones de nuestro país, en especial en Extremadura, Galicia y Canarias.
En cuanto los vi, supe inmediatamente que se trataba de esta para mi extraña especie, debido a que anteriormente había visto alguna publicación con imágenes suyas, pero nunca pensé que algún día me encontraría con ellos y mucho menos en un ambiente tan inesperado como era una calle apenas sin urbanizar a las afueras de un pequeño pueblo.
Allí estaba esta curiosa pareja de pajarillos moviéndose sin parar mientras se alimentaban de semillas en el suelo y en donde, a duras penas, les pude hacer este pequeño reportaje fotográfico, del que soy consciente de la mala calidad de sus imágenes, debido entre otras a que hacía un día muy soleado y a que estaban situados en una zona con un fuerte contraluz que no pude evitar, dado lo angosto de la calle.
A pesar de ello, me siento afortunado por este curioso encuentro de tan sólo unos escasos minutos de duración, ya que entre otras, me va a permitir publicar esta entrada y así profundizar un poco en el conocimiento de esta simpática especie.
El Estrilda común (“Estrilda astrild”) también conocido popularmente como, Pico de coral común, Diamante, o Pico de lacre, entre otros nombres vernáculos, es una pequeña ave “paseriforme” perteneciente a la familia de “Estrildidae” originaria del África Subsahariana, pero que ha sido introducido en muchas otras regiones del mundo como aves de compañía. Los escapes producidos han desembocado en poblaciones de aves en zonas donde originariamente no estaba presente.
Debido a su belleza y a que es fácil de mantener y criar en cautividad, allá por los años 60 se puso muy de moda como ave de jaula, lo que hizo que se volviera popular en todo el continente europeo, especialmente en Portugal y más tarde en ciertas zonas de España.
Desde entonces se ha ido asentando en la Península Ibérica, concretamente en muchas zonas de Extremadura y Galicia, al igual que en Portugal, llegando en la actualidad a ser una especie relativamente común y abundante en esas zonas, ya que se ha expandido con rapidez y su integración ha tenido mucho éxito.
El Estrilda común no deja de ser otra víctima más del enjaulamiento que, teniendo en cuenta que no es un ave migradora, ha podido aprovecharse del transporte de sus captores y poco a poco está consiguiendo implantarse en el continente europeo a donde llegó fundamentalmente por nuestro país vecino, para posteriormente ir expandiéndose por el nuestro, sobre todo a través de las cuencas de los grandes ríos, Tajo y Guadiana, que compartimos con el país luso.
Se trata de una pequeña especie de ave paseriforme perteneciente a la familia “Estrildidae” que miden unos 11-12 cm de longitud, con una envergadura que puede alcanzar los 13 cm y un peso de hasta los 10 gr. Como veremos a continuación, en esta especie existe dimorfismo sexual. Se han diferenciado varias subespecies de esta variedad: “Estrilda astrild minor”, “Estrilda astrild rubriventris”, “Estrilda astrild damarensis” y “Estrilda astrild peasii”.
En el caso de los machos adultos, las partes superiores son de color gris parduzco, mientras que el pecho, los flancos y el vientre son de color cremoso con tintes rojizos y gran cantidad finas líneas onduladas transversales de color pardo oscuro, además tienen una gran mancha rojiza en la zona central del vientre.
Las alas tienen una forma redondeada, son muy cortas y de color pardo grisáceo más oscuro, presentando también bastantes finas líneas onduladas transversales más oscuras.
Tienen la cabeza pequeña y en la cara presentan un conspicuo antifaz alargado de color rojo intenso que, iniciándose en la base de su también llamativo pico, e incluyendo dentro de él al ojo, se dirige hasta la nuca donde acaba en punta.
Por debajo de ese antifaz, la parte inferior de la cara y la garganta son de un color blanquecino.
Pero lo más llamativo y bello de este pajarillo y que le proporciona una de sus denominaciones más populares, es su potente pico que es corto, grueso, cónico y de un color rojo coral brillante e intenso.
Los ojos son pequeños, de color rojo oscuro y están rodeados de un fino anillo periocular de color grisáceo.
La cola es de longitud media y tiene forma de cuña, por la parte superior es de color pardo-grisáceo oscuro y por la parte inferior es de color negro.
Las patas son medianamente largas y son de color negro.
La hembra, muy similar al macho, está menos rayada en el pecho, que es casi liso; además exhibe color rojo tenue en el antifaz y el pico, y carece de rojo en el vientre (dibujo 2
Las hembras son muy parecidas a los machos pero tienen el pecho casi liso y mucho menos rayado. Además, el antifaz y el pico tienen una coloración menos intensa y carecen de la mancha rojiza en el centro del vientre. Las patas son de color marrón, en vez del negro de los machos.
Los ejemplares juveniles tampoco presentan las rayas longitudinales en el cuerpo y su antifaz rojizo, es muy pequeño. Dos rasgos característicos de estas edades son su pico color negro parduzco y la parte inferior de la cola que es de color blanco, en vez de negro.
Además de en la Península Ibérica y en las Islas Canarias, su distribución natural es fundamentalmente por el África subsahariana, Brasil, las Azores, Madeira y por numerosas islas de las Antillas, del sur de Asia y de Oceanía.
En España es un ave poco abundante en las zonas donde se encuentra, aún así su número es algo mayor en las vegas extremeñas del Guadiana y en el suroeste de Galicia (sobre todo la desembocadura del Miño en Pontevedra). También hay núcleos en Gran Canaria, Sevilla, Cáceres, Barcelona, Valencia, Málaga, Mallorca y Tenerife, y además existe reproducción puntual en otras provincias.
El canto de los machos consiste en un gorjeo con final agudo, tipo “chiir-chiir-priiiiiii…”. Además profieren con frecuencia un reclamo breve a modo de zumbido, sobre todo cuando se mueven en grupo, tipo “sssiiip…, chiiiik…, piit”.
Fuera de la época de cría se reúnen en dormideros, situados normalmente en la vegetación palustre. Resulta muy característica de esta especie la presencia de grupos compactos de estos pájaros tan pequeños, realizando vuelos muy rápidos y directos, súbitos despegues y tendencia a moverse a saltitos en el suelo. Debido a que tienen un carácter sociable y alegre, se llevan bien con el resto de especies con las que puede convivir sin problemas.
Se trata de una especie sedentaria con movimientos de corto alcance entre zonas próximas que en España encuentran su mejor hábitat en zonas con vegetación palustre, praderas húmedas, campos de cultivo, campos de regadío, cultivos de frutales, campiñas, en zonas con árboles o arbustos en los que abunden las plantas herbáceas e incluso en parques y jardines.
Se alimentan fundamentalmente a base de semillas, especialmente las de las plantas herbáceas que recogen tanto de las propias plantas como del suelo. Ocasionalmente, durante la época de cría, también se alimentan de insectos para poder cebar a los pollos. Es frecuente verles alimentándose en grupos de pocas decenas de ejemplares, excepcionalmente cientos.
En España tienen un periodo reproductor muy dilatado (febrero-noviembre), aunque se conocen casos en todos los meses del año. Se trata de unas aves monógamas que pueden realizar varias puestas a lo largo de todo el año.
En la época de cría son muy territoriales y construyen en las ramas de los arbustos, en la vegetación palustre o en la vegetación herbácea, un nido a menos de medio metro de altura o sobre el suelo, con forma de pera y con una entrada lateral en forma de tubo caído hacia abajo. Para la elaboración del nido, utilizan pequeños tallos de hierba seca tejida desordenadamente. Sobre el nido suele encontrarse otro falso nido más pequeño y rudimentario que el macho utiliza como dormitorio. La puesta se compone habitualmente de 4-6 huevos y la incubación que es compartida por los dos sexos, dura 13 días aproximadamente. Las crías abandonan el nido cuando tienen unos 18 días de edad.
El Estrilda común o Pico de coral común está considerado como un pájaro exótico invasor, por lo que no aparece ni en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, ni en el Libro Rojo de las aves de España, pero sí supone una posible fuente de amenaza para el medio natural y las especies autóctonas. Al parecer, de momento no se han detectado efectos negativos, dado que en gran parte de su área de ocupación en España se instala en hábitats humanizados y degradados de carácter agrario. No obstante, por precaución es preciso evitar el tráfico de especies exóticas, así como su introducción, deliberada o fortuita, en el medio natural, además de realizar un adecuado seguimiento que permita detectar a tiempo consecuencias negativas sobre especies y espacios autóctonos.
Quiero terminar esta entrada recordando que debido a su potencial colonizador y a constituir una amenaza grave para las especies autóctonas, los hábitats o los ecosistemas, esta especie ha sido catalogada en el Catálogo Español de Especies exóticas Invasoras, aprobado por Real Decreto 630/2013 de 2 de agosto, estando prohibida en España su introducción o liberación en el medio natural, así como su posesión, transporte, tráfico y comercio.
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