martes, 31 de mayo de 2022

Migración prenupcial de limícolas por la zona central de Asturias (parte 1). Andarríos grande (Tringa ochropus). Andarríos chico (Actitis hypoleucos). Chorlitejo chico (Charadrius dubius). Chorlitejo grande (Charadrius hiaticula). Chorlitejo mongol grande (Charadrius leschenaultii). Chorlito gris (Pluvialis squatarola).

Inicio con ésta nueva entrada una descripción a través de fotografías de las aves limícolas que a lo largo de lo que llevamos de primavera he podido realizar en mi zona habitual de pajareo que no es otra que la costa central asturiana. 




Cronológicamente hablando, a las primeras limícolas que pude fotografiar en ésta migración primaveral, las pude localizar a principios del mes de abril (05/04/2022) en la charca de Coneo (Gozón) y se trataba de tres ejemplares de Andarrios grande (Tringa ochropus) que reponían fuerzas alimentándose de invertebrados en esa famosa charca que tantas alegrías nos proporciona a los aficionados al "pajareo".




Se trata de un ave limícola poco habitual por Asturias que tiene una migración muy temprana (marzo abril) y que acostumbra a frecuentar aguas interiores (cursos fluviales, canales, embalses, marismas...) y más raramente el litoral costero.




Acostumbra a desplazarse en solitario o en grupos muy reducidos (parejas).




Tal cómo indica su denominación común, son de mayor tamaño que su familiar el Andarríos chico del que entre otras se diferencia por:

Ausencia de la franja vertical blanca que bordea el hombro por su parte delantera




También  se diferencian porque el Andarríos chico tiene el obispillo de color pardo, mientras que el grande lo tiene de color blanco.




Comparto a continuación alguna que otra fotografía que también pude realizar unos días después del pasado mes de abril al Andarríos chico (Actitis hypoleucos) para que se puedan apreciar las diferencias.




Éste si que suele ser frecuente por nuestras latitudes y acostumbramos a verlo realizando constantemente sus característicos movimientos hacia arriba y abajo de su cola mientras se desplaza.
 



En esa misma charca de Coneo (Gozón)a y también a principios del mes de abril (03/04/2022) pude realizar un pequeño reportaje fotográfico a otro "chico".




Se trataba de un Chorlitejo chico (Charadrius dubius) qué también aprovechaba esa charca para reponer las fuerzas necesarias y poder continuar su viaje migratorio tras pasar el invierno por tierras africanas.




Al igual que el anterior protagonista, esta ave limícola también acostumbra a realizar habitualmente movimientos de arriba abajo con el cuerpo, pero sin llegar a doblar las patas.




Tal vez lo más característico de ésta pequeña especie es la presencia de un grueso anillo periocular de color amarillo que aparte, entre otras, de su menor tamaño, lo diferencia claramente de su familiar el Chorlitejo grande que también lo tiene pero es muy fino y de color negruzco.




Y hablando de chorlitejos obligado es hacer mención al Chorlitejo grande (Charadrius hiaticula) que es, si no me equivoco, la segunda ave limícola que más frecuentemente y en mayor cantidad nos visita en ésta migración prenupcial por el litoral asturiano, tras el Correlimos común (Calidris alpina) que ocuparía el primer lugar y con el que comparte habitualmente hábitat.




Para mí constituye todo un espectáculo poder observar y, en la medida de lo posible, fotografiar a esos numerosos grupos conjuntos de éstas dos especies y algún que otro Correlimos tridáctilo (Calidris alba) revoloteando de un lado a otro de la playa hasta que deciden posarse unos segundos en la arena para retomar de nuevo el vuelo.




Fácilmente reconocibles en vuelo por su peculiar cabeza y cuello y por presentar unas alas son de color pardo con una conspicua banda alar blanca que es muy visible durante el vuelo. La cola es corta y estrecha y por la parte superior es de color marrón oscuro con las rectrices externas de color blanco.




Es muy característico verles alimentarse en las playas, para lo cual lo que hacen primero es localizar a su presa con la vista y a continuación echarse una corta carrera hasta que la capturan con su pico; también lo hacen removiendo el fango con sus patas para conseguir que sus presas queden a la vista.




Desde el punto de vista fotográfico no está nada mal poderlos fotografiar en la zona del "pedreru" de las playas, donde se pueden apreciar unos bonitos contrastes con el color verde del que se tapizan las rocas o piedras habituales en esas zonas y que a ellos, tanto les gusta frecuentar.




Como mencionaba anteriormente, se trata del más habitual y abundante de los tres principales chorlitejos que podemos ver en nuestro entorno (Ch. grande, chico y patinegro) aunque, curiosamente, es el único que no se reproduce aquí, ya que se trata de un ave propia de las altas latitudes del hemisferio norte (se han dado algunas citas de reproducción pero la mayoría no se han homologado).




Durante la época reproductiva se vuelven muy agresivos con los individuos de su misma especie si entran en su zona de cría.




En éste paso primaveral de aves limícolas por la zona central de Asturias me es obligado mencionar, aunque sólo sea de paso, ya que le dedique recientemente parte de una entrada al blog (27/04/2022) a una  interesante rareza que pude fotografiar en en la localidad de Muros del Nalón el día 19 de abril. Se trata de una hembra de Chorlitejo mongol grande (Charadrius leschenaultii).Creo que era la sexta vez que se avistaba a ésta especie en España.




Y ya para finalizar ésta primera entrega sobre la migración prenupcial de limícolas por la zona central de Asturias, quiero hacer referencia a la presencia de varios ejemplares Chorlito gris (Pluvialis squatarola) que día a día nos han deleitado a los aficionados a la fotografía de aves con su presencia exhibiendo todo su abanico de plumajes.




El Chorlito gris (Pluvialis squatarola) es un ave bastante habitual en las costas cantábricas que procede de la fría tundra ártica, donde se reproduce y por lo que también se le conoce como el Chorlito ártico.




Tan sólo algunos ejemplares utilizan nuestras costas para pasar el invierno, mientras que para la mayoría constituyen un área de paso durante los viajes migratorios hacia las costas africanas, pudiendo llegar hasta Sudáfrica.




Le he podido realizar éste extenso reportaje fotográfico desde el 24 de abril hasta mediados de este mes de mayo que ahora acaba, en el precioso entorno de la playa de Bañugues (Gozón).




También a ésta preciosa ave limícola le había dedicado recientemente una entrada a mi blog el 04 de enero de 2022 luciendo su plumaje invernal, pero en éste paso primaveral ya le pude fotografiar luciendo tres plumajes diferentes.




El impresionante plumaje nupcial o del período reproductor




Un plumaje intermedio entre el invernal y el de primavera/verano (nupcial).




Y de nuevo el puramente invernal en las que sus partes superiores tienen un color pardo grisáceo salpicado de puntos blanquecinos, mientras que la parte anterior es de un color pardo blanquecino.




Durante el vuelo de las aves se pueden observar tres características distintivas en todos los plumajes del Chorlito gris que lo diferencia del Chorlito dorado: una banda longitudinal blanca del ala, la base blanca de la cola (obispillo) y manchas negras en la parte inferior de las alas (axilas).





Ser un "cabeza de chorlito” es una expresión que se utiliza desde hace bastantes años y es para referirse a alguien que tiene poca cabeza; pero no de volumen sino de inteligencia. También se usa con las personas despistadas. La posible relación de esa expresión con el ave limícola, parece tener que ver con el hecho de que el chorlito se caracteriza por no ser un animal muy inteligente, ya que hace sus nidos a ras de suelo y deposita allí sus huevos, cosa que hace que otros animales puedan acceder a ellos con mucha facilidad.




No quiero terminar éste reportaje fotográfico sobre el Chorlito gris sin compartir unas cuantas imágenes de lo que he querido describir como" el gran reto de resistencia ante el inexorable avance de la marea".





Los contrincantes de éste peculiar desafío, como se puede apreciar en las imágenes, fueron un Correlimos tridáctilo, dos correlimos comunes y nuestro protagonista de hoy, un aguerrido Chorlito gris.





En un primer asalto sucumbieron al desafío el C. tridáctilo y uno de los dos comunes, mientras el otro C. común se resistía a abandonar y se limitaba a dar pequeños saltos en los momentos más críticos, aunque volviendo al poco rato a posarse sobre la escurridiza superficie de la roca.





Me pareció increíble su tenacidad y capacidad de resistencia y sin quitar el ojo del visor de mi cámara de fotos, no me quise perder el emocionante desenlace de ese gran "desafío".




Al final, como podéis observar en las imágenes, tras una heroica resistencia y con unos cuantos remojones encima, el Chorlito gris se impuso a su férreo contrincante y tras su victoria decidió abandonar su bastión definitivamente. ¿Ratificará ese tipo de actitudes lo de tener "cabeza de chorlito”?