lunes, 24 de mayo de 2021

El pájaro que regresa a casa por el vino. Mi primer paseo primaveral por la alta montaña (Parte 3 y fin). Collalba gris (Oenanthe oenanthe). Peñiquina.

Para terminar la serie de observaciones que recientemente (jueves 06/mayo/2021) pude realizar por el maravilloso entorno del P. N. Las Ubiñas-La Mesa (Principado de Asturias) considero que no podía faltar una de las principales protagonistas de esos ambientes de alta montaña.


Me estoy refiriendo a la Collalba gris (Oenanthe oenanthe) conocida en Asturias como “Peñiquina” o “Bicha bicha”, a la que ya desde principios del mes de abril vengo fotografiando por la rasa costera del centro de Asturias, dado el gran paso de ejemplares del que pudimos disfrutar este año aprovechándose de las favorables condiciones climáticas. Es por ello, por lo que he querido añadir a éste reportaje algunas otras fotografías de archivo de ésta bella especie para completar las realizadas ese día al que me refería al principio.




Me quiero imaginar que el título de ésta entrada “El pájaro que regresa a casa por el vino” os habrá llamado la atención pero es que resulta que a la Collalba gris un tal Linnaeus, allá en 1758, en la décima edición de su obra "Systema naturæ", la bautizó con el nombre de “Motacilla oenanthe”. Posteriormente fue trasladada al género “Oenanthe” y se le puso como denominación científica la de “Oenanthe oenanthe”, en relación con que éstas aves regresan en su migración a Grecia cuando las vides están en flor. La etimología de la denominación “Oenanthe” proviene de los términos griegos “oine”: vino + “ante”: capullo.




Una justificación de esa denominación un tanto curiosa, ya que según he podido enterarme a lo largo del año la vid pasa por diferentes estados que se repiten cada año y que, influidos por la climatología, determinan la calidad del vino. Las fases son seis: brotación, foliación, floración, fecundación y fructificación, envero y maduración. A la vista de esto, tal vez habría que relacionar la llegada de las collalbas grises más que con la floración de la vid, que habitualmente viene ocurriendo a finales de mayo o principios de junio que es cuando aparecen los embriones de las flores, con la denominada brotación que ocurre cuando empieza la primavera, en marzo y es el momento en el que la vid empieza a nacer. Por la planta corre la savia -sustancia líquida que circula por los vasos conductores y de la que se nutren sus células- y aparecen los brotes o yemas, que marcan el principio de un nuevo ciclo anual.




En Asturias habitualmente las empezamos a ver ya los primeros ejemplares en el mes de marzo que es cuando llegan los machos, para, un poco más tarde, en el mes de abril, incorporarse las hembras y a partir de ahí podemos observar a ambos sexos juntos. A lo largo del mes de mayo aún se pueden ver algún que otro ejemplar en migración al norte. Es decir, el paso prenupcial por la Península Ibérica se puede observar entre marzo y mayo, mientras que el posnupcial tiene lugar de septiembre a noviembre, con máximos a finales de septiembre y principios de octubre.




Uno de los aspectos más encomiables de este pequeño pajarillo de tan sólo 25.30 gr que se desconoce bastante, es que bate todos los récords de migracione,s ya que es capaz de recorrer unos 30.000 km por año, pues pasa la temporada cálida en el Ártico e invierna en el África subsahariana, uno de los ciclos migratorios “más largos que se haya observado para un pájaro” en el mundo”, según un estudio publicado (02/2012) en la revista Biology Letters de la Academia de Ciencias Británica.




Se sabe que estos pequeños pájaros insectívoros se reproducen en el norte de Canadá y en Alaska y que migran hacia diferentes regiones de África. Pero los científicos ignoraban hasta ahora con precisión si todos seguían la misma ruta y si los diferentes grupos de collalbas grises se mezclaban.




Con la utilización de sistemas de seguimiento miniaturizados de sólo 1,2 gr, biólogos canadienses y alemanes pudieron finalmente seguir el trayecto de algunas de estas aves durante varios meses. Los científicos equiparon a treinta de estas pequeñas aves con minúsculos arneses con balizas en las montañas de Alaska y otras dieciséis en la isla de Baffin, situada en la costa ártica oriental de Canadá, del otro lado del continente.




Aunque sólo cinco de los treinta pájaros de Alaska equipados en 2009 regresaron al año siguiente, el análisis del detector, que registraba dos veces por día la luz solar, mostró que pasaron el invierno en África del Este, en Sudán, Uganda y Kenia. Durante el otoño los pájaros sobrevolaron el norte de Rusia y Kazajistán y atravesaron luego el desierto de Arabia. Un viaje de unos 14.600 km que les llevó unos 90 días en promedio. En la primavera siguiente, los pájaros siguieron la misma ruta migratoria en sentido inverso, en sólo 55 días.




En tanto, los 16 pájaros marcados en el este de Canadá en 2010 recorrieron los 3.400 km que separan la isla de Baffin de las islas británicas en sólo cuatro días, a una velocidad promedio de 850 km por día, señala el estudio. Los pájaros equipados con el dispositivo de seguimiento en Canadá se orientaron entonces hacia el sur, atravesando Europa para invernar en las costas de Mauritania. Regresaron luego por el mismo camino cuando comenzó la primavera. “Son migraciones increíbles, en especial para un pájaro de este tamaño”, resumió Ryan Norris de la universidad canadiense de Guelph (Ontario). La Collalba gris es el “único pájaro terrestre conocido que une físicamente dos ecosistemas radicalmente diferentes entre el Viejo Mundo y las regiones árticas del Nuevo Mundo”, concluyó Norris.




La Collalba gris es un migrante nocturno, que aprovecha la noche para viajar y el día para alimentarse y reponer fuerzas. Habitualmente realizan cortos vuelos y frecuentes paradas para descansar y reponer fuerzas que les permitan afrontar al día siguiente su largo viaje de noche. Sólo para superar grandes barreras, como por ejemplo el desierto del Sáhara o las franjas de océano, las collalbas se detienen más tiempo para acumular mayores reservas de grasa.




La Collalba gris es un pequeño pájaro de aspecto elegante con un diseño de la cola muy llamativo y característico (“colla” “alba”) que acostumbra a moverse por el suelo andando o dando pequeños saltos o en posaderos prominentes, mostrándose casi todo el tiempo al descubierto y en posición erguida.




Como vimos anteriormente, pertenece a la familia “Turdidae” y al género “Oenanthe”. Miden entre 14-16 cm de longitud, con una envergadura de unos 26-32 cm. Su peso puede llegar a los 30 gr. Se estima que su longevidad puede llegar hasta los 5 años. Existe dimorfismo sexual en esta especie.




En lo referente a los ejemplares machos hemos de distinguir dos tipos de plumajes bastante diferenciados: el de primavera/verano (nupcial) y el de otoño/invierno.




Con el plumaje de primavera/verano presentan un dorso de color gris azulado (de donde recibe la segunda parte de su denominación común “gris”) con la excepción del obispillo que es blanco.




Las alas son anchas y algo redondeadas; por la parte superior son de color negro.




Las partes inferiores son de color blanquecino ocráceo.




También en la cabeza el píleo y la nuca son del mismo color gris azulado que el del dorso.




En la cara presentan un antifaz negro que va desde el pico hasta el ojo incluyéndolo dentro de él pero sin sobrepasarlo por su parte superior; a este antifaz se le une una gran mancha negruzca que tienen en la zona de las auriculares.




Por encima de los ojos tienen una larga ceja de color blanco que se une en la frente con la del lado contrario. La frente es blanca y en ella confluyen las listas del mismo color que pasan sobre los ojos.




La mitad inferior de la cara es de color ocráceo claro con una pequeña zona blanca por debajo del antifaz junto a la base de la mandíbula inferior. La garganta y el pecho son de color beige anaranjado claro que puede evolucionar a casi blanco a finales del verano.




Los ojos tienen el iris de color marrón oscuro y están rodeados por un fino anillo periocular de color negruzco.




El pico es corto, fino, puntiagudo y de color negro.




El rasgo anatómico más significativo y de donde recibe parte de su denominación común “collalba”, reside en la cola. Una cola medianamente larga y de color blanco con un dibujo negro en forma de T invertida muy conspicuo que se inicia en la base de la cola, abarca las rectrices centrales y termina en una ancha banda terminal también negra. Estos rasgos junto con el color blanco puro del obispillo son más fácilmente distinguibles cuando las vemos en vuelo.




Las patas son largas robustas y de color negro.




Durante la temporada otoño/invierno el plumaje de los machos se parece más al de las hembras al perder aquéllos la coloración gris de las partes superiores que pasa a ser de color pardo.




Las alas y la mancha que tienen en la zona de las auriculares también se vuelven más pardas.




En cuanto a las hembras poseen una coloración mucho más apagada y por lo tanto son menos llamativas. Tienen las partes superiores de color pardo grisáceo pareciéndose a las de los machos en otoño/invierno.




En la cara tienen una ceja de color crema amarillento y carecen del antifaz negro de los machos.




La mancha que tienen en la zona de las auriculares es de color pardo.




La garganta tiene un tono un poco más claro y el pecho un poco más oscuro, pero existe considerable variación..




Las partes inferiores del cuerpo son variables en la intensidad del color beige o pardo ocráceo claro (marfil).




Las alas y la franja de la cola son de color marrón oscuro en lugar de negras.




Por su parte los jóvenes guardan un claro parecido con las hembras pero tienen el obispillo de color crema o blanquecino. Su ceja está poco marcada.




Las partes inferiores del cuerpo, desde la garganta para abajo, son de color ocráceo pálido o beige, aclarándose al llegar al vientre y a las plumas infracobertoras de la cola.




El obispillo, el pecho y el vientre pueden tener un aspecto moteado.




En ellos la franja terminal de color negro y forma de T invertida que está situada en las rectrices medias de la cola puede ascender hasta la base de la cola, lo que es muy raro en los adultos.




El canto de la Collalba gris consiste en un corto y melodioso gorjeo que, a pesar de su tono, se puede escuchar a gran distancia El reclamo de es bastante característico y consiste en un chasquido corto y diferenciable del tipo “chak, chak, chak-uiit…” Lo mismo canta desde el suelo desde una pequeña eminencia del terreno, como desde una roca, sobre la rama de un arbusto e incluso desde los alambres del tendido eléctrico.




Tiene una amplia distribución como especie reproductora por todo el mundo abarcando a toda Europa, el norte y el centro de Asia, Groenlandia y las zonas árticas de América del Norte. También ocupa el norte de África y la Península Arábiga. Cómo anteriormente ya vimos, durante la temporada invernal emigran al África subsahariana, desde Senegal hasta Kenia.


En la actualidad se reconocen cuatro subespecies:

-. O. o. leucorhoa: se encuentra en el NE de Canadá, Groenlandia e Islandia;

-. O. o. oenanthe: subespecie nominal que se extiende por Europa (desde Feroe e Irlanda hacia el E, hasta los Pirineos, Alpes, Yugoslavia, Rumanía, S de los Urales), el norte de Eurasia (Siberia y Alaska), y noroeste de Norteamérica;

-. O. o. libanotica: se extiende por el sur de Europa (S de los Pirineos, islas Baleares, E de Rumanía, Crimea, Grecia), Turquía y el Próximo Oriente. Es la subespecie que nidifica en España;

-. O. o. seebohmi: se localiza en el noroeste de África.

En nuestro país podemos disfrutar de su presencia durante la primavera/verano. El paso prenupcial por la Península Ibérica se puede observar entre marzo y mayo, mientras que el posnupcial tiene lugar de septiembre a noviembre, con máximos a finales de septiembre y principios de octubre.




El hábitat de la Collalba gris son zonas abiertas de alta montaña con hierba corta, rocas y piedras diseminadas donde anidar y no infrecuentemente a alturas hasta de 2.000 m. 




También páramos, zonas áridas o con matorrales bajos, pastizales, amplios espacios cultivados, campos baldíos, dunas con vegetación rala, taludes terrosos y acantilados costeros de poca altura, así como zonas de roquedales y piedras donde anidar. 




Durante la migración se ve por todas partes y con especial densidad en praderas de la costa y en terrenos intermarealés de rías, en dunas costeras y cerca de los acantilados y faros.




Tiene mucha tendencia a posarse en zonas donde existan muros de piedras sueltas sin masa que las una, se posa sobre ellas y allí permanece inmóvil si se siente observada.




Su alimentación es fundamentalmente a base de insectos y sus larvas, arácnidos, ciempiés, caracolillos y también de bayas, frutos silvestres y semillas.




Su método habitual de cazarlos los insectos es permanecer inmóvil sobre una piedra o lugar elevado y lanzarse repentinamente al suelo o bien en un corto y acrobático vuelo para capturar alguno que pasa cerca.




Es frecuente verla practicar una curiosa forma de caza como si fuera un cernícalo, cerniéndose inmóvil en el aire a escasa altura del suelo, moviendo sólo la cola para mantener su posición y mirando atentamente hacia abajo, hasta que repentinamente se lanza en picado sobre un insecto que ha descubierto entre la hierba.




El periodo de reproducción lo llevan a cabo entre los meses de abril y julio, pudiendo llegara a realizar 2 puestas al año. Durante la época de cría el macho es agresivo, no sólo con aves de su misma especie, sino también con otras que considera intrusas en su territorio.




Tienen un curioso ritual nupcial: los machos en cuanto las hembras están presentes, representan su celo en curiosas acciones que van desde una persecución agresiva de la hembra hasta la más sorprendente acción en la que ambos, macho y hembra, se acercan a una pequeña depresión del terreno, un agujero o zanja y allí el macho, tal como si se hubiera trastornado, comienza a saltar de un borde a otro con el plumaje esponjado pareciendo entonces más que un pájaro una bola de plumas que botase en el suelo y describiera en el aire un arco para luego echarse ante la hembra cual si estuviera muerto con las alas caídas, la cola desplegada y la cabeza pegada a tierra.




Construyen un nido con forma de taza, normalmente en alguna oquedad existente entre las rocas o en una pared; para su elaboración utilizan hierbas, raicillas, hojas, líquenes y musgo, después lo tapizan con pelos y plumas.




La puesta se compone habitualmente de 2-9 huevos y la incubación dura de 10-16 días. Las crías son cuidadas por ambos progenitores y son capaces de volar a los 15 días, aunque se independizan totalmente al mes de edad.




Es una especie ampliamente distribuida en España, común y con tendencias poblacionales positivas. Sus principales amenazas están relacionadas con la alteración de los hábitats de cría, bien por la intensificación agrícola, por la expansión de matorrales y bosques, por el abandono del campo o por las reforestaciones. También podrían influirle las fuertes sequías en las áreas de invernada. Aparece como “De interés especial en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.