viernes, 29 de octubre de 2021

Limícolas en su paso postnupcial. Correlimos zarapitin (Calidris ferruginea). Correlimos común (Calidris alpina).

Continuando con las fotografías que a lo largo de éste otoño he podido realizar a algunas limícolas que se encontraban de paso postnupcial hacia el continente africano, hoy le dedico ésta nueva entrada a dos especies en concreto. La primera de ellas es el Correlimos zarapitin (Calidris ferruginea), al que le pude realizar alguna fotografía en las costa alicantina (06/07 septiembre 2021) cuando disfrutaba de unas cortas vacaciones.




Como se puede apreciar en las imágenes, en ellos aún se podían apreciar rasgos de su plumaje nupcial, lo que les proporciona una especial belleza y de cuyas características toman su denominación científica como “Calidris ferruginea”. Lamentablemente, verlos con ese llamativo plumaje por estas latitudes a estas alturas del año, es complicado, ya que el paso prenupcial lo realizan fundamentalmente por las costas mediterráneas.




El Correlimos zarapitin (Calidris ferruginea) es un ave limícola que pertenece al orden de las “charadriiformes”, familia “Scolopacidae” y al género “Calidris”. Como comentaba anteriormente, su denominación científica "Calidris ferruginea", hace clara referencia al colorido de su plumaje nupcial en el que predomina el color rojo óxido tanto en sus partes superiores como, sobre todo, en la cara, pecho, flancos y vientre. A diferencia con el plumaje nupcial, ahora las partes inferiores son de color blanquecino (sin marcas), con los laterales y la parte superior del pecho de color grisáceo.




Por su parte, su denominación común como Correlimos zarapitin, como la mayoría ya sabéis, se debe a la similitud de su pico, ligeramente curvado hacia abajo, con el de los zarapitos.




Son de un tamaño algo mayor que el Correlimos común ya que vienen a medir unos 19 cm de longitud, con una envergadura que puede alcanzar los 46 cm y un peso que puede llegar a los 60 gr. No existe dimorfismo sexual en esta especie.




El Correlimos zarapitin es un ave migradora de largo recorrido, que lo hace formando grandes bandos y normalmente mezclados con otros limícolas. Su área de reproducción se extiende por toda la Siberia ártica y, probablemente, el occidente de Alaska. Posteriormente viaja al sur para pasar el invierno en África, diversas islas atlánticas, costas del Índico y Oceanía. Desde su área de reproducción en el Paleártico occidental, el Correlimos zarapitín puede seguir tres rutas migratorias diferentes hacia el sur para pasar el invierno.





En nuestro país los podemos observar, fundamentalmente, en las costas del Mediterráneo y es poco frecuente en el litoral cántabro-atlántico. También se cita en el interior y en Baleares, así como en Canarias, donde inverna. El paso otoñal por las costas mediterráneas y de Andalucía occidental se produce en agosto y el primaveral en abril y mayo. Algunas aves, principalmente las de segundo año, permanecen entre nosotros durante el verano.

SEO Bird/Life




Las principales amenazas que pueden incidir negativamente sobre esta especie son las molestias humanas durante la reproducción, la caza ilegal, la contaminación y la destrucción o reducción de sus hábitats. El Correlimos zarapitín se incluye en el Libro Rojo de las aves de España en la categoría de “Casi amenazado” y se considera “De interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.




La otra especie que presento en esta nueva entrada es, cómo su propia denominación vulgar indica, mucho más habitual. Se trata del Correlimos común (Calidris alpina), una de las aves limícolas que con más frecuencia y cantidad podemos encontrar en las zonas costeras de nuestro país durante los pasos migratorios y la invernada, pero no por ello deja de tener, desde mi punto de vista, una gran belleza.




Es precisamente por eso, lo “común” de esa especie, por lo que ya de entrada cuento con que las fotografías que aquí comparto no van a atraer la atención de muchos aficionados, ya que es conocido que habitualmente cuando los aficionados a la fotografía de aves y en especial a las limícolas nos encontramos con ellas en los arenales o roquedos de nuestras playas, desviamos nuestros objetivos a otras especies de limícolas con las que habitualmente se relacionan y que se “cotizan” más en el catálogo de aves que, poco a poco, vamos almacenando los aficionados a la observación y fotografía de aves.




Las fotografías que aparecen en esta nueva entrada las pude realizar a principios de éste mes de octubre en el que para mí es, sin lugar a dudas, el mejor lugar para llevarlo a cabo, que no es otro que la playa de Bañugues (Gozón. Asturias).




Del Correlimos común (Calidris alpina) se han descrito hasta diez subespecies diferentes de las cuales tres de ellas las podemos ver en las playas y humedales costeros de la Península, Baleares y Canarias. Proceden del norte de Europa, de Siberia o de Groenlandia y deciden permanecer refugiados durante el invierno en nuestro territorio o tan sólo hacer escala en sus largas singladuras.




Se trata de la “C. a. schinzii”, que cría en el sureste de Groenlandia, islas del Atlántico norte (Islandia y las Islas británicas), sur de Escandinavia y el Mar Báltico, e inverna en el sudoeste de Europa y el noroeste de África. La “C. a. alpina”, distribuida por el norte de Europa y el noroeste de Siberia y que inverna en el oeste de Europa, las costas del Mediterráneo, África y el sudoeste de África hasta la India. La “C. a. arctica”, que anida en el noreste de Groenlandia e inverna en el noroeste de África.




La población reproductora europea se estima a principios del Siglo XXI en unas 350.000 a 570.000 parejas reproductoras. La mayoría de ellas, de 200.000 a 300.000 parejas en Islandia, que pertenecen a la subespecie “Calidris alpina schinzii”.




Las diferentes subespecies se diferencian principalmente por su tamaño general, el grado de oscuridad del color rojizo del manto, el tamaño y la uniformidad de la mancha negra del pecho y vientre (plumaje nupcial) y por la longitud del pico. A este respecto, lo que yo tengo meridianamente claro es que me considero totalmente incapaz de poderlas diferenciar. Al parecer la “C. a. arctica” es la que tiene el manto menos rojizo y el pico más corto. La “C. a. schinzii” que tiene un color rojizo de su manto y una mancha ventral negra menos intensa, así como una longitud del pico intermedios, y la “C. a. alpina” que tiene el pico más largo, el color del manto con el rojizo más intenso y la mancha negra ventral más intensa y uniforme.




Teniendo en cuenta que las hembras en general tienen el pico más largo que los machos, los ejemplares que podamos ver con el pico más corto probablemente se correspondan con machos de las subespecies “C. a. arctica” o “C. a. schinzii” y los del pico más largo con hembras de la subespecie “C. a. alpina”.




El Correlimos común (Calidris alpina) es una pequeña ave limícola que pertenece a la familia “Scolopacidae” y al género “Calidris”. Tiene una longitud de entre los 16-20 cm, una envergadura de hasta los 43 cm, y un peso que ronda los 60 gr. Existe un mínimo dimorfismo sexual en esta especie.




Durante la época no reproductiva (otoño/invierno) por la parte superior son de color gris pardusco claro uniforme con márgenes blancuzcos (coberteras alares).




Presentan una franja pectoral gris pálida bien delimitada con flancos blancos o con un fino listado oscuro. Por la parte inferior son de color blanco.




La cara es blanca con algunos tintes rojizos en las auriculares y pequeñas rayas marrones oscuras; también tienen una pequeña brida castaño rojiza que va desde la base del pico hasta el ojo y una ceja blanquecina muy poco marcada.




El pico es de tamaño medio, tiene la base más ancha que el extremo, está ligeramente curvado hacia abajo en su tercio distal y es de color negro.




Los ojos son grandes y están rodeados por un fino anillo periocular blanquecino. El iris es de color marrón oscuro.




La cola es corta y tiene los lados del obispillo blancos que los distingue de otras especies de correlimos.




Las patas son cortas y de color negro.




Los correlimos comunes son aves con un comportamiento muy gregario, migran, se desplazan, se alimentan, o crían, siempre en grupo. Además suelen estar junto a otros limícolas como son los chorlitejos grandes vuelvepiedras, entre otros.




Es habitual verlos en grupos caminando rápidamente por los arenales por lo que también se les conoce como "correplayas", por la costumbre que tienen de recorrerlas rápidamente en busca de alimento con la cabeza encogida entre los hombros y el pico inclinado hacia el suelo. De pronto se echan a volar en un conjunto perfecto, volando a ras del agua mientras zigzaguean en cerrada formación y vuelven a posarse, tras describir algunas evoluciones.




Cunado vuelan emiten un sonido característico corto y nasal. tipo “crit, crit”.




Como ya vimos anteriormente, esta especie se distribuye ampliamente como reproductora por Europa, América del norte y América central. Crían en Alaska, Canadá, Groenlandia, Islandia, islas Británicas, algunos puntos de Centroeuropa, Escandinavia y Rusia. Durante la invernada desciende hacia el sur, hasta zonas templadas y subtropicales, pero sin superar el ecuador.


En España son habituales durante los pasos migratorios en las zonas costeras y, en menor medida, en aguas interiores, tanto en la Península como en las Islas Canarias. Una parte de ellos que se quedan para invernar en especial en el delta del Ebro, marismas del Guadalquivir, rías gallegas y bahía de Cádiz, aunque también se les puede observar en muchos otros humedales y áreas costeras, tanto del Atlántico como del Mediterráneo, así como en Canarias.

SEO Bird/Life

La especie se comporta como migradora en toda su área de distribución. El paso otoñal por nuestras costas (Península y baleares) se produce entre agosto y octubre. Una gran parte del flujo migratorio que atraviesa la Península continúa más allá del estrecho de Gibraltar, que cruza entre fines de agosto y principios de septiembre. El paso primaveral se produce entre abril y mayo y es menos ostensible en aguas del Mediterráneo.




El hábitat preferido por esta especie a lo largo de los pasos migratorios y en la invernada son las playas de las costas (zonas intermareales), estuarios, deltas de los ríos, marismas, rías, bahías, lagunas costeras y en las aguas interiores.




Durante la época reproductiva viven en los marjales, zonas pantanosas, lagunas pequeñas y páramos húmedos.




Su alimentación es fundamentalmente a base de pequeños crustáceos, gusanos, insectos acuáticos y sus larvas y otros pequeños invertebrados que atrapa a la carrera sobre la superficie o a poca profundidad dentro del lodo.




El periodo de reproducción lo llevan a cabo entre los meses de abril y junio. Construyen el nido en pequeñas depresiones del suelo que recubren con hojas y materia vegetal y oculto entre la vegetación o sobre una mata.




La puesta se compone normalmente de 3-4 huevos y la incubación que corre a cargo de ambos sexos, dura 22 días aproximadamente. Las crías son nidífugas, al poco de nacer abandonan el nido.




Las principales amenazas para esta especie son la transformación y destrucción del hábitat de invernada por el drenaje de humedales o el desarrollo industrial y urbanístico incontrolados en marismas y otros hábitats costeros. El correlimos común se incluye en la categoría “De interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.