No quería dejar pasar la ocasión de dedicar una entrada al blog a una gaviota de Delaware que desde mediados del pasado mes de diciembre, fue detectada en el parque de Ferrera de Avilés (Asturias) por José Antonio García Cañal y que tras perderse su rastro en ese parque hace unos diez días, este fin de semana he podido localizarla en la explanada del muelle sur de la Dársena de San Juan (Puerto de Avilés), junto al Centro Niemeyer, donde al parecer tiene la costumbre de dormir junto a un pequeño grupo de gaviotas reidoras.
Se trata de un ejemplar joven del primer invierno que posiblemente fue empujado y desviado de su trayectoria migratoria habitual por algún temporal, modificando su trayectoria de invernada y haciéndola llegar hasta las costas asturianas.
Un largo viaje de cerca de 5.000 Km, cruzando el Atlántico hasta llegar a Avilés (Asturias), ya que se trata de una especie neártica que se distribuye desde el norte de California (EE.UU.) hasta la Columbia británica (Canadá), y desde la región de los Grandes Lagos hasta Terranova (Canadá).
Durante la época invernal, esta gaviota se desplaza al sur de sus lugares de nidificación, distribuyéndose por Estados Unidos, Golfo de México, Mar Caribe y Centroamérica, aunque desde mediados de la década de los 70 se ha convertido en un vagabundo regular por el Oeste del Paleártico, apareciendo cada vez más regularmente en Europa occidental, especialmente en Reino Unido, donde se ha registrado su presencia durante todos los meses del año, pero también en Francia, Portugal y España.
Aunque en España su primera cita fue de un ave capturada accidentalmente en una red de pesca el 18 de enero de 1951 (Vigo, Galicia), es desde los años 70, cuando su aparición comenzó a ser cada vez más frecuente y en las siguientes tres décadas, el número acumulado de aves vistas en esos países fue aumentando llegándose a acercar a los dos mil avistamientos. Por este motivo, esta gaviota fue eliminada de las listas de rarezas de los países citados. En España estuvo considerada como rareza hasta el año 2006.
La distribución y fenología en la Península Ibérica es la típica de las gaviotas neárticas (que se reproducen en América del Norte), con máxima presencia en las costas del noroeste durante el invierno. Las regiones que acumulan más citas son Asturias y Galicia, estando también presente, aunque en escaso número, en las costas mediterráneas y de Andalucía occidental. La Gaviota de Delaware es la gaviota neártica observada en mayor número en Europa Occidental.
La mayoría de los registros que se han citado en España, corresponden a ejemplares de primer invierno y aunque se recogen datos para todos los meses, estos se acumulan en invierno (entre noviembre y abril, con un pico en enero). Se ha podido comprobar que algunas parecen regresar a los mismos lugares en inviernos sucesivos, por lo que a la hora de censarlas, se podrían dar duplicaciones.
En el caso de Asturias, en los últimos años, sus escasas apariciones habían sido fundamentalmente en Gijón (Parque de Isabel la Católica, playa de San Lorenzo, río Piles y puerto del Rendiello), así como en la playa de Bañugues o en Moniello (Gozón. Asturias), e incluso creo recordar que también se vio, en Trasona (Corvera), Playa de la Griega (Colunga), ría del Eo y Ribadesella, pero no tengo idea de que existieran registros en Avilés.
La Gaviota de Delaware (“Larus delawarensis”) es un ave “Charadriiforme” de la familia “Laridae”, género “Larus”, que proviene del término griego “laros, -ou”, gaviota y de la especie “delawarensis”, es decir, del estado norteamericano de Delaware (Estado de Ohio). Se trata de una especie monotípica.
Es una gaviota de mediano tamaño que vienen a medir unos 46-54 cm de longitud, con una envergadura de entre 112-124 cm y un peso de unos 550 gr, aproximadamente. Hasta el tercer año de su vida, no alcanza su plumaje de adulto. Los machos son, aproximadamente, un 7% más grandes que las hembras.
El plumaje del adulto tiene la cabeza, cuello, partes inferiores y la cola de color blanco. Por su parte, el dorso es de color gris pálido, con las puntas de las alas negras y las “ventanas” blancas, de esas puntas de las alas, de reducido tamaño.
Presenta una característica banda o anillo negro subterminal en su grueso pico, de ahí su denominación en inglés “Ring billed gull”, o lo que es lo mismo, “Gaviota de pico anillado”.
En esta edad los ojos tienen el iris de color amarillo pálido, así como las patas.
Presentan un cierto parecido en esta edad, con la Gaviota cana (“Larus canus”) aunque la Gaviota de Delaware es algo más corpulenta, con las partes superiores de un gris más claro, el iris marrón y con el pico más grueso y con la característica banda transversal negra cerca del extremo del pico (también puede presentarlo la Gaviota cana). Las patas son amarillas, al igual que el iris de los ojos, que presenta un borde rojo intenso.
En verano (marzo-octubre), presentan un anillo ocular rojo, mientras que el pico y las patas se tornan más brillantes. En invierno (agosto-abril), la cabeza muestra un rayado oscuro más intenso en la nuca y alrededor de los ojos, mientras las partes desnudas son más apagadas adquiriendo un tono más gris verdoso.
Los ejemplares jóvenes tienen el dorso de color pardo grisáceo y de aspecto escamoso. La frente y la garganta blanca y las plumas de vuelo más oscuras. La cola muestra un patrón variable con una banda terminal oscura bien definida. El pico es negruzco con la base más pálida, mientras las patas son rosáceas. El iris es pardo oscuro.
Por su parte, las aves de primer invierno, tienen el dorso y el panel alar de color gris muy pálido, con la cabeza, cuello y pecho con estrías muy uniformes. Habitualmente presentan en las escapulares, algunas marcas oscuras en forma de medialuna. Las plumas terciarias tienen los bordes pálidos finos. Su grueso pico, tiene la base rosada que le hace contrastar notablemente con la punta negra.
La Gaviota de Delaware acostumbra a alimentarse de forma oportunista a base de invertebrados acuáticos y terrestres (cangrejos, lombrices de tierra e insectos), peces, aves y sus huevos, grano, basura y pequeños mamíferos. Lo hace tanto en zonas abiertas, como estuarios, lagos, praderías y vertederos.
Sus técnicas de alimentación son variadas, recogiendo sus presas mientras vuela, camina o nada. A menudo se zambulle desde pequeña altura o desde la superficie. Se han registrado comportamientos de cleptoparasitismo, es decir, que se aprovecha de presas o alimentos que otro animal ha capturado. También tienen la costumbre de seguir a barcos de pesca y tractores.
Se trata de una especie migratoria, invernando a lo largo de costas, estuarios, puertos, ríos, embalses, vertederos y colectores de aguas residuales. Ocupa sus lugares de cría desde principios de abril y los abandona desde mediados de julio.
Normalmente cría cerca del agua (salada, salobre o fresca) en islotes de lagos y en praderas húmedas, tanto de la costa, como en el interior. Forma grandes colonias. Los nidos son construidos por ambos miembros de una pareja reproductora. Construyen un voluminoso nido en el suelo cerca de rocas, maderas o vegetación y para ello utilizan material de plantas muertas, incluyendo ramitas, ramas, hierbas, hojas, líquenes y musgos. Los nidos pueden estar intercalados con los de otras aves acuáticas y son reutilizados año tras año. En él deposita 2-4 huevos, que incuban, tanto el macho como la hembra, durante 25-28 días. Los pollos vuelan a los 37 días y alcanzan la madurez sexual al cabo de 3 años de edad.
En lo referente a su estado de conservación, comentar que a nivel global, según los criterios de la UICN (Birdlife Internacional, 2010) se la considera una especie de “Preocupación menor”, debido a su amplio rango de distribución, la tendencia positiva de su población y el tamaño de la misma que está estimada entre un total de 1,5-2 millones de parejas reproductoras. En España, donde es una especie invernante con una población residual, no se la considera amenazada según la aplicación de los criterios de la UICN.
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