A finales del pasado mes de mayo en una de mis habituales visitas al maravilloso entorno de la Reserva Natural Parcial de la Ría de Villaviciosa y en concreto en la zona de El Cierrón, tuve la fortuna de poder observar y fotografiar con bastante facilidad a esta peculiar especie de ave que se caracteriza por ser bastante esquiva y tímida, motivo por el cual acostumbra a permanecer la mayor parte del tiempo escondida entre la vegetación palustre de los humedales donde vive habitualmente.
Aunque no es la primera vez que consigo fotografiarle, es cierto que se trata de una especie que a veces se hace prácticamente imposible observar y aún menos fotografiar, pero sin embargo, en otras ocasiones se da la circunstancia de que se comporta con mucha más confianza, exponiéndose sin dificultad al observador, aún y cuando la distancia sea relativamente corta.
Evidentemente, esas ocasiones son dignas de aprovechamiento para poder apreciar la belleza tan particular de esta especie de rálido, máxime cuando lo hace a plena luz del día y en un día despejado con una luz aceptable para la fotografía.
Si además tienes la fortuna de que a los pocos minutos de estar fotografiándole, te llevas la sorpresa de que aparece por allí un pequeño polluelo realizando sus primeros escarceos de independencia de sus progenitores, pues la satisfacción es mayúscula.
Si he ser sincero, el polluelo en cuestión me parece que ocuparía uno de los primeros puestos del ranking de los pollos más feos que recuerde, pero no por eso deja de ser sumamente entrañable y una gozada poderle observar y fotografiar.
Incluso si lo llego a comparar con otros pollos de esta misma especie que en otras ocasiones he podido fotografiar en ese mismo entorno, este en concreto se lleva la palma, tal vez debido a la diferencia de días entre unos y otros como puede apreciarse en esta comparativa con fotos de archivo.
Volviendo al protagonista de esta entrada, el Rascón europeo (Rallus aquaticus), decir que, como muchos de vosotros ya conoceréis, además de permanecer la mayor parte del día oculto entre la vegetación, su actividad es sobre todo al atardecer o nocturna (crepuscular), saliendo sólo de forma ocasional fuera de la cobertura vegetal para comer o desplazarse por aguas abiertas y superficiales en busca de alimento. Con todo y con eso, resulta algo más fácil de observar que sus cercanas parientes las polluelas a las que gana en tamaño.
Eso sí, aunque no le veas, se hace notar fácilmente por su potente canto por lo que una vez más, podemos afirmar que es un ave que es más fácil de oír que de ver. Digo canto por llamarlo de alguna manera porque más bien parece un grito o graznido.
El Rascón europeo es un ave típica de charcas, marismas y pantanos con junqueras, carrizales, espadañas o riberas con vegetación acuática y orillas de lagunas y humedales - tanto con aguas dulces como salobres-, estancadas y poco profundas.
Se desplaza ágilmente de una mata a otra entre la espesa vegetación con una facilidad pasmosa, con su largo y rojo pico apuntando al suelo. Es suficientemente pequeño y delgado para moverse sin delatarse por la vegetación andando a largos pasos.
Si se le descubre, corre a esconderse entre las plantas acuáticas, llevando la cabeza baja y entrando por entre las cañas "como Pedro por su casa".
En otras ocasiones huye iniciando un vuelo característico, como con dificultad, que dura unos pocos segundos, aleteando rápida y desordenadamente y con las patas colgantes, para dejarse caer a los pocos metros y continuar corriendo por el suelo.
A la vista de ese vuelo tan torpe y corto, cabe preguntarse cómo es posible que con un vuelo tan corto y torpe, sea capaz de recorrer tan largas distancias en migración.
Si tiene que atravesar una zona de aguas superficiales y despejadas, nada fácilmente, balanceando el cuello delante y atrás (como es típico en los rálidos) y con cierta rapidez, moviéndose a un lado y a otro como si fuera una embarcación sin timón.
Pertenecientes al género “Rallus” y a la familia “Rallidae”, curiosamente se les agrupa en el mismo Orden (Gruiformes) que otras aves de mucho mayor tamaño como son las grullas o las avutardas.
El Rascón europeo tiene hábitos nocturnos o crepusculares, lo que hace más difícil aún observarlo. Sin embargo, este pariente de las grullas comparte con ellas su capacidad de emitir sonoros gritos o chillidos que suelen delatar su presencia.
Podríamos señalar dos características comunes de todos los miembros de esta familia Rallidae: una es que muestran un canto fuerte y áspero como el del rascón, el calamón o las polluelas, que se escucha claramente a distancia, y la otra, sus hábitos enigmáticos a escondidas moviéndose entre la espesa vegetación de carrizos, juncos y cañas siendo muy reacios a volar. Hay sin embargo excepciones, como el Guión de codornices (Crex crex), que se reproduce en tierras de labranza (herbazales húmedos).
Es el rálido más abundante y por su aspecto físico puede ser confundido con otros miembros de esa familia que solo encontramos en paso migratorio como la Polluela pintoja (Porzana porzana), la Polluela bastarda (Porzana parva), la Polluela chica (Porzana pusilla) o incluso con el antes mencionado Guión de codornices. El rascón se diferencia de aquellas fundamentalmente por tener un tamaño más voluminoso, así como por la posesión de un largo pico de color rojo intenso.
Miden de 22 a 29 cm de longitud. La envergadura puede alcanzar los 45 cm y su peso puede alcanzar los 190 gr. No existe un claro dimorfismo sexual, aunque las hembras son de tamaño algo menor, con colores más apagados y con el pico más corto.
La supervivencia media para los rascones nuevos se estima entre 17 y 20 meses, con una tasa de supervivencia anual ligeramente menor del 50% durante los tres primero años, y ligeramente mayor después. La edad máxima registrada es de 8 años y 10 meses.
Aunque si ves al Rascón de perfil, tienen un aspecto “gordinflon”, su cuerpo, como en la mayoría de los rálidos, está comprimido lateralmente, lo que le facilita su movimiento entre los cañaverales o carrizos, donde pueden moverse y correr a una velocidad sorprendente.
El Rascón europeo es una especie discreta, difícil de ver en su hábitat ya que se mimetiza gracias a su críptico plumaje veteado.
Las alas son también de color castaño oliváceo pero con menos cantidad de estrías negras que en la espalda.
Los flancos y el vientre presentan un barrado vertical blanco y negro.
La cara, garganta, cuello, pecho y parte del vientre son de color gris azulado oscuro.
El píleo es de color pardo con un fino rayado negro.
Los ojos son pequeños y de color rojo intenso y con una gran pupila negra.
El pico largo y ligeramente curvado hacia abajo es de color rojo, salvo el culmen y el extremo que son más oscuros.
La cola es corta de color pardo por arriba y blanca por debajo (infracobertoras caudales) con manchas laterales rojizas.
Los adultos pueden ser identificados individualmente por las marcas de su zona infracaudal, que son únicas en cada ave. Los machos adultos tienen las estrías de esta zona de un negro más intenso.
Los jóvenes tienen el dorso similar al de los adultos con los lados de la cabeza y el pecho de color pardo y discretamente barrado. El centro del pecho y la garganta son blancos. Las partes inferiores tienen abundantes puntos y barras. El pico lo tienen mucho menos rojizo que el de los adultos.
Los pollos al nacer están cubiertos con un largo y sedoso plumón negro que en la cabeza tiene reflejos verdes y una zona rojiza en la nuca.
El pico es claro y las patas negras con dedos muy largos.
El pico es claro y las patas negras con dedos muy largos.
El Rascón europeo está presente en Europa (especialmente en Rusia), Asia y África. Las poblaciones de los países meridionales y occidentales de su área de distribución son fundamentalmente sedentarias, en tanto que las del norte y el este de Europa efectúan desplazamientos que las llevan sobre todo a las islas Británicas, los países mediterráneos, entre los que se incluye la Península Ibérica y algunas regiones del norte de África.
La migración es nocturna y empieza en agosto pero puede continuar hasta fines de otoño. La migración de primavera comienza a fines de marzo o principios de abril.
En España es una especie bastante común y se distribuye por las principales zonas húmedas, tanto interiores como litorales, así como por las cuencas de los grandes ríos. Es bastante frecuente en Galicia, Castilla y León, Cataluña, Levante, Castilla-La Mancha y Extremadura y, con mayores densidades, los humedales del oeste de Andalucía, especialmente los existentes en el tramo bajo del Guadalquivir. Cría también en Baleares; no obstante, falta en Ceuta y Melilla y resulta accidental en Canarias.
Son sedentarios y en el invierno se les suman ejemplares procedentes del centro y norte Europa. En Asturias es una especie más bien escasa y nidifica la subespecie nominal.
Su alimentación es omnívora principalmente a base de materia animal, sobre todo de invertebrados tales como gusanos, lombrices, sanguijuelas, insectos y sus larvas, caracoles, arañas, camarones, cangrejos y pequeños peces a los que se añaden ocasionalmente pequeños vertebrados como aves pequeñas, sus crías y huevos, ranas y pequeños mamíferos como ratones (en Asturias se le conoce como “Gallineta ratonera”). En otoño e invierno complementan su alimentación con semillas, bayas, raíces, frutos y brotes de plantas acuáticas.
Su “canto” principal consiste en una gran variedad de sonidos, gruñidos y chillidos estridentes que acaban convirtiéndose en una especie de "guip, guip, guip" repetitivo que terminan en un chillido similar al del cerdo. Suele oírse de noche. Se utiliza como una llamada territorial de alarma y aviso.
El Rascón europeo macho emite un canto característico para cortejar a la hembra persiguiéndola con el cuello estirado, el pico abierto y la cola levantada para mostrar las infracobertoras blanquecinas.
En ese cortejo es frecuente ver como el macho alimenta a la hembra que a su vez baila alrededor del macho frotando su pico.
La pareja de Rascón europeo construye el nido conjuntamente entre los carrizos o densa vegetación palustre y en lugares secos cerca del agua que son muy difíciles de descubrir. Con forma de cuenco y realizado a base de material vegetal seco circundante (cañas, juncos, raíces, etc.) lo sitúan a cierta altura del suelo de manera que así se evita cualquier posible inundación por subida del nivel del agua de la marisma o pantano. La puesta se realiza entre abril y julio y se compone de 6-11 huevos (normalmente 8-10). La incubación es llevada a cabo por ambos progenitores durante aproximadamente 20 días.
Los polluelos son cebados por ambos padres y dejan el nido en aproximadamente 5 días después de salir del huevo, aprenden a buscar comida por sí mismos y aprenden a volar en un periodo que va de los 42 a los 49 días.
Durante el periodo reproductor, los rascones europeos se muestran bastante territoriales y defienden agresivamente tanto el nido como a sus pollos, no solo frente al ataque de depredadores, sino ante la presencia de individuos de su propia especie.
La degradación y desaparición de las zonas húmedas sin figuras de protección legal, constituye un serio problema para su conservación. Las canalizaciones y drenajes de sus hábitats naturales han contribuido de forma notable en muchos casos a la disminución e incluso extinción de determinadas poblaciones locales. En el Libro Rojo de las Aves de España (2004) está catalogado como "No Evaluado".
Vaya preciosidad de fotografías. Es un bicho muy complicado de ver y fotografiar y mas los pollos. Enhorabuena.
ResponderEliminar