lunes, 24 de agosto de 2015

De nuevo en Peñas, un ave increíble que practica el “nidoparasitismo”.Críalo europeo (Clamator glandarius). Cuquiellu Rial.

El Críalo europeo es una especie de ave cuculiforme de la familia “Cuculidae” y género “Clamator”. Tanto su denominación científica “Clamator” como su denominación común en español “Críalo”, hacen referencia al sonido que emiten en sus llamadas, ya que “clamator” es término de origen latino que significa “gritador” y su nombre común en español es, como también lo es en su pariente el Cuco, de origen onomatopéyico, ya que una de sus llamadas suena similar a “kria kria”.




Son aves de tamaño mediano con una longitud de entre 39-45 cm, su envergadura puede alcanzar los 60 cm. Pueden alcanzar un peso de entre 135 (hembras) y 170 gr (machos). Son ligeramente más grandes que el cuco común y con la cola más larga. Ambos sexos tienen un aspecto similar, pero el macho es algo mayor. No se conocen subespecies.




Tal vez, lo más llamativo de su morfología sea su larga y estrecha cola escalonada, de color pardo oscuro terminada en blanco. Yo no recuerdo a ningún pájaro que nos visite o resida en la Península Ibérica que tenga la cola tan larga como la del Críalo que mide alrededor de los 20 cm.




El dorso, la nuca y las alas son de color pardo grisáceo oscuro con un amplio moteado de blanco. Las partes inferiores del cuerpo son de color blanco crema con tonos amarillentos en la garganta.




Cuando está posado, destaca un penacho o moño de plumas dirigido hacia atrás que sobresale de la cabeza, y que levanta en determinadas ocasiones.




La cabeza en su parte superior es de color gris plateado que llega desde la base del pico por debajo del ojo, hasta la nuca, incluyendo a las auriculares. La mitad inferior de la cara es, como la garganta, de color blanco cremoso con tonos amarillentos.




Los ojos son de color marrón oscuro y están rodeados por un fino anillo periocular de color gris. 




Su pico negruzco es robusto y ligeramente curvado hacia abajo. 




La cola por la parte superior es gris con el extremo de las plumas de color blanco y por debajo es gris con manchas en el extremo de las rectrices. 




Las patas son de color gris y tienen dedos zigodáctilos, es decir, dos dirigidos hacia delante y dos hacia atrás.




Los jóvenes en general son más vistosos que los adultos ya que tienen un intenso color achocolatado, con las alas más negruzcas, abundantes motas blancas en el dorso y las primarias de color ladrillo oscuro. Las secundarias tienen las manchas blancas de las puntas, muy pequeñas. 




Tienen la cabeza y la nuca de color negruzco y sin penacho. 




Las partes inferiores tienen un color más ocre amarillento. 




Tienen el anillo periocular de color rojo anaranjado.




En cuanto a su canto, decir que emiten diversos sonidos para comunicarse, como un graznido repetitivo similar al de los córvidos, arr, arr, arr; un sonoro ki-ki-kri-krie-krie, cuyo ritmo se decelera hacia el final de la estrofa, y un chirriante cherr-cherr, chi-chi, cherrrr.





El Críalo europeo está ampliamente distribuido por el sur de Europa (cuenca mediterránea, como la Península Ibérica, Turquía, sur de Francia, Italia y Chipre), centro y sur de África y Oriente Medio.




En España son habituales durante el período estival; llegan procedentes de África para reproducirse y permanecen en ella desde febrero hasta septiembre aunque los adultos regresan a África antes que los jóvenes, generalmente en julio.




Se distribuye por gran parte del territorio peninsular, siendo más abundante en el sur y muy escaso en toda la franja norte y Galicia. Asimismo, evita las áreas montañosas de gran altitud. No aparece como reproductor en Canarias, Ceuta y Melilla. En Baleares se encuentra ocasionalmente, pero no cría.




Las poblaciones mediterráneas y surafricanas se comportan como migradoras, y pasan el invierno en el África tropical, donde coinciden con la población residente local. Las poblaciones del hemisferio norte inician la migración postnupcial en julio y puede llegar hasta septiembre retornando a las áreas de cría a lo largo de febrero.




Su hábitat preferido son las áreas o campos abiertos en los que haya alguna densidad de árboles cercana (sobre todo pinares), así como sotos, campos de cultivo, dehesas, vegas, etc., desde el nivel del mar hasta los 1.300 metros de altitud. Les gusta refugiarse entre lo más espeso del enramado de los árboles. Suele vivir en pequeños grupos.




Su alimentación es principalmente insectívora teniendo predilección por las orugas de mariposas y polillas, incluidas las especies dotadas de defensas urticantes o tóxicas, como la procesionaria del pino, las cuales frota contra el suelo o la corteza de los árboles para quitárselos y minimizar sus efectos. También se alimentan con pequeños reptiles, hormigas, saltamontes, arañas y caracoles.




El Críalo vuela mucho de un lado para otro y a menudo permanece sobre las ramas de los árboles y arbustos esperando a que se presente la oportunidad de lanzarse al suelo con la cola levantada para capturar a su presa.




Pero si hay algo característico de la familia “Cuculidae” a la que pertenecen el Cuco y el Críalo, es la de practicar el “nidoparasitismo”, es decir, deposita sus huevos en los nidos de otras aves cuando se produce un descuido. Esas aves acostumbran a ser las Urracas, aunque también lo hacen en los de otros córvidos como las Cornejas, Cuervos o Rabilargos. Son estas dos especies las únicas, de las que hay en la Península ibérica, que no construyen nido. 




Esta especie practica el “nidoparasitismo”, es decir, deposita sus huevos en los nidos de otra ave, que suelen ser Urracas. Éstas se encargarán de la incubación y crianza de los pollos del Críalo, el cual evitará así el coste energético que supone sacar una nidada.




Pero a diferencia del Cuco común, ni la hembra ni los polluelos de Críalo sacan del nido los huevos o los pollos del huésped cuyo nido parasitan, aunque eso sí, a menudo algunas de las jóvenes Urracas mueren por la falta de alimento que ocasiona la presencia de la cría de Críalo. 




En compensación, se ha sabido recientemente que los polluelos de Críalo protegen el nido gracias a una secreción con un olor que repele a los depredadores que les acechan y que producen cuando son agredidos, lo cual protege tanto a ellos mismos, como a los polluelos del huésped. Esta acción protectora sobre sus hospedadores se prolonga de 16 a 18 días, antes de que los polluelos abandonen los nidos.




Por ejemplo, los polluelos de Corneja sobreviven más si un polluelo de Críalo comparte su nido. Las rapaces y los gatos depredan con menos frecuencia los nidos con crías de Críalo. 




Pero los polluelos de Corneja se benefician solo si los depredadores son muy activos en la zona y así se compense la pérdida de alimento.




Tienen predilección como ya mencioné, por los nidos de Urraca a las cuales acechan cuando han hecho su puesta. Una vez que la Urraca detecta la presencia de los Críalos, suele tratar de intimidarlos para que abandonen su cercana presencia conocedoras de sus intenciones. Los Críalos machos conocen esta reacción por parte de las Urracas, por lo que muchas veces las provocan haciendo que abandonen el nido para atacarles, momento que aprovecha la hembra del Críalo para poner sus huevos, pudiendo llegar incluso a romper alguno de los huevos de la Urraca picándolos. 




Como consecuencia de ese “nidoparasitismo”, los Críalos evitan todas las tareas relacionadas con la crianza de los pollos parásitos: incubación, alimentación, defensa de los nidos, etc. Sin embargo, se sabe que realizan visitas esporádicas a los nidos parasitados, tanto durante el periodo de huevo, como en el de pollo y en algunos casos llegan incluso a defender los nidos.




Pero los estudios sobre el comportamiento de estas aves en relación con el “nidoparasitismo” no dejan de sorprender y como prueba de ello, recientemente se ha descubierto que el Críalo tiene una conducta vengativa; algo muy inusual en el mundo animal. En concreto, tras depositar uno de sus huevos en un nido de Urraca o Cuervo, la pareja de Críalos observa en la distancia. En el caso de que Urracas y Cuervos sigan incubando el conjunto de huevos, no pasa nada; ahora bien, si la Urraca detecta un huevo ajeno y en consecuencia, lo tira al suelo o lo picotea hasta romperlo, la pareja de Críalos irá a su nido cuando lo abandoné y picoteará y romperá todos sus huevos.




Además y por si fuera poco, se ha visto que la mayoría de las Urracas que habían tirado el huevo parásito y perdido sus huevos después, parece que aprenden la lección y en sucesivas ocasiones, pasaron a aceptar el parasitismo. Con esta conducta, los Críalos consiguen que las Urracas aprendan la lección y se aprovechan del efecto recuerdo.




Los pollos de Críalo nacen por lo general unos días antes que los de la Urraca, por lo que unido a su mayor tamaño corporal, les sirve para garantizar su supervivencia acaparando la mayoría de las cebas.




El periodo reproductivo se realiza entre los meses de abril-mayo y el hábitat de cría coincide con el de las dos especies principales a las que parasita: la Urraca y la Corneja negra.




En una temporada pueden llegar a poner unos 16 huevos. Los pollos nacen tras 15 días de incubación. Las crías permanecen en el nido 25 días aproximadamente.




Se considera una especie amenazada en su conjunto, que ya ha desaparecido de algunas de sus áreas de reproducción (como el norte de África). En nuestro territorio, en cambio, debido a la abundancia de las especies parasitadas y a la gran diversidad de hábitats que ocupa, el Críalo no parece presentar especiales problemas de conservación, aunque sus poblaciones pueden fluctuar de unas temporadas a otras. Aparece incluido en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas en la categoría “De interés especial”.

4 comentarios:

  1. Menuda sesión de un pájaro nada fácil de fotografiar, por lo menos por mi zona. Alguna de las fotos que le has hecho en vuelo es espectacular. Un abrazo desde Cantabria.

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  2. Muchas gracias Germán. La verdad es que disfrute bastante viendo a ese pájaro que siempre había deseado ver. Saludos.

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  3. Hace una hora he visto una pareja en la N630 Los Santos de Maimona (Badajoz) nunca los había visto.Creo que merodeaban el cadáver de un animal atropellado. Comen carroña, imagino, como cualquier córvido.

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  4. Estoy criando un polluelo de Críalo que me encontré hace casi un mes en el suelo cuando tendría unos 13 o 15 días. Estaba en una carretera y no le pilló un coche de puro milagro. Le doy alimento vivo como Zohobas y Tenebrios y también una pasta de cría para insectívoros. Ya debe tener unos 45 días y está perfectamente plumado. Es voraz, se come todo como si no hubiera mañana. Mi idea es soltarle en unos 10 días y espero que no tenga problemas para buscarse la vida. Está siendo una gran experiencia para mi, es un ave interesantísima y preciosa. Saludos.

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