viernes, 17 de octubre de 2025

Colirrojo real (Phoenicurus phoenicurus).

Tenía yo pendiente publicar el extenso reportaje que a mediados del pasado mes de junio pude realizar a esta interesante especie de ave paseriforme que un buen número de aficionados a la fotografía de aves pudimos disfrutar en un parque urbano de Avilés. 




Como podréis comprender todas las miradas nuestras fueron encaminadas a encontrar al ejemplar macho que es el que por esas fechas lucia todo el esplendor de su plumaje nupcial.




Mucho más complicado me resulto poder localizar al ejemplar hembra que posiblemente se estaba dedicando plenamente al cuidado de las posibles crías. 
 



Tras recorrer palmo a palmo cada rincón del parque al final, y no sin dificultades, pude localizar a dos diferentes crías ya creciditas que habían abandonado el nido, aunque seguían dependiendo de que sus padres les proporcionaran el alimento.




Entrando en materia para conocer mejor al Colirrojo real, comentar que se trata de un túrdido de pequeño tamaño (14 cm de longitud. 24 cm de envergadura y unos 12-18 gramos de peso), cuya característica principal es su llamativa cola rojiza que le proporciona su denominación común y que mueve de arriba a abajo continuamente cuando está posado.




Se cree que este movimiento sirve para ahuyentar a los insectos de sus escondites, facilitando su captura.




Su denominación científica, “Phoenicurus phoenicurus”, proviene del griego antiguo y significa "cola roja". La palabra “Phoenicurus” se compone de dos partes: "phoinix" (rojo) y "oura" (cola), que significa "cola roja". Este nombre hace referencia al llamativo color rojizo de la cola de las aves de este género, los colirrojos.




Se trata de un pájaro solitario y tímido, pero alegre. Pasa mucho tiempo en árboles, a menudo posado en un lugar alto para vigilar sus presas, con las patas flexionadas mientras agita la cola constantemente.




El macho presenta un plumaje mucho más llamativo y colorido que el de la hembra. El color blanco nítido de la frente es lo primero que llama la atención. Se destaca mucho sobre la cara y la garganta negras, color que bordea los ojos por encima y cruza sobre la base de la mandíbula superior; la cabeza y la espalda son grises y el negro de la garganta se extiende a los lados del cuello.




El pecho y los flancos son anaranjados y este color se extiende a los lados del vientre que es blanco en el centro. Las plumas infracobertoras de la cola son beige anaranjadas, las alas pardo negruzcas y la cola castaño rojiza, excepto el par central de rectrices que es pardo negruzco.




El obispillo y las plumas supracobertoras caudales son de vivo color castaño rojizo.




En el otoño e invierno el contraste en las diversas coloraciones se atenúa porque el gris de la cabeza y espalda está punteado de pardo que enmascara la brillantez de aquél. Lo mismo sucede con el negro de la cara y garganta muy punteado de blanco; el castaño anaranjado del pecho y los flancos es más pálido, menos brillante.




La hembra tiene un plumaje con colorido mucho más apagado pudiendo presentar dos fenotipos diferentes, una clara y otra más oscura. En general presentan las partes inferiores, más claras que en de su familiar más cercano, el colirrojo tizón. Varían desde el beige blancuzco del mentón y la garganta hasta el anaranjado del pecho y los flancos en variable intensidad de unas hembras a otras. Las partes superiores son pardo grisáceas, Con frecuencia se llegan a confundir con las hembras del Colirrojo tizón. Al igual que en el macho, el plumaje en el obispillo y en la cola, también son castaño rojizos.




En ambos sexos los tarsos y los pies son negros, lo mismo que el pico. El iris de los ojos es pardo oscuro en ambas variedades de hembras y en el macho.




El plumaje de los jóvenes colirrojos, machos y hembras, tiene en sus partes superiores (frente, píleo, nuca, espalda y escapulares) un tono negruzco, grisáceo en la base de las plumas que poseen bordes pardos y punteado beige.




Las partes inferiores son beige blancuzcas con la punta de las plumas pardo oscuro de manera que forman como un rayado en ondulaciones. 




El obispillo es castaño rojizo más pálido que en los adultos, pero no la cola que es tan rojiza en las rectrices cómo la de las hembras adultas. Conforme avanza la muda desde julio a septiembre va siendo relativamente fácil diferenciar los sexos.




El Colirrojo real (Phoenicurus phoenicurus) se encuentra ampliamente distribuido por latitudes templadas y boreales de Europa, y más localizado en el sur.


En España ocupa áreas de sierra y media montaña de la cornisa cantábrica, el Sistema Ibérico, el oeste del Sistema Central, Sierra Morena occidental y, puntualmente, otras sierras interiores.


En nuestro país es un pájaro estival y un migrante de largo recorrido, con áreas de invernada situadas al sur del Sáhara. Ocasionalmente, algunos ejemplares invernan en el sur peninsular y en las costas atlánticas. Resulta común en toda España durante los pasos migratorios.


El paso prenupcial se detecta desde finales de marzo hasta principios de junio, con máximos en abril, mientras que el posnupcial se registra desde finales de agosto hasta primeros de noviembre, con picos en septiembre y octubre. Tienen una migración nocturna




El colirrojo real en España habita áreas de media montaña con cobertura forestal adecuada. Las mejores densidades se alcanzan en bosques maduros, aunque no densos de quercíneas (dehesas de robles y encinas), hayas, coníferas o mixtos. En los pinares resulta más escasa, pero también los ocupa, especialmente si existen cajas nido. Está presente desde el nivel del mar (cornisa cantábrica) hasta los 1.800 m con su altitud óptima entre 800 y 1.200 m.




Su dieta se compone principalmente de insectos y sus larvas, a los que captura en el suelo o en vuelo, pero también comen arácnidos, gusanos y además bayas y frutos, especialmente a finales del verano, principios de otoño y durante la migración.




Cría en bosques y parques, y se le puede encontrar en espacios urbanos. Su nido se construye en huecos de árboles, cajas nido, o cavidades en construcciones humanas. Esto demuestra su adaptabilidad a diferentes entornos.




Inmediatamente que un macho ocupa un territorio canta con vigor tratando de atraer a la hembra. Continúa cantando después de la llegada de aquélla y en especial en los días en que la invita con continuos vuelos hacia el agujero que ha elegido para que la hembra haga el nido.




Durante la puesta el macho canta poco, pero en cuanto la hembra se sienta a incubar lo hace con fuerza y continuidad desde un posadero muy próximo al nido.




Las hembras ponen 5-6 huevos durante el mes de mayo y los incuban durante 13-15 días. Los pollos nacen ciegos e indefensos y permanecen en el nido unos 15-18 días. 




El Colirrojo real puede poner una segunda nidada en pleno verano en el sur de su área de reproducción.

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