En esta nueva entrada a mi blog voy a compartir los reportajes fotográficos que a lo largo del pasado mes de septiembre he podido realizar a algunas aves limícolas que en su paso postnupcial han recalado an el litoral de la costa central asturiana. El primer protagonista de la misma va a ser el Archibebe claro (Tringa nebularia) que me permitió realizarle un buen puñado de fotografías muy cercanas y la mayoría de ellas desde dentro de mi automóvil.
Como podréis apreciar, se trata de un ave limícola que a mí me parece que posee una elegancia y delicadeza muy marcada tal vez debido a su estilizada figura y a su característica coloración bastante clara, dominada por los tonos blanquecinos y grisáceos que en muchas ocasiones le permiten pasar bastante desapercibido confundiéndose con el entorno.
Se trata del mayor de los archibebes que habitualmente aparecen en nuestro territorio y para conseguir esa gran belleza y elegancia que posee ésta ave limícola, contribuyen notablemente el hecho de poseer unas largas patas y un pico también muy largo y ligeramente curvado hacia arriba.
En nuestro país el Archibebe claro no se reproduce (norte de Europa y Siberia) y es un invernante habitual aunque en un número muy reducido, no obstante este número aumenta en marzo-mayo y julio-octubre coincidiendo con los pasos migratorios; por otra parte también se suman algunos emigrantes europeos que se quedan para pasar el verano en ella.
Sus hábitats se encuentran en los humedales, lagunas, deltas de los ríos, arrozales, salinas, costas marinas y marismas.
Un verdadero placer poder observar a esta delicada y elegante especie alimentándose en las aguas someras de pequeños crustáceos que constituyen parte de su dieta habitual.
En éste caso concreto parece que se trataba de un pequeño Cangrejo corredor o zapatero (Pachygrapsus marmoratus) que junto con pequeños peces, gusanos, moluscos, insectos acuáticos y sus larvas, constituyen su dieta habitual.
El segundo protagonista de esta entrada es el Correlimos tridáctilo (Calidris alba) de cuya presencia pude disfrutar ese pasado mes de septiembre en la playa de Bañugues (Gozón. Asturias).
Los Correlimos tridáctilos (Calidris alba) son aves gregarias, que suelen formar pequeños grupos y que acostumbran a estar junto a otras especies de limícolas correteando rápidamente a lo largo de la línea de marea de las playas de arena muy fina, con la cabeza baja y picoteando las pequeñas presas de invertebrados que arrastra el oleaje y que constituyen su alimento. "Caladris" significa "ave de orilla".
A lo largo de ese mes de septiembre pude disfrutar de la observación y fotografía de un pequeño grupo de estas pequeñas aves a las que no solo admiro por su belleza sino sobre todo por la gran proeza que realizan en cada desplazamiento migratorio.
Se trata de una de las aves que más kilómetros recorre durante las migraciones ya que desde sus lugares de invernada se tienen que desplazar a su zona de cría en torno al Ártico, en las costas septentrionales de América del Norte, Groenlandia y norte de Asia (área circumpolar ártica), teniendo que recorrer unas distancias entre ambas zonas (de invernada y de reproducción) que en los casos más extremos se estima que ronden entre los 10.000 y 12.000 km.
Invernan en la zona meridional de Sudamérica, África del Sur y tropical e incluso Australia y Nueva Zelanda. También hay invernantes en Europa y en la cuenca mediterránea.
El Correlimos tridáctilo tiene una distribución muy cosmopolita ya que están presentes en Europa, Asia, África, América, Australia y Nueva Zelanda.
En España son habituales durante los pasos migratorios tanto en la Península (costas arenosas del Atlántico, especialmente en Galicia, Andalucía y del Cantábrico), como en las Islas Canarias y las Baleares, pero también hay una mínima parte de ellos que se quedan para invernar y otros pocos que se quedan durante el verano. Los flujos migratorios se producen fundamentalmente entre septiembre y octubre y entre abril y mayo. Algunas aves, principalmente las de segundo año, permanecen en nuestro territorio durante el verano, pero nunca se ha comprobado su nidificación en España.
El Correlimos tridáctilo es un ave del orden de las Charadriformes, familia Scolopacidae y género Calidris, que tienen un tamaño de unos 21 cm de longitud y que alcanzan los 45 cm de envergadura. Su peso puede llegar a los 60 gr. No existe dimorfismo sexual en esta especie.
Se trata de una de las más pequeñas aves limícolas que todos los años podemos encontrar en nuestras playas luciendo una gran variedad de plumajes que van desde el discreto, casi blanco, parecido al invernal, hasta el más espectacular plumaje cobrizo nupcial.
En su plumaje invernal llama la atención su coloración general pálida (alba), en comparación con otras limícolas costeras a las que suelen acompañar. Este color pálido o claro se debe a que tienen la parte superior de color gris claro y aspecto escamoso, debido a que los bordes de sus plumas son de color blanco.
Por el contrario, en la época nupcial o reproductiva (fotografías de archivo), por la parte superior tienen un plumaje de color anaranjado oscuro con estrías oscuras y los bordes de las plumas blanquecinos. La cabeza, cara, cuello y pecho son de color castaño rojizo moteado de negro, mientras que la parte inferior, el vientre y el obispillo siguen siendo de color blanco.
Cuando vuelan, se les puede apreciar en las alas, una característica ancha franja alar, de disposición longitudinal y de color blanco, así como las plumas primarias y secundarias de color negro.
Se alimentan esencialmente a base de crustáceos, camarones, pulgas de agua, arácnidos, insectos y sus larvas, gusanos marinos y de otros pequeños invertebrados. Más raramente, en momentos de escasez, pueden alimentarse de materias de origen vegetal.
Su hábitat habitual, durante la mayor parte del año, es en zonas costeras, como playas de arena y deltas de los ríos y, solo de forma ocasional, salinas, lagunas y medios similares cercanos a la costa, así como aguas interiores. Por este motivo, en regiones como América del Sur se le conoce popularmente como Playerito blanco o Playero arenero.
Otro de los protagonistas de esta serie se trata de una simpática especie cuya presencia durante los pasos migratorios nos resulta sumamente familiar por su aspecto rechoncho y un colorido plumaje muy característico.
Me estoy refiriendo al Chorlitejo grande (Charadrius hiaticula), el más habitual de los tres principales chorlitejos que habitualmente podemos ver en nuestro entorno (grande, chico y patinegro) y con el que durante ese pasado mes de septiembre pude realizarle alguna que otra sesión fotográfica de esas que a mí me gusta calificar como entrañable.
En ésta ocasión, como ya viene siendo habitual en esta época del año, la mayoría de los ejemplares son juveniles que se desplazan en pequeños grupos y que se asocian habitualmente con los correlimos comunes.
El Chorlitejo grande (Charadrius hiaticula) es un ave limícola de pequeño tamaño y de aspecto rechoncho perteneciente a la familia “Charadriidae”, género “Charadrius” que viene a tener un tamaño de entre los 17-19 cm de longitud, con una envergadura que puede alcanzar los 42 cm y un peso que ronda los 75 gr. En esta especie se puede apreciar un cierto dimorfismo sexual.
Como se puede apreciar en las fotografías, los ejemplares jóvenes son muy parecidos a los adultos en invierno pero más pálidos.
Las alas son de color pardo y presentan una banda alar blanca que es muy visible durante el vuelo.
Su vuelo es bajo y rápido, batiendo las alas con regularidad y mostrándose sumamente ágiles en el aire.
Tras la temporada de cría en tierras islandesas o de Groenlandia, en ésta migración postnupcial, los ejemplares adultos acostumbran a viajar unas semanas antes, durante los meses de julio y agosto con destino a sus cuarteles de invierno en el África subsahariana.
En cuanto a su distribución decir que como especie reproductora se encuentra fundamentalmente en las altas latitudes del hemisferio norte, desde Norteamérica hasta Siberia (distribución holártica). En Europa se reproduce en toda Escandinavia, costas del Mar Báltico y del Mar del Norte, incluyendo las costas occidentales de Gran Bretaña e Irlanda. En Islandia y Groenlandia es especialmente abundante y en el resto de Europa, solamente hay datos esporádicos de cría en puntos del Mediterráneo, Bretaña francesa e islas del Canal de la Mancha. Se han descrito varias subespecies, de las cuales “hiaticula” es la que se encuentra en las áreas bañadas por el Atlántico, tanto en Norteamérica como en Europa.
En España el Chorlitejo grande es una limícola invernante muy habitual en nuestro entorno costero (Atlántico, Cantábrico y algo menos en el Mediterráneo) que ve aumentado su número de una forma considerable durante los pasos migratorios de abril-mayo y agosto-octubre.
Las principales concentraciones de esta especie en nuestro país tienen lugar en las marismas del Guadalquivir y en los humedales de la bahía de Cádiz.
Durante el paso prenupcial llegan a nuestro país, ejemplares procedentes de la Europa atlántica y Groenlandia. Los desplazamientos migratorios suelen realizarse por la costa, aunque también se han observado aves en algunas localidades propicias del interior. El paso posnupcial tiene lugar entre agosto y octubre, tanto en las costas atlánticas como en las mediterráneas.
A este respecto, resulta curioso saber que de las tres especies de chorlitejos habituales en nuestro territorio (grande, chico y patinegro), el Chorlitejo grande, a pesar de ser con mucho el más abundante, es el único que no se reproduce aquí (se han dado algunas citas de reproducción pero la mayoría no se han homologado).
Sus hábitats habitualmente están ligados a zonas húmedas. En invierno y durante los pasos migratorios abundan tanto en “el pedreru" de las playas, como en las playas arenosas o de guijarros sueltos, evitando las grandes playas arenosas e interminables. Al contrario de los correlimos, no se reúnen en grandes bandos, sino que se dispersa por la costa en pequeñas partidas.
También durante la época de paso, aparecen con frecuencia en el interior, buscando las orillas de las lagunas semisecas o las marismas de vegetación somera. En estas condiciones es más frecuente verles asociados a otros muchos limícolas, tales como otros chorlitejos, correlimos y archibebes
Su alimentación acostumbra ser a base de insectos (coleópteros, dípteros, etc), gusanos de arena ("xorra"), moluscos y pequeños crustáceos que encuentran en las playas, aunque también durante la época de cría pueden complementar esa dieta, con pequeños invertebrados terrestres y costeros.
Es muy característico verles alimentarse en las playas, para lo cual lo que hacen primero es localizar a su presa con la vista y a continuación echarse una corta carrera hasta que la capturan con su pico; también lo hacen removiendo el fango con sus patas para conseguir que sus presas queden a la vista.
Hemos de reconocer que los aficionados a la fotografía de aves que vivimos en zonas costeras del Cantábrico o del Atlántico somos unos auténticos privilegiados al poder observar y fotografiar, fundamentalmente en los pasos migratorios, a ese gran abanico de especies que lo constituyen las aves limícolas.
Además, a ese gran privilegio debemos añadir que esas observaciones las podemos disfrutar en unos ambientes especialmente bellos y muy fotogénicos para la fotografía, como son nuestras bellas playas y costas.
La última limícola que presento en ésta primera entrada es tal vez para mi la más guapa de todas las anteriores, se trata del Chorlito dorado europeo (Pluvialis apricaria) que pude observar, no sin dificultades, en un campo de labranza del concejo de Gozón.
Dificultades que como podéis comprobar en las fotografías, se derivaban de la enorme capacidad de mimetizarse en el medio en el que se movía, un campo de labranza muy cercano a la costa.
Esa gran belleza que atesora esta especie de ave limícola radica fundamentalmente en su plumaje en tonos ocres y dorados
El Chorlito dorado europeo es un ave limícola de un tamaño medio ya que viene a medir entre 25-28 cm de longitud, con una envergadura de hasta 60 cm y un peso aproximado de unos 220 gr. En esta especie no existe dimorfismo sexual.
En las fotografías se puede apreciar el gran tamaño de sus ojos respecto a la longitud de su pico, esto es característico de la familia de los chorlitos (Charadriidae) a diferencia de otras limícolas donde el pico es excepcionalmente largo como correlimos, agachadizas, zarapitos, agujas…pertenecientes a la familia Scolopacidae.
Estas diferencias anatómicas responden a una serie de adaptaciones para las distintas técnicas de alimentación, de manera que los chorlitos son fundamentalmente “comedores visuales”, esto quiere decir que detectan a la presa o sus indicios por medio de la visión, de ahí su típicos movimientos de “mirar-correr-parar y picotear”. En esa adaptación como “comedores visuales” los ojos juegan un gran cometido, de ahí que tengan un gran tamaño.
Por otra parte, la familia “Scolopacidae” son básicamente “comedores táctiles” y para ello han logrado un gran desarrollo de unas terminaciones nerviosas quimiorreceptoras y mecanorreceptoras presentes en el extremo distal de su pico, que les sirven para detectar a las presas en sus continuos sondeos de limos.
El Chorlito dorado europeo está presente en Europa, Asia y África. Sus zonas de cría se localizan fundamentalmente en las tundras árticas de Islandia, norte de Gran Bretaña y de Escandinavia (Suecia, Noruega y Finlandia) y Siberia.
En nuestro país no anidan y tan solo podemos disfrutar de ellos a partir del mes de septiembre-octubre que es cuando recibimos los primeros efectivos de la especie y donde permanecerán invernando hasta aproximadamente el mes de marzo.
Son más habituales en el cuadrante suroccidental de la Península (Extremadura y oeste de Andalucía), así como en algunos tramos de las costas atlánticas. Las principales áreas de invernada se localizan en los pastizales del Campo Arañuelo, en Cáceres, y los llanos y vegas centrales de la misma provincia, La Serena (Badajoz), y el Campo de Gibraltar. Resulta común en Baleares, pero escaso e irregular en Canarias. El paso migratorio lo realizan siguiendo las costas cantábricas y atlánticas o por aguas interiores.
El hábitat preferido por estas aves en época invernal y durante los pasos migratorios se encuentra en localidades costeras en terrenos abiertos cercanos a la playa, playas, estuarios, campos de cultivo, praderas húmedas, pastizales y humedales del interior. En cambio, en época de cría acostumbran a localizarse en zonas de la tundra ártica con herbazales y en los campos abiertos con matorrales.
Su alimentación se compone fundamentalmente de insectos, lombrices de tierra y otros pequeños invertebrados, aunque también incluyen en su dieta hierba, bayas y semillas. Cuando están en grupo es frecuente verlos comer compartiendo terreno con otras aves y en especial, con las avefrías. Capturan el alimento en la superficie o sondeando superficialmente con el pico en el limo.
Como colofón de ésta extensa entrada quiero finalizar con un bello pajarillo que, aunque no pertenezca al grupo de las limícolas, me sorprendió viéndola descansar en su periplo migratorio en una de las rocas del la playa de Bañugues, se trata de una Tarabilla norteña (Saxicola rubetra).
Espero que os haya resultado interesante ésta nueva entrada. Muchas gracias.
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