miércoles, 14 de junio de 2023

Una entrañable y muy guapa observación. Somormujo lavanco (Podiceps cristatus).

No quiero dejar la oportunidad de compartir con los lectores de mi blog, un puñado de fotografías que el pasado 28 de mayo de 2023 pude realizar a una pareja de somormujos lavancos que se encuentran criando en el pantano de Trasona (Corvera. Asturias).




No es la primera ocasión que he tenido la posibilidad de captar ese tipo de imágenes de ésta emblemática especie, pero no puedo resistirme a repetir esas experiencias y plasmarlas de la mejor manera posible a través de mi cámara fotográfica.




Estaréis conmigo en el Somormujo lavanco (Podiceps cristatus) es de por sí un ave con una belleza y elegancia especial que siempre apetece fotografiar dada su gran fotogenia. Si a eso le añadimos el poderle observar y fotografiar en pareja tratando de sacar adelante a sus dos minúsculos descendientes la satisfacción es mucho mayor.




Con la llegada de la primavera las parejas se reúnen y comienzan el complejo ritual que precede al definitivo emparejamiento y que se repetirá en numerosas ocasiones durante el período reproductivo.




El fascinante y espectacular cortejo nupcial del Somormujo lavanco consiste fundamentalmente en que macho y hembra emparejados para siempre, se sitúan uno frente al otro con el cuello bien estirado verticalmente y todas las plumas ornamentales de la cabeza erizadas así como las de la garganta (golas), moviendo la cabeza de un lado a otro con intervalos de balanceo lento.




El macho imita los movimientos que va realizando la hembra, hasta lograr una danza simétrica. Después, la hembra nada con el cuello arqueado hacia adelante, el pico casi tocando el agua y las plumas de la garganta erizadas al máximo, emitiendo el típico graznido de los lavancos.




La complicada ceremonia implica también que cada uno de los pájaros recoja plantas del fondo con el pico y ambos, estirando bien los cuellos y juntando «pecho con pecho y pico con pico» (llegándose a poner prácticamente de pie sobre el agua durante unos segundos), se ofrezcan las hierbas recogidas como símbolo de compromiso. Este complicado ceremonial continúa en la orilla donde ambos pájaros caminan trabajosamente agachados con el cuello en posición horizontal.



A partir del mes de marzo, ambos progenitores comienzan la construcción de un nido flotante escondido a menudo entre la vegetación palustre de la orilla o sobre el lecho acuático.



Normalmente la hembra solo realiza una puesta de entre 3 y 6 huevos. La incubación dura entre 27 a 29 días y es compartida por ambos sexos que también colaboran en las tareas de alimentación y cuidado de las crías.



Los pollos abandonan el nido a las pocas horas de nacer, subiéndose en las espaldas de los padres para refugiarse (ocultos entre sus alas) y desplazarse, incluso cuando éstos se sumergen en busca de alimento. A las siete semanas son capaces de alimentarse solos y un par de semanas después están dispuestos para independizarse. Los adultos defienden con celo los huevos y los polluelos, los cuales se sumergen rápidamente ante una situación de peligro. A las seis semanas, ya son capaces de bucear, y a las diez, pueden independizarse y procurarse el alimento por sí mismos.



El Somormujo lavanco está catalogado en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas como “De interés especial”. Las principales amenazas a las que está sometido son la caza incontrolada, la pérdida de hábitats naturales, variaciones en el nivel del agua que pueden frustrar la nidada, contaminación del agua, o molestias en época de cría, ya sean provocadas por humanos (embarcaciones recreativas) o por el ganado.

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