sábado, 11 de febrero de 2023

Gran afluencia de chorlitos dorados por la ola de frio en el Norte de Europa. Chorlito dorado europeo (Pluvialis apricaria)

A mediados del pasado mes de diciembre los aficionados al pajareo por Asturias pudimos disfrutar de la presencia de grandes bandos de chorlitos dorados europeos, probablemente debido a la gran ola de frio que durante esos días azoto sus lugares habituales de invernada en las islas británicas (Irlanda) y que les desplazó, a modo de refugio, a zonas más templadas para evitarla.




Como en años anteriores, desde el mes de octubre ya habíamos podido disfrutar de su presencia por los campos cercanos a la costa, formando grupos de hasta decenas de ellos coincidiendo con su paso migratorio habitual, pero no en las cantidades que a lo largo de esos días pudimos observar y que fácilmente eran de varios centenares.




Además, en ésta ocasión, esa irrupción de esos grandes bandos de chorlitos dorados europeos, coincidió con otros grandes bandos de centenares de avefrías europeas (Vanellus vanellus) que, en muchas ocasiones, se desplazaban por zonas similares, con lo que el espectáculo no podía ser mejor.




En mi caso concreto, pude disfrutar observando y fotografiando a éstas bellas aves desplazándose y alimentándose por los campos de labranza que abundan por el Cabo Negro y el de Peñas (Gozón. Asturias), así como también, en la ensenada de Llodero (Avilés), a donde tenían costumbre de acudir a descansar ambas especies.




Hablando de fotografiar, la verdad es que cuando presencias de cerca ese espectáculo de ver desplazarse hacia tu posición a ese gran número de aves al unísono, a una gran velocidad y realizando continuos quiebros, no te resulta nada fácil poder encuadrar y enfocar algún ejemplar medianamente bien para, posteriormente, poder apreciar su belleza.




Además, al ser tal cantidad de aves volando juntas, si pretendes captar la importancia del número de ejemplares, pierdes en el detalle de ver al ave de cerca en vuelo y viceversa. En cualquier caso, se hace lo que se puede y no me quejo para nada del resultado obtenido.




En mi particular experiencia, durante el periodo de migración habitual (octubre/noviembre), la zona más idónea para poder observar al Chorlito dorado es el concejo de Gozón y particularmente la rasa del Cabo Peñas y los prados colindantes en los que en esa época abundan los rastrojos de los campos de cultivo de maíz.




Como podréis comprobar en éstas fotografías, el colorido de estos entornos favorece notablemente su camuflaje, ya que se confunde fácilmente con el color de su plumaje de tonos ocres y dorados, máxime si como es habitual, permanecen inmóviles, lo que les permite mimetizarse perfectamente, haciéndolos casi invisibles.




Una de las grandes ventajas con la que el observador y fotógrafo cuenta para poder localizar en esa época migratoria habitual a esta bella ave limícola, es su fuerte comportamiento gregario, pudiendo llegar a juntarse decenas de ejemplares posados y/o formando bandadas al vuelo.




Vuelan velozmente, a poca altura, y frecuentemente realizando itinerarios circulares más o menos amplios, no tardando mucho en volverse a posar relativamente cerca del lugar desde donde salieron, lo que facilita notablemente el poder fotografiarlos en vuelo y por lo que, lamentablemente, también son piezas favoritas de muchos cazadores.




Como en temporadas anteriores, éste año he tenido la oportunidad de poderlos observar y fotografiar a lo largo de diferentes días, en grandes grupos y en diferentes hábitats, pero también he podido encontrarme con individuos que andaban en solitario o en pequeños grupos y con un comportamiento mucho más confiado que cuando se encuentran en grupos numerosos.




Es en esas ocasiones cuando puedes conseguir unos mejores resultados que te permiten valorar en su justa medida la gran belleza que atesora el plumaje de éstas aves.




Unas bellas figuras salpicadas de multitud de motas y franjas de color dorado, negro, amarillento y blanco que cuando las observas al principio o final de un día soleado, hace que aumente considerablemente la plasticidad de esas imágenes.




Como ya es habitual en mis entradas al blog, no sólo quiero publicar un buen número de fotografías, sino además aprovechar la circunstancia para conocer mejor y difundir las principales características de cada especie. En ese contexto decir que el Chorlito dorado europeo (Pluvialis apricaria) es un ave limícola que pertenece a la familia de las “Charadriidae”, género “Pluvialis”.




El significado etimológico de su denominación científica no está muy claro, ya que el término “pluvilis” proviene del término latino “pluvía-ae”: relativo a la lluvia, y el de “apricaria” del también latino “aprícus-a-um”: expuesto al sol, que está al aire libre, despejado (or, inc.) + sufijo arius-a-um. Tanto el nombre genérico “Pluvialis” como el específico “apricaria” podrían recoger el hábitat en el que podemos encontrar a esta especie, pero también se ha especulado con que podrían tener relación con el moteado de su plumaje (salpicado cómo de lluvia), con las migraciones relacionadas con la lluvia o incluso con que los sonidos que emiten presagian la lluvia.




El Chorlito dorado europeo o común es un ave limícola de un tamaño medio ya que viene a medir entre 25-28 cm de longitud, con una envergadura de hasta 60 cm y un peso aproximado de unos 220 gr. En esta especie no existe dimorfismo sexual.




Se han descrito dos subespecies: la nominal o “apricaria” presente en las islas británicas, Alemania, Dinamarca y sur de Escandinavia y que tiene un comportamiento sedentario (no emigra), y la”altifrons”, más norteña, originaria de Islandia y Europa septentrional (entre Escandinavia y Rusia) que es migratoria y que cuando empieza la temporada invernal se desplaza en dirección SO hacia el Oeste de Europa, incluida la Península Ibérica.




El motivo de la migración de estas aves no es el huir de las bajas temperaturas árticas, sino de la nieve y el hielo que cubren los campos donde invernan y que les impide alimentarse adecuadamente.




Al igual que ocurre en la mayor parte de las aves limícolas, a la hora de describir su plumaje debemos distinguir dos épocas o periodos distintos:




En la época reproductora (primavera/verano) esta especie presenta un plumaje muy críptico (plumaje nupcial), ya que tienen la cara, la garganta, la parte anterior del pecho y el vientre de color negro. Esas zonas negras que quedan delimitadas en toda su extensión, por una franja de color blanco que tiene la forma de una “S” invertida con la primera curva que comienza en la cabeza por encima del ojo como si fuera una ceja y se prolonga por detrás de la cara bordeándola para a continuación dirigirse hacia delante describiendo otra segunda curva que bordea el lateral del cuello, el hombro y los flancos. El dorso, la parte posterior del cuello y el píleo están formadas por multitud de motas y franjas de color dorado, negro, amarillento y blanco. (fotografías de archivo).




Fuera de la época reproductiva (otoño e invierno) el color negro de las partes anteriores (garganta, cuello, pecho y parte del vientre) desaparece, siendo sustituido por un color pardo dorado fuertemente barreado sobre un fondo blanco sucio que se hace dominante en la zona del vientre donde apenas tiene barreado. Se convierte así en un plumaje mucho más homogéneo y mimético que les permite pasar desapercibidos ante sus predadores.




El dorso y las alas son de color marrón oscuro con los márgenes de las plumas de color dorado-anaranjado y blanco, teniendo en general, un plumaje menos contrastado, más homogéneo y con los dorados menos llamativos.




El píleo es de color marrón oscuro con estrías amarillentas.




La cara es amarillenta y está bastante estriada




El pico como es característico de la familia de los chorlitos (Charadriidae), es corto, delgado, recto, puntiagudo y de color negro. Existe una gran diferencia con el pico de otras limícolas como ocurre con la familia Scolopacidae (correlimos, agachadizas, zarapitos, agujas, etc.) donde es excepcionalmente largo.




Estas diferencias anatómicas responden a una serie de adaptaciones para las distintas técnicas de alimentación, de manera que los chorlitos son fundamentalmente “comedores visuales”, esto quiere decir que detectan a la presa o sus indicios por medio de la visión, de ahí su típicos movimientos de “mirar-correr-parar y picotear”.




Por otra parte, la familia “Scolopacidae” son básicamente “comedores táctiles” y para ello han logrado un gran desarrollo de unas terminaciones nerviosas quimiorreceptoras y mecanorreceptoras presentes en el extremo distal de su pico, que les sirven para detectar a las presas en sus continuos sondeos de limos.




En esa adaptación como “comedores visuales” los ojos juegan un gran cometido, de ahí que tengan un gran tamaño. El iris lo tienen de color marrón oscuro.




La cola es corta y las patas son medianamente largas y de color gris-negruzco.




En vuelo se les puede apreciar una banda alar blancuzca, difusa y estrecha, así como las axilas y partes interiores de las alas que también son de color blanco.




En cuanto al canto de estas aves decir que consiste en una especie de “puu-píiiuu”y que cuando vuelan en bandos emiten como reclamo de contacto un “píurrli” repetido y rítmico.




El Chorlito dorado europeo está presente en Europa, Asia y África. Sus zonas de cría se localizan fundamentalmente en las tundras árticas de Islandia, norte de Gran Bretaña y de Escandinavia (Suecia, Noruega y Finlandia) y Siberia. Cuando llegan los fríos del invierno se desplazan a diversas zonas de Europa suroccidental y el noroeste de África. El límite de su área de invernada se encuentra en el sur de la Península Ibérica y el Norte de África.


En nuestro país no anidan y tan solo podemos disfrutar de ellos a partir del mes de octubre que es cuando recibimos los primeros efectivos de la especie y donde permanecerán invernando hasta aproximadamente, el mes de marzo.




Son más habituales en el cuadrante suroccidental de la Península (Extremadura y oeste de Andalucía), así como en algunos tramos de las costas atlánticas. Las principales áreas de invernada se localizan en los pastizales del Campo Arañuelo, en Cáceres, y los llanos y vegas centrales de la misma provincia, La Serena (Badajoz), y el Campo de Gibraltar. Resulta común en Baleares, pero escaso e irregular en Canarias. El paso migratorio lo realizan siguiendo las costas cantábricas y atlánticas o por aguas interiores.

SEO Bird/Life
El hábitat preferido por estas aves en época invernal y durante los pasos migratorios se encuentra en localidades costeras en terrenos abiertos cercanos a la playa, playas, estuarios, campos de cultivo, praderas húmedas, pastizales y humedales del interior. En cambio, en época de cría acostumbran a localizarse en zonas de la tundra ártica con herbazales y en los campos abiertos con matorrales.




Su alimentación se compone fundamentalmente de insectos, lombrices de tierra y otros pequeños invertebrados, aunque también incluyen en su dieta hierba, bayas y semillas. Cuando están en grupo es frecuente verlos comer compartiendo terreno con otras aves y en especial, con las avefrías. Capturan el alimento en la superficie o sondeando superficialmente con el pico en el limo.




Entre los meses de abril y junio llevan a cabo el periodo de reproducción. La cría la realizan en solitario y para ello construyen el nido escarbando en el suelo una pequeña depresión poco profunda que luego forran con restos de musgo y plantas y que sitúan, entre vegetación baja o, a veces, entre piedras.




Acostumbran a poner 4 huevos que incuban ambos padres durante 25-30 días, aproximadamente. Las crías son nidífugas, a las pocas horas de nacer abandonan el nido y son capaces de desplazarse y alimentarse por sí mismas, aunque siguen siendo atendidas por sus padres durante unos 28 días más.




Las principales amenazas que se ciernen sobre esta especie son la caza incontrolada y la pérdida o alteración del hábitat, sobre todo como consecuencia de su transformación en regadíos. Aunque es una especie común, la población europea de Gran Bretaña, Alemania, Holanda, Dinamarca y Países Bálticos, se ha reducido mucho en los últimos tiempos, debido fundamentalmente a la destrucción o transformación de su hábitat. El chorlito dorado europeo se incluye en la categoría “De interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.

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