En ésta nueva parte sobre las aves limícolas que a lo largo de la pasada primavera he podido observar y fotografiar por la costa central asturiana, no podía faltar una de las más bellas y pequeñas que en los pasos migratorios podemos encontrar por nuestra playas.
Se trata del Correlimos tridáctilo (Calidris alba), una especie del orden de las “Charadriformes”, familia “Scolopacidae” y género “Calidris” a la que siempre que tengo algún encuentro con ella, enseguida me viene a la memoria recordar que, a pesar de su pequeño tamaño (21 cm de longitud, 45 cm de envergadura y un peso que puede llegar a los 60 gr) se trata de una de las aves que más kilómetros recorre durante los desplazamientos migratorios, como más adelante veremos. ¡Toda un prodigio de ave!
Al Correlimos tridáctilo (Calidris alba), todos los años los podemos encontrar en nuestras playas luciendo una gran variedad de plumajes que van desde el discreto, casi blanco, parecido al invernal, hasta el más espectacular plumaje cobrizo nupcial. No existe dimorfismo sexual en esta especie.
El mes de mayo acostumbra a ser el mes principal para la migración de aves limícolas en Asturias y precisamente fue la segunda semana de ese mes cuando tuve la oportunidad de coincidir en la playa de Bañugues (Gozón. Asturias) con la llegada de un pequeño bando de esas pequeñas aves que, como acostumbra a ser habitual, se desplazaban volando nerviosamente de un lado para otro de la playa para posarse en el arenal o en la bella zona de pedrero tapizado de verde que en esa playa existe y que le proporciona un plus de belleza a las fotografías.
Tal y como viene siendo habitual en esa especie ese pequeño grupo mostraron una gran confianza y tranquilidad ante la cercana presencia humana, lo que me permitió poder fotografiar a placer a varios ejemplares de esa especie luciendo dos diferentes plumajes que iban desde el más parecido al que lucen en el periodo invernal…,
…al plumaje intermedio, previo a llegar al más llamativo plumaje nupcial.
Retomando el tema de los desplazamientos migratorios de estas pequeñas aves recordar que esta especie inverna en la zona meridional de Sudamérica, África del Sur y tropical e incluso Australia y Nueva Zelanda. También hay invernantes en Europa y en la cuenca mediterránea
Desde esos lugares de invernada se tienen que desplazar a su zona de cría en torno al Ártico, en las costas septentrionales de América del Norte, Groenlandia y norte de Asia (área circumpolar ártica), teniendo que recorrer unas distancias entre ambas zonas (de invernada y de reproducción) que en los casos más extremos se estima que ronden entre los 10.000 y 12.000 km.
En esa migración prenupcial los correlimos tridáctilos acostumbran a viajar formando bandos mixtos junto con correlimos comunes y chorlitejos grandes.
El Correlimos tridáctilo tiene una distribución muy cosmopolita ya que están presentes en Europa, Asia, África, América, Australia y Nueva Zelanda.
En España son habituales durante los pasos migratorios tanto en la Península (costas arenosas del Atlántico, especialmente en Galicia, Andalucía y del Cantábrico), como en las Islas Canarias y las Baleares, pero también hay una mínima parte de ellos que se quedan para invernar y otros pocos que se quedan durante el verano. Los flujos migratorios se producen fundamentalmente entre septiembre y octubre y entre abril y mayo. Algunas aves, principalmente las de segundo año, permanecen en nuestro territorio durante el verano, pero nunca se ha comprobado su nidificación en España.
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Los Correlimos tridáctilos (Calidris alba) son aves gregarias, que suelen formar pequeños grupos y que acostumbran a estar junto a otras especies de limícolas correteando rápidamente a lo largo de la línea de marea de las playas de arena muy fina, con la cabeza baja y picoteando las pequeñas presas de invertebrados que arrastra el oleaje y que constituyen su alimento. "Caladris" significa "ave de orilla".
Se alimentan esencialmente a base de crustáceos, camarones, pulgas de agua, arácnidos, insectos y sus larvas, gusanos marinos y de otros pequeños invertebrados. Más raramente, en momentos de escasez, pueden alimentarse de materias de origen vegetal.
Su hábitat habitual, durante la mayor parte del año, es en zonas costeras, como playas de arena y deltas de los ríos y, solo de forma ocasional, salinas, lagunas y medios similares cercanos a la costa, así como aguas interiores. Por este motivo, en regiones como América del Sur se le conoce popularmente como Playerito blanco o Playero arenero.
Durante la breve época reproductora, la pasa en la tundra de la región ártica donde abunden terrenos cubiertos con céspedes, líquenes y musgo y donde se dan unas temperaturas muy bajas.
El Correlimos tridáctilo está incluido como especie Invernante/Migratoria en la Lista Roja de las Aves de España, con la categoría de LC Preocupación Menor. También figura en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, sin embargo, no está incluida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.
El segundo protagonista de ésta nueva entrada es el Vuelvepiedras común (Arenaria interpres) del cual tuve la fortuna de poder fotografiar en el que, desde mi particular punto de vista, es el mejor o más propicio entorno en el que se le puede fotografiar, es decir, en una playa en la que abundan los cantos rodados.
Digo esto porque como bien indica su denominación común, la especialidad de ésta limícola es la de voltear las pequeñas piedras para intentar conseguir su principal fuente de alimentación, es decir, los pequeños invertebrados que se ocultan debajo de ellas.
No solo son capaces de dar la vuelta con su pico a las piedras, también lo realizan con las conchas, maderas y a cualquier otro objeto que encuentren para así poder localizarlos. Por su parte la etimología de su denominación científica “Arenaria interpres” proviene de los términos latinos “arenarius”: relativo a la arena (harena-arena) e “interpres”: mensajero.
No resulta fácil poder enfocarlos bien mientras se encuentran volteando las piedras, ya que para llevar a cabo esa tarea, se agachan y eso junto con la corta longitud de sus patas les hacen sobresalir poco de la superficie del suelo.
Además, ese ambiente de cantos rodados también les sirve como refugio para descansar en ellas y pasar desapercibidos dado el conspicuo plumaje del que hacen gala y que les mimetiza con ese medio, lo que también dificulta el poderles enfocar adecuadamente.
Otra ventaja que me proporciono este afortunado avistamiento fue el hecho de que ese pequeño grupo de ejemplares lucieran diferentes tipos de plumajes.
El Vuelvepiedras común es un ave limícola de tamaño mediano y cuerpo de aspecto compacto con patas cortas y cuello también muy corto, como el pico. Viene a medir unos 21-24 cm de longitud, una envergadura de unos 43-49 cm y un peso que puede llegar hasta los 190 gr. En esta especie existe un ligero dimorfismo sexual.
En él se pueden apreciar dos tipos de plumaje en función de la época en que le observemos. Durante el invierno el plumaje general del cuerpo y espalda es de color pardo grisáceo oscuro mezclado con negro, conservando el diseño blanco y negro de la cola. La garganta es de color blanco. En el pecho presentan una ancha banda de coloración parda oscura (babero). Las partes inferiores son de color blanco. Coberteras alares y terciarias de color pardo grisáceo liso o con difusos márgenes más pálidos. Las patas son de color naranja en esta época.
Cuando le vemos en vuelo se puede apreciar una gran mancha blanca longitudinal en el centro del dorso que se inicia a la altura de los hombros recorriéndolo hasta llegar al obispillo.
La cabeza es de color pardo claro con el píleo intensamente rayado. Los ojos son grandes, están rodeados por un fino anillo periocular de color blanco y son de color marrón muy oscuro. El pico es corto, recto y puntiagudo, con forma de cuña, siendo de color pardo negruzco.
Los jóvenes tienen el plumaje similar al de los adultos en invierno pero de un tono marrón más claro. Tienen las patas de color amarillento.
Con su vistoso plumaje nupcial (primavera/verano) se puede apreciar que por la parte superior son de color castaño rojizo (anaranjado) con algunas manchas grandes de color negro (escapulares inferiores) y alguna pequeña de color blanco en el borde de algunas plumas. Por la parte inferior son de color blanco, salvo en el pecho donde tienen una ancha banda (babero) de color negro.
Las alas tienen las plumas coberteras y las escapulares de color castaño rojizo y negro, tienen también una franja alar de color blanco que se encuentra en la base de las plumas secundarias y terciarias y otra franja blanca que recorre longitudinalmente todo el ala en su unión con el tronco. La cola es de color blanco con una gruesa franja subterminal de color negro y las cobertoras supracaudales de color negro. Las patas son cortas y de color naranja rojizo.
La cabeza y el píleo, salvo en su tercio posterior, son de color blanco, y está intensamente rayado de color negro. La cara es blanca y en ella tienen un dibujo facial cuya forma varia de unos individuos aunque en general suele estar formado por una franja negra que bordea toda la parte posterior de la cara y que desciende desde el píleo incurvándose hacia adelante donde se une al color negro del cuello y del pecho. El pico es de color negro en esta época.
En el cuello tienen un ancho collar negro que se inicia junto a la nuca y la parte superior del dorso y luego se dirige por encima de los hombros hasta que se une con el babero negro del pecho.
A esta franja negra se le une cerca de la garganta otra franja gruesa del mismo color que tiene una forma similar a una “C” y que se inicia delante del ojo y desciende por debajo de él, aunque a veces esta franja se puede unir a la del lado contrario cruzando la frente, y por último hay otra franja negra menos marcada que a modo de bigotera se inicia en la base del pico y se desciende hasta juntarse con las dos anteriores también junto a la garganta.
La hembra adulta durante la época nupcial es similar al macho, pero con el naranja más apagado. Los individuos no reproductores carecen por completo de naranja y la cabeza aparece manchada de marrón.
En la migración prenupcial de las aves que pasan por nuestra zona y que proceden del oeste de África, pertenecen a las poblaciones de Fennoscandia y Rusia. Son diferentes de las que pasan aquí el invierno que proceden sobre todo de Groenlandia y el NE de Canadá y que en su mayoría invernan en las islas británicas.
Por su parte, durante la migración postnupcial la mayor parte de los ejemplares que llegan a las costas asturianas suelen proceder de Escandinavia, Groenlandia y del NE de Canadá y en general realizarán una estancia bastante prolongada, llegando hasta los meses de abril-mayo, cuando partirán para reproducirse en sus territorios de cría en donde las condiciones climáticas ya serán favorables para entonces.
Se distribuyen durante la época de reproducción por áreas costeras en torno al Ártico de todo el hemisferio norte, alcanzando por el sur los países escandinavos. Se han descrito dos subespecies (“Arenaria interpres interpres” y “Arenaria interpres morinella”), de las cuales “interpres” se distribuye por Eurasia, Groenlandia y los extremos norte de Canadá y Alaska.
El Vuelvepiedras común es un migrador de larga distancia que está entre los mayores migradores de las especies de aves que pueblan la Tierra, realizando los más prodigiosos viajes entre su lugar de reproducción y los cuarteles de invierno.
Llega a España procedente del norte de Europa. En nuestro país aparece durante los pasos migratorios y de forma escasa a lo largo de la invernada, sobre todo en determinadas localidades de las costas atlánticas y cantábricas, así como en la bahía de Cádiz, el mar Menor, además de en las islas Canarias y Baleares. Su número aumenta en abril-mayo y en agosto-octubre coincidiendo con los pasos migratorios.
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Su hábitat durante la reproducción es en las inmediaciones de las costas continentales e insulares, en lugares dominados por frías tundras, donde soporta adversas condiciones meteorológicas. Fuera de la época reproductora es casi completamente costero, aunque prefiere orillas pedregosas, rocosas o playas cubiertas de algas, además de estructuras artificiales, como rompeolas, escolleras, puertos o embarcaderos. Durante los pasos migratorios se encuentran también con relativa frecuencia en las aguas dulces interiores y en los estuarios de los ríos.
Su dieta se compone principalmente a base de gusanos, insectos, pulgas de agua, pequeños crustáceos, pequeños invertebrados y pequeños peces aunque también comen carroña y peces muertos. Cuando estos escasean puede ingerir materia vegetal.
Su método de alimentación consiste en introducir el pico, en forma de cuña, bajo pequeñas piedras u objetos diversos (por ejemplo, peces muertos) para voltearlos y extraer los invertebrados que hubiera debajo. Representa un hecho curioso el que, ocasionalmente, pueden reunirse varios individuos para voltear objetos grandes.
Las principales amenazas para esta especie lo constituyen la caza ilegal y por diversas molestias humanas en sus áreas de cría, así como por perturbaciones en las costas durante el paso y la invernada, que pueden afectar a la disponibilidad de alimento. Se incluye en la categoría “De interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.
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