Sin lugar a dudas una de las especies de aves protagonistas de este año 2025 en en centro de Asturias ha sido un bella pareja de Elanio común (Elanius caeruleus) de la que desde principios de año hemos podido encontrar múltiples fotografías y videos en diferentes redes sociales.
Tal como podéis apreciar en éste reportaje fotográfico cuyo contenido es francamente mejorable, pero para mi suficiente para seguir considerándola como una de las más guapas y originales aves rapaces que podemos ver en nuestro territorio nacional, y mira que las hay guapas.
Probablemente esa predilección sea debida a la gran escasez de ejemplares de los que podemos disfrutar en el Principado de Asturias y, obviamente, a la originalidad del colorido de su plumaje y a esos ojos de un color rojo intenso (coral).
Las primeras fotografías que les pude realizar tuve la fortuna de poderlas realizar desde el interior de mi vehículo ya que uno de esos dos ejemplares se encontraba posado en uno de los postes que hay al lado del arcén de la carretera.
A duras penas, tras identificarle y comprobar que no circulaba por la carretera ningún vehículo en ambos sentidos, le pude realizar unas cuantas fotografías que ahora comparto con vosotros.
Sirva de disculpas de que se trata de unas fotografías francamente mejorables, el hecho de que apenas tuve tiempo de coger la cámara y configurar algún que otro parámetro, antes de que saliera volando de ese lugar.
También pude conseguir un buen número de fotografías en vuelo para poder apreciar sus largas y apuntadas alas que habitualmente mueve alcanzando unos ángulos muy marcados (alas muy levantadas) como es característico de ésta especie.
Otra interesante característica de ésta pequeña ave rapaz, es la de poderse cernir para observar sus potenciales presas y lanzar sus ataques dejándose caer desde lo alto.
Como muchos de vosotros ya conoceréis, el Elanio común es una de las pocas rapaces que practica el cernido de forma sistemática quedándose prácticamente inmóvil mientras localiza presas. Operativamente, funciona como un dron biológico de vigilancia
Acostumbrado a ver realizar esas maniobras de vuelo en los cernícalos, me llamó la atención la posición que adopta para llevarla a cabo, ya que, a diferencia de como la llevan a cabo los cernícalos, en el caso del Elanio común su cuerpo permanece bastante vertical con respecto al suelo y no tan horizontal como lo llevan a cabo aquellos.
Muy posiblemente esa postura se deba a la costumbre de los elanios de dejar colgando sus patas a la vez que se ciernen lo que supone un cierto contrapeso.
Por lo que yo recuerdo, los cernícalos solo descuelgan sus garras en los momentos previos al ataque, pero en el caso de los elanios, es desde el primer momento.
Tal vez sea sólo una apreciación mía que no se corresponda con la realidad, pero que a mí, con mi corta experiencia con ésta ave, me llamó la atención.
Desde mi experiencia, las mejores horas para poder fotografiar a esta especie es la primera hora de la mañana y las últimas dos horas de la tarde y preferiblemente los días ligeramente nublados, ya que se produce menos contraste y su plumaje blanco es más controlable.
La mejor manera para su rápida localización es buscarlo posado en postes, torretas eléctricas, cables bajos y árboles aislados a los que acude de manera repetitiva.
También conviene mencionar que para localizarle hay que recordar que su cernido es lento, estable y muy reconocible.
El Elanio común (Elanus caeruleus), también conocido como Elanio azul o “cometa de alas u hombros negros”, es un ave rapaz diurna de tamaño pequeño, similar al de un Cernícalo Vulgar (Falco tinnunculus), que pertenece al orden de las Falconiformes, y la familia “Accipitridae” (halcones, gavilanes, Azor común). Su denominación científica proviene de término griego “elanos”: especie de milano o cernícalo y del latín “caeruleus-a-um”: azul oscuro (de caelum-i: cielo).
Tienen una longitud de entre los 30-36 cm, una envergadura de 75-90 cm. Su peso oscila entre los 200-350 gr. No existe un claro dimorfismo sexual excepto, como viene siendo habitual en muchas aves rapaces, que las hembras son ligeramente más grandes que los machos.
Tienen las partes superiores son de color gris ceniza algo azulado.
Las alas son largas, anchas y puntiagudas; por la parte superior son de color gris azulado con dos grandes manchas negras en los hombros, mientras que por la parte inferior son de color blanco con dos grandes manchas negras en su extremo que se corresponden con las plumas primarias y las secundarias.
Su vuelo es extremadamente silencioso ya que sus alas están adaptadas para minimizar el ruido, lo que optimiza la captura por sorpresa. Ventaja táctica clave en entornos abiertos.
Por su parte, el pecho, los flancos la parte inferior son de color blanco.
La cabeza es grande y su pico es de color negro, corto y está curvado hacia abajo con forma de gancho bastante pronunciado. La cera del pico es de color amarillo.
Pero si hay algo característico y llamativo de éste ave son sus ojos que tienen el iris de un color rojo intenso (coral). Están contorneados de negro y tienen una disposición bastante frontal. Frente y cejas, son de color blanco.
Las manchas negras alrededor de los ojos reducen reflejos solares y mejoran la visión durante el cernido. Es un diseño funcional, no estético.
La cola es corta y cuadrada, tiene las plumas centrales de color gris y el resto blancas. Cuando están en reposo la cola queda cubierta por las alas y tiene el extremo un poco ahorquillado mientras que cuando están en vuelo es recto.
Las patas son cortas y fuertes, están cubiertas casi completamente por un “pantalón” de plumas blancas y son de color amarillo con las uñas de color negro.
En España podemos observar la subespecie “caeruleus”, que se distribuye por Europa, África y el sureste asiático, desde China hasta Malasia.
Afortunadamente, ésta es una especie cuya población va en aumento en la Península Ibérica. En nuestro país se distribuye por la mitad occidental de la Península, con un núcleo principal en Extremadura, desde donde se ha expandido hacia el norte y el sur en los últimos 30 años. En la actualidad se reproduce en Andalucía (salvo Almería), Castilla-La Mancha (Toledo y Ciudad Real), Madrid, Castilla y León (salvo Soria), País Vasco (Álava), Aragón (Huesca) y Cataluña (Lérida); probablemente también lo haga en Soria y Navarra. Está ausente en Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla. En nuestro país son residentes habituales pero después de criar realizan movimientos de dispersión más hacia el norte.
SEO/BirdLife
Su hábitat predilecto son fundamentalmente los cultivos de secano, con arbolado disperso (principalmente encinas, pero también alcornoques, quejigos, robles, pinos, castaños, olivos y fresnos, entre otras especies), salpicadas por pastizales, retamares u otros cultivos.
En líneas generales podíamos decir que prioriza zonas abiertas con mosaico agrícola: Valles bajos y vegas fluviales, praderas con lindes, setos y postes aislados y áreas con alta densidad de topillo y baja presión humana.
Su alimentación es fundamentalmente a base de pequeños mamíferos, roedores (ratón moruno, ratones de campo, topillos, musarañas…), aves, pequeños reptiles, anfibios y también grandes insectos.
Para alimentarse, el Elanio común tiene una actividad parcialmente crepuscular y nocturna. A diferencia de la mayoría de rapaces diurnas, puede cazar al amanecer, atardecer e incluso de noche si hay luna. Esto le da una ventaja competitiva clara frente a otros depredadores.
El periodo de reproducción lo llevan a cabo entre los meses de marzo y junio. En esa época construyen los nidos en los árboles, a poca altura, no obstante a veces utilizan los nidos de otras aves. La puesta se compone de 2-6 huevos, generalmente 3-4. La incubación dura 28 días aproximadamente y las crías abandonan el nido cuando tienen unos 35 días de edad.
La reproducción del Elanio común se puede ser poco convencional, ya que puede criar fuera del calendario “clásico” de las rapaces si la disponibilidad de presas lo permite. Es decir, prioriza recursos frente a estacionalidad.
La principal amenaza para las poblaciones ibéricas es la degradación de su hábitat, provocada por cambios agrícolas, fundamentalmente la intensificación y mecanización (cambios de cultivo, concentración parcelaria, transformación en regadíos, eliminación del arbolado para utilización de maquinaria) y el abandono de cultivos.
La alta dependencia de los cultivos cerealistas de secano, con arbolado disperso, y de las poblaciones de roedores que mantienen, conlleva que esta rapaz sea muy sensible a cualquier modificación del hábitat que afecte a la disponibilidad de presas en áreas de caza o lugares de nidificación.
Respecto a la mortalidad no natural, cabe señalar el atropello en carretera y la caza ilegal, en muchos casos para taxidermia. Se incluye en el Libro Rojo de las aves de España (2004) en la categoría de “Casi amenazado” y aparece como “De interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.










































































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