En ésta nueva entrada voy a compartir las fotografías que, tras una buena dosis de paciencia y perseverancia, pude realizar a una pareja de carriceros comunes (Acrocephalus scirpaceus) que se desplazaban nerviosamente entre los carrizos de la denominada Charca de Verdicio (Gozón. Asturias).
No me resultó nada fácil el poderles fotografiar, ya que sólo se dejaban ver cuando se posaban fugazmente en la primera línea de carrizos, para, a los pocos segundos, desaparecer en las profundidades del carrizal sin darte apenas tiempo para enfocarles con la cámara.
En muy escasas ocasiones se exponían en lo más alto del carrizo para entonar su característico y chirriante canto, momento que se suele aprovechar para poderles fotografiar más fácilmente, lo cual dificultaba aún más su localización y fotografía.
Tampoco favorece su fácil localización su plumaje críptico, ya que, como luego describiré, la coloración y patrón de sus plumas parecen estar diseñadas con el objetivo de confundir al observador con su entorno.
Tal cómo mencionaba en el título de la entrada, se trataba de una pareja que se desplazaba ágilmente entre la espesura del carrizal persiguiéndose el uno al otro.
Tras una buena dosis de paciencia y perseverancia para conseguir verlos en un mismo plano, pude conseguir algunas fotografías de ésta interesante pareja de aves paseriformes.
El Carricero común (Acrocephalus scirpaceus) es un ave paseriforme de la familia “Acrocephalidae” que es un migrador transahariano que nos visita durante la época reproductora.
De las dos subespecies que están descritas la subespecie “scirpaceus” es la que aparece en Europa occidental y España, así como el norte de África. Por su parte la “Acrocephalus scirpaceus fuscus” ocupa la zona más oriental de la distribución: Chipre, Asia Menor hasta el noroeste de China.
En nuestro país se encuentra distribuido como reproductor por buena parte de la Península y Baleares, pero está ausente de Canarias. Se observa en los principales valles y costas de la Península Ibérica, con los mayores efectivos en las cuencas del Duero, Guadalquivir, Ebro y Levante.
Sus áreas de invernada las tiene situadas principalmente en África tropical, al sur del Sáhara aunque en los últimos años se ha comprobado que inverna en bajo número en el sur de la Península Ibérica.
Los pasos migratorios se detectan entre los meses de marzo/mayo y entre agosto/mediados de noviembre, con picos en mayo y septiembre, respectivamente. Por la Península pasan los carriceros procedentes del oeste y centro de Europa.
Tal como podéis comprobar en las fotografías. se trata de un pequeño pájaro (tamaño de unos 13 cm de longitud, una envergadura de unos 17-21 cm y unos 12 g de peso) con una coloración de plumaje de tonos ocres uniformes. No existe dimorfismo sexual en esta especie.
Sus partes dorsales son de color marrón uniforme, con tintes oliváceos, menos el obispillo que es ligeramente más pálido (marrón rojizo).
La garganta, pecho y vientre son de color blanco débilmente teñido de pardo amarillento en los lados y flancos.
La cabeza está apuntada con la frente aplanada y el plumaje liso (sin listas ni cejas distintivas). "Acrocephalus" deriva del griego y significa "cabeza puntiaguda" o "cabeza aguda"
El pico es fino de color pardo oscuro por encima y amarillento por debajo.
Las patas y pies son parduscos con tonos grises o azulados.
Su hábitat preferido son zonas de vegetación palustre de marismas y bordes de ríos, arroyos y canales. Se asienta en masas de carrizos, juncos, espadañas, masiegas y, en menor medida, en formaciones arbustivas ribereñas. Ocupa zonas bajas, aunque llega a alcanzar los 1.000 metros de altitud. "Scirpaceus" hace referencia a su hábitat en cañaverales y zonas pantanosas, ya que "scirpus" es un término latino para juncos o cañas.
Su alimentación se basa en el consumo de insectos, arañas y pequeños caracolillos. Ocasionalmente incluye materia vegetal diversa (frutos, semillas, etc.).
El periodo de reproducción se extiende desde finales de mayo hasta principios de agosto, con posibilidad de realizar dos puestas anuales. Es un ave territorial y monógama, aunque se han registrado casos de machos con dos consortes.
El nido se localiza a baja altura, entre la vegetación palustre, y es construido por la hembra; consiste en un pequeño cuenco de hojas entrelazadas, normalmente de carrizo, finamente cosidas con pelos o hilos de telaraña.
La puesta consta de entre dos y siete huevos. La incubación dura 9- 12 días y corre a cargo de ambos progenitores. Los pollos, a los que cuidan sus dos padres, son volanderos a los 9-13 días.
No se considera una especie amenazada, a tenor de su amplia distribución ibérica, del tamaño de sus poblaciones y de sus tendencias recientes.
Sus principales amenazas están relacionadas con la destrucción o alteración de las zonas húmedas de las que depende, como consecuencia de la quema de carrizales, la canalización y el dragado de cauces fluviales, la desecación, etc. No obstante, la creación de nuevas zonas húmedas artificiales (balsas de riego, canales, graveras…) podría haber compensado la pérdida de los hábitats naturales originales.
El Carricero común está incluido como especie Reproductora en la Lista Roja de las Aves de España, con la categoría de Preocupación Menor.
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