sábado, 4 de diciembre de 2021

Una experiencia ornitológica muy emocionante que jamás podría haber imaginado y que difícilmente podré olvidar. Búho nival (Bubo scandiacus). (Parte II. Macho).

Como continuación del relato de la emocionante experiencia ornitológica que he tenido la fortuna de poder disfrutar con la reciente observación de dos ejemplares de Búho nival (Bubo scandiacus) en la que para mí es la principal y más habitual zona de pajareo, el concejo de Gozón (Asturias), ésta nueva entrada la voy a dedicar al ejemplar macho que hizo su primera aparición al atardecer del 13 de noviembre en el entorno del cabo de Peñas (Manuel Alonso Ríos). Fue la tercera cita de esta especie registrada en España.

Macho
Hembra
Macho
Curiosamente, tal como en teoría cabría esperar, no se trataba de la joven hembra observada en vuelo el día 10 de noviembre en la localidad de Moniello (Gozón. Asturias) muy próxima a la del cabo de Peñas (Ramón de Maroto), ya que en éste nuevo caso se trataba de un macho de primer invierno.




A primeras horas del día siguiente, 14 de noviembre, tras haberse corrido rápidamente esa noticia, se produce un gran despliegue de aficionados en la zona del Cabo Peñas con la esperanza de poder observar a ese nuevo ejemplar de Búho nival, pero nuestro gozo en un pozo, ya que allí no estaba.




Tras realizarse, desde primeras horas de la mañana, un gran despliegue por esa zona y aledañas de aficionados en su búsqueda, no fue hasta cerca de las 10:00 h cuando Luis José Salaverri vuelve a localizar a ese macho en la cercana localidad de Verdicio (Gozón. Asturias).




Primero se le localiza en el tejado de lo que aparentaba ser una caseta de aperos situada en un gran prado y al poco tiempo se desplazó al tejado de uno de los chalets de esa localidad playera.




Allí, desde una de las calles aledañas a ese chalet, es donde pudimos realizarle éste extenso reportaje fotográfico y, como se puede comprobar, sin que el ave se sintiera en ningún momento intimidada o estresada por los allí presentes.




En ese tejado y en otro muy cercano permaneció todo el día, hasta que al caer la noche se marchara volando para, posiblemente, cazar alguna presa por la zona.




La siguiente noticia en cuanto a su ubicación fue el día 16 de noviembre cuando un trabajador del puerto del Musel (Gijón) le localizó al macho en una zona de acceso restringido. El 17 de noviembre se vuelve a ver el macho en el puerto del Musel.




Ésta es, más o menos, la cronología de la fugaz visita de éste nuevo ejemplar de Búho nival y a continuación, como viene siendo habitual en las publicaciones de mi blog, trato de recabar diversas informaciones al respecto de las principales características de la especie que me permitan conocer mejor a ésta increíble especie.




El Búho nival (Bubo scandiacus), también conocido como el Búho del Ártico, el gran búho blanco o como Snowy owl, es una especie de ave estrigiforme de la familia “Strigidae”, orden de las “Strigiformes”. Inicialmente fue denominado como “Strix scandica” (Lineo 1758). La familia “Strigidae” fue propuesta por el zoólogo irlandés Nicholas Aylward Vigors (1786-1840) en 1825, tomando como base el género linneano Strix (1758). El nombre del género se tomó sin cambios del latín “strix, strĭgis”, que significa lechuza, y por su aspecto y hábitos nocturnos, los antiguos creían que les chupaban la sangre (vampiros) a los niños; también significa por extensión, “bruja”, “hechicera”. El término además procede del griego antiguo “στρίγξ = stríyx”, también con el significado de “lechuza que se alimenta de sangre”, “harpía”. A los estrígidos pertenecen aves como los búhos, mochuelos, autillos, cárabos… 




Posteriormente a ésta especie se la denominó como “Nyctea scandiaca” (Nyctea: del griego “nyktea”, nocturno y scandiacus: del latín, “scandia”, Escandinavia), ya que el búho se observó por primera vez en el norte de Europa. Esa denominación científica se cambió cuando recientes estudios genéticos lo relacionaron con el género “Bubo” (del latín, “bubo”, búho águila), por lo que fue trasladado a dicho género. No se le reconocen subespecies al Búho nival.




El Búho nival es la más septentrional de las rapaces y una de las de mayor tamaño, de hecho es considerado como el segundo búho más grande del mundo, justamente por detrás del Búho real. Tiene una longitud de entre 51-68.5 cm, una envergadura de entre 137-164 cm y un peso que oscila entre los 1.134-2.000 gr. El Búho nival es el ave oficial de Quebec, Canadá.




Su aspecto general es el de tener un plumaje blanco que nos recuerda sus orígenes árticos y parece evidente que esa coloración se deba al proceso de la evolución que tuvo que desarrollar para no destacar en sus alrededores. Otras especies de búhos son de color marrón y gris, pero eso sería evidente contra un fondo nevado. El Búho nival es la única especie de búho con este color blanco.




Tal como veremos a continuación, en ésta especie existe un cierto dimorfismo sexual, ya que los sexos difieren en el grado de patrón oscuro sobre su plumaje blanco y, además, las hembras son más grandes y pesadas que los machos.




En el caso del macho adulto, las partes superiores son de color blanco liso, con algunas manchas de color gris oscuro o negro, el tamaño de las motas, así como el patrón de estas pueden ser muy diferentes para cada individuo. También presenta manchas oscuras en los diminutos mechones de las orejas, el álula y en las puntas de algunas primarias y secundarias.




Su cabeza tiene forma redondeada y está cubierta de plumas pequeñas de color blanco. Las orejas son tan pequeñas que no son visibles y quedan cubiertas por plumas de color gris oscuro. A pesar de tener orejas muy pequeñas tienen un asombroso oído.




Presenta un disco facial blanco pero mal definido.




Los ojos son muy grandes, redondeados, de color amarillo brillante y están bordeados de párpados negruzcos. No tienen la capacidad de movimiento como los humanos u otras especies, pero eso no significa que no pueda llegar a observar hacia arriba, hacia abajo o los laterales, ya que para tener un amplio campo visual recurren a girar de forma rápida y cautelosa su cuello y cabeza, de lado a lado, pudiendo alcanzar una capacidad de movimiento de alrededor de hasta 270 grados, casi dando vuelta a la circunferencia de manera completa.




Su pico es pequeño, de color negruzco y está curvado hacia abajo, lo que le sirve para poder desgarrar a sus presas y después ingerirlas. Además el pico está recubierto de plumas blancas.




Las plumas de la cola son casi todas blancas, a veces con barras terminales indistintas. Las partes inferiores son todas blancas.




El tarso y los dedos de los pies tienen una espesa capa de plumas blancas que le ayudan a retener el calor corporal. Las garras son negruzcas.




Mientras que en el caso del macho su cuerpo es casi completamente blanco con alguna que otra pluma de otro color como marrón o negro, la hembra solo tiene blanco puro la cara, la parte más superior del pecho y la parte interna de las alas. El resto del cuerpo presenta manchas y barras de color negro o marrón oscuro. Cuanto más adultas, más fuertes son los colores.




Los juveniles son de color marrón grisáceo oscuro y, especialmente los machos, se van volviendo blancos a medida que envejecen.




A éste respecto y a modo de curiosidad, comentar que uno de los búhos nivales más famosos en el cine es Hedwig, en la saga de películas de Harry Potter. Si bien el personaje era descrito como una hembra en los libros, durante el rodaje se utilizaron machos por ser estos más blancos en su plumaje.




Su distribución es por el círculo polar ártico de Asia, América y Europa, se encuentra exclusivamente en la tundra abierta, desde donde finaliza la línea de árboles hasta el límite de los mares polares. También se encuentra en planicies costeras, páramos abiertos y prados adyacentes a cuerpos de agua dulce o salada. Es raro que se aventure en bosques.


Durante el invierno, migra a latitudes más templadas (Canadá y el norte de Estados Unidos, Europa y Asia) donde se lo puede encontrar en praderas, pantanos, dunas costeras, campos de cultivo e incluso en áreas urbanizadas. Esos movimientos migratorios de medio y largo alcance son extremadamente variables y su extensión se da según la disponibilidad de su recurso alimenticio.




De manera contraria a otras especies de búhos, el búho nival caza mayoritariamente durante el día y en ocasiones durante la noche. Su alimentación se basa principalmente en lemmings y otros pequeños roedores, pero en momentos de baja densidad de presas, o durante el período de cría de la Perdiz nival, suelen cazar ejemplares jóvenes de esta especie. También cazan otras especies de mamíferos: liebres, ratas almizcleras, marmotas, ardillas, conejos, topos y mapaches, así como patos, gansos, faisanes, urogallos, fochas, gaviotas e incluso otras aves rapaces. También se alimentan, aunque en menor medida, de peces y carroña.




La dependencia que los depredadores de la tundra ártica tienen de los lemmings es tal que, durante los años en que sus poblaciones alcanzan su máximo, los animales cazadores tienen también las camadas más abundantes, las aves sacan adelante más pollos y las densidades de carnívoros sobre la tundra aumentan considerablemente.




La técnica de caza de este búho consiste básicamente en posarse y esperar acechando hasta que identifica a su presa potencial y se lanza a su persecución, contando con una visión y oídos superiores a los animales de su entorno, camuflándose entre la vegetación y la nieve. Las presas las puede capturar en el suelo o en el aire, y los peces los atrapa con sus garras de la superficie del agua. Cada ave debe capturar aproximadamente de 7 a 12 ratones por día para satisfacer sus necesidades alimentarias y puede comer más de 1600 lemmings por año (entre tres y cinco al día).




Los búhos nivales se tragan enteras sus presas pequeñas. Los jugos estomacales digieren la carne, mientras que los huesos, dientes, pelaje y plumas no digeribles se compactan y son regurgitados (egagrópilas) entre 18 y 24 horas después de la comida en sitios de descanso habituales. Cuando cazan presas más grandes las despedazan en trozos pequeños y la regurgitación no es necesaria.




El periodo de reproducción ocurre en el mes de mayo aunque el cortejo puede comenzar ya en pleno invierno y durar hasta marzo y abril. Generalmente son monógamos y se aparean de por vida. Anidan casi exclusivamente en el suelo donde la hembra hace una cavidad poco profunda con sus garras en una elevación del terreno. Los nidos suelen estar cubiertos con restos de vegetación y plumas. Los lugares para anidar deben estar cerca de buenas áreas de caza, estar libres de nieve y tener una vista de los alrededores. Hay poca fidelidad al lugar de reproducción entre años o parejas en algunas áreas, pero en otras áreas, una pareja de búhos puede anidar en el mismo lugar durante varios años.




El tamaño de las nidadas y de crías depende en gran medida del suministro de alimentos (lemmings). Es posible que no lleguen a anidar durante los años de escaso número de lemmings. Los tamaños de las nidadas normalmente oscilan entre 5 y 8 huevos blancos, pero pueden llegar a los 14 huevos durante los años con alimentos suficientes.




La hembra pone los huevos a intervalos de aproximadamente 2 días y los incuba mientras el macho le trae la comida y cuida el nido. Los huevos eclosionan en 32-34 días a intervalos de dos días, lo que lleva a grandes diferencias de edad en nidos con nidadas de gran tamaño.




Una vez que los huevos eclosionan la hembra permanece de continuo en el nido durante al menos un mes, protegiendo a sus crías de las bajas temperaturas y alimentándose de las presas aportadas por el macho. Las crías están cubiertas de plumón blanco y comienzan a abandonar el nido después de unos 25 días, mucho antes de que puedan volar. Se empluman a los 50 a 60 días.




La supervivencia de los búhos nivales es de unos 9 años en estado salvaje y de hasta 35 años en cautiverio. Los enemigos naturales son pocos, fundamentalmente los zorros árticos y los lobos que se alimentan de ellos en sus áreas de reproducción de la tundra, mientras que los págalos grandes y los parásitos pueden robarles los huevos o polluelos. Ésta especie está catalogada globalmente como Vulnerable por BirdLife International. Después de ser considerado de preocupación menor por la UICN desde 1988, el búho nival se actualizó a Vulnerable en 2017.

1 comentario:

  1. Impresionante documento con excelentes fotos de esta excepcional observación. Enhorabuena José Ignacio, sin duda una de las observaciones mas destacadas de los último años en la península.

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